DESARROLLO DE LA MEDICINA EN EL CALIFATO DE CORDOBA SIGLOS IX - XIII


Una vez consolidado el trono cordobés, los Califas, libres de las preocupaciones anteriores, se aficionaron a la cultura, protegiendo ciencias y letras para mayor gloria de una civilización que tuvieron a gala fomentar. Esta labor, iniciada en pleno siglo IX por Abderrahman I y su hijo, llega a su máximo esplendor en el siglo X con la dinastía de los Omeya, que emularon a los Abasidas de Oriente, dando un brillo nunca igualado a la cultura islámica española.

De este modo, mientras que en Europa reinaba la barbarie y el salvajismo, Córdoba se erigió en centro del mundo conocido, irradiando desde allí a otras naciones su cultura, mantenida en escuelas sabiamente dirigidas, subvencionadas y con grandes privilegios.

Se publican libros muy detallados con observaciones y experimentos; se clasifican los medicamentos, regulando la preparación de ciertos remedios baratos destinados a la gran masa de gente menesterosa; nacen la obstetricia, la ginecología y la oftalmología. Se hacen listados de reglas higiénicas de todo tipo, incluidas las de índole sexual. Asimismo se publica un cuestionario con las pautas para examinar a todo aquel que desee ejercer la Medicina.

El estudio del enfermo en el ambiente que le rodea se convierte en conocimiento necesario para tratar las enfermedades, dando lugar al estudio del carácter, los humores predominantes, los medios para neutralizarlos, el temperamento y las influencias atmosféricas, todo lo cual es puntualmente observado y anotado.

De un modo especial, surge la Cirugía, ciencia que se define en sí misma como distinta de la Medicina y de las demás ramas en que ésta se subdivide (Botánica, Oftalmología, Farmacopea….)

En el siglo XI, la Botánica, hasta ese momento en estado embrionario, llega a su madurez. Se unifica la terapéutica vegetal; se crean farmacias dirigidas por especialistas en la preparación de medicamentos, y se da carácter docente a academias y hospitales. Asimismo se establece una enseñanza gradual, con pruebas periódicas y la expedición de diplomas que autorizan el ejercicio profesional.

Los profesionales de la Medicina adquirieron un gran prestigio, gozando de una libertad y unos privilegios como nunca tuvieron. En este ambiente de libertad e independencia florecieron todas las ciencias de la época, surgiendo afirmaciones tan importantes como que la viruela sólo puede padecerse una vez en la vida; el reuma articular da lugar en ocasiones a metástasis de las vísceras profundas; el cerebro es el órgano de la memoria, la reflexión, la imaginación, etc.

Para los árabes españoles, el siglo XIII significa al tiempo grandeza y decadencia. La Medicina se centra sobre todo en la Botánica y la Oftalmología. Los libros tienen un carácter más práctico y experimental. Se fomentan los hospitales, en los que priva la especialización.

Durante los siglos XIV y XV, y debido a la conquista por parte de los cristianos de Córdoba y Sevilla, los sabios emigran a Granada, ciudad que se beneficia de un último renacimiento de la ciencia Islámico española, para desaparecer definitivamente.