La innovación social resultará fundamental para acabar con el despilfarro de alimentos, una lacra que supone que entre un tercio y la mitad de la producción de comida en el mundo acabe desechadan. Dentro de esa innovación social, el consumo colaborativo cobra cada vez mayor relevancia. El éxito de plataformas como foodsharing.de, fundada en Alemania en 2012, lo demuestran. Esta corriente también ha llegado ya a España.

A finales de octubre se celebra por segunda vez en Barcelona el Ouishare First, un evento profesional de referencia en el contexto de la economía colaborativa. Y este año, de nuevo se convocan los Ouishare Fest Awards, cuyo objetivo es dar a conocer las mejores iniciativas del sector en España.

En el marco de la era Internet, la revolución del consumo parece imparable, a juzgar por la cantidad de ideas innovadoras que van surgiendo. La última de la que tenemos noticia: la plataforma Coincidea, una red social gratuita que pone en contacto a consumidores y ofertantes para que las compras salgan mucho más baratas y las ventas estén aseguradas.

La Casa del Director, antiguo edificio de la ciudad de Zaragoza, se convertirá a partir de 2017 en un Centro de Economías Alternativas cuyo objetivo será impulsar la cultura del compartir, la reutilización, el reciclaje y la sostenibilidad. Zaragoza se suma así al esfuerzo por expandir una nueva mentalidad y práctica económicas acordes con los tiempos, del mismo modo que ya lo están haciendo otras ciudades del mundo, como Seúl o Ámsterdam.

Llegan las vacaciones y, con ellas, el uso de plataformas de turismo colaborativo. De hecho, en España, el número de plazas de alojamientos que se comercializan a través de plataformas P2P superan ya el número de camas regladas. Pero no todas las ciudades ofertan los mismos precios. Un análisis de HomeToGo muestra grandes diferencias en este sentido.

El pasado 18 de junio tuvo lugar en Mataró (Barcelona) la asamblea constituyente de la cooperativa Som Mobilitat, una iniciativa sin ánimo de lucro cuyo primer proyecto es impulsar una red de movilidad eléctrica compartida de proximidad en barrios y municipios. El consumo de los vehículos de esta red será 100% de energía verde.

Aunque se suele pensar en una persona joven como perfil del usuario de economía colaborativa, lo cierto es que este nuevo modelo económico va calando en otros grupos de población. Así lo revela un informe del Observatorio Cetelem Consumo Europa sobre hábitos de consumo de los europeos de entre 50 y 75 años: el 62% de ellos ya ve con buenos ojos la economía colaborativa, sobre todo por su dimensión social y medioambiental.

iAB Spain ha publicado esta semana el Estudio Anual de eCommerce 2016, con un apartado dedicado exclusivamente al comercio colaborativo. El informe revela que un 92% de los compradores online conoce ya alguna página de comercio colaborativo, y que el 60% de ellos ya han utilizado apps o webs de este tipo.

La Comisión Europea hizo ayer público un documento-guía con recomendaciones no vinculantes para la regulación de la economía colaborativa en toda la UE. La finalidad del documento es que la regulación de este nuevo modelo de negocio deje de estar fragmentada por países y regiones.