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Vivimos en una sociedad donde el espacio a cubrir es cada vez más grande y el tiempo exigido para las respuestas resulta cada vez más corto, por lo que, los mejores resultados para ofrecer la mejor protección en nuestra infraestructuras críticas y esenciales, radican en nuestra capacidad de adaptación a la globalización y los cambios ante los nuevos retos y exigencias.
Los avances tecnológicos y su constante evolución nos dan la oportunidad de
desarrollar nuevos métodos, herramientas y habilidades para mantenernos seguros
y, con ello, se establece un nuevo paradigma de protección de infraestructuras
críticas que se caracteriza por un enfoque que va más allá de la seguridad
tradicional basada en círculos de protección y se centra en la seguridad de la
información, la ciberseguridad, la protección de las comunicaciones y datos,
integrando tecnologías como la inteligencia artificial.
Nuevos retos y exigencias de seguridad global
Es necesario recordar que estamos ante nuevos retos y exigencias que han
aparecido en el escenario generado por la pandemia, los conflictos armados e
invasiones y la guerra de Ucrania que nos sitúan ante un nuevo orden mundial que
ha registrado un incremento sin precedentes de la superficie de exposición,
principalmente, por nuevos riesgos y amenazas y el incremento de las
vulnerabilidades.
Un contexto de inseguridad global, donde conceptos como el ciberterrorismo o
cibercrimen se encuentran cada vez más presentes en nuestras actividades, lo que
exige nuevos desarrollos de mecanismos de ciberseguridad.
Frente a los nuevos retos y exigencias, en lo referente a los riesgos y
amenazas, se debe seguir avanzando en un concepto de seguridad global y
conceptual, que, a diferencia de épocas precedentes, se renueva de manera
constante, y dentro de un espacio definido por cuatro referentes: circulación,
complejidad, contingencia y resiliencia.
Así, la nueva protección de infraestructuras críticas se enfoca en reforzar
la resiliencia frente a diversas amenazas, incluyendo ciberataques, delincuencia
organizada, riesgos para la salud pública y desastres naturales. Un enfoque
basado en una colaboración e integración operativa entre el sector público y
privado.
Aspectos clave de la nueva protección
El desarrollo de la nueva protección de infraestructuras críticas,
actualmente se basa en los aspectos clave siguientes:
- Legislación: Ley 8/2011 y Reglamento PIC que establecen
las obligaciones para los Operadores Críticos en materia de seguridad.
- Directivas Europeas: Reglamentación europea sobre
resiliencia de las organizaciones públicas y privadas, como la Directiva
2022/2557, así como la Directiva NIS2 sobre Seguridad de las Redes y los
Sistemas de Información, que refuerzan la protección de las infraestructuras
en la Unión Europea.

- Nivel de Alerta de Infraestructuras Críticas (NAIC):
Normativa que define los niveles de alerta para las infraestructuras críticas,
desde el estado normal hasta el estado de emergencia, con medidas específicas
para cada nivel.
- Plan Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas (PNPIC):
Plan, coordinado por el Ministerio del Interior, que define los niveles de
alerta y las medidas a tomar en caso de amenaza o emergencia.
- Plan de Protección Específico (PPE): Planificación y
organización que los Operadores Críticos deben desarrollar con detalle las
medidas de seguridad (prevención y protección) a implementar para proteger sus
infraestructuras esenciales.
- Medidas de seguridad física: Establecimiento de mejoras
en la seguridad física, como la vigilancia y los sistemas para la protección
de personas, infraestructuras y edificios.
- Medios de ciberseguridad: Implementación de soluciones de
ciberseguridad para proteger las redes, sistemas y datos de las
infraestructuras críticas.
- Resiliencia: Incremento de la capacidad de las
infraestructuras para adaptarse a las amenazas, resistir ante incidencias y
recuperarse en el menor tiempo.
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Colaboración: Potenciar la cooperación entre el sector público y el privado para la identificación y gestión de riesgos y seguridades e implementación de planes de contingencia y continuidad.
Igualmente, los nuevos paradigmas de seguridad requieren de otros aspectos
claves para su implementación como: Fomentar una cultura de seguridad positiva,
bajo la idea de que, aunque la seguridad total no existe, es en gran medida un
objetivo alcanzable involucrando a las personas en todos los niveles buscando la
participación ciudadana, creando un entorno donde toda la información, tanto
positiva como negativa, sea valorada y utilizada para mejorar la seguridad
global.
La implementación de estos nuevos enfoques requiere un esfuerzo y una
adaptación constantes, pero los beneficios en términos de seguridad global y
bienestar ciudadano son significativos.
