SEGURIDAD Y DEFENSA: Manuel Sánchez Gómez-Merelo




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"Descarga nuestra Guía gratuita: Plan Estratégico y Operativo COVID-19. Reactivación
TURISMO Y SEGURIDAD"
Los gobiernos de todo el mundo están realizando, con mayor o menor acierto, un esfuerzo importante para intentar paliar los muchos daños directos y colaterales de esta crisis que, generados por una pandemia mundial, nos ha pillado a todos por sorpresa. Las consecuencias que se han hecho ver primero en los sectores sanitarios para, a continuación, repercutir gravemente en los asuntos económicos y sociales.


Guía gratuita: Plan Estratégico y Operativo COVID-19. Reactivación TURISMO Y SEGURIDAD, por Manuel Sánchez Gómez-Merelo
 

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Uno de los sectores más afectados en España corresponde al Turismo, por su importancia (2º país del mundo) y dimensión (con más de 85 millones de turistas/año y más del 13 % del PIB), en el que tenemos muchas áreas y casos de éxito que se han gestado en los peores momentos de nuestro país. Sin embargo, aunque es cierto que estamos en un mundo conectado y no solo dependemos de nuestro buen hacer, nos encontramos vinculados principalmente a los visitantes de otros países, con los que tenemos mucho que ganar pero, sin la adecuada recuperación en el menor tiempo posible, también mucho que perder.
 

La reactivación del sector turismo debe estar enfocada desde el punto de vista de la reputación, la credibilidad y la seguridad y, aunque sea cierto que viajar y participar en actividades culturales y de ocio será diferente, eso no quiere decir que la gente tenga que renunciar al descanso y disfrute de un TURISMO 4S, es decir: Saludable, Sostenible, Social y Seguro.
 

Nuestros hoteles, restaurantes, centros culturales, agencias de viajes, productores, operadores y un larguísimo etcétera de entidades y empresas, en definitiva, muchas personas, deben adaptarse a la nueva normalidad pese a las pérdidas irreparables, y los dramas individuales y colectivos tristemente amplificados por la crisis económica y financiera que se cierne inicialmente sobre este gran sector.
 

Presente, consecuencias y cambios
 

Esta ha sido una crisis descomunal que no hubiéramos podido imaginar ni en nuestras más fantásticas proyecciones de futuro. Las vidas humanas que se han quedado irremediablemente en el camino (más de 27.000 en España en el momento de escribir estas líneas); las graves repercusiones que ha tenido para todo el personal sanitario el intento de salvarlas; la incertidumbre inevitable de científicos y políticos, y las duras consecuencias sufridas por el ciudadano, quedarán para siempre en nuestra historia personal y colectiva como una pesadilla compartida, llena, sin embargo, de una solidaridad y fraternidad que desconocíamos. Y así será nuestra realidad y con riesgos similares hasta que no desarrollen una vacuna y esté disponible para los más de siete mil millones de seres humanos que poblamos el planeta, o al menos el 80% de ellos, para alcanzar la ansiada y presunta inmunidad de grupo.
 

COVID-19, TURISMO Y SEGURIDAD, por Manuel Sánchez Gómez-Merelo
 

El futuro es ahora. Es tiempo de mirar hacia delante y, aunque nadie tiene la certeza ni la solución hoy en día ni para acabar con el virus ni para enfrentar los desafíos, los cambios por venir ya están en camino.
 

La COVID-19 va a cambiar el mundo, las formas de relacionarnos, en general, y, en las actividades industriales, comerciales y sociales, va a demandar nuevos paradigmas que permitan el tránsito desde las inseguridades e incertidumbres de la improvisación frente a lo desconocido, hacia las nuevas seguridades, dotaciones y búsqueda de garantías.
 

En este sentido, también en el sector del turismo, vamos a tener que operar cambios importantes para. implementar, a todos los niveles, reales y eficaces planes de contingencia y resiliencia contrastados y asumir otros sistemas de prevención del riesgo y de protección ante potenciales rebrotes. Se impone, además, una nueva concienciación y cultura de seguridad ciudadana, junto a la consolidación de la solidaridad y el tratamiento social.
 

