El esqueleto de Balaur bondoc. Mick Ellison; Zoltan Csiki; Matyas Vremir, Stephan Brusatte, Mark Norell y AMNH.
Hace entre 99,6 y 65,5 millones de años, en la Europa del Cretácico Superior, un paisaje isleño aislado durante mucho tiempo de los continentes cercanos, los animales tendían a ser más pequeños y más primitivos que sus primos continentales, pero “el terópodo Balaur bondoc fue tan grande como sus parientes de otras partes del globo y demostró adaptaciones avanzadas entre las que se incluyen huesos fusionados y dos grandes y terroríficas garras en cada pata trasera”. Así describe el equipo de paleontólogos al dinosaurio que ha estudiado y cuyas conclusiones presenta hoy en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Aunque son pocos, los fósiles revelan un animal de quizás entre 1,80 y 2,10 metros de largo con una constitución tan robusta que podría ser de un tamaño parecido al de los velociraptors de cualquier lugar del mundo, pero con grandes similitudes con el más depredador de la familia.
"El Balaur es muy discrepante morfológicamente, pero está emparentado con animales tales como el velociraptor y los dinosaurios con plumas de China”, declara Zoltan Csiki, autor principal y paleontólogo de la Universidad de Bucarest.
“Los hallazgos indican que esta zona del mundo, a pesar de su geografía de archipiélago, tuvo al menos conexiones de la fauna intermitentes con el continente hasta finales del Cretácico. No conocíamos esta conexión hasta hace muy poco tiempo”, informa Csiki.
“Encontrar un dinosaurio tan poco habitual como el Balaur es emocionante y supone un testamento de los animales tan poco habituales encontrados en las islas hoy y en el pasado”, declara Mark Norell coautor del estudio investigador en el AMNH.
Los huesos del Balaur bondoc (Balaur, del término del rumano arcaico que describe el dragón, y de bondoc que significa robusto) representan el esqueleto del depredador más completo que los paleontólogos hayan encontrado nunca en sedimentos de finales del Mesozoico en Europa.
Aunque son pocos, los fósiles revelan un animal de quizás entre 1,80 y 2,10 metros de largo con una constitución tan robusta que podría ser de un tamaño parecido al de los velociraptors de cualquier lugar del mundo, pero con grandes similitudes con el más depredador de la familia.
"El Balaur es muy discrepante morfológicamente, pero está emparentado con animales tales como el velociraptor y los dinosaurios con plumas de China”, declara Zoltan Csiki, autor principal y paleontólogo de la Universidad de Bucarest.
“Los hallazgos indican que esta zona del mundo, a pesar de su geografía de archipiélago, tuvo al menos conexiones de la fauna intermitentes con el continente hasta finales del Cretácico. No conocíamos esta conexión hasta hace muy poco tiempo”, informa Csiki.
“Encontrar un dinosaurio tan poco habitual como el Balaur es emocionante y supone un testamento de los animales tan poco habituales encontrados en las islas hoy y en el pasado”, declara Mark Norell coautor del estudio investigador en el AMNH.
Los huesos del Balaur bondoc (Balaur, del término del rumano arcaico que describe el dragón, y de bondoc que significa robusto) representan el esqueleto del depredador más completo que los paleontólogos hayan encontrado nunca en sedimentos de finales del Mesozoico en Europa.