BRANDING. Andy Stalman

Blog de Tendencias21 sobre el mundo del Branding en la Era Digital

La era digital


"Las personas grandes nunca comprenden nada por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones." Antoine De Saint Exupery


La vuelta a la niñez.
La semana que viene termina la actividad “normal” a España. Digamos que, tras la selectividad y el fin del colegio, grandes y pequeños se despiden por unos meses de su rutina. En el fragor de este cambio de ciclo me sorprendí con las primeras conversaciones que mantuve. La mayoría de ellas tenía que ver con la niñez. No sé si es un tema generacional, pero me hablaron, y mucho, sobre la espontaneidad, la frescura y la honestidad de los niños. Pero sobretodo de la curiosidad. El freno de mano aplicado en épocas estivales hace que muchos mayores puedan ver con más tiempo y atención a sus pequeños. “La adultez me ha alejado de esa ingenuidad del niño. Y lo echo de menos” me dijo una colega. Otra me dijo con su mirada intensa que “esta vida de velocidades descontroladas, superficial y careta me tiene harta… pero es lo que hay”, remató como con resignación. En otro encuentro me mencionaron que lo mejor de las vacaciones es “desconectar” y también me mencionaron la “magia”, la “fantasía” y la “ilusión”, con un dejo de añoranza por la capacidad de sorpresa de los enanos. “Ya nada nos sorprende a los adultos”. A ellos les sorprende todo.

“Vivimos en piloto automático…No sé donde he dejado mi capacidad de sorpresa.” No me sorprenden estos comentarios, por el contrario, me alegran. No lo que describen, sino la consciencia despierta de lo que nos sucede. Sin una conexión con lo que nos pasa es imposible encarar un cambio. Nuestra sociedad está viviendo un momento de agotamiento digital y a la vez se la ve alienada con tanto estrés.

Es cierto que los niños menores de 9 años viven todavía en un mundo que parece tan lejano al de los adultos. Un mundo sin caretas, donde el que ríe ríe y el que llora, llora. Donde un sí es un si y un no es un no. Donde la curiosidad reina y la imaginación gobierna. Un mundo de personajes imaginarios, dibujos animados y amor sin barreras. Veía hoy a mi alrededor y solo había gente corriendo, apurada, acelerada. Pero también vi gente que miraba sin compartir esta realidad que creamos. Personas que están convencidas que retomar ciertos aspectos de la niñez y volcarlos en el universo corporativo sería una bendición.

Resulta evidente que la armadura de la corporación es más segura que la permeabilidad de un mundo más sensible, conectado, humano, pero para ello muchas cosas deberían cambiar y no todos están dispuestos a la exposición que un mundo más creativo, transparente y creativo pueda atraer. Curiosamente casi siempre decidimos con la emoción, y eso está regulado por la parte más profunda del cerebro. Somos lo que sentimos, pero, ¿preferimos ocultarlo para no exponernos, siendo lo que no somos?

El cerebro es un órgano que está en proceso de aprendizaje permanente. Pero cuando se enfrenta a algo desconocido lo que hace es relacionarlo con algo que ya conoce. Es su ámbito de seguridad, aunque en el fondo el cerebro también se autoengaña. Lo cierto es que al proceso de dejar de ser niños es desconocido, y a ello se suma la tecnología, que también lo es. Para muchos adultos la tecnología también es un nuevo territorio, y ese nuevo espacio los ha alejado más aún de lo esencial.

La avalancha diaria de mails, whatsapps, redes sociales, información en tiempo real, apps y etcéteras los ha llenado de estrés, los ha exiliado del aquí y del ahora, les ha quitado concentración y atención. Y en muchos casos los ha hecho menos productivos, a pesar que la tecnología, se suponía haría el trabajo más eficaz. Lo que hacemos ahora no es multitasking, ni siquiera es procrastinar, es cambiar de tarea a una velocidad inasumible y los ha hecho menos productivos, generando mayores niveles de ansiedad. Ver a alguien pensando, reflexionando es sinónimo de que esta perdiendo el tiempo. Con la ironia de que el tiempo no se pierde salvo cuando no se tiene conciencia de su paso.

