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Las mujeres hablan más del otro sexo en Twitter que los hombres

Entre los estudiantes no hay diferencia de género


Las películas de Hollywood están sesgadas hacia los temas masculinos; y ahora se ha comprobado que Twitter también. Un estudio sobre conversaciones producidas en esta red social ha demostrado que pocas mujeres en Twitter hablan de otra cosa que no sea sobre otros hombres. Entre los estudiantes, sin embargo, no hay tal diferencia de género. Por Carlos Gómez Abajo.


28/04/2014

Red de interacciones de 'Star Wars: Una nueva esperanza'. En rojo, los personajes y referencias masculinas; en azul, las femeninas; en verde, a ambos géneros; y en gris, a ninguno de los dos. Imagen: Garcia et al. Fuente: ETH Zurich.
Red de interacciones de 'Star Wars: Una nueva esperanza'. En rojo, los personajes y referencias masculinas; en azul, las femeninas; en verde, a ambos géneros; y en gris, a ninguno de los dos. Imagen: Garcia et al. Fuente: ETH Zurich.
Las mujeres participan cada vez más en la vida pública. Por supuesto, también hablan con otras mujeres. De hecho, incluso hablan entre sí de otras cosas además de sobre los hombres. Por banal que pueda parecer, esto está lejos de ser lo habitual en las películas de Hollywood; y, como acaba de demostrar un estudio, también en Twitter.

Todo comenzó con una tira cómica de 1985, en la que una mujer explica a otra qué tres requisitos debe cumplir una película para que quiera verla: 1) tiene que haber por lo menos dos mujeres, 2) tienen que hablar entre sí acerca de 3) algo además de sobre un hombre.

Nacía así el test de Bechdel, llamado así por la dibujante de la tira, Alison Bechdel. La prueba muestra si una película cuenta con un mínimo de independencia femenina. Una gran cantidad de películas de Hollywood suspenden miserablemente el test de Bechdel. Que lo hagan películas como Star Wars o El Hobbit no es sorprendente, teniendo en cuenta el reducido número de personajes femeninos que hay en ellas.

Sin embargo, incluso películas en las que hay muchas mujeres, como Midnight in Paris, de Woody Allen, pasan el test por los pelos: "Sólo por un diálogo de cinco segundos entre dos mujeres sobre una silla", explica David García, investigador de la Cátedra de Diseño de Sistemas del Instituto Federal de Tecnología de Zúrich (ETH Zurich), en la nota de prensa de éste.

García y sus colegas del Instituto de Investigación en Computación de Qatar examinaron más de cerca el sesgo de género de las películas, y, por primera vez, basaron su análisis no en las calificaciones de los expertos, sino en un enfoque computacional. Para ello, los científicos desarrollaron un algoritmo que analiza guiones de cine en busca de diálogos entre varones y entre mujeres, y sus menciones a ambos géneros.

Así, el software calcula las redes de interacción entre los personajes y calcula una puntuación en el test de Bechdel. También calcula el test de Bechdel inverso, es decir, aplicado a conversaciones entre varones que versen sobre algo que no sea una mujer.

Un guión con 170.000 caracteres

Los científicos fueron más allá y aplicaron el algoritmo a conversaciones a través de Twitter, relacionándolas con el sesgo de género de las películas. Para ello seleccionaron a aquellos usuarios de Twitter de EE.UU. que compartieron un enlace a un tráiler de una película en YouTube en el transcurso de seis días de junio de 2013, más los usuarios que interactuaron con ellos durante un período de tiempo más largo.

Los investigadores analizaron los aproximadamente 300 millones de tuits como un guión de cine gigante, de 170.000 caracteres, para calcular la red de interacción.

"Yo esperaba que en Twitter los hombres mencionaran a las mujeres en sus conversaciones con la misma frecuencia que las mujeres mencionaran a los hombres", reconoce García. El análisis reveló algo diferente: las conversaciones de Twitter entre hombres presentaron menos menciones a las mujeres. A su vez, había más conversaciones entre usuarias de Twitter que contuvieran referencias a los hombres que conversaciones sin una referencia masculina.

Las conversaciones entre estudiantes resultaron más equilibradas en cuanto a referencias de género. Imagen: sumos. Fuente: PhotoXpress.
Las conversaciones entre estudiantes resultaron más equilibradas en cuanto a referencias de género. Imagen: sumos. Fuente: PhotoXpress.
Excepciones

Hubo sin embargo ciertas excepciones. Las conversaciones entre estudiantes resultaron más equilibradas en cuanto a referencias de género. Por contra, los tuits de sus progenitores masculinos estaban aún más sesgados: interactuaban poco con mujeres, y hacían menos referencias aún sobre ellas que los hombres sin hijos.

Aquellos usuarios de Twitter cuyas conversaciones pasaban la prueba de Bechdel también tendían a compartir tráilers de películas que también pasaban la prueba. En general, los tráilers de películas que pasan el test se comparten con menos frecuencia a través de Twitter y reciben menos opiniones positivas en YouTube que las películas con un sesgo masculino.

"Parece que Twitter está sesgado hacia lo masculino", resume García. En comparación, las conversaciones a través de Myspace, otra red social, muestran menos de sesgo de género que las de Twitter, probablemente porque las conversaciones son más privadas, señalan los investigadores.

El algoritmo de García podría servir como una herramienta no sólo para clasificar las películas en las que uno de los sexos no está suficientemente representado, sino también para analizar cuestiones de género en las redes sociales.

Día TIC de las chicas

Estas diferencias de género son habituales en el mundo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Para disminuir estas diferencias, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) ha organizado por cuarto año el Día de las Niñas en las TIC, destinado a promover las vocaciones femeninas en este sector.

Entre las iniciativas que se están promoviendo a nivel mundial, la UIT destaca los Clubs Digitales de Niñas nigerianos, que forman a las chicas de escuelas de todo el país en ámbitos como los juegos TIC, el desarrollo de aplicaciones, la creación de sitios web y la programación informática.

También ha valorado el proyecto Snowdrops del operador turco de telefonía Turkcell, que proporciona becas STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) a mujeres jóvenes, que reciben también formación para crear programas informáticos y participan en un Maratón de Aplicaciones Móviles organizado en Turquía.

La Universidad de la Ciudad de Dublín puso en marcha CoderDoJoGirls, que acaba de celebrar su primer aniversario, y que enseña a las niñas a programar código y a desarrollar la confianza en sí mismas.

La UIT calcula que se producirá un déficit de titulados en TIC de más de 2 millones de empleos durante los próximos años. Las niñas y mujeres jóvenes que aprendan informática, a programar y a crear aplicaciones estarán bien situadas para iniciar una carrera en las TIC.

Referencia bibliográfica:

David Garcia, Ingmar Weber, Venkata Rama Kiran Garimella: Gender Asymmetries in Reality and Fiction: The Bechdel Test of Social Media. arXiv.org. De próxima aparición en la 8ª Conferencia Internacional AAAI sobre Weblogs y Redes Sociales (2014).



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