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Cadenas de solidaridad ciudadana contra el drama español de los desahucios

Más de 30 mil personas fueron desahuciadas en España en 2012, y actualmente hay 3,44 millones de casas vacías


Según los datos oficiales, en nuestro país hay una media de 115 desahucios por día, uno cada 15 minutos. Para hacer frente a esta situación, han surgido plataformas como Stop Desahucios o la PAH, pero además han surgido auténticas cadenas de solidaridad ciudadana, como el movimiento andaluz de las corralas. Por Rosae Martín.


28/11/2013

Esta frase se ha convertido en el eslogan del movimiento corrala. Fuente: Ksar Feui.
Esta frase se ha convertido en el eslogan del movimiento corrala. Fuente: Ksar Feui.
En España se producen actualmente 115 desahucios al día, uno cada 15 minutos; y hay 3,43 millones de casas vacías. Por otro lado, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJVE), el pasado 14 de marzo de 2013, emitió un dictamen que establece que las leyes españolas sobre desahucios no garantizan a los ciudadanos una protección suficiente, por tanto, que las clausulas abusivas de las hipotecas vulnerarían la normativa comunitaria. ¿Qué puede hacer la sociedad civil frente a esta situación?

Desde promotores, propietarios de suelos, bancos, cajas y administraciones públicas implicados en la cuestión de los desahucios de manera directa o indirecta, se apela en casi todos los casos al deber del cliente de pagar sus deudas. Culpabilizar a los clientes cuando los clientes confiaron en el vecino que era banquero, o gerente de una caja de ahorros, es el lastre al que muchas familias se enfrentan ahora.

El problema está sobre la mesa pero, ante la impotencia por la falta de actuación de muchos de los jueces, de las administraciones públicas, bancos y cajas implicadas, los ciudadanos están creando verdaderas redes solidarias, que han conseguido desde prevenir desahucios que ya estaban programados hasta buscar otro tipo de soluciones como las que se exponen a continuación.

La Corrala Utopía de Sevilla

La pintada "sin agua, sin luz, sin miedo" aparece en el edificio que está en la Ronda Norte de Sevilla, en la Avenida de las Juventudes Musicales. Un total de 36 familias víctimas de la crisis, algunas de las cuales ya vivían en la calle y otras iban a ser desahuciadas, ocuparon el edificio en mayo de 2012. Las vecinas pusieron al edificio el nombre de "Corrala Utopía ". Desde entonces viven el presente más inmediato, iluminándose con velas y aprovisionándose de agua por una fuente cercana.

Sevilla es la ciudad española con más viviendas desocupadas, un total de 43.223 y el barrio popular de la Macarena encabeza el ranking por el número de desahucios.

En el año 2012 la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía premió la Corrala Utopía porque se ha convertido en un modelo a seguir no sólo en la provincia de Sevilla y en España, sino que el movimiento ya es noticia en algunos medios internacionales, como la web alemana "Solidarität mit der Corrala Utopia in Sevilla" (Solidaridad con la Corrala Utopia en Sevilla), que apoya esta iniciativa y la promueve. Asimismo, el diario británico "The Guardian " recoge también en un reportaje fotográfico "The Spanish corralas - in pictures" (Las corralas españolas en imágenes) las imágenes más emblemáticas del movimiento.

Nueva corrala en Granada

Alrededor de 300 personas convocadas por el grupo Granada Stop Desahucios del 15-M presentaron el pasado 17 de noviembre la primera corrala de la ciudad, a la que denominaron "El Triunfo".

Esta corrala está ubicada en el centro de la ciudad y después de 5 años abandonada, los vecinos de Granada han decidido ocupar sus tres pisos y 17 viviendas. La mayoría de las familias que viven en esta corrala están en situación de desempleo y perdieron su vivienda en régimen de alquiler en los últimos meses.

En el acto de presentación de la corrala se hizo alusión al derecho a la vivienda que se recoge en diversas normas tanto nacionales como internacionales. El objetivo del movimiento es regularizar la situación con Cajamar a través de un alquiler social, para que se les permita permanecer en el edificio, ya que a finales de noviembre tienen previsto su desalojo.

