Reseñas
Por una Asamblea Constituyente
Redacción T21 , 11/05/2012
Una solución democrática a la crisis
Ficha Técnica
Título: Por una Asamblea Constituyente
Autores: Marco Aparicio Wilhelmi, Antonio de Cabo de la Veja, y otros
Edita: Ediciones Sequitur. Madrid, abril de 2012
Colección: Libros del ciudadano
Materia: Política
Número de páginas: 160 págs.
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-95363-18-3
PVP: 12 €
En la contraportada de la obra colectiva Por una Asamblea Constituyente se puede leer: “Constituir significa crear. El poder constituyente democrático es en esencia, y por esencia, un poder creador de una realidad nueva y dialéctica, de progreso respecto al pasado, necesariamente diferente de lo que había. Entre lo que había y lo que habrá se sitúa el poder constituyente democrático.
Su carácter, por democrático, no puede ser otro que el de poder político y originario. Sobre él no actúan los cerrojos del poder constituido, ni las losas de la Constitución anterior. El poder constituyente engendra poder constituido y, al hacerlo, lo dota de la legitimidad democrática necesaria para su construcción.
No es un acto definitivo; se activa cada vez que el poder constituido, como en la actualidad, queda deslegitimado. Cada generación tiene el derecho a cambiar sus normas de convivencia, su Constitución, y a decidir sobre su presente y su futuro. Negar este derecho en cualquier sociedad es, por definición, negar el carácter democrático de dicha sociedad."
“En un momento en que la crisis económica ha destapado problemas de todo tipo, algunos nuevos y otros de hondas raíces pero que habían estado cubiertos por una sensación de abundancia que parecía inacabable, dicen los autores, cabe plantearse seriamente la necesidad de proponer una respuesta democrática para el avance en el proceso de emancipación social.
En efecto, parece que la mayor parte de las respuestas a la crisis pasan por el desmontaje del Estado social y la construcción de un nuevo tipo de Estado mínimo. Estos planteamientos parecen sustentarse en la falta de alternativas viables al sistema capitalista y en el hecho de que, para que éste perdure, es necesario sacrificar muchos de los beneficios obtenidos durante el Estado Social. Se trataría de entender como necesaria e impostergable una involución en el bienestar de las sociedades, un sacrificio factible a cambio del mantenimiento del capitalismo como único generador válido de las libertades individuales y colectivas propias de las democracias contemporáneas.
Pero este análisis, por falaz y sesgado, es sobretodo peligroso. Falaz porque el carácter sistémico de la crisis hace imposible su reconducción por los medios tradicionales. Además, la aparente ausencia de alternativas justificaría una reducción drástica de los derechos sociales y de los sistemas públicos de cobertura social, que serían aprovechadas por los depredadores para proceder nuevamente a una concentración de recursos a partir del adelgazamiento del Estado y la conversión de las necesidades humanas en negocio. Pero todos son conscientes de que por estas vías tradicionales la crisis no cuenta con solución a medio ni a largo plazo. Haría falta una parada en el camino para repensar colectivamente dónde estamos y adónde vamos, y tomar una decisión fundamentada en un poder legítimo.
Y sesgado, porque plantea una reconducción a formas de legitimidad del poder que parecían ya superadas: el poder de los mercados, de los poderosos, de los profesionales de la política y, en general, de aquellos que no están dispuestos a sacrificar un ápice sus privilegios e inmunidades con el fin de reconstruir colectivamente el mundo en el que vivimos. El peligro es claro: la inminente posibilidad de que, además, ese retroceso en los derechos sociales acabe −como ha ocurrido históricamente− en la depauperación de nuestras sociedades y, correlativamente, en la imposición de un nuevo orden legal, pero ilegítimo, de organización y control social que conculque también las libertades individuales y colectivas. O, lo que es lo mismo, lo más cercano a un Estado autoritario cuya función sea el mantenimiento policial del orden social.
Por esa razón hacen más falta que nunca otras voces que nos propongan alternativas también sistémicas, globales; que proporcionen grandes soluciones para los grandes problemas. Este libro quiere realizar su aporte, modesto pero al mismo tiempo contundente, en la construcción de esa solución de progreso: la revolución democrática.”
El grupo de autores aboga por una solución: el constitucionalismo democrático, fundado en la soberanía del pueblo y en el poder constituyente, como origen de la legitimidad del poder público.
