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La Península Ibérica tendrá cada vez menos lluvias

Aunque seguirán siendo más frecuentes en invierno, las precipitaciones se reducirán un 18% en 50 años


En los últimos 60 años, los científicos han constatado una reducción de las precipitaciones en invierno, y ahora prevén que disminuyan también en primavera y verano. Un equipo del Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC) ha analizado los datos de las lluvias de 1950 a 2006, y las proyecciones climáticas para las próximas décadas, para demostrar que en los próximos años lloverá menos en la Península Ibérica. Otras estimaciones calculan que las precipitaciones se reducirán un 18% en los próximos 50 años. Por Vanessa Marsh.


Vanessa Marsh
21/07/2009

Evolución estacional y anual del clima en el Mediterráneo entre 1950 y 2002. Los colores muestran la magnitud de los cambios en la precipitación (izquierda); y la evapotranspiración en mm (derecha).
Evolución estacional y anual del clima en el Mediterráneo entre 1950 y 2002. Los colores muestran la magnitud de los cambios en la precipitación (izquierda); y la evapotranspiración en mm (derecha).
Investigadores del Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC) han valorado los cambios observados desde 1950 en la evolución de las lluvias, y han predicho menores contribuciones para mediados del siglo XXI, en un escenario con un aumento de la emisión de gases de efecto invernadero, informa SINC.

“A partir de datos observados (1950-2006) y simulados por distintos modelos climáticos (2040-2060), hemos analizado si la contribución mensual al total anual ha variado en las últimas décadas y si se espera que lo haga en un futuro a medio plazo”, señala Juan Ignacio López-Moreno, autor principal del estudio.

La investigación, publicada en Geophysical Research Letters, se engloba en el estudio de la variabilidad y el cambio climático en la región mediterránea. Según los autores de esta investigación, ha habido cambios significativos en esta zona que afectan de forma desigual a lo largo del año, y se han detectado “áreas homogéneas” en la evolución temporal de las lluvias. Para López-Moreno, además de las alteraciones de la cantidad de precipitación caída, “los modelos climáticos sugieren nuevos cambios para las próximas décadas”.

Más de agosto a diciembre

Entre los patrones más significativos, el estudio refleja que en el oeste de la cuenca mediterránea, en concreto en la Península Ibérica, ha habido un descenso del 8% de las precipitaciones en los meses de marzo de 1950 a 2002, y un aumento del 3% en abril y mayo en el mismo periodo. Los investigadores apuntan también a un ligero aumento de las lluvias de agosto a diciembre.

En toda la cuenca mediterránea, los científicos prevén una disminución significativa de las lluvias, sobre todo en primavera y verano. Sin embargo, las observaciones de los últimos 50 años y las predicciones para las próximas décadas no muestran cambios en los patrones estacionales de la distribución de las lluvias. El equipo de investigación señala que “los cambios observados no son suficientes para alterar el patrón general de la distribución de las precipitaciones a lo largo del año, a pesar de haber localizado la importancia”.

Según López-Moreno, las incertidumbres asociadas a los modelos climáticos y las respuestas de los sistemas hidrológicos a los cambios del clima dificultan la presentación de conclusiones inmediatas.

Un 18% en España en los próximos cincuenta años

Este estudio no es el único que alerta de las previsibles evoluciones del clima en España. El pasado marzo, el presidente del Comité Científico del European Climate Forum, el español Antonio Ruiz de Elvira, señaló que en medio siglo las lluvias en España se reducirán 88 litros, un 18% de total, según El Economista.

En el apéndice que este catedrático de Física de la Universidad de Alcalá incorporó a la edición en castellano del libro "El mundo ante el calentamiento global. La situación del mundo 2009" se indica que esta situación tendrá efectos en muchos fenómenos como el aumento de riesgos de incendios, la erosión creciente del suelo o la demanda de energía para el enfriamiento de edificios.

Según se recoge en "El mundo ante el calentamiento global. La situación del mundo 2009" (CIP-Ecosocial e Icaria), será necesario recortar las emisiones de forma mucho más drástica de lo que generalmente se había previsto, eliminando prácticamente las emisiones de dióxido de carbono antes de 2050 para evitar una alteración catastrófica del clima mundial.

Para evitar que la evolución del clima llegue a un "punto de no retorno catastrófico" será necesario que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero toquen techo antes de 2020, reduciéndose para 2050 a un 85% por bajo de los niveles de 1990 y disminuyendo todavía más posteriormente, asegura el climatólogo W.L Hare en el citado informe.

La temperatura media de la Tierra ha aumentado más de 0,8º C desde el comienzo de la revolución industrial, un incremento atribuible en parte al hombre, y posiblemente será inevitable un calentamiento adicional de casi 1º C, debido a las emisiones de gases de efecto invernadero cuyo potencial de captura de calor aún no ha repercutido en la temperatura superficial global.



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