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El lavado de cerebro es un mito

Hay explicaciones científicas para los cambios de actitud por motivos religiosos o políticos


El lavado de cerebro es un mito: no tiene base científica y tampoco es reconocido por los tribunales de justicia. La explicación de los cambios de actitud en personas que se suman a grupos políticos o religiosos es otra: conversión, condicionamiento o coerción. Por Rebecca Moore (*).


Rebecca Moore.
23/07/2018

El lavado de cerebro es un mito
Hace casi 40 años, mis dos hermanas, Carolyn Layton y Annie Moore, se encontraban entre quienes planearon las muertes masivas en Jonestown el 18 de noviembre de 1978.

Formaban parte de un movimiento llamado Templo del Pueblo, que fue dirigido por un pastor bastante carismático, el conocido Jim Jones, con el que decidieron mudarse junto a otros 1.000 estadounidenses a la nación sudamericana de Guyana para crear una utopía comunal. Bajo la presión de parientes preocupados y los medios de comunicación, desarrollaron un plan de muertes masivas y suicidio colectivo. Jonestown es recordado en la frase "beber el Kool-Aid" (aceptación ciega de algo, N. de la R.), porque más de 900 personas murieron después de beber una pócima con veneno. Mis dos hermanas y mi sobrino estaban entre los que murieron.

A raíz de esta tragedia, puedes pensar que estoy dispuesta a considerar la idea de que les habían lavado el cerebro. Supuestamente, esto justificaría sus acciones atroces, además de ofrecer una explicación simplista de su comportamiento.

Muchos argumentan que las personas se unen a "líderes cultos" o "nuevos movimientos religiosos", el término que prefieren los académicos, porque se les ha lavado el cerebro. Se considera que se han visto sometidos a algún tipo de programación que permite a otros manipularlos en contra de su voluntad.

¿De qué otra forma podría explicarse por qué las personas se sumergen en grupos marginales que parecen tan ajenos a sus vidas anteriores y más socialmente aceptables? ¿De qué otra manera se puede explicar el hecho de que, en algunos casos, incluso cometen crímenes?

Pero al igual que la palabra "culto", el término lavado de cerebro parece aplicarse únicamente a grupos que desaprobamos. No decimos que a los soldados se les lave el cerebro para matar a otras personas; eso es entrenamiento básico. No decimos que a los miembros de una fraternidad se les lave el cerebro para aturdir a sus miembros; eso es presión de grupo.

Como erudita de estudios religiosos, me desalienta la forma en que casualmente se usa la palabra "lavado de cerebro", ya sea para describir a los partidarios de un político o a individuos que son devotos religiosos.

Rechazo la idea del lavado de cerebro por tres razones: es pseudocientífico, ignora las explicaciones basadas en la investigación del comportamiento humano y deshumaniza a las personas al negar su libre albedrío.

Sin fundamentos científicos

El lavado de cerebro se usa con tanta frecuencia para describir las conversiones religiosas que tiene cierta credibilidad, como si estuviera basado en la teoría científica.

Pero el lavado de cerebro presenta lo que los científicos llaman una "hipótesis no comprobable". Para que una teoría sea considerada científicamente creíble, debe ser falsable; es decir, debe poder demostrarse que es incorrecta. Por ejemplo, tan pronto como las cosas dejen de caer hacia abajo, sabremos que la teoría de la gravedad es falsa.

Puesto que no podemos probar que realmente no existe lavado de cerebro, por lo tanto no cumple con los criterios estándar del método científico.

Además, parece que no hay discusión posible acerca del lavado de cerebro: o lo aceptas o no. No se puede rebatir a alguien que le han lavado el cerebro. Pero la ciencia real busca argumentos y desacuerdos, ya que los académicos cuestionan las teorías y presupuestos de sus colegas.

Finalmente, si el lavado de cerebro realmente existiera, más personas se unirían y permanecerían en estos grupos. Pero los estudios han demostrado que los miembros de las nuevas religiones generalmente abandonan el grupo a los pocos años de unirse.

Incluso los defensores de las teorías del lavado de cerebro están abandonando el término frente a tal crítica, utilizando expresiones más científicas como "reforma del pensamiento" y "persuasión coercitiva".

Conversión, condicionamiento y coerción

Una vez que nos movemos más allá del lavado de cerebro como una explicación de las conductas de las personas, podemos aprender bastante acerca de por qué los individuos se sienten atraídos por las nuevas ideas y religiones alternativas o toman decisiones en desacuerdo con sus estilos de vida anteriores.

Hay al menos tres términos científicos, neutrales y precisos, que pueden reemplazar al lavado de cerebro.

El primero es la "conversión", que describe el cambio sorprendente de actitud, emoción o punto de vista de un individuo. Normalmente se usa en el contexto de la transformación religiosa, pero puede describir otros cambios radicales, desde votar por el candidato "equivocado" hasta unirse a Earth First.