El trabajo que el lector y la lectora tienen en sus manos está escrito con carácter divulgativo, se inicia con algunas consideraciones generales sobre qué es el proceso constituyente y por qué el constitucionalismo social, a pesar de los avances que supuso, no cuenta ya con condiciones para mantenerse ni reditarse en un futuro próximo. Continúa refiriéndose al caso español, analizando por qué el modelo político de la transición y el marco jurídico de la Constitución de 1978 no pueden ser útiles para el grado de transformación democrática que se reivindica. Seguidamente, plantea algunos supuestos, ya conocidos históricamente, de activación reciente del poder constituyente democrático, especialmente en América Latina. Y, por último, propone algunos cauces jurídicos por los que podría discurrir ese cambio político que sería el camino hacia una nueva asamblea constituyente.
Esta obra no se propone ser ninguna guía indiscutible sobre qué cambios emprender y cómo hacerlo. Su principal objetivo es contribuir a un cambio de conciencia denunciando la falsedad de ciertas supuestas verdades, proponiendo realidades y posibilidades diferentes, y advirtiendo la amenaza antidemocrática que puede cernirse sobre nuestro futuro y el de las sociedades venideras. Como consecuencia, las reflexiones vertidas en sus capítulos persiguen contribuir a un debate respecto a cómo una solución democrática podría servir para superar un paradigma neoconservador por otro emancipador.
Por todo ello su propuesta abre cauces a la acción política desde la consideración de los recursos y los conocimientos que como sociedad humana hemos acumulado, experiencia tras experiencia, también en la creencia de que todo depende del ejercicio de la voluntad personal y colectiva para lograr el bien común.
“Es posible, dicen en sus conclusiones, que nos dejemos tentar por el pesimismo sobre la posibilidad de una revolución democrática y por la insuficiencia de las condiciones que se han mencionado. Pero recordemos que la historia no se repite necesariamente, ni es desde luego predecible. En otras sociedades la idea constituyente parecía si cabe más alejada que en la nuestra y, sin embargo, se dio; y esto tanto en países relativamente lejanos de nuestro entorno como en otros más próximos, geográfica y culturalmente. Para ello, tenemos que ser capaces de cumplir tres tareas: deslegitimar lo real y no creer que lo dado es lo único que puede haber; una organización popular que sea capaz de avanzar hacia una convicción constituyente desde la base, sin contar (necesariamente) con el poder constituido lo que, desde luego, incluye a los partidos políticos; y atreverse a pensar, en el sentido de ser capaces de imaginar tanto lo que no existe como lo que colectivamente queremos que exista. Tenemos las vías para hacerlo real. Solamente tenemos que ponernos a ello.”
Índice
Introducción
La naturaleza emancipadora de los procesos constituyentes democráticos. Avances y retrocesos. Rubén Martínez Dalmau
El fracaso del constitucionalismo social y la necesidad de un nuevo constitucionalismo. Antonio de Cabo de la Vega
El proceso constituyente español de 1977-78: un marco político insuficiente en la actualidad. Marcos Criado de Diego
La incapacidad de la Constitución española de 1978 como marco jurídico para una transformación democrática. Albert Noguera Fernández
Nuevos avances del poder constituyente democrático: aprendiendo del sur. Marco Aparicio Wilhelmi
La activación política del poder constituyente en España y sus cauces jurídicos. Roberto Viciano Pastor
Conclusión: Una salida democrática a la crisis
Bibliografía
Título: Por una Asamblea Constituyente
Autores: Marco Aparicio Wilhelmi, Antonio de Cabo de la Veja, y otros
Edita: Ediciones Sequitur. Madrid, abril de 2012
Colección: Libros del ciudadano
Materia: Política
Número de páginas: 160 págs.
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-95363-18-3
PVP: 12 €
En la contraportada de la obra colectiva Por una Asamblea Constituyente se puede leer: “Constituir significa crear. El poder constituyente democrático es en esencia, y por esencia, un poder creador de una realidad nueva y dialéctica, de progreso respecto al pasado, necesariamente diferente de lo que había. Entre lo que había y lo que habrá se sitúa el poder constituyente democrático.
Su carácter, por democrático, no puede ser otro que el de poder político y originario. Sobre él no actúan los cerrojos del poder constituido, ni las losas de la Constitución anterior. El poder constituyente engendra poder constituido y, al hacerlo, lo dota de la legitimidad democrática necesaria para su construcción.