Beneficios de la nueva protección [...]
En un escenario internacional cada vez más complejo, marcado por conflictos
geopolíticos, amenazas híbridas, ciberataques, desinformación y una creciente
percepción de inseguridad, la Seguridad Privada debe ser un actor estratégico
para la Seguridad Pública. La seguridad ya no puede limitarse a una función
reactiva, sino que debe ser un elemento proactivo, clave para garantizar la
estabilidad social, la continuidad de los servicios esenciales y la resiliencia
de nuestras infraestructuras críticas. Proponemos una transformación del modelo
de seguridad, adaptado a los principales retos actuales en materia de seguridad,
desde una perspectiva integral e integrada a través del análisis de riesgos, el
refuerzo de la cultura de seguridad, la planificación preventiva y la formación
especializada, junto a una mayor coordinación entre instituciones, empresas y
ciudadanía.
En un mundo donde las amenazas a la seguridad evolucionan a diario, desde el
crimen organizado hasta el vandalismo en nuestras calles, proteger la libertad y
el bienestar de los ciudadanos la seguridad, de nuevo, se convierte en un reto
urgente e importante.
La Unión Europea se enfrenta en la actualidad a crecientes amenazas, retos y
desafíos, que han puesto en evidencia la dependencia y obsolescencia de sus
planes de defensa y seguridad (prevención + protección), que abarcan desde las
amenazas convencionales, hasta las transnacionales, incluyendo las híbridas,
ciberataques y generación de inestabilidad y conflictos generalizados.
Son muchas las responsabilidades y misiones que tiene encomendadas el Estado,
pero ninguna más básica ni más noble que la de garantizar la seguridad de los
ciudadanos, proteger sus derechos y libertades y salvaguardar su bienestar.
Como indica la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, en su
Art. 6, así como en el Art. 17 de la Constitución Española, toda persona tiene
derecho a la libertad y a la seguridad.
Un año más, la Seguridad Privada presenta un amplio programa de nuevos retos,
exigencias y necesidades en el proceso de evolución y dinamización sectorial de
su oferta y, sobre todo, de su demanda.

Así, la seguridad se ha ido estableciendo como motor estratégico del
funcionamiento de las organizaciones, donde el objetivo debe ir más allá de
proteger activos, para ser un aliado estratégico que impulse los objetivos de la
actividad y que garantice no solo la protección, sino su continuidad y
eficiencia.
En 2025, para mantener la calidad y el prestigio de nuestros servicios
públicos, un año más hemos de trabajar por la libertad y la seguridad humana y
ciudadana.
Dedicado por más de 30 años a la Consultoría e Ingeniería de Seguridad y Defensa por más de 20 países como asesor para asuntos aeroportuarios, puertos, cárceles hospitales, entidades bancarias, museos, transporte ferroviario, servicios de Correos y puertos.
Es socio fundador y presidente para Europa de la Federación Mundial de Seguridad (WSF), Director para Europa de la Secretaría Iberoamericana de Seguridad, Asesor gubernamental en materia de integración operativa de seguridad pública y privada en diversos países latinoamericanos.
Como experiencia académica es profesor de postgrado en ICADE (Universidad Pontificia Comillas de Madrid) desde 1986, codirector de postgrado en la Facultad de Psicología (Universidad Complutense de Madrid) y director del Curso de Seguridad en Infraestructuras Críticas del Instituto General Gutierrez Mellado de la UNED, así como conferenciante habitual y profesor en más de 20 países sobre Seguridad y Defensa.
Su representación institucional es principalmente como Miembro Experto de la Comisión Mixta de Seguridad del Ministerio del Interior, Director para Europa de la Federación Panamericana de Seguridad (FEPASEP), representante “ad honores” de la Federación de Empresas de Seguridad del MERCOSUR (FESESUR), asesor del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) para asuntos de Seguridad Ciudadana y Observatorio de Delincuencia en Panamá, socio fundador y de honor del Observatorio de Seguridad Integral en Hospitales (OSICH), socio fundador y vicepresidente de la Asociación para la Protección de Infraestructuras Críticas (APIC)
Autor y director de la BIBLIOTECA DE SEGURIDAD, editorial de Manuales de Proyectos, Organización y Gestión de Seguridad
Actualmente es presidente y director del Grupo de Estudios Técnicos (GET), socio-senior partner de TEMI GROUP Consultoría Internacional y socio-director de CIRCULO de INTELIGENCIA consultora especializada.
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850