FILOSOFÍA SOCIAL: A. Montesdeoca

Blog de Tendencias21 sobre pensamiento social

Bitácora

1Voto(s)




Jueves, 20 de Junio 2013

“Lo importante es saber cuándo se es semilla, cuando se es árbol y también ser conscientes de que existe el fruto"


La Vía Láctea, nuestro rincón en el Universo. Fuente: el_universoinfinito.blogspot
La Vía Láctea, nuestro rincón en el Universo. Fuente: el_universoinfinito.blogspot
Hace mucho, muchísimo tiempo que comenzó nuestra historia. Su desenvolvimiento ha sido narrado por el propio ser humano que indaga sobre los restos fosilizados del pasado, tratando de hacerse una idea de qué sucedió, imaginando unos posibles acontecimientos, para luego interpretarlos a la luz (o con la oscuridad) de los conocimientos y las creencias acumulados hasta ese momento.

Sin embargo, nuestro origen se pierde en la esencia de lo que no entendemos ni podemos abarcar, aquello que llamamos Universo. Desde esa perspectiva, la verdadera historia no tiene comienzo ni fin. Por ese motivo, lo que importa, a los efectos del conocer es cuándo despierta nuestra consciencia al hecho de estar participando en la creación de esta realidad también terrena, sin límites, con infinitas posibilidades, y de la que percibiremos cada vez más si abandonamos, como principio, el afán de control y nos dejamos llevar por el sentimiento que procede de la certeza y que echa sus raíces en el misterio.

Nada de lo que vivimos es permanente, nada de lo que se convierte en obsesiva repetición tiene capacidad para sobrevivir. Lo que llamamos realidad es sólo un instante de algo sin materia (tal y como ha sido definida hasta hoy) que, sin embargo, crea y recrea formas aparentes para ir en busca de lo trascendente. Ese algo es consciencia, que se manifiesta a través de nuestras propias creaciones.

También, lo largo de la historia narrada, se suceden momentos de emergencias que destapan todos los residuos acumulados, gracias a las comunes actuaciones de los seres humanos, durante una etapa de su evolución social. Estos residuos aparecen como perversiones de aquellos conocimientos y creencias que sirvieron para sostener un paso evolutivo. Con esos particulares efectos de nuestras acciones, se nos pone de manifiesto lo que nuestra civilización también crea: dolor, sufrimiento, injusticia, marginación, enfermedades, guerras. Hechos que nos evidencian lo que hay que superar, porque los resultados demuestran que no tiene sentido insistir por ese camino.

Los errores se incineran con la experiencia y ésta produce nuevos conocimientos. Con ese aprendizaje surge, como ave fénix, una nueva etapa que nos ilusiona y nos hace pensar que ahora sí, ahora sí que hemos escalado la montaña y superado las limitaciones humanas… pero solo es un momento que será generador de nuevas contradicciones que, así mismo, han de ser superadas por nuevas generaciones de seres humanos, prestos a seguir avanzando por los senderos de la evolución.

Estar presente es lo único que las circunstancias que hoy vivimos nos exigen. Aceptar este instante humano, aquí y ahora, sabiendo que la consciencia presente en él está preparándose para acceder al siguiente estadio. Que lo importante es nuestra predisposición a no aferrarnos a nada, a no dar nada por acabado, a sentirnos constructores de una obra que está siendo inteligentemente construida por nuestra consciencia trascendente.

"Lo importante, oí decir hace tiempo, es saber cuándo se es semilla, cuando se es árbol y también ser conscientes de que existe el fruto". Acompañar los procesos es la gran tarea, confiando y amando la labor sin desesperar. El anhelado amanecer sólo se presenta después de la oscura noche.

Alicia Montesdeoca


Editado por
Alicia Montesdeoca
Montesdeoca Rivero Alicia
Licenciada en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, Alicia Montesdeoca es consultora e investigadora, así como periodista científico. Coeditora de Tendencias21, es responsable asimismo de la sección "La Razón Sensible" de Tendencias21.

Artículos de La Razón Sensible


Enlaces

RSS ATOM RSS comment PODCAST Mobile