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La actual alarma social, generada por la destrucción que se está provocando en España y distintos países europeos por la ola de incendios, necesita un análisis urgente de la situación y la implicación de todos para conseguir una nueva normalidad
Las olas de calor, consecuencia del cambio climático, no solo son las que ocasionan los incendios forestales pues más del 55% son intencionados y otro 23% se deben a negligencias o accidentes, según indica la organización ecologista WWF. No obstante, el calentamiento global causado por el hombre convierte cualquier fuego en potencialmente devastador. Desde 2017, coincidiendo con la sucesión de los años más cálidos desde que hay registros, los expertos hablan de incendios de sexta generación, explosivos, impredecibles y complicados de extinguir.
Son tormentas de incendiarias que se autoalimentan cada vez con más frecuencia por todo el mundo. Si 2025 comenzó con la devastadora serie de fuegos en California, en la Unión Europea en lo que va de año, han ardido más de 400.000 hectáreas, un 117% más que el año pasado en igual período.
Este año en España, ya se han quemado ya más de 300.000 hectáreas, superando la media de los últimos 18 años a estas alturas del año.

El Ministerio del Interior ya ha declarado la fase de preemergencia y, en las tareas de extinción colaboran más de 1.500 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), un millar de bomberos forestales y más de 5.000 policías y guardias civiles. Igualmente, miles de personas han tenido que ser evacuadas.
Reinvención y nueva normalidad
La nueva normalidad de los incendios es que se han vuelto cada vez más frecuentes y potentes y, por tanto, es necesario reexaminar y actualizar todas las estrategias de prevención, planificación territorial, gestión forestal, alerta y extinción. El cambio climático está dejando aceleradamente obsoletos los métodos de actuación seguidos hasta ahora.
Hemos de realizar nuevas investigaciones para definir la realidad de los incendios forestales en nuestro país y exigir e implementar nuevas acciones y recursos; calcular las superficies de cultivos abandonados que se han transformado en masas vulnerables al riesgo de incendio; trabajar para incidir en la necesidad de soluciones al riesgo de ignición y propagación y, sobre todo, respecto a la prevención y protección, alejadas de especulaciones y desinformaciones.
En este sentido, es fundamental priorizar la prevención y gestión de incendios forestales mediante la implementación de estrategias y recursos adecuados, tanto técnicos como humanos, para la extinción del fuego.
Una gestión forestal continua y una mayor concienciación ambiental son clave para reducir los riesgos, además de la videovigilancia y el uso de imágenes satelitales para la visión de vulnerabilidades y la detección temprana de incendios.
Prevención y Gestión
A modo de esquema general presentamos un decálogo de acciones a revisar y actualizar:
Pasado, presente y futuro
En España, los incendios forestales tienen una historia compleja, con un presente marcado por grandes desafíos y un futuro incierto debido al cambio climático. Si bien el número de incendios ha disminuido en las últimas décadas, la superficie quemada y la intensidad de los fuegos, especialmente los grandes incendios forestales, están en aumento. El cambio climático, con temperaturas más altas y sequías más prolongadas, es un factor clave que agrava la situación.
En el mes de julio se cumplieron 20 años del incendio más mortífero de este siglo en España: 11 bomberos fallecieron mientras luchaban contra las llamas en un pueblo de Guadalajara. La tragedia horrorizó a todo el país y fue un punto de inflexión que abrió la puerta a toda una serie de cambios legales y a una mayor concienciación social. La propia UME nació de esas cenizas. Pero también dejó como herencia un triste precedente de enfrentamiento político. La realidad es hoy todavía más compleja y peligrosa que entonces y no debemos dar pasos atrás en las lecciones aprendidas.
El presente está muy relacionado con cambio climático que está generando condiciones más propicias para los incendios, con olas de calor más frecuentes y prolongadas, así como sequías más intensas. Los grandes incendios forestales, aquellos que queman 500 hectáreas o más, están aumentando en frecuencia y tamaño, causando graves daños ambientales y socioeconómicos.
El futuro de los incendios forestales en España dependerá en gran medida de la evolución del cambio climático y de la capacidad de adaptación y prevención.
Estrategia Nacional
Hay que poner los medios necesarios para prevenir y gestionar el riesgo de incendios forestales y los recursos, técnicos y humanos, necesarios para extinguir el fuego.
Las consecuencias de la inacción son terribles y por eso hay que establecer una nueva Estrategia Nacional para la gestión de los bosques y cultivos que incluya la prevención de incendios forestales a lo largo de todo el año, no solo durante los meses de verano.
Establecer nuevas medidas de prevención y gestión implica:
- Concienciación ciudadana sobre los riesgos y cómo evitarlos, incluyendo la prohibición de hacer fuego en zonas no autorizadas y extremar precauciones con vehículos y maquinaria.
