Según un estudio realizado por la Fundación Nacional del Sueño de EEUU, utilizar las tecnologías de la comunicación antes de ir a la cama por las noches puede provocar problemas para conciliar el sueño. De entre todos los aparatos electrónicos, los que causan más trastornos son aquellos con los que hay que interactuar como los móviles, los videojuegos o Internet. La encuesta revela que hay mucha diferencia entre las personas de diferentes edades. Los menores de 29 años utilizan muchos más las tecnologías interactivas que los mayores de esa edad, que se decantan más por la televisión.
Los servicios basados en la localización como Foursquare y Gowalla, que sirven para realizar un registro de algunos lugares a través del móvil, se están popularizando cada vez más. En un intento por mejorar el servicio que se ofrece a los usuarios, un grupo de investigadores trata de hacer más sociales estas aplicaciones, con la idea de que los usuarios actúen más entre sí.
Los consumidores pagan hoy hasta un 50 por ciento menos que en 2008 por el servicio de banda ancha, según un estudio elaborado por Point Topic. Este hecho se debe a la competencia existente, pues los operadores están tratando de introducirse en nuevos mercados para DSL y fibra. A pesar de esto, países emergentes como Malasia, Rusia y Arabia Saudita, pagan tres veces más por la banda ancha que los que pertenecen a mercados más maduros.
Los europeos se han subido al carro de las nuevas tecnologías y, según un estudio de ComScore, Europa es el segundo productor en el mercado digital. Asimismo, la penetración de los smartphone en el Reino Unido, Francia, Alemania, España e Italia creció en 2010, hasta alcanzar a un 31,1 por ciento de los usuarios de teléfonos móviles. Esta tendencia fue impulsada por las altas tasas de adopción de los sistemas operativos de Google y Apple. En el caso de Google Android, con un aumento del 951 por ciento y en el de Apple, del 115 por ciento.
La industria lleva años hablando de la inclusión de la tecnología NFC en los teléfonos, sobre todo para convertirlos en ‘monederos electrónicos’. No obstante, sólo Japón y Hong Kong está desarrollando estos sistemas. A lo largo de este año, se espera que esta tecnología se incorpore a los nuevos teléfonos, pues los chips NFC son más baratos, y que millones de personas de Europa y Estados Unidos la utilicen. Muchos operadores líderes en el ámbito mundial han anunciado su compromiso para implementar la tecnología y para 2012 pretenden lanzar servicios comerciales NFC en mercados seleccionados.
El MobileWorld Congress de Barcelona ha puesto de manifiesto que los sistemas telefónicos abiertos interoperables son vitales, al igual que la banda ancha móvil, ya que las capacidades de la computación en la nube impulsarán la próxima ola de crecimiento en banda ancha móvil. Y es que los modelos de cloud computing experimentará un fuerte crecimiento en los próximos años. La adopción de la nube está llegando a un momento importante y, de hecho, entre 2010 y 2015 crecerá anualmente hasta un 45,5 por ciento.
Con cada generación de teléfonos inteligentes se produce hasta 24 veces más tráfico de datos que en un teléfono móvil tradicional La proliferación de teléfonos inteligentes y el desbordante uso de datos está provocando que estos móviles sean víctimas de ellos mismos. Su éxito arrollador está obstruyendo las redes, especialmente en las horas punta, provocando que no se puedan utilizar las aplicaciones que impulsaron sus ventas. Según diferentes consultoras, la solución pasa por limitar el uso de datos y aumentar los precios.
Las empresas Pico Chip y Ubiquisys crean unos pequeños dispositivos USB, que sustituyen a los grandes transmisores y receptores de señales ubicados a kilómetros de distancia. Estos dispositivos son capaces de ofrecer, además de servicio a móviles, un acceso más rápido a Internet, y una alternativa al caro roaming internacional. Se trata de una forma contraída de los famosos femtocell que se están imponiendo en el mercado desde hace dos años.
Los teléfonos móviles son el dispositivo electrónico más popular entre los adultos estadounidenses, seguido por los ordenadores, los reproductores de música digital, los videojuegos y los lectores de libros electrónicos, según una nueva encuesta realizada por Pew Internet.