Puede ser repentino y dramático, como en el caso de San Pablo, que había estado persiguiendo a la iglesia primitiva, pero luego se detuvo después de supuestamente escuchar una voz del cielo. O puede ser un proceso lento y gradual, similar a la forma en que Mahatma Gandhi llegó a comprender su papel y su misión como líder de la independencia de la India.

Solemos pensar en la conversión como un proceso voluntario. Pero cuando nos fijamos en los relatos de conversos respetados, San Agustín viene a la mente, encontramos exactamente lo que el filósofo William James dijo que haríamos : los conversos comienzan siendo receptores pasivos de un evento trascendente que le cambia la vida. Ellos no planean la conversión, simplemente pasa. Pero no pueden volver a ser como eran antes de su experiencia.

Luego está el “condicionamiento”, que se refiere al proceso psicológico de aprender a comportarse de cierta manera en respuesta a ciertos estímulos. A medida que crecemos y experimentamos la vida, estamos condicionados por padres, maestros, amigos y la sociedad para pensar y sentir de ciertas maneras predecibles. Somos recompensados ​​por algunas cosas que hacemos y castigados por otras. Esto influye en cómo nos comportamos. No hay nada malo o infame en este proceso.

Los estudios han demostrado que muchas de las personas que buscan nuevas religiones pueden estar predispuestas o condicionadas a encontrar un grupo que fomente su cosmovisión.

Pero ¿qué hay de las buenas personas que, en casos raros, terminan haciendo cosas terribles después de unirse a un nuevo movimiento religioso?

Una vez más, el proceso de condicionamiento parece ofrecer alguna explicación. Por ejemplo, la presión del grupo tiene la poderosa capacidad de condicionar a las personas para que se ajusten a los roles específicos que les asignan. En el experimento de la prisión de Stanford, a los participantes se les asignó aleatoriamente el papel de guardia y prisionero, y los guardias pronto se volvieron abusivos y los internos se volvieron pasivos. Mientras tanto, la deferencia a la autoridad, que Stanley Milgram estudió en su famoso experimento de 1961, puede alentar a las personas a hacer lo que saben que está mal.

En el caso del experimento de Milgram, los participantes aplicaron lo que creían que eran descargas eléctricas a los individuos, incluso cuando escucharon gritos simulados de dolor.

Y, finalmente, la “coerción” también puede ayudar a explicar por qué las personas pueden actuar en contra de sus propios valores, incluso cometiendo crímenes en ocasiones.

Si a alguien se le dice que haga algo, y se le amenaza con daño físico, emocional o espiritual si no lo hace, se trata de coacción. El hecho de que alguien lleve a cabo una acción no significa que esté de acuerdo con ella. Los prisioneros de guerra pueden denunciar públicamente a su país de origen o reclamar lealtad al enemigo solo para sobrevivir. Sin embargo, cuando son liberados del cautiverio, vuelven a sus creencias verdaderas.

En otras palabras, la coerción (o el agotamiento o el hambre) pueden hacer que las personas hagan cosas que de otro modo no podrían hacer. No necesitamos una teoría de la reforma del pensamiento para comprender el poder del miedo.

Una negación de la actitud

Los verdaderos creyentes existen. Mis hermanas están dentro de en esa categoría. Se entregaron sinceramente a la causa del Templo del Pueblo, sin importar cuán equivocadas estuvieran bajo el liderazgo de Jim Jones, debido a su profundo compromiso con sus ideales. Este compromiso surgió de sus experiencias de conversión y de su aceptación gradual y condicionada de un comportamiento ético deleznable.

Sin embargo, no considero que les lavasen el cerebro. Tomaron decisiones y elecciones más o menos libremente. Ellas sabían lo que estaban haciendo. Este caso guarda cierta símiles con los Davidianos : aceptaron y creyeron en la palabra de Dios tal como la interpretó David Koresh.

Si realmente existiera el lavado de cerebro, podríamos ver a personas más peligrosas andando por la calle, con esquemas de comportamiento más reprobables.

En cambio, encontramos que muchas personas frecuentemente abandonan sus creencias tan pronto como abandonan los entornos coercitivos. Este hecho no aborda la dificultad de dejar ciertos grupos, ya sean partidos políticos, movimientos religiosos, clubes sociales o incluso organizaciones empresariales.

Sin embargo, las personas pueden abandonar estos grupos y abandonar sus creencias, y lo hacen. ¿Deberíamos considerar los obstáculos situacionales y las formas de presión como formas del lavado de cerebro? Si ese fuera el caso, entonces todo constituiría control mental.

Tenemos estudios que iluminan los procesos de conversión y acondicionamiento. Tenemos ejemplos históricos que demuestran lo que las personas actúan bajo compulsión.

