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La pobreza puede reducir la memoria de trabajo de los niños

Hace sufrir niveles de estrés elevados, que afectan a la cognición y al rendimiento académico


La pobreza puede afectar negativamente a la memoria de trabajo de los niños, tanto de aquellos que viven en la ciudad como de los que viven en el campo, ha revelado una investigación. Este tipo de memoria es la que se encarga de los procesos de almacenamiento y gestión de la información. Un estudio previo había señalado que la pobreza también propicia déficits cognitivos en adultos.


Redacción T21
30/01/2015

Imagen: John D. Fuente: Flickr.
Imagen: John D. Fuente: Flickr.
Un estudio realizado por una psicóloga del Dartmouth College de EEUU ha revelado que la pobreza puede afectar negativamente a la memoria de los niños, tanto de aquellos que viven en la ciudad como de los que viven en el campo.

Michele Tine analizó en concreto los efectos de la pobreza en un tipo de memoria llamada “memoria de trabajo”, que es la que se encarga de los procesos de almacenamiento temporal de la información, de su procesamiento y de su actualización. Asimismo, sirve para realizar cálculos mentales o para la comprensión lectora.

Tras hacer diversas pruebas verbales y visuoespaciales a un grupo de 186 niños y niñas de alrededor de 11 años y de estatus socioeconómicos diversos, Tine encontró que, en general, todos los pequeños con un nivel socio económico bajo presentaban déficits en la memoria de trabajo verbal y visuoespacial, posiblemente como consecuencia de niveles de estrés elevados.

Sin embargo, los niños pobres de ciudad tuvieron peor memoria de trabajo verbal (según Tine, seguramente por la exposición a una contaminación acústica alta) que los pobres de campo; mientras que los niños de áreas rurales presentaron una peor memoria de trabajo visuoespacial que los pobres de entornos urbanos. Los niños del estudio que no vivían en la pobreza no presentaron estos déficits.

Según Tine, dados estos resultados “hay que pensar la manera de que los niños con bajos ingresos, de zonas rurales o urbanas, puedan superar sus dificultades específicas de memoria de trabajo, para que puedan optimizar su aprendizaje académico”.

Efectos cognitivos de la pobreza en adultos

La pobreza también puede tener efectos negativos para la cognición de las personas adultas. Otro estudio, realizado por las universidades estadounidenses de Princeton y Cambridge, además de otros dos centros inglés y canadiense, ha revelado que las personas pobres dedican muchos esfuerzos a su manutención a corto plazo, lo que hace que pierdan habilidades cognitivas.

Este hecho se explica, según los autores de esta otra investigación, porque la función cognitiva de una persona se ve disminuida por el esfuerzo constante, y cuando un individuo debe afrontar problemas financieros acuciantes se queda con menos "recursos mentales" para centrarse en asuntos complicados, indirectamente relacionados, tales como la educación, la capacitación para el trabajo e incluso la gestión de su tiempo.

Referencias bibliográficas:

Anandi Mani, Sendhil Mullainathan, Eldar Shafir, Jiaying Zhao. Poverty Impedes Cognitive Function. Science (2013). DOI: 10.1126/science.1238041.

Michele Tine. Working Memory Differences Between Children Living in Rural and Urban Poverty. Journal of Cognition and Development (2015). DOI: 10.1080/15248372.2013.797906.



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1.Publicado por CachiBrasil el 08/02/2015 23:33
Bien interesante este tema de la memoria y su relación con otras funciones...
Seguramente todos sabemos que la memoria es una función del psiquismo, donde se acumulan o "almacenan" todas las informaciones llegadas a él. Y no sólo las informaciones del mundo externo, sino también las del mundo interno, como pensamientos, emociones y sensaciones. En pocas palabras, es una función básica del psiquismo, junto con la conciencia y la percepción...
Podemos distinguir tres niveles de memoria: Memoria antigua, memoria mediata y memoria inmediata, todos estructuralmente relacionados.
Podemos distinguir también entre una memoria por evocación intencional y una memoria automática, en la que el reconocimiento aparece sin necesidad de previa evocación. Esta última es la que en la nota denominan "memoria de trabajo", encargada del reconocimiento de los números ("cálculos mentales") y del lenguaje ("comprensión lectora"). No podría ser de otra manera, pues si no fuera así, deberíamos evocar el abecedario cada vez que leemos y también evocar los principios de las matemáticas cada vez que calculamos un gasto.
Ahora bien, pueden existir casos de errores en el funcionamiento de la memoria, como los "déficits cognitivos" en adultos y de "trabajo verbal y visuoespacial" en niños.
La nota relaciona estos déficits con la "pobreza", sin especificar a que nivel de pobreza se refiere, si a la de no poder comprar un automóvil 0 Km., o a la de no poder satisfacer las necesidades básicas. En el segundo de los casos es claro que toda la atención del sujeto va a estar en la resolución de ese problema, pues de eso depende su vida. Si eso también sucede en el primer caso, aquí estamos en presencia de una disfunción psíquica diferente, estimulada tal vez por el apelo muy intenso al consumismo, propio de nuestros medios de comunicación y la cultura en que están insertados.
La buena memoria depende básicamente de la atención a las percepciones externas e internas.
Es sabido ya desde hace mucho por la Psicología Profunda que tanto la cantidad como la calidad de las grabaciones mnémicas depende de la capacidad de atención a las percepciones, y obviamente, si nuestro sujeto está sólo o fundamentalmente atento a la resolución de algún problema, su memoria no va a desempeñar adecuadamente su función. En la nota traducen esta situación como "niveles de estrés elevados", lo que quiere decir tensiones acumuladas.
En todo caso, el buen funcionamiento de la memoria depende de un trabajo progresivo de atención a las percepciones (externas e internas), no enganchándose uno con las divagaciones, o conversaciones internas, que surgen permanentemente. En otras palabras, se puede decir que se trata de aprender a ver.

2.Publicado por CachiBrasil el 11/02/2015 18:24
Complementando mi comentario anterior, puedo decir que la pobreza (en el sentido de obstruir el cumplimiento de las necesidades básicas y reales), no sólo afecta la memoria, sino también la atención, los pensamientos, las emociones y las acciones de los seres humamos, independientemente de su edad. Puede decirse sin error que la solución para esto no está en la ciencia ni en el estudio neurológico, sino concretamente, en una transformación económica-social que suprima de raiz la concentración de la riqueza social en cada vez menos manos.

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