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Granada muestra los mayores logros del arte gráfico español

La sala de exposiciones del Museo Casa de los Tiros acoge las obras de treinta y siete artistas, hasta el próximo 21 de diciembre


Una selección antológica de la obra gráfica de treinta y siete artistas relacionados con los principales talleres de grabado y gráfica en Granada, se está exponiendo estas semanas en el Museo Casa de los Tiros. La muestra, producto del empeño de la comisaria Concha Hermano, es cuantitativa y cualitativamente uno de los mayores logros en el arte gráfico español. Por José Luis Gärtner.


José Luis Gärtner
11/12/2012

Mujer recostada sobre Hoces, de Claudio Sánchez Muros.
Mujer recostada sobre Hoces, de Claudio Sánchez Muros.
Siempre me he preguntado qué tipo de motivación puede llevar a esos contados individuos que hacen de su vida una constante vindicación del arte, a reunir el trabajo de varios artistas y concentrar el esfuerzo disperso en una sola obra –heterogénea pero unitaria- con el propósito de entregarla a la sensibilidad del observador.

La capacidad de detenerse ante una obra de arte y experimentar el gozo de lo sublime debería ser un talento al alcance de todos, por más que siempre haya quien se empeñe en tachar de elitista un placer tan democrático. No hay nada de elitista en dejarse llevar por la profunda experiencia estética que nos hace reconocernos partícipes de la expresión ajena.

La contemplación de este arte –metáfora de la existencia- es comparable a la posibilidad de vernos dentro de ese ser inmóvil que se sienta sobre los guijarros de una cala y se deja hipnotizar por la volubilidad de la superficie marina. Y es entonces, cuando ese sujeto que mira el mar desde la playa piensa aquello de ¡qué hermoso es el mar!, si bien debería pensar: ¡qué hermosa es la superficie del mar!

Esa contemplación de la realidad es sólo el primer paso hacia lo desconocido. Pues este observador, tiene al alcance de sus manos la posibilidad de calzarse unas gafas de buceo y sumergirse en el agua, donde ha de encontrar la verdad de lo que creía estar viendo. Y la verdad no es hermosa o fea: la verdad es pura emoción.

Por ese motivo se ha hecho tan necesaria esa mano apenas visible que nos invita a adentrarnos en los abismos de la belleza. No basta con que el artista –el artista gráfico, en el caso que nos ocupa- realice su obra para que el proceso creativo culmine su destino. Es necesario que alguien busque y encuentre esa obra, que la reúna junto a sus hermanas y les proporcione el espacio apropiado para su exposición.

Sólo una pasión inexplicable, un sabio amor por el arte, justifica la existencia de seres que derraman su generoso esfuerzo para que las obras de otros iluminen ese instante en que el humano trasciende su condición y se eleva más allá de la necesidad primaria.

Todos hemos oído hablar de los comisarios de arte. Conocemos los casos más notables, casi siempre cuando las muestras van unidas a otros intereses. Ahora bien, no todo es interés en este universo de la creación estética. No todo es mercado y afán de notoriedad. De ahí que –afortunadamente- existan algunos comisarios independientes cuyo motor primario sea sencilla y llanamente el amor al arte.

Concha Hermano –galerista y comisaria de arte- ha conseguido (a veces contra viento y marea) reunir cuarenta y cinco piezas de treinta y siete artistas gráficos relacionados principalmente con los talleres de la Fundación Rodríguez Acosta y Realejo, en una exposición antológica que se ha materializado en la sala de exposiciones temporales del Museo de la Casa de los Tiros.

Si el espacio es ya de por sí un privilegio, podríamos afirmar que el resultado de ese minucioso trabajo de investigación y selección ha rayado en la excelencia.

Ninfa del río, de Paco Izquierdo.
Ninfa del río, de Paco Izquierdo.
Valiosos tesoros

No es una afirmación gratuita –y mucho menos chovinista- teniendo en cuenta que el hecho de reunir en una misma sala obras de artistas como Julio Espadador, Claudio Sánchez Muros, Francisco Izquierdo y Pepe Lomas, no va ser precisamente el pan nuestro de cada día.
Tal vez, esta aventura sea un hito que impulse un serio proyecto de solidificación en forma de museo permanente o muestra, para repetir, e incluso incrementar, los valiosos tesoros del arte de la estampación.

Es posible que, en estos momentos en que todo se mide por valores materiales, la mentalidad del aficionado al arte haya caído en la tentación de menospreciar esta forma de expresión en la que han trabajado genios como Goya, Delacroix, Escher, Durero, Murillo, Shakaru, Kauffmann, Matisse, Chagal, Miró, Kandinski, Dalí, Ernst, Klee, Warhol y un interminable catálogo de primeras figuras que, han ido incrementando el universo del arte gráfico y desarrollando nuevas técnicas hasta llegar a nuestros días.