Relanzamiento del turismo. Nuevos retos
 

En este “plan de desescalada de la crisis sanitaria”, es importante y urgente un programa de relanzamiento del turismo como destino “seguro y sostenible”, con el que se deberá asegurar que la recuperación del sector se alinea con los principios de salud, seguridad y sostenibilidad socioeconómica y medioambiental.
 

Pero ¿qué retos afronta el sector ante el freno que ha supuesto la COVID-19 en la gran e importante industria turística en España? Preguntas y respuestas que han de llevar a posicionamientos y acciones responsables, para los que hacen falta planes rigurosos, hacen falta ideas, hacen falta fondos públicos bien empleados y, sobre todo, una capacidad de gestión sobre la base de la ética, del bien y del sentido común.
 

La única forma de relanzar la amplia industria del turismo, mientras avanza la ciencia con verdaderas soluciones a la pandemia, es cambiar. Algunos de esos cambios han de ser, a corto plazo, inevitables modificaciones y controles en nuestros usos y costumbres y, a medio y largo plazo, hemos de volcarnos especialmente en apreciar e invertir en todo eso que ahora llamamos servicios esenciales de salud y seguridad pública, que será nuestro mejor respaldo para la recuperación económica y social.
 

La seguridad, factor clave para el turismo
 

La seguridad es fundamental para el turismo, para el desarrollo de su amplia gama de entidades y empresas donde, en estos momentos de crisis sanitaria, se pone de manifiesto la necesidad de revisar su planteamiento de proyecto global de seguridad, así como el nuevo desarrollo de planes específicos y una rediseñada política de seguridad.
 

COVID-19, TURISMO Y SEGURIDAD, por Manuel Sánchez Gómez-Merelo
 

A modo de resumen ejecutivo, podemos subrayar diversos aspectos clave:
 

La pandemia generada por la COVID-19 precisa del desarrollo de un nuevo esquema de contingencia basado en el pasado, presente y futuro de las consecuencias y cambios provocados por esta crisis sanitaria.
 

El necesario relanzamiento de las múltiples actividades implicadas para el turismo interior y exterior presenta nuevos retos muy relacionado con el levantamiento de los controles de frontera y el restablecimiento de los servicios de transporte con toda la UE para la reanudación segura de los servicios turísticos con la garantía de los necesarios controles en la interoperabilidad transfronteriza y la creación de corredores turísticos seguros.
 

La Marca España, es pieza clave para atraer turistas bajo el planteamiento de un proyecto ‘Hostelería Segura’ con el desarrollo de recomendaciones conjuntas y compartidas.
 

La aplicación de las correspondientes normas y protocolos para la reapertura y sus documentos de estricto cumplimiento, son una base importante para la dirección y gestión de todo tipo de áreas, establecimientos y actividades diversas y las potenciales contingencias y actuaciones en casos positivos de COVID-19 donde, las medidas de obligado cumplimiento para la prevención y la protección se hacen imprescindibles.
 

Los planes de contingencia y resiliencia, así como la revisión y nueva determinación de la estrategia de continuidad de negocio en las distintas actividades, basadas en la respuesta a ante potenciales incidencias, obligan a una nueva implementación de dichos planes con su correspondiente prueba, mantenimiento y revisión periódica.
 

La formación y capacitación especializada será norma de obligado cumplimiento para esta reactivación dentro de los objetivos profesionales y empresariales hacia la nueva normalidad.
 

Las seguridades, protagonistas
 

Las seguridades son, para el desarrollo de la actividad turística, las protagonistas necesarias y requieren de la implementación de específicos medios y medidas de recuperación, control y protección, previa rigurosa de identificación, clasificación, análisis, evaluación y gestión de los riesgos, amenazas y vulnerabilidades de todas y cada una de las partes de implicadas en este sector. Medios y sistemas de recuperación, control, seguridad y ciberseguridad que, junto con las medidas organizativas, son la clave para la reactivación en medio de la crisis sanitaria.
 


 

La apertura escalonada y asimétrica de las actividades industriales y de servicios, en las fases de desescalada es muy complicada sin la aplicación de los diferentes medios a nuestro alcance y va más allá del mantenimiento de distancias, mascarillas o uso de hidrogeles.
 

Catálogo de soluciones para el control y la seguridad
 

El sector de las seguridades, para apoyar las medidas, pone a disposición los medios y los procedimientos para el control y la seguridad que puedan garantizar la apertura escalonada de las actividades turísticas y de servicios en las fases de desescalada.
 

