El pasado mes de julio, María Jesús Martínez, directora del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB), adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) declaraba en una entrevista a Tendencias21 su confianza en que el Gobierno español “no dejara caer al CSIC”.

Y ha habido suerte. El pasado viernes, el Gobierno aprobó un crédito extraordinario de 70 millones de euros para esta institución, cantidad que sumada a los 25 millones recibidos el verano pasado, cubriría las necesidades del CSIC para este año. En 2014, el presupuesto con que contará el Consejo será de 602 millones, muy bajo en comparación con los 850 millones de presupuesto de 2008.

Durante los últimos años, ha habido una reducción muy importante en los fondos que el Gobierno adjudica al CSIC para su funcionamiento y que éste reparte entre sus centros, lo que ha conducido a una dramática situación. En total, esa reducción de la aportación pública ha sido de un 40% desde 2009, explicó Martínez.

En general, el funcionamiento presupuestario del CSIC es complejo. Los investigadores son los encargados de buscar financiación para los proyectos (procedente de empresas, la UE, o comunidades autónomas, por ejemplo), dinero con el que se pagan sus salarios; pero ese dinero va a una bolsa común, gestionada de forma centralizada por el CSIC, que va suministrando el dinero a medida que se va necesitando.

En una situación normal, cada centro va recibiendo del CSIC el dinero que ha ido obteniendo para sus proyectos, pero en los últimos tiempos se ha dado el caso de que el dinero obtenido por unos centros para sus proyectos, fuera a parar a los gastos más urgentes de otros centros distintos, generalmente los que menos fondos tenían.

La falta de recursos alcanzó un nivel crítico a principios del pasado verano, cuando el propio presidente del CSIC, Emilio Lora-Tamayo, denunció la situación. Poco después, los directores de cien centros adscritos alertaban del cierre inminente y progresivo de las instalaciones de investigación por falta de recursos.

La ayuda aprobada el viernes atajaría los problemas de liquidez arrastrados por la institución, publica el Ministerio de Economía en una nota oficial.

Este suplemento, que eleva la inyección total a 95 millones de euros, se suma a un incremento de 50 millones de euros en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2014, lo que supondría un aumento en su aportación del 12,1%.

Se espera que estas medidas, unidas a la elaboración por parte del CSIC de un Plan de Compromisos de Viabilidad (2013-2015) que supondrá un ahorro de costes de 50 millones de euros en 2013, aseguren la estabilidad y el equilibrio entre ingresos y gastos del CSIC a partir de 2014, lo que permitirá que el mayor organismo científico del país pueda continuar con su actividad investigadora con normalidad. De momento, se ha evitado un “cataclismo” para la maquinaria del Consejo, que aglutina a más de 100 centros de I+D y tiene una plantilla de 15.000 trabajadores.