La era digital

Rehenes de lo instantáneo.

Andy Stalman

El ya es el nuevo ahora. Con las nuevas tecnologías estamos cada días más cerca de las personas que tenemos lejos, y más lejos de la gente que tenemos cerca. Los mensajes fluyen como un torrente sanguíneo sin el cual el corazón dejaría de latir.


Seis de las 10 aplicaciones más utilizadas del mundo son servicios de mensajería instantánea, según Quettra y citado en The Wall Street Journal donde ya es completamente usual leer noticias del mundo Brandoffon.

Pero los datos de Quettra no coinciden del todo con los de la consultora Nielsen. Esta última presentó un informe que decía que entre las diez apps más populares del 2015 hay cinco de Google, tres de Facebook y dos de Apple. Hay voces que dicen que esto no es justo, ya que en la mayoría de smartphones, las de Google y Apple ya vienen preinstaladas. Aún así los números hablan por sí solos.

En estados Unidos el 90 por ciento del tiempo en Internet desde el móvil se usa en apps. Y el 77% de usuarios apps dejan de usarlas en tres días.

Los usuarios entran a las aplicaciones de mensajes como WhatsApp y Messenger una media de entre 25 y 30 veces al día, en comparación con las 15 veces diarias para ver el muro de noticias de Facebook.

WhatsApp está muy cerca de alcanzar los 1.000 millones de usuarios, siete años después de haber sido lanzada y dos años menos de lo que tardó Facebook en alcanzar esa cantidad. Mientras, la aplicación de mensajería instantánea Facebook Messenger, y rival de WhatsApp pese a pertenecer a la misma empresa, ha superado ya los 800 millones de usuarios en todo el mundo.

El impresionante crecimiento de las aplicaciones de mensajería ya no llama la atención, porque tarde o temprano, las conversaciones uno-a-uno reflejan más estrechamente la forma en que las personas interactúan en forma cotidiana.

Los usuarios no están reemplazando otras redes por estas (¿o acaso no son redes sociales también?). WhatsApp está ocupando un vacío, que por obvio, nadie había ocupado. La app está llenando una necesidad más primaria que es estar en contacto permanentemente. Permanentemente conectado.

Quizás hoy nos parezca menos descabellado que Facebook haya pagado por la adquisición de WhatsApp 22.000 millones de dólares en 2014.

Los servicios de mensajería se extienden como un virus. En Japón, Taiwán, Indonesia y Tailandia, Line. En China, unos 550 millones de personas recurren mensualmente a WeChat de Tencent. Como KakaoTalk, de Corea del Sur, con más de cien millones.

Las marcas y las empresas deben estar muy atentas a como van a seguir impactando el ascenso de Messenger, WhatsApp, Snapchat (al que acaba de sumarse la Casa Blanca), Telegram y otros que vienen en camino como el nuevo servicio de Google, en los comportamientos de los usuarios.

Y también por las implicancias ya no sólo del marketing, sino de la propia jurisprudencia. Los mensajes privados recibidos por un trabajador en apps de mensajería como WhatsApp, Yahoo Messenger o WeChat, si fueron consultados durante el horario laboral, podrán ser leídos por los empresarios, según una nueva resolución del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El progreso avanza con más celeridad que la legislación y muchas veces esta última frena los saltos al futuro. En cualquier caso, hay tendencias que son imparables, y esta no han hecho más que comenzar. Es sólo un vistazo al futuro.

La tecnología es un reflejo del hombre. En este hoy tan vertiginoso lo instantáneo ya es la norma.
Andy Stalman

| Miércoles, 13 de Enero 2016

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