Un hombre de Arizona, en Estados Unidos, es la primera persona que deja un hospital con un corazón completamente artificial, que lo mantiene con vida hasta que reciba el corazón de un donante.

Desde 2004, a unos 850 pacientes en todo el mundo se les ha implantado un corazón de este tipo, que contiene cámaras sintéticas que reemplazan los ventrículos en mal estado de los enfermos.

Estos corazones artificiales están diseñados para ser usados temporalmente hasta que aparezca un donante, mientras tanto, los pacientes deben esperar en los hospitales porque la máquina externa que ayuda a que el corazón artificial bombee pesa unos 190 kilos.

Ahora, la compañía SynCardia Systems ha creado un corazón artificial cuya máquina externa pesa sólo seis kilos. Esto es lo que ha permitido al paciente de Arizona irse a casa, y esperar allí hasta que que le encuentren un corazón nuevo.

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