La diversidad y complejidad de las principales actividades que van a reactivarse, dentro del amplio sector dedicado al turismo, va a requerir y exigir del estudio y aplicación de estos medios de control y seguridad, según dimensiones y necesidades.
 

Para la realización de las actividades y gestión de la movilidad, el sector de las seguridades dispone de sistemas, principalmente, para:
 

  • Control de aforos. Aplicable para la gestión de entradas, salidas y ocupación para áreas abiertas o establecimientos, tanto públicos como privados.
  • Control de aglomeraciones. Utilizable para la gestión de la movilidad y transporte y actividades en locales para el mantenimiento de las distancias sociales exigidas o programadas.
  • Control automático de distancia. De aplicación en grandes o medianas áreas para el control de personas en establecimientos públicos, comercios o de ocio.
  • Control de accesos. De aplicación sin contacto, con reconocimiento facial, detección de temperatura y de mascarillas para la entrada a los distintos tipos de locales o áreas públicas abiertas.
  • Detección automática a distancia de temperatura. Aplicable en zonas abiertas o cerradas a las personas en accesos o zonas de exigido cumplimiento.
  • Tecnologías de audio IP. De aplicación para la difusión de mensajes o advertencias por seguimiento y detección de anomalías en controles.
  • Detección de contagiados a distancia. Medición en tiempo real por análisis del aparato fonador mediante inteligencia artificial.
  • Identificación de personas, temperaturas o síntomas. De aplicación al control y detección de posibles contagios en control de acceso y videovigilancia.
  • Control de temperatura, acceso y presencia. Aplicable como identificación biométrica de personal laboral y medición de temperatura.
  • Control de temperatura global. De aplicación en áreas abiertas mediante medición grupal con sistemas de videovigilancia inteligente.
  • Control de accesos con cerraduras inteligentes. Apertura y cierre de puertas con sistemas sin contacto o remotos a través de teléfonos móviles.
  • Sistema de balizamiento de uso en visitas. Dispositivos de aplicación individual para el control del distanciamiento social en locales de pública concurrencia.
  • Arco desinfección de vehículos. Aplicable en aparcamientos públicos y espacios abiertos o cerrados.
  • Purificador de aire y desinfectante. De aplicación a locales habitados con controles y acción permanente sobre aire y superficies.
  • Robots para minimizar el riesgo de infección. Para prestar diferentes servicios, de llevar pedidos a las habitaciones o mediciones de temperaturas o control de accesos.
  • Interruptores manos libres. Dispositivos con sensor de gestos que detectan los movimientos de la mano sin necesidad de tocar los mecanismos.
  • Compartimentos de apertura remota. De aplicación para el intercambio de llaves mediante teléfono móvil en exteriores de apartamentos turísticos.
  • Drones para desinfectar grandes espacios. Innovador sistema de aplicación en áreas interiores o exteriores de especial dimensión para evitar el contacto humano.
  • Cabinas de check-in. De aplicación para hoteles y grandes eventos públicos con controles de aforo automático.
 

Estos y otros sistemas similares, son medios y tecnologías que están disponibles para su prescripción, previo informe técnico profesional para implementación ajustada al tipo de actividad, dimensión de concurrencia, etc. como medidas de respuesta para la prevención y protección exigibles para entidades públicas y privadas y de uso obligado para los trabajadores y visitantes.
 

Sistemas de control y ciberseguridad
 

El control de acceso a la información, la realización de copias de seguridad, la gestión de contraseñas, la limitación del uso de herramientas no corporativas o el cumplimiento de la ley en cuanto a bases de datos son algunas de las medidas de seguridad que recomienda el responsable de ciberseguidad de INCIBE.
 

En especial, la aplicación de la tecnología en la gestión de los destinos y de las empresas turísticas debe ir acompañada de medidas de ciberseguridad, según insisten varios expertos de la Red de Destinos Turísticos Inteligentes.
 

Cada vez más, el sector turístico utiliza la tecnología Internet, tanto en los destinos como en las empresas turísticas, que pueden sufrir ataques de ciberseguridad.
 