- Realizar trabajos de limpieza y mantenimiento de zonas para reducir la acumulación de combustible vegetal, así como la creación de cortafuegos.
- Establecer zonas de riesgo y diseñar medidas de prevención específicas para cada una, incluyendo infraestructuras de protección.
- Disponer de personal formado y equipado, así como de medios aéreos y terrestres suficientes para la gestión y extinción de incendios.
- Establecer protocolos claros de actuación y sistemas de comunicación eficientes para una respuesta rápida y eficaz desde los niveles más básicos.
- Invertir en investigación para mejorar las técnicas de prevención y extinción.
La falta de prevención y adecuada gestión de incendios forestales puede tener graves consecuencias, tanto ambientales como económicas y sociales. La pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo, la contaminación del aire y el agua, así como los daños a infraestructuras y viviendas son algunos de los efectos más negativos. Además, los incendios forestales pueden provocar la pérdida de vidas humanas.

En resumen, una Estrategia Nacional de gestión forestal que integre la prevención, la gestión de emergencias y la investigación, es fundamental para proteger nuestros bosques y la seguridad de las personas y bienes frente a los incendios forestales.
Prevención y protección. Recursos y medios
Para una adecuada prevención y protección contra incendios forestales, es crucial contar con adecuados recursos, tanto técnicos como humanos. Esto incluye equipos de vigilancia, herramientas de combate y personal capacitado para la prevención y extinción de incendios.
Recursos técnicos:
- Equipos de vigilancia y sistemas de detección temprana de incendios; equipos de extinción como motobombas, vehículos anfibios y herramientas manuales;
- Equipos de protección, ropa ignífuga, cascos, gafas, mascarillas y otros equipos de protección individual para los combatientes.
Recursos humanos:
- Bomberos y agentes forestales y otros profesionales con formación específica en la prevención y extinción de incendios;
- Voluntarios formados, entrenados y organizados para apoyar en labores de prevención y combate.
Planes de prevención:
- Desarrollo de planes de prevención que incluyan medidas como la creación de cortafuegos, la vigilancia y gestión forestal sostenible y la educación de la población sobre el riesgo de incendios.
Control de masa combustible:
- Reducción de la cantidad de material combustible en zonas forestales para disminuir la propagación del fuego.
Educación y concienciación:
- Información a la población y organizaciones sobre las medidas de prevención y actos no autorizados.
Sistemas de protección:
- Implementación de sistemas de alerta temprana para notificar a la población sobre la proximidad de incendios y facilitar la evacuación.
Zonas de seguridad:
- Establecer zonas de seguridad donde la población pueda refugiarse en caso de evacuación por incendio.
Infraestructura de apoyo:
- Contar con carreteras de acceso a zonas forestales, puntos suministro de agua para la extinción y refugios temporales.
En resumen, la prevención y protección contra incendios forestales requiere una combinación de recursos técnicos y humanos especializados, así como la implementación de medidas de prevención y protección adecuadas.
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Dedicado por más de 30 años a la Consultoría e Ingeniería de Seguridad y Defensa por más de 20 países como asesor para asuntos aeroportuarios, puertos, cárceles hospitales, entidades bancarias, museos, transporte ferroviario, servicios de Correos y puertos.
Es socio fundador y presidente para Europa de la Federación Mundial de Seguridad (WSF), Director para Europa de la Secretaría Iberoamericana de Seguridad, Asesor gubernamental en materia de integración operativa de seguridad pública y privada en diversos países latinoamericanos.
Como experiencia académica es profesor de postgrado en ICADE (Universidad Pontificia Comillas de Madrid) desde 1986, codirector de postgrado en la Facultad de Psicología (Universidad Complutense de Madrid) y director del Curso de Seguridad en Infraestructuras Críticas del Instituto General Gutierrez Mellado de la UNED, así como conferenciante habitual y profesor en más de 20 países sobre Seguridad y Defensa.
Su representación institucional es principalmente como Miembro Experto de la Comisión Mixta de Seguridad del Ministerio del Interior, Director para Europa de la Federación Panamericana de Seguridad (FEPASEP), representante “ad honores” de la Federación de Empresas de Seguridad del MERCOSUR (FESESUR), asesor del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) para asuntos de Seguridad Ciudadana y Observatorio de Delincuencia en Panamá, socio fundador y de honor del Observatorio de Seguridad Integral en Hospitales (OSICH), socio fundador y vicepresidente de la Asociación para la Protección de Infraestructuras Críticas (APIC)
Autor y director de la BIBLIOTECA DE SEGURIDAD, editorial de Manuales de Proyectos, Organización y Gestión de Seguridad
Actualmente es presidente y director del Grupo de Estudios Técnicos (GET), socio-senior partner de TEMI GROUP Consultoría Internacional y socio-director de CIRCULO de INTELIGENCIA consultora especializada.
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850