Tendencias 21. Ciencia, tecnología, sociedad y cultura
TENDENCIAS21




Tendencias 21






Libia se vuelve a asomar al abismo




Un accidente de tránsito en la avenida Omar Mojtar, en el centro de la capital libia. No hay heridos, pero sí un parachoques colgando de la parte trasera de un automóvil coreano. A los pocos segundos, se cierra un corro de personas expectantes en el lugar. Están los que esperan el taxi colectivo, los que […]

El artículo Libia se vuelve a asomar al abismo fue publicado originalmente en IPS Agencia de Noticias.

Manifestantes protestando contra las milicias el domingo 17 en la plaza de Argelia, centro de Trípoli. Crédito: Karlos Zurutuza/IPS

Manifestantes protestando contra las milicias el domingo 17 en la plaza de Argelia, centro de Trípoli. Crédito: Karlos Zurutuza/IPS

Por Karlos Zurutuza
TRÍPOLI, Nov 19 2013 (IPS)

Un accidente de tránsito en la avenida Omar Mojtar, en el centro de la capital libia. No hay heridos, pero sí un parachoques colgando de la parte trasera de un automóvil coreano. A los pocos segundos, se cierra un corro de personas expectantes en el lugar.

Están los que esperan el taxi colectivo, los que beben café en vasos de papel en la cafetería de al lado, un barrendero bengalí enfundado en su uniforme naranja… Ni rastro de la policía, pero el universal “el que pega, paga” dirime el asunto en apenas cinco minutos.

“Ha tenido suerte”, apunta Mansur, instalador de antenas parabólicas. “Te puede tocar un enajenado que te amenace con una pistola. Todo el mundo lleva una en la guantera del auto”.

En tal caso, dice Mansur, hay dos opciones: “Meterte en el auto y largarte sin levantar la voz, o llamar a algún hermano o primo de alguna de las milicias locales para que traiga la artillería pesada”.

En Libia, la policía y el ejército son nombres de papel para entidades que apenas se dejan ver en el terreno. La seguridad, o la falta de ella, va de la mano de grupos insurgentes que se levantaron contra el régimen de Muammar Gadafi (1969-2011), pero que ahora siguen defendiendo intereses locales, e incluso particulares.

Estadísticas oficiales sitúan la cantidad de estos efectivos irregulares en 250.000, pero pueden ser muchos más.

El viernes 15, Trípoli fue testigo de los mayores episodios de violencia desde el fin de la guerra en 2011. Una marcha contra la impunidad que gozan estas milicias fue sofocada a tiros por uno de estos grupos, que acabó con la vida de 43 personas y dejó a 460 heridas.

La indignación tripolitana es patente en tertulias y protestas, como la del domingo 17 en la plaza de Argelia."Hemos evitado el abismo gracias a un precario equilibrio de fuerzas. Pero, desde el viernes, puede que ya nos encontremos a las puertas de una guerra civil". – Abogado Wail Brahimi

Al anochecer, más de uno seguía allí, incrédulo ante el anuncio del Consejo de la Shura (órgano tradicional que oficia de gobierno local) de la ciudad de Misurata, 187 kilómetros al sudoeste de Trípoli, de que retiraría su milicia de la capital “en las próximas 72 horas”.

El lunes 18, las autoridades de Libia aseguraron que las milicias de Misurata comenzaron su retiro.

“Con Gadafi al menos sabíamos contra quien nos enfrentábamos, pero hoy es la misma gente que nos ayudó a echar al tirano”, explicaba a IPS uno de los convocantes de la protesta del domingo, Fuad Gritli, estudiante universitario que no volverá a clase hasta el miércoles 20 por la huelga general paralela a los tres días de luto por los muertos.

También estaba Abdulhamid Najah, quien perdió a uno de sus vecinos en la masacre. “Cuatro tiros por la espalda, mientras huía. A otro se lo llevaron a Italia para operarlo de emergencia”, lamentaba este abogado y funcionario del Ministerio de Justicia.