A modo de conclusiones
 

La reactivación y camino hacia la nueva normalidad del sector turístico requiere de rigurosos planes y grandes esfuerzos de todos sobre la base de conseguir una nueva propuesta de un Turismo 4S: Saludable, Sostenible, Social y Seguro, con las adecuadas medidas y medios de control y seguridad.
 

En definitiva, y para poder recuperar e incrementar la actividad turística en los años venideros, el sector se verá analizado desde diferentes puntos de vista en sus aspectos como la sostenibilidad y la salud, muy presente y dentro del mismo, además de una exigencia de una seguridad social y ciudadana, que tendrá unas exigencias cada vez más concretas y multidisciplinares.
 

Todo ello supone un cambio notable de cara a una nueva cultura de seguridad, contingencia y resiliencia, ahora hacia la reactivación y desescalada de la crisis sanitaria hacia una nueva normalidad en el amplio y complejo sector del turismo, con la adopción de nuevos medios de prevención y protección basados en las recomendaciones sanitarias y la aplicación de mucho sentido común y rigurosidad que, sin duda, han llegado para quedarse y cambiar ese panorama de la seguridad.
 

“El turismo puede servir de puntal para superar la pandemia. Al reunir a las personas, el turismo puede promover la solidaridad y la confianza" Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas
   

Guía gratuita: Plan Estratégico y Operativo COVID-19. Reactivación TURISMO Y SEGURIDAD, por Manuel Sánchez Gómez-Merelo    

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Después de más de dos meses de confinamiento, de teletrabajo, de abominables teleprogramas y de abdominales nunca hechos, podemos apreciar que empieza a rugir el motor de puesta en marcha, mantenido al ralentí durante estas semanas, mientras nos ocupábamos de las medidas a cumplir. Cada día ha sido notablemente similar al anterior y ha habido que hacer un verdadero esfuerzo mental para que la sensación de esclavitud y la ansiedad no ganaran la partida, pero también hemos conocido aspectos de nosotros mismos nunca antes experimentados que, si sabemos explorarlos e implementar sus atributos, pueden abrirnos puertas a una conciencia ampliada que sirva, no sólo para vencer nuestras propias crisis personales, sino para lograr tramitar con inteligencia la desescalada y transición de esta que nos ocupa.


Las consecuencias
 

Esta ha sido una crisis descomunal que no hubiéramos podido imaginar ni en nuestras más fantásticas proyecciones de futuro. Las vidas humanas que se han quedado irremediablemente en el camino (más de 27.000 en el momento de escribir estas líneas); las graves repercusiones que ha tenido para todo el personal sanitario el intento de salvarlas; la incertidumbre inevitable de científicos y políticos, y las duras consecuencias sufridas por el ciudadano, quedarán para siempre en nuestra historia personal y colectiva como una pesadilla compartida, llena, sin embargo, de una solidaridad y fraternidad que desconocíamos.
 

La mente es selectiva y eficiente y, mientras hemos estado ocupados en gestionar el confinamiento, hemos apartado otros temas capitales que sólo ahora entran en pantalla: la economía, en cuanto se refiere a la suspensión mayoritaria de la producción y los servicios no esenciales, con especial repercusión final en el cierre de empresas, sobre todo pequeñas y medianas, con graves consecuencias para la riqueza del país; la política social, que ha intentado paliar las desigualdades y puesto parches a la pobreza de los más perjudicados; y la merma en la actividad laboral, que como consecuencia del cierre temporal o definitivo de empresas ya ha generado casi dos millones de desempleos.
 

COVID-19. La nueva anormalidad… no sin las seguridades, por Manuel Sánchez Gómez-Merelo
 

En pocos meses comenzará a verse la otra dimensión humana y social de esta tragedia, una vez sobrepasada la crisis sanitaria, que no la social.
 

Otra de sus consecuencias, no menos importante, es que genera angustia. Como explica Mireia Cabero, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, «el estado natural de las personas es la libertad, y esta es la situación a la que todos queremos regresar. Somos seres sociales de vida exterior».
 

Por otro lado, la Universidad de Gotemburgo ha hecho público su índice Varieties of Democracy (V-Dem), que analiza el posible impacto de la COVID-19 sobre la calidad democrática de los países. En él se establecen cuatro categorías: riesgo bajo, riesgo medio, riesgo alto y autocracias cerradas. España se encuentra entre los 34 países que, según este indicador, corren un riesgo medio de perder derechos y libertades a consecuencia de la crisis actual.
 