Algunos padres dirán que muchos niños también están estresados y sufren ansiedad. Y es cierto, muchos lo padecen. El sistema está diseñado para ello, no para lo contrario. No existe un sistema potenciador del factor humano, de la creatividad y de las emociones. Hoy un niño tiene más información en Google que cualquier adulto cuando tenía su edad. Pero los niños, a pesar de los adultos y de las expectativas que ponen en ellos, siguen siendo niños.

Volviendo al fin de curso y al comienzo de ese periodo de pausa, reflexión y desconexión de la rutina que es el verano. Es en ese periodo en que recordamos que lo más importante de la vida, después de la salud, es el amor porque refleja lo más importante del ser humano, la generosidad, el dar. El dar sin filtros, sin caretas, sin hipocresía, sin interés y sin intereses. Dar por el sólo hecho de dar. Cuando un niño recibe dos caramelos estando con un amigo e instintivamente estira su brazo para darle uno de los dos caramelos a su amiguito, no especula. No espera nada a cambio, comparte porque quiere a su amigo, porque está en su esencia. Seguramente con el correr de los días, de las semanas, los pequeños nos contegien esa ilimitada capacidad de curiosidad y de conexión con lo esencial.

Todos tenemos la posibilidad de recuperar nuestro ser infantil, nuestra esencia más auténtica y honesta. Quizás así no tengamos que conectarnos con esa curiosidad, esa imaginación y esa frescura creativa de los niños solamente cuando acaba el colegio, comienza el verano y dejamos, por un rato, de correr.

Andy Stalman

Miércoles, 14 de Junio 2017



Comentarios

1.Publicado por Marcos el 19/02/2017 21:45
muy buen articulo, enhorabuena, no todo va a ser negativo! hace falta mas gente con esta vision

Marcos
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Andy Stalman
Andy Stalman
Andy Stalman es Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad de Belgrano y Licenciado en Periodismo por la Universidad Católica Argentina, ambas de Buenos Aires. Ha realizado estudios Avanzados de Comunicación en la Universidad de Saint Joseph, en Philadelphia, EE.UU y está especializado en Dirección de Marketing por la Universidad de Pompeu Fabra de Barcelona. Profesor y Premio a la Excelencia Académica del IE Business School. Doctor en la Universidad Piloto de Colombia de la Cátedra que lleva su nombre. Ha colaborado en España y en el exterior como profesor invitado en la Universidad Pompeu Fabra, la Universidad Antonio de Nebrija y la Universidad de Alcalá de Henares, la Universidad de Piura y el CESA, entre otras.
De 1994 a 1997, se desempeñó como Director de Marketing para Lacoste con sede en Buenos Aires. De 1998 a 2002 fue Director de Marketing de Aeropuertos Argentina 2000 encargado del desarrollo del marketing y comercial de los 35 mayores aeropuertos del país. En octubre de 2002 comienza a trabajar como socio y Managing Director de Cato Partners España, en Barcelona y en 2006 asume la responsabilidad de Cato Partners Europe, con sede en Madrid, liderando proyectos en más de 15 países.
Miembro del Comité de Expertos de Creanavara y de la Junta Directiva de la Asociación Española de Centros Comerciales (AECC). Ha escrito más de 150 artículos especializados en Branding, Comunicación, Diseño y Marketing para diferentes medios generalistas y especializados de varios países. Es conferenciante tanto en España y Europa como en Latinoamérica.
Autor del best seller "Brandoffon, el Branding del futuro", que lleva más de 90 semanas consecutivas como uno de los libros más vendidos de Amazon. En 2016 publicará su nuevo libro "Humanoffon".
Este blog ha sido premiado como el Mejor Blog de Marketing de España en 2015 en la categoría ‘Premio anual Top Blogs Marketing’; y lleva ya más de un millón de visitas.



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