Pero los últimos acontecimientos han constatado que ese pretendido menosprecio al grabado no se sostiene ante el rotundo éxito de exposiciones como “Los universos infinitos” de Escher o la recepción que está teniendo “Granada, ciudad gráfica original” en la Casa de los Tiros.

Concha Hermano afirma que la abundancia y la calidad de artistas gráficos relacionados con la ciudad de Granada son proverbiales. Quizá no hayamos asumido que el grabado es un universo expresivo en plena expansión, y que el germen de algo histórico puede estar aquí, ante nuestros atónitos ojos, demasiado acostumbrados a mirar hacia otro lado.

La línea argumental de esta exposición, en palabras de su comisaria, “desvela un crisol de estilos y expresiones artísticas de excelentes autores de obra gráfica actual”, y que, “cada autor ejemplifica un estilo y lo hace propio, recreando, e investigando en el universo plural de las vanguardias del impresionismo, la abstracción, el expresionismo abstracto, el collage, el informalismo, el arte conceptual, las nuevas tendencias de la figuración, el simbolismo y las tramas geometrizantes”.

Lógicamente, las posibilidades de profundizar en el conocimiento del arte gráfico se multiplican en esta exposición colectiva, hasta alcanzar la categoría de referente histórico. Un conocimiento que quedará concretado a través de un diseño concebido –y ahí está la marca de estilo del comisario- para proporcionar un placer visual al espectador a través de una armonía compositiva del montaje.

El reto está en el aire. No es obligatorio esperar a que una pasión tan singular se diluya en el tiempo para hablar de ella con nostalgia. Hay virus de los que convendría contagiarse.

Sobre la luz de Granada, de Juan Manuel Brazam.
Sobre la luz de Granada, de Juan Manuel Brazam.
Las partículas de la ensoñación

No sólo se trata de un proyecto. La muestra “Granada, ciudad gráfica original” es la constatación de una realidad. Algo apasionante bulle en esta vieja ciudad y no es flor de un día.

Desde los años 70 con la iniciativa de la Fundación Rodríguez Acosta y posteriormente con la creación del taller Realejo (1985), hasta este mismo instante, el arte gráfico no ha parado de ofrecer creaciones dignas de mayor atención.

Los especialistas en este noble y antiguo arte del grabado han ido arraigando en esta tierra aparentemente impermeable, regando nuevos jardines con su propia sabia. Los nuevos artistas gráficos han profundizado en las técnicas existentes incorporando ideas hasta un incalculable número de posibilidades. Los resultados están a la vista. Digamos que ésta es tan solo una pequeña muestra de lo mucho que el grabado podría ofrecer a la capacidad de emocionarse del espectador.

La muestra ha unido los nombres de los grandes maestros a los creadores de ultimísima hora. Junto a los ya citados encontraremos a figuras tan notables como Miguel Rodríguez Acosta Cayetano Aníbal, y las firmas destacadas de Dolores Montijano, Teiko Mori, Julián Amores, Carlos Villalobos, Jesús Conde, José Manuel Peña, María José de Córdoba, Manuel Vela, Carmen Sicre, Araceli de la Chica, Tremedad Gneco, Maureen Booth, José Manuel Sánchez Darro, Miguel Carini, Ángela Galindo, Ana Villén, Carmen Ocaña, María del Castillo y Valentín Pedrosa, junto a los jóvenes grabadores: Juan Jesús Dueñas, Antonio Córdoba y Emilio Luis Fernández Garrido. Entre las serigrafías seleccionadas disfrutamos de obras de Juan Manuel Brazám, Juan Carlos Ramos Guadix, Paco Lagares, Julio Juste, Xaverio, María Teresa Martín Vivaldi, Alejandro Gorafe, Valentín Albardíaz y Joaquín Peña Toro.

Pero todos esos nombres, tanto los conocidos como los que están dándose a conocer, nada significarían sin su obra, una obra que, a falta de un centro expositivo con auténticas posibilidades de permanencia, se puede empezar a entender en esta muestra “Granada, ciudad gráfica original” que podemos saborear en la Casa de los Tiros hasta el próximo veintiuno de diciembre. A través de este torrente de sensaciones podemos entrar en ese universo desconocido de un arte siempre por descubrir.

Referencia:

Lugar: Sala de Exposiciones Temporales del Museo Casa de los Tiros.
Comisaria: Concha Hermano.
Fechas: Del 22 de noviembre al 21 de diciembre. De martes a sábados, de 17:00 a 20 horas.



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