El estrés oxidativo constituye un factor de riesgo importante en la enfermedad cardiovascular. Las variaciones del colesterol LDL incrementa la posibilidad de arteriosclerosis. El LDL oxidado se combina con los monocitos, macrófagos y células musculares lisas, ocasionando la acumulación de lípidos y el inicio de la enfermedad.

Las investigaciones actuales se centran en las sustancias que puedan mitigar la oxidación del LDL. El ácido lipoico (coenzima derivada del ácido graso octanoico) junto a la vitamina E y la vitamina C aumentan la protección antioxidante del LDL.

La ingesta diaria de 1mg/kg de lipoico reduce los niveles de colesterol total y de las lipoproteínas, intensificando la respiración tisular del corazón, el hígado y los vasos sanguíneos.

Asimismo, el estrés oxidativo está muy presente en la diabetes, al tener el enfermo disminuidos factores antioxidantes y aumentados productos de la glicación de las proteínas

Esta glicación se ve reducida al disminuir los niveles de la carboximetillisina (CML). La relación de la enfermedad cardiovascular y la diabetes se explica también con la glicación de la Mielina, Colágeno y Cristalina, notablemente reducida por el ácido lipoico al disminuir el nivel de la carboximetillisina.

El ácido lipoico baja el índice glicémico y el nivel de CML.

Los alimentos ricos en lipoico son:
Levadura de cerveza, coles, espinacas, hígado de ternera...