La explicación del lavado de cerebro ignora esta investigación científico-social. Se infantiliza a los individuos negándoles una actitud personal y sugiriendo que no son responsables de sus acciones. Los tribunales no tienen en cuenta la teoría del lavado de cerebro. ¿Por qué deberíamos hacerlo nosotros?

 
(*) Rebecca Moore es profesora emérita de Estudios Religiosos en la Universidad Estatal de San Diego (California). Este artículo se publicó originalmente en The Conversation. Se reproduce con autorización. (Traducción del inglés: Samuel Morales).

El lavado de cerebro es un mito


Este artículo se publica bajo los principios de la Carta Académica, una iniciativa de Tendencias21 destinada a facilitar las relaciones entre los científicos y la sociedad a través de la divulgación de sus resultados de investigación. Si reúnes los requisitos y estás interesado en participar, envíanos tu propuesta .



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1.Publicado por Suzudo el 24/07/2018 19:56
Es que cuando se dice "lavado de cerebro" ¿a qué se refiere? Primero ha de estar bien definido y delimitado para hacer esas comprobaciones.

¿y si consideramos que se trata cuando hay un control coercitivo sobre la persona en todos los aspectos de su vida sobre los que podía tener autonomía además de control de los canales de información y conocimiento más el seguir sus opiniones, expresiones etc para imponer medidas que hagan rectificar?

¿Y si en lugar de señalar a nuevos cultos como que hacen eso porque la gente piensa diferente en ellos se mira el grado de libertad para pensar, relacionarse, expresarse diferente a la ideología del grupo que la gente posee dentro de ellos?

Porque ahí sí se podían agrupar factores y meterles puntuación a cada uno para cada persona y se podría comprobar el grado de libertad y falsar si se puede llegar a perder más de una cantidad determinada


Sobre esto considero que es un grupo coercitivo (antigua secta mal usada) sí:
Que conceda derechos a su verdad por encima de los derechos de las personas y que incumpla estos cuando haya conflicto.
-Que considere la critica a la misma algo inaceptable y malo, y una agresión intolerable. La duda como pecado y la fe ciega como algo bueno. Y así en cada caso particular y circunstancia. Exigiendo la sumisión a su verdad como la fuente de todo bien
-Que la doctrina regule la vida de sus miembros, adquisición de conocimiento evitando entrada de conocimiento no controlada incluso controlando las relaciones personales para conseguir este punto, relacionándose con la gente de la misma cuerda y cortando o eludiendo relaciones fuertes con la gente disidente etc.
-Que la confesión tenga su ordenamiento jurídico propio sus normas de convivencia entre miembros por encima de las leyes civiles y los derechos humanos.
-Que practique la delación o incluso policía del pensamiento de quienes no lo cumplan y además posea o crea órganos judiciales propios donde se delibere e impongan comportamientos, castigos como el de ostracismo u otras"correcciones" a la disidencia de algún punto de la verdad o a cuestionar su autoridad
-Secretismo de algunas enseñanzas internas
-Dependerá si se extiende a cada matiz de la vida del miembro o solo a aspectos más decorativos... y el grado de inflexibilidad



Y creo que se pueden arreglar los problemas de estos grupos con esto:
-Se les ha de prohibir poder hacer juicios sobre sus miembros por comportamientos y que tengan que denunciar a la justicia ordinaria, que todo lo que se enseñe se haga en los templos públicamente.
-Que Nadie pueda ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias, ni disentimientos dentro o fuera de la comunidad religiosa o filosófica que pertenezca.
-Que cualquiera pueda entrar en ellos mientras no reviente los ritos cualquiera pueda acceder y ver que ocurre y escuchar que se dice.
-Que se enseñe todo en los templos de acceso totalmente público mientras no se revienten los actos (para no creyentes, hombres, mujeres etc sin límite) y lengua oficial del lugar donde esté el templo para que todo el mundo sepa que se enseña.
-Que todos los textos sagrados sean expurgados de las justificaciones de violar derechos humanos de gente por tener otras creencias, disentir, orientación sexual, color de piel, etc -Poder pertenecer a más de una confesión religiosa sin tener que justificar nada o decir que se está también en otra a la vez, entrar en la que le plazca o abandonar libremente cualquiera de las que pertenezca sin recibir represalia alguna por realizar esas acciones
-Que nadie te pueda denunciar por incumplir normas religiosas si privadamente no quieres ni amonestarte ni ponerte castigos...
-Que se prohíba el clericalismo ya sea por medio del laicismo o de la aconfesionalidad del estado pero que el clero de las confesiones no pueda imponer leyes civiles porque sí (actos que se denominan clericalismo, por cierto)... Etc...
- Educación obligatoria a los hijos, enseñar espíritu crítico y el conocimiento que tenemos sin mezclar con las creencias o religiones de los profesores... etc

