Una nueva aplicación desarrollada por ingenieros informáticos españoles permite elaborar listas de términos (de entre 1 y 5 palabras) a partir de conjuntos de documentos en varios formatos. Se trata de un innovador extractor terminológico que permite visualizar la totalidad de contextos donde aparece cada término y seleccionar lo que considere oportuno. Desarrollada por investigadores españoles, la aplicación llega al mercado de la mano de una empresa tecnológica nacida al amparo de la UPM.
Investigadores de la Universidad de Granada y la Abo Akademi de Finlandia han creado un nuevo sistema informático capaz de conducir un proceso de negociación y debate en grupos cuyos integrantes no se ponen de acuerdo. Para ello se basa en ontologías difusas, que representan el conocimiento social que existe sobre el problema en cuestión, aportando así recomendaciones precisas y realistas.
La compañía Cronto, líder en seguridad para transacciones online dependiente de la Universidad de Cambridge, ha ideado una solución sencilla y eficaz para proteger las operaciones de banca a través de Internet. Se trata de un código de barras bidimensional que permite a la entidad financiera transferir con seguridad un mensaje codificado que el cliente escanea, obteniendo un código de seis dígitos que debe introducir para confirmar la operación.
Investigadores de la Universidad de Michigan han desarrollado un software que funciona como un semáforo, para controlar el tráfico entre distintos dispositivos conectados vía WiFi, reduciendo drásticamente las interferencias en la comunicación, además de optimizar el consumo de energía. El programa se llama GapSense.
La Universidad Politècnica de Cataluña ha presentado una nueva Cave (Cueva) de realidad virtual con 40 proyectores. Se trata de un diseño pionero a nivel internacional, adaptable y basado en elementos que se encuentran en el mercado de la electrónica y la informática de consumo. El bajo coste, la versatilidad y la calidad de resolución son algunas de sus características.
Investigadores de la Universidad de Stanford en Estados Unidos han recreado biológicamente uno de los componentes principales de un ordenador moderno para operar dentro de células vivas. A modo de transistor, el dispositivo biológico controla el movimiento de una enzima llamada AR polimerasa a lo largo de una hebra de ADN, tal como los transistores eléctricos controlan el flujo de electrones a través de un circuito. Su creación supone un paso fundamental en la computación biológica.
Los creadores de BOINC, la plataforma que aprovecha el tiempo libre de ordenadores personales de todo el mundo para la investigación, están desarrollando una nueva versión del software para ejecutarlo tanto en smartphones como en tabletas, tratando de reavivar así el interés por esta red de computación voluntaria. La potencia de cálculo cedida por los usuarios de Android servirá para continuar la búsqueda de vida extraterrestre, agujeros negros o la cura de enfermedades.
Decepcionado por la fuerte dependencia del inglés en el ámbito de la programación, el informático libanés Ramsey Nasser ha creado un nuevo lenguaje de codificación basado en caracteres árabes. Denominado ﻗﻟب, pronunciado como alb y traducido como corazón, se trata de una versión del código Scheme ya existente. Su intención es facilitar el acceso a la programación por igual a cualquier región.
Investigadores de la Universidad de Bournemouth en el Reino Unido trabajan en un novedoso software de análisis predictivo que permitirá a empresas y organizaciones prever con seguridad lo que va a ocurrir, para planificar y llevar a cabo estrategias que mejoren la toma de decisiones. Para ello, han creado una nueva generación de sistemas de inteligencia computacional inspirados en la genética y la evolución natural.