Esto, sin duda, puede suponer un riesgo para la democracia en muchos países pero, lo peligroso es que, tanto las medidas excepcionales, como las reacciones a las mismas, acaben volviéndose algo normal, haciéndonos necesario estar especialmente atentos a los indicadores que tratan de medir este riesgo.
 

Las seguridades, protagonistas
 

En el antes, durante y después de esta crisis, como en cualquier otra de estas dimensiones, es de destacar el importante papel que han tenido, tienen y tendrán las seguridades, tanto en lo referente a la prevención y protección, como a controles, evaluaciones y medidas de tratamiento.
 

Así de lo general a lo particular, en un breve análisis podemos ver que: en primer lugar, desde un punto de vista transversal la seguridad del confinamiento ha sido fundamental; en un segundo nivel lo es el estudio, análisis, control y tratamiento por geolocalización del problema en cada nivel (España, Comunidades, provincias, ciudades o pueblos); en un tercer nivel, es importante el control y la seguridad de las personas (edad, convivencia, relaciones sociales y laborales); y, en un cuarto nivel, el fundamental rol de las seguridades en las actividades (transporte, industria, comercio, actividades sociales y culturales, etc.).
 

Los cambios que vienen
 

Como ya estamos viendo, la COVID-19 va a cambiar el mundo, las formas de relacionarnos, en general, y, en las actividades industriales, comerciales y sociales, demandando nuevos paradigmas desde las inseguridades e incertidumbres de la improvisación frente a lo desconocido, hacia las nuevas seguridades, dotaciones y búsqueda de garantías.
 

COVID-19. La nueva anormalidad… no sin las seguridades, por Manuel Sánchez Gómez-Merelo
 

En este sentido, vamos a tener que operar cambios importantes para tener, a todos los niveles, reales y eficaces planes de contingencia contrastados e implantar y asumir otros muy renovados sistemas de prevención del riesgo, de protección ante catástrofes o pandemias, concienciación y nueva cultura de seguridad ciudadana, consolidación de una nueva cultura de solidaridad y tratamiento social, y nuevos planes de resiliencia para nuestras empresas e instituciones ante catástrofes como la que estamos viviendo.
 

Por tanto, en lugar de prisas irresponsables, ahora hacen falta planes, hacen falta ideas, hacen falta fondos públicos bien empleados y, sobre todo una capacidad de gestión sobre la base de la ética, del bien y del sentido común.
 

La única forma de sobrevivir, mientras avanza la ciencia con verdaderas soluciones, es cambiar. Algunos de esos cambios han de ser, a corto plazo, inevitables modificaciones y controles en nuestros usos y costumbres y, a medio y a largo plazo, hemos de volcarnos especialmente en apreciar e invertir en todo eso que ahora llamamos servicios esenciales de salud y seguridad pública.
 

Estamos demostrando que sabemos resistir y que la solidaridad aflora y se cultiva día a día. Esa que puede salvarnos en medio de todo este disloque nunca vivido con sus afectos y vínculos sociales y pensando en todo lo que nos une.
 

Esta crisis supone un punto irreversible de inflexión y, cuando la pandemia retroceda y recuperemos los espacios comunes, tendremos ante nosotros un mundo diferente.
 

El futuro es ahora. Es tiempo de mirar hacia adelante.
 

Nadie tiene la certeza ni solución hoy en día ni para acabar con el virus ni para enfrentar los desafíos que tenemos por delante pero los cambios por venir ya están en camino.
 

Los medios de recuperación, control y seguridad
 

Recuerdo que en crisis pasadas, sobre todo, por amenaza terrorista, en un estudio de soluciones de control y seguridad, decíamos que estábamos pasando del “para protegeros les vigilaremos, al para protegeros os vigilaremos”. Bueno, en cierta medida, estamos en una situación similar pero afectando más directamente a todos los ciudadanos.
 

Hay que dar especial sentido a lo que está sucediendo tanto como sociedad, como individualmente, para destacar que, ahora, hemos de centrarnos en pequeñas pero eficaces tareas, más que en procesos complejos para garantizar el control y la seguridad.
 

