Se supone que las señales de stop aumentan la seguridad del tráfico. Sin embargo, un estudio realizado por la Universidad de Ryerson, en Canadá, ha demostrado que en realidad los stops son algunos de los puntos más letales de las carreteras.

Las razones, según la investigación canadiense: los juicios erróneos que hacen los conductores sobre la velocidad a la que vienen los vehículos por la carretera a la que se quieren incorporar, y también sobre su propia capacidad de reacción.

Estos cálculos son muy difíciles de hacer de forma correcta, especialmente para la gente mayor, cuya percepción de sus propios tiempos de reacción suele ser equivocada.

En 2005, el ministerio de transportes de Canadá registró 62.000 colisiones en intersecciones con stop en la provincia canadiense de Ontario, con un total de 150 muertes y 16.000 heridos. Estos datos son cinco veces mayores que el número de accidentes registrados en otros puntos de las carreteras de la misma región, revela el informe.

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