2.Publicado por Beatriz Basenji el 25/07/2018 16:26
Hace algunos años viví una experiencia muy provechosa: mientras me dirigía a realizar unas gestiones en la citi, unas jóvenes se acercaron muy educadas y comenzaron a hablarme y tras algunas preguntas, se mandaron su discurso. Se lo agradecí y continué mi camino. Horas más tarde otras tres jóvenes hicieron exactamente lo mismo. Usaron las mismas palabras, y repitieron palabra por palabra lo que las otras tres me dijeran antes.En efecto: ellas pertenecían a una secta y era obvio que repetían sus consignas de forma automática. Luego está el caso de quienes militan en Infantería: Son individuos que responden de forma automática a las consignas de sus Jefes.Se pueden decir muchas cosas, pero el "lavado de cerebro" sí existe.

3.Publicado por Suzudo el 28/07/2018 15:46
Esto me ha recordado la técnica de lavado de cerebro de la cienciololgía denominada dianética que se junta con las técnicas coercitivas y de control de pensamiento y voluntad de la gente y de obligar a razonar según razonamientos dados

Esta técnica utiliza hipnosis regresiva tal cual. Simplemente niegan que sea hipnosis dado que no cumple ninguno de los falsos tópicos que la gente repite sobre hipnosis pero que no corresponden a la realidad de la misma. De esta forma persuade que lo suyo no es hipnosis aunque no es otra cosa

Se utiliza para "aclarar" a la persona y darle poderes y facultades mentales etc.
Consiste en rememorar recuerdos, traerlos a la memoria bien claros y revivirlos con toda su carga emocional una y otra vez hasta que ya no le digan nada a la persona y ya no se sienta más angustiado por esos sucesos

El caso es que la técnica dice que han de haber unos tipos de recuerdos específicos ordenados más o menos que se han de rememorar sí o sí en toda persona y para poder inclur más tipos de recuerdos ajenos a la persona se afirma que se fijan recuerdos en las mismas células en el feto o en vidas anteriores incluso de miles de veces el tiempo del universo

Antes de seguir:

Primero
En el número 300 del Investigación y Ciencia correspondiente al mes de septiembre de 2001 apareció un extenso artículo sobre hipnosis escrito por Michael R. Nash el cual consiste en una lista de las características de la hipnosis que se conocen actualmente. Conocimiento fruto de numerosos estudios y trabajos.

En estado hipnótico la persona está perfectamente consciente.
No tiene más capacidades de memoria ni accede a más recuerdos ni cosas que estando en estado normal

Lo que sí ocurre es que se tiene una sensación muy diferente sobre el esfuerzo requerido para cualquier actividad mental o acto de recordar (inventar algo nos cuesta más que recordar algo y nuestro cerebro lo usa como indicación de veracidad de lo traído a la imaginación) es decir, la sensación de esfuerzo desaparece,

Y la otra cosa es que se pueden sustituir recuerdos reales y muy fiables con falsos, con cosas falsas que no nos ocurrieron remodelando la memoria y causando un engaño terrible.

A causa de regresiones hipnóticas Personas han declarado haber declarado agresiones que no acontecieron, otras declararon delitos que no hicieron y de la misma forma que estaban seguros que no pero se prestaron por si tenía razón el terapeuta de cosa forzada a desaparecer, recuerdo reprimido, de la memoria por traumática... Pues luego estaban seguros que sí lo habían realizado con todo lujo de detalles incluso nímios, alguno ingresó en prisión. Pero al final no había nada Fasos secuestros para ritos satánicos, abducciones de ETs, supuestas encarnaciones a placer Tienes una recopilación de casos en el libro "El mundo y sus demonios" de Carl Sagan si quieres ver algunos También te recomiendo leer los trabajos de Elizabeth Loftus

No. Realmente no permite recordar cosas olvidadas o recuerdos inexistentes sino que los genera y los implanta...
No se debería utilizar jamás para obtener recuerdos en un juicio y debería

Por lo demás la hipnosis no tiene efectos negativos, no más que leer un libro y sí tiene muchas aplicaciones y posibilidades positivas en control del dolor y muchas más. De todo el gran conjunto de posibilidades la que no tiene es la de recordar cosas totalmente olvidadas sino que lo que hace es implantar falsos recuerdos


Segundo:

Bueno lo que hace esta organización aparte de las técnicas de control y dictado del pensamiento mediante coerción es esto otro que evidentemente implanta como reales falsas vivencias en la persona con un orden y una relación con todos sus detalles y carga emotiva con lo que se puede rediseñar bastante la personalidad


A mi me atrae esto como idea pero para reformar criminales no insertables para los que la gente pide penas capitales por tender tendencias atroces. Tal vez se podría reformar alguno. Pero claro las organizaciones "sectarias" usan el engaño para obtener la colaboración inicial

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