Hoy por hoy, tenemos pocas certezas sobre cómo será el mundo tras la pandemia, excepto que se reactivará con los nuevos planes y programas y, sobre todo, con las prioridades que se decidan, por las medidas que acatemos y por las acciones por las que optemos en estos instantes críticos.
 

Para ello, hace falta gente con espíritu científico, talento, ética y sentido común en todos los puestos de decisión, y mucha unión para encauzar acuerdos amplios entre responsables políticos, como demandamos los ciudadanos.
 

En España, el cortoplacismo es parte de nuestra vida diaria, tanto en lo empresarial como en lo particular, y no siempre es malo. A menudo va unido a una capacidad de improvisación y flexibilidad, menos frecuente en otros países, y que nos ayuda, como ahora, a superar las emergencias o crisis.
 

En la era de la salud digital post COVID-19 es importante plantearse de forma inminente, cómo se llevará a cabo la monitorización de personas enfermas crónicas o de pacientes ingresados en los hospitales, una vez sean dados de alta.
 

COVID-19. La nueva anormalidad… no sin las seguridades, por Manuel Sánchez Gómez-Merelo
 

Sin duda, en la nueva normalidad la salud digital será una pieza clave y habitual pero hay que invertir esfuerzos y recursos para vencer los principales grandes retos que plantea: Dotar de los medios adecuados, válidos y fiables a normal relación coste-eficacia; Capacitar al personal sanitario en las diferentes disciplinas con suficientes conocimientos para que faciliten su uso e implementación; Reinventar los procesos comunicativos, asistenciales, de cultura en salud para la sociedad y para alertas sanitarias; e Incrementar la investigación en salud digital, para poder identificar cuáles son las estrategias y medios que aportan valor a los ciudadanos y al sistema de salud.
 

La crisis generada por la COVID-19 ha acelerado todo el proceso de implantación de la nueva salud digital de forma no esperada.
 

En la actualidad, en Pekín, cada ciudadano que sale del metro es grabado y se capta su temperatura corporal. Si se detecta que tiene fiebre, se avisa mediante el móvil a todos los ciudadanos con los que se cruzó durante su viaje para informarles sobre su «posible infección». Esto se debe a que las compañías chinas de telefonía móvil y de Internet comparten los datos de sus clientes con los servicios de seguridad y con el Ministerio de Salud.
 

La Comisión Europea ha pedido a las operadoras telefónicas que faciliten el seguimiento de la expansión de la COVID-19 mediante los móviles de los ciudadanos y Bruselas se ha apresurado a afirmar que los datos serán utilizados de forma especial y anónima, sin identificaciones individuales, y que la información se eliminará una vez pasada la crisis. El problema con los datos de movilidad es que son difíciles de “anonimizar”.
 

En España, como ejemplo, el “Coronamadrid”, se propone utilizar las localizaciones para generar un mapa epidemiológico a escala local y dar seguimiento a los ciudadanos para saber su estado de salud. Puede ser una herramienta muy útil también para evitar la saturación de otros canales, como las consultas telefónicas.
 

Controlar los datos después de la COVID-19, es el gran reto y una gran duda pues aporta riesgos e incertidumbres, también.
 

COVID-19. La nueva anormalidad… no sin las seguridades, por Manuel Sánchez Gómez-Merelo
 

Pero, además, hemos de garantizar que, tras ese final de la crisis sanitaria, no nos encontraremos con un panorama socioeconómico ya desolador por no haber actuado a tiempo. Los esfuerzos de apoyo a la reactivación deben concebirse inmediatamente y de manera preventiva, no reactiva, y las infraestructuras de apoyo y ayudas deben agilizar la marcha con pleno rendimiento permanente.
 

Igualmente, debe incrementarse la inversión en empleo público del sector de la salud y de muchos otros servicios esenciales en todo el espectro que puede tener el impacto a medio y largo plazo, para ayudar a reactivar la economía.
 

En la situación actual, las empresas necesitan un retorno a la normalidad lo antes posible y la prioridad está en ayudar a autónomos y pymes a que recuperen y crezcan en sus actividades y a alcanzar la independencia financiera, a través de un acompañamiento personalizado y profesional, utilizando herramientas claras, precisas y de muy alto valor práctico y operativo.
 

Claramente no es un plan fácil, pero, a la vista de lo que están pergeñando otros países, se pueden ofrecer nuevos puestos de trabajo en actividades clave para la producción de material sanitario, ayudar en el rastreo de contactos de infectados, dirigir los flujos de personas para garantizar la distancia física y asistir a la investigación científica.
 