“Todo esto es culpa de la pasividad del gobierno. No solo son incapaces de hacer nada, sino que tampoco tienen ninguna voluntad”, añadía Najah, todavía emocionado. Justo detrás de él, Maha Hamid, estudiante de secundaria, desplegaba una pancarta: “Trípoli necesita ayuda”.

“En Trípoli solo me siento totalmente seguro en Gorji (barrio del sudoeste) porque la milicia local es amazigh”, explica a IPS el abogado Shokri Agmar, residente en Trípoli pero originario de Jadu, en las montañas de Nafusa, al sudoeste de la capital.

“Suelo volver a casa los fines de semana, pero siempre por carreteras secundarias, nunca por la vía principal que pasa por Al Aziziya. Ese es territorio de la tribu Warshafana, leal a Gadafi. Si me paran, enseguida verán que soy amazigh y puedo tener problemas”, añade este bereber de 32 años.

“Evita las callejuelas de la ciudad vieja y el solitario paseo marítimo al este del puerto; busca las calles transitadas del bazar, aunque te lleve más tiempo, pero ten cuidado bajo los arcos de la avenida Rashid al anochecer”, son algunos de los consejos que casi todo el mundo tiene en cuenta.

Se añade siempre un “llámame en cuanto llegues a casa para saber que estás bien”.

Hay quienes optan por medidas más draconianas. Kemal es uno de los miles de tunecinos a los que el desplome del turismo en su país empujó hasta Trípoli. Nunca sale del hotel en el que trabaja más allá de las seis de la tarde, y no se asoma afuera durante el fin de semana.

“Todos los días puedes escuchar un tiroteo. La mayoría aquí está acostumbrada, pero yo no consigo hacerlo”, admite este hombre de 28 años.

El azar es parte del día a día en Trípoli. Un grupo armado aparece de repente en un vehículo desvencijado. Pueden ser incluso adolescentes, pidiendo “papeles” a punta de fusiles Kalashnikov a familias que no ven el momento de llegar a casa.

Algunos ni siquiera llegan a poner un pie en la calle. Abu Muntalib, de 28 años, fue asesinado a tiros el sábado 16 dentro del campo de refugiados de Fallah, en el sur de Trípoli.

Muftar, otro desplazado de la hoy ciudad fantasma de Tawargha, aporta los detalles a IPS. “Un grupo de hombres en una furgoneta con una pegatina de Misurata, vino a preguntar si éramos de Tawargha. Al día siguiente, otros cuatro entraron a tiros, mataron a Abu Muntalib e hirieron a dos más”, cuenta.

Tawargha, que fue una próspera localidad libia de 30.000 habitantes, se convirtió en cuartel general de Gadafi durante el terrible asedio a Misurata. La sed de venganza parece todavía insaciable.

Familias desplazadas aportaron a IPS una lista con los nombres de los secuestrados por las milicias de Misurata en las últimas semanas, la mayoría a la entrada misma del campamento.

“No nos atrevemos a salir, pero ya ni siquiera nos sentimos a salvo dentro”, lamenta Yousef Mohammad, un desplazado de 20 años que se recupera de un balazo en su pierna izquierda, también recibido a la entrada del campo.

Pero el descontento no es exclusivo de los más desfavorecidos en Libia.

Licenciado en derecho en la Universidad de Londres, Wail Brahimi es uno de esos ciudadanos que volvió de un exilio forzado al calor de la revolución para “contribuir a la construcción de la nueva Libia”. No es tarea fácil.

Hasta ahora, “si una milicia no atacaba a la vecina era porque sabía que aquella también estaba armada hasta los dientes”, dice a IPS. “Hemos evitado el abismo gracias a un precario equilibrio de fuerzas. Pero, desde el viernes pasado”, reflexiona, “puede que ya nos encontremos a las puertas de una guerra civil”.

