El bosón de Higgs es una especie de puerta de entrada a un nuevo reino de los descubrimientos sobre la estructura del universo, declara en la siguiente entrevista Joe Incandela, portavoz del experimento que descubrió su existencia. Podría desvelar un nuevo y completo espectro de partículas que se asociarían a cada una de las del Modelo Estándar y descubrir dimensiones espaciales adicionales muy pequeñas.
Científicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y del Museo Geominero de España (IGME), junto a investigadores de universidades de Francia y Brasil, han descubierto una nueva especie de antiguos reptiles voladores o ptesoaurios en el Yacimiento de Las Hoyas (Cuenca). El hallazgo constituye una singular evidencia de los primeros vertebrados que sobrevolaron la Tierra e indica que los llamados “tapejáridos” tendrían un origen euroasiático.
Las células de los organismos se mueven. ¿Pero cómo? Un estudio reciente ha descrito por vez primera el movimiento celular como ondas de “deformación”, en las que las células interaccionan unas con otras, empujándose y cambiando de forma. La investigación ha revelado, además, que el movimiento de un tejido multicelular está originado por un patrón de tensión mantenido en el tiempo y en el espacio.
El descubrimiento del bosón de Higgs ha revolucionado el mundo de la física porque confirma el Modelo Estándar, pero también ha decepcionado porque no ha constituido ninguna sorpresa ni aportado ningún progreso significativo en el conocimiento, ya que sólo ha confirmado lo que se sabía. Puede incluso que con este descubrimiento la física empiece a perder interés a favor de otras disciplinas como las neurociencias, la astrobiología o la bioinformática, o que una nueva perspectiva compleja se esté gestando en el conocimiento humano.
La formación del nuevo volcán de la isla canaria de El Hierro recreó a pequeña escala las condiciones futuras del océano en un posible escenario de cambio climático, según un estudio que alerta de las semejanzas entre un ecosistema modificado drásticamente por la acción de una erupción volcánica, y el posible escenario que podría dominar los océanos debido al aumento creciente de CO2 en la atmósfera.
Una investigación ha descubierto cómo una serie de cambios climáticos naturales ocurridos hace 4.000 años impidieron el crecimiento de los arrecifes en el Pacífico oriental durante 2.500 años. En la actualidad, los arrecifes de Panamá están al borde de otro colapso debido al efecto humano sobre el medio ambiente, y esta vez el colapso podría ser aún más duradero. La contaminación y la sobrepesca son las principales fuerzas destructivas que necesitan ser detenidas.
Las aplicaciones del descubrimiento del bosón de Higgs están lejos de ser inmediatas, según el catedrático de la Universidad de Salamanca, Francisco Fernández. En el momento en que se confirme que se trata del bosón de Higgs, con toda la información necesaria, la partícula puede avalar otras teorías y modelos, como la supersimetría, aunque también cerrará las puertas a otras líneas de investigación. Conocer mejor la Física de partículas ayudará asimismo a desentrañar los misterios de la llamada materia oscura, que representa la mayor parte del Universo, pero de la que apenas se sabe nada.
Un método matemático desarrollado por el ICMAT aporta nuevas evidencias sobre el agujero de ozono antártico. El trabajo explica con más precisión qué ocurre en el vórtice polar, los vientos antárticos que hacen posible la destrucción del ozono, e identifica por primera vez las rutas de transporte de partículas a través del cinturón de vientos del continente blanco.
España es uno de los principales contribuyentes al CERN, tanto en presupuesto como en talento investigador. Sobre el reciente y sonado hallazgo del bosón de Higgs, los expertos españoles opinan que nos encontramos en un momento trascendental para la física, ya que este bosón era el único ingrediente aún no verificado del llamado Modelo estándar de la física de partículas. Este Modelo permite conocer, comprender y anticipar el funcionamiento y el comportamiento del Universo.
Un equipo de astrónomos ha constatado la sorprendente y rápida desaparición de un disco de polvo caliente que rodeaba a una joven estrella, situada a 450 años luz de la Tierra. En tan solo tres años, la nube de polvo desapareció, cuando para ello se suponía que deberían haber pasado cientos de miles de años, afirman los científicos. Dado que dicha nube estaba compuesta por la misma materia prima que da lugar a los planetas, la velocidad de su desaparición pone en cuestionamiento las teorías convencionales sobre la formación de estos cuerpos celestes, aseguran los astrónomos.