A modo de conclusiones
 

Hasta hace unos meses, en los que se venía hablando de la importancia de la innovación, todavía se podían posponer los planes y programas en distintas actividades industriales y comerciales, pero la crisis sanitaria y, consecuentemente la económica, ha acelerado todo, y procesos que estaban previstos para próximos años, hay que ponerlos en marcha ya.
 

Y en medio de toda esta crisis, también están aflorando nuevas oportunidades y lo único es que tenemos que adaptarnos al nuevo escenario. Nuevos hábitos de consumo, actividad y trabajo han llegado para quedarse, trabajaremos más en casa, tendremos menos dinero, habrá que reinventar las actividades de ocio, cultura y turismo así como nuestros métodos de formación e información, todo enfocado a una demanda que ha cambiado definitivamente.
 

No debemos olvidar que lo importante de todo esto no es la lección, es la enseñanza. De lo que aprendamos de esta crisis dependerá nuestra supervivencia presente y futura.
 

Reactivación y supervivencia en la que tiene mucha importancia la sociedad en su conjunto, que se está viendo mediáticamente manipulada, en muchos casos, por personas u organizaciones tóxicas o tocadas por el efecto Dunning-Kruger, que puede resumirse en una frase: “cuanto menos sabemos, más creemos saber”. Es un sesgo cognitivo según el cual, las personas con menos habilidades, capacidades y conocimientos suelen sobreestimarse “porque es muy fácil decir cómo se hacen las cosas, cuando las tienen que hacer otros”.
 

Estamos en nuestro tiempo más importante, el “Carpediem”, expresión que fue concebida por el poeta romano Horacio. Su traducción literal otorga relevancia a la frase “cosecha el día”, cuyo contenido intenta alentar al aprovechamiento del tiempo para no malgastar ningún momento. Y es aquí y ahora donde estamos con todas las seguridades para vencer esta crisis.


Editado por
MANUEL SANCHEZ GÓMEZ-MERELO
Eduardo Martínez de la Fe
MANUEL SANCHEZ GÓMEZ-MERELO, es consultor internacional de seguridad, arquitecto técnico y periodista. Completa esta formación con diversos cursos de postgrado en las áreas de seguridad pública y privada, defensa comunicaciones.

Dedicado por más de 30 años a la Consultoría e Ingeniería de Seguridad y Defensa por más de 20 países como asesor para asuntos aeroportuarios, puertos, cárceles hospitales, entidades bancarias, museos, transporte ferroviario, servicios de Correos y puertos.

Es socio fundador y presidente para Europa de la Federación Mundial de Seguridad (WSF), Director para Europa de la Secretaría Iberoamericana de Seguridad, Asesor gubernamental en materia de integración operativa de seguridad pública y privada en diversos países latinoamericanos.

Como experiencia académica es profesor de postgrado en ICADE (Universidad Pontificia Comillas de Madrid) desde 1986, codirector de postgrado en la Facultad de Psicología (Universidad Complutense de Madrid) y director del Curso de Seguridad en Infraestructuras Críticas del Instituto General Gutierrez Mellado de la UNED, así como conferenciante habitual y profesor en más de 20 países sobre Seguridad y Defensa.

Su representación institucional es principalmente como Miembro Experto de la Comisión Mixta de Seguridad del Ministerio del Interior, Director para Europa de la Federación Panamericana de Seguridad (FEPASEP), representante “ad honores” de la Federación de Empresas de Seguridad del MERCOSUR (FESESUR), asesor del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) para asuntos de Seguridad Ciudadana y Observatorio de Delincuencia en Panamá, socio fundador y de honor del Observatorio de Seguridad Integral en Hospitales (OSICH), socio fundador y vicepresidente de la Asociación para la Protección de Infraestructuras Críticas (APIC)

Autor y director de la BIBLIOTECA DE SEGURIDAD, editorial de Manuales de Proyectos, Organización y Gestión de Seguridad

Actualmente es presidente y director del Grupo de Estudios Técnicos (GET), socio-senior partner de TEMI GROUP Consultoría Internacional y socio-director de CIRCULO de INTELIGENCIA consultora especializada.