El artículo Libia se vuelve a asomar al abismo fue publicado originalmente en IPS Agencia de Noticias.



Fuente : http://www.ipsnoticias.net/2013/11/libia-se-vuelve...

Martes, 19 de Noviembre 2013
Martes, 19 de Noviembre 2013
Karlos Zurutuza
1

1 1


Visita nuestro nuevo site


Suscríbete a nuestra NEWSLETTER semanal

¡Participa en el diseño del futuro!




NOTICIAS DESTACADAS
La poeta Isel Rivero en la Feria del Libro de Madrid 2021.

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

Isel Rivero: “Todos somos transeúntes de la historia y la hacemos”

Desde una existencia previa llega "El retrato del uranio", de Raúl Nieto de la Torre

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

Desde una existencia previa llega "El retrato del uranio", de Raúl Nieto de la Torre

Canto e invitación a volar en “El pájaro mudo”, de Luz Pichel

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

Canto e invitación a volar en “El pájaro mudo”, de Luz Pichel

Una miscelánea que da voz al pasado: “Wattebled o el rastro de las cosas”

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

Una miscelánea que da voz al pasado: “Wattebled o el rastro de las cosas”

Menchu Gutiérrez. Fuente: Asociación Genialogías / Ediciones Tigres de Papel.

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

La poética nómada o el decir en la niebla de Menchu Gutiérrez

“Voces de un cuerpo”, de Giovanni Collazos, en la Cartonera del escorpión azul

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

“Voces de un cuerpo”, de Giovanni Collazos, en la Cartonera del escorpión azul

Lamento e invención en “Desde lejos”, de Arturo Borra

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

Lamento e invención en “Desde lejos”, de Arturo Borra

Entre el minimalismo y la instantánea: “Acércate y escucha", de Charles Simic

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

Entre el minimalismo y la instantánea: “Acércate y escucha", de Charles Simic

Un México poético e histórico en “Ni siquiera los muertos”, de Juan Gómez Bárcena

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

Un México poético e histórico en “Ni siquiera los muertos”, de Juan Gómez Bárcena

Antonio Gamoneda. Imagen: Fernando Sanz Santa Cruz.

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

Antonio Gamoneda: "No vivimos un solo lenguaje"

Recuperado el camino de la imaginación de Juan Larrea

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

Recuperado el camino de la imaginación de Juan Larrea

“Centroeuropa”, una metáfora de la historia

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

“Centroeuropa”, una metáfora de la historia

Superventas apasionante y necesario sobre la vida de Mussolini: “M. El hijo del siglo”

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

Superventas apasionante y necesario sobre la vida de Mussolini: “M. El hijo del siglo”

Ernesto Cardenal y María Ángeles Pérez López en 2013 contemplando las cigüeñas en Salamanca. Imagen: Elena Díaz Santana.

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

Contemplación y materiales: la enorme poesía de Ernesto Cardenal

Rodolfo Hasler expresa su infancia con “Lengua de lobo”

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

Rodolfo Hasler expresa su infancia con “Lengua de lobo”

 Espacios míticos en los “Parques cerrados” de Juan Campos Reina

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

Espacios míticos en los “Parques cerrados” de Juan Campos Reina

Ángela Figuera Aymerich. Fuente: Ediciones Tigres de Papel.

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

Más allá del desastre: una semblanza de Ángela Figuera Aymerich

“Flota”, el baúl literario de Anne Carson

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

“Flota”, el baúl literario de Anne Carson

¿Cómo acabaron en un libro los sueños y pesadillas del mundo occidental?

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

¿Cómo acabaron en un libro los sueños y pesadillas del mundo occidental?

La paradoja de la identidad local en “Muchacha de Castilla”, de Mercedes Cebrián

CIENCIA Y ARTE: LITERARIAS

La paradoja de la identidad local en “Muchacha de Castilla”, de Mercedes Cebrián