TRABAJO Y EMPLEO

Bitácora

02/03/2007

En teoría, el teletrabajo puede, y debe, facilitar la incorporación de los jóvenes al mundo del trabajo, y convertirse, así, en un impulsor del empleo juvenil. Pero la experiencia nos obliga a matizar.

- Por una parte, los jóvenes son los más susceptibles de prepararse para el teletrabajo.
- Por otra, ofrecen una cierta resistencia a teletrabajar.

Veamos cuales son los aspectos positivos de los jóvenes de cara al teletrabajo:

1. Capacitación tecnológica. Los jóvenes han nacido ya en el mundo de los videojuegos, de los ordenadores y de la informática. La tecnología del teletrabajo no encierra misterio para ellos. La utilización de Internet como cauce universal para el audio, los datos y las imágenes presenta un panorama muy favorable a la creación de puestos de trabajo mediante los medios telemáticos.

2. Preparación profesional. La práctica del teletrabajo exige del teletrabajador una gran competencia profesional, debido a que las relaciones entre el patrono y el trabajador se reducen a los aspectos estrictamente profesionales. Prácticamente, ninguna otra cualidad del trabajador que pueda producir empatía con su patrono, o viceversa, entra en juego en la relación de teletrabajo.

3. Espíritu independiente. Quizás la principal ventaja del teletrabajo sea la libertad e independencia que otorga al trabajador para repartirse como quiera su tiempo entre ocio y desempeño de tareas. Los jóvenes tienen más espíritu de libertad, en cuanto que no les apetecen los horarios rígidos, las normas estrictas, las tareas fijas. Pero la libertad que proporciona el teletrabajo tiene también sus contrapartidas. El teletrabajador no puede ser completamente anárquico. Tiene que ser disciplinado, organizado, metódico. Quien no sepa disciplinarse no puede teletrabajar.

4. Espíritu emprendedor. Los jóvenes son, por lo general, más emprendedores que las personas mayores. Y el trabajo a distancia es, en muy considerable proporción, tarea de personas emprendedoras.

Aspectos negativos

... y cuales son los aspectos negativos:

A pesar de todas las ventajas que tiene en teoría el teletrabajo para los jóvenes, una de las sorpresas que se han puesto de manifiesto a la hora de implantar experiencias de teletrabajo es que son los jóvenes precisamente quienes más se resisten a teletrabajar dentro de las empresas. Ocurre algo parecido en el colectivo de los discapacitados, para quienes se les auguraban un gran futuro con el teletrabajo. Estos colectivos no desean permanecer en sus casas y trabajar desde allí, sino que, por el contrario, lo que quieren es ir a las empresas, con el fin de ampliar sus contactos y relaciones.

El joven quiere, y necesita, relacionarse. La incorporación al mundo del trabajo se produce en un momento existencial en el que muchos han perdido sus contactos en el colegio o en del barrio, por multitud de circunstancias. Ello se hace más evidente cuando el joven tiene que dejar su ciudad natal para ir a trabajar a otro lugar.

Otro aspecto negativo en la relación juventud/teletrabajo reside en la mayor dificultad para trazar una carrera profesional.

De todas maneras, a la hora de hablar de los teletrabajadores y de las cualidades de los mismos tenemos que distinguir entre los teletrabajadores que pertenecen a una empresa y los teletrabajadores que no pertenecen a ninguna y que trabajan como contratados para tareas o periodos concretos.

En el primer caso, está demostrado que quienes se presentan voluntarios para las experiencias del teletrabajo no son prácticamente nunca los más jóvenes; tampoco quizás los más veteranos. Estos últimos temen que la pérdida de determinados vínculos con la empresa les suponga, más tarde o más pronto, una desvinculación de la misma en forma de jubilación anticipada, de despido incentivado o de despido, simplemente. Los más jóvenes se resisten por las razones que hemos señalado antes.

Proceso de aprendizaje

Porque en la empresa se da un proceso de aprendizaje que vale mucho más en ocasiones que el adquirido en los centros académicos. Los estudios sobre el particular consideran que un trabajador no es rentable a su empresa hasta que no lleva en ella un determinado tiempo que, en ocasiones, puede ser casi un año. El joven sabe esto, o por lo menos lo intuye y, por tanto, no quiere perderse este proceso de aprendizaje de la empresa que muchos consideran imprescindible incluso para poder luego independizarse, lo que ocurre en multitud de ocasiones.

Ello hace que las personas que más interés demuestran por teletrabajar cuando se hace una experiencia de teletrabajo dentro de una empresa sean trabajadores que ya tienen un determinado camino recorrido en la misma. Estos teletrabajadores conjugan la experiencia necesaria para teletrabajar aislados sin ayuda, con la falta de temor de que las empresas vayan a desvincularse de ellos.

Otros factores que inciden en el hecho de que los jóvenes no manifiesten un excesivo entusiasmo por el teletrabajo son la ha dureza del mismo (por ello conviene dotar al teletrabajador de una buena preparación psicológica) y la desconfianza, que se ve incrementada por su falta de experiencia para desenvolverse libremente en los mercados laborales.

Francisco Ortiz Chaparro


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