Dos desahucios paralizados en Valladolid

A principios de noviembre el movimiento 15-M de Valladolid ocupó durante 12 horas una oficina de Caja España y otra de Caja Laboral. El objetivo era presionar a estas entidades para llegar a un acuerdo sobre la deuda contraída por varias familias en una situación desesperada. En cuatro días Caja España llama a una representante de Stop Desahucios para informarles de que se habían detenido las subastas de las dos viviendas.

Este hecho pone en evidencia que la lucha coordinada, al unísono y bajo reivindicaciones pacíficas pero organizadas, hacen que algunos bancos y entidades, muevan fichas para buscar soluciones que dignifiquen las dramáticas situaciones a las que se enfrentan cada día mucha familias en España.

Convocados por las redes sociales

Otra de las formulas para frenar desahucios son las convocatorias a través de las redes sociales. En octubre un centenar de vecinos de Andorra convocados por las redes sociales consiguieron frenar un desahucio de una mujer con dos hijos menores de edad.

Los vecinos se concentraron ante el portal donde estaba previsto el desalojo. Finalmente las autoridades comunicaron por teléfono que se aplazaba la decisión y la entrega de la documentación en vísperas de encontrar una solución acorde con la situación actual de la familia.

Ayuda psicológica

Desde las plataformas tanto de STOP Desahucios como la de Afectados por la Hipoteca (PAH) se presta de manera regular un servicio de asistencia gratuito para prestar ayuda psicológica a las familias que se quedan sin casa, por no haber podido hacer frente al crédito hipotecario.

El Colegio de Psicología de Santa Cruz de Tenerife firmó un convenio de colaboración con la PAH de Tenerife para dar asistencia a las personas afectadas por los desahucios. Este proyecto, uno de los pioneros en este sentido, ha acordado ofrecer a las personas desahuciadas 33 sesiones de terapia clínica que son avaladas actualmente por la institución colegial, y por los psicólogos que se ofrecen voluntariamente a prestar asistencia.

Rabia, ira y miedo

Los profesionales de la salud hablan de que el estrés que padece una persona desahuciada es similar a la que se sufre después de un atentado. Se suceden sentimientos de rabia, ira y miedo, y según las conclusiones de un informe liderado por ESADE "administraciones, bancos, empresas de suministros empeoran la situación de cada desahuciado por su ineficacia y lentitud, ya que el proceso de perder la casa se puede prolongar entre siete y ocho años".

Además se junta en ocasiones, que las personas en situación de desahucio piden ayuda cuando ya es demasiado tarde. Por este motivo, es importante que contacten con las plataformas, con los vecinos u otras asociaciones y organizaciones ciudadanas, para que comuniquen su caso lo antes posible y así evitar el desahucio y los problemas colaterales como ansiedad, depresión u otras patologías derivadas del shock emocional al que un individuo se encuentra sometido en estas circunstancias.

Prevención de suicidios

El número de llamadas con contenido suicida al Teléfono de la Esperanza ha aumentado este año en un 30%. Aunque las causas de un suicidio sean complicadas de determinar, los expertos mencionan que muchas de las personas que llaman nombran los problemas financieros, la ansiedad o la depresión.

A esto hay que añadir que la sociedad española está siendo testigo desde que comenzó la crisis, del aumento del número de personas que tras ser desahuciadas escogen la vía del suicidio al verse desamparadas.

Sin embargo, según el psicólogo del Teléfono de la Esperanza, Alfonso Echávarri en una declaración para el reportaje "El suicidio no es contagioso" del diario El Mundo, dice: "hablar del suicidio, de qué lo provoca y de qué se puede hacer para evitarlo, es muy positivo. Y esto es algo que nos incumbe a todos porque todos tenemos a alguien que puede estar atravesando un momento crítico".

Países como Finlandia y Rumanía han logrado reducir a la mitad, sus elevadas tasas de conductas suicidas a base de campañas de prevención, dirigidas a los más jóvenes y a los más mayores. Son justamente estos dos grupos de población los que han elevado la estadística española, siendo los jóvenes menores de 25 años y golpeados duramente por la crisis, los más vulnerables. Para los especialistas es obvio que nadie quiere matarse pero lo que sí que se quiere siempre es dejar de sufrir.



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