No es un acto definitivo; se activa cada vez que el poder constituido, como en la actualidad, queda deslegitimado. Cada generación tiene el derecho a cambiar sus normas de convivencia, su Constitución, y a decidir sobre su presente y su futuro. Negar este derecho en cualquier sociedad es, por definición, negar el carácter democrático de dicha sociedad."
“En un momento en que la crisis económica ha destapado problemas de todo tipo, algunos nuevos y otros de hondas raíces pero que habían estado cubiertos por una sensación de abundancia que parecía inacabable, dicen los autores, cabe plantearse seriamente la necesidad de proponer una respuesta democrática para el avance en el proceso de emancipación social.
En efecto, parece que la mayor parte de las respuestas a la crisis pasan por el desmontaje del Estado social y la construcción de un nuevo tipo de Estado mínimo. Estos planteamientos parecen sustentarse en la falta de alternativas viables al sistema capitalista y en el hecho de que, para que éste perdure, es necesario sacrificar muchos de los beneficios obtenidos durante el Estado Social. Se trataría de entender como necesaria e impostergable una involución en el bienestar de las sociedades, un sacrificio factible a cambio del mantenimiento del capitalismo como único generador válido de las libertades individuales y colectivas propias de las democracias contemporáneas.
Pero este análisis, por falaz y sesgado, es sobretodo peligroso. Falaz porque el carácter sistémico de la crisis hace imposible su reconducción por los medios tradicionales. Además, la aparente ausencia de alternativas justificaría una reducción drástica de los derechos sociales y de los sistemas públicos de cobertura social, que serían aprovechadas por los depredadores para proceder nuevamente a una concentración de recursos a partir del adelgazamiento del Estado y la conversión de las necesidades humanas en negocio. Pero todos son conscientes de que por estas vías tradicionales la crisis no cuenta con solución a medio ni a largo plazo. Haría falta una parada en el camino para repensar colectivamente dónde estamos y adónde vamos, y tomar una decisión fundamentada en un poder legítimo.
Y sesgado, porque plantea una reconducción a formas de legitimidad del poder que parecían ya superadas: el poder de los mercados, de los poderosos, de los profesionales de la política y, en general, de aquellos que no están dispuestos a sacrificar un ápice sus privilegios e inmunidades con el fin de reconstruir colectivamente el mundo en el que vivimos. El peligro es claro: la inminente posibilidad de que, además, ese retroceso en los derechos sociales acabe −como ha ocurrido históricamente− en la depauperación de nuestras sociedades y, correlativamente, en la imposición de un nuevo orden legal, pero ilegítimo, de organización y control social que conculque también las libertades individuales y colectivas. O, lo que es lo mismo, lo más cercano a un Estado autoritario cuya función sea el mantenimiento policial del orden social.
Por esa razón hacen más falta que nunca otras voces que nos propongan alternativas también sistémicas, globales; que proporcionen grandes soluciones para los grandes problemas. Este libro quiere realizar su aporte, modesto pero al mismo tiempo contundente, en la construcción de esa solución de progreso: la revolución democrática.”
El grupo de autores aboga por una solución: el constitucionalismo democrático, fundado en la soberanía del pueblo y en el poder constituyente, como origen de la legitimidad del poder público.
El trabajo que el lector y la lectora tienen en sus manos está escrito con carácter divulgativo, se inicia con algunas consideraciones generales sobre qué es el proceso constituyente y por qué el constitucionalismo social, a pesar de los avances que supuso, no cuenta ya con condiciones para mantenerse ni reditarse en un futuro próximo. Continúa refiriéndose al caso español, analizando por qué el modelo político de la transición y el marco jurídico de la Constitución de 1978 no pueden ser útiles para el grado de transformación democrática que se reivindica. Seguidamente, plantea algunos supuestos, ya conocidos históricamente, de activación reciente del poder constituyente democrático, especialmente en América Latina. Y, por último, propone algunos cauces jurídicos por los que podría discurrir ese cambio político que sería el camino hacia una nueva asamblea constituyente.
Esta obra no se propone ser ninguna guía indiscutible sobre qué cambios emprender y cómo hacerlo. Su principal objetivo es contribuir a un cambio de conciencia denunciando la falsedad de ciertas supuestas verdades, proponiendo realidades y posibilidades diferentes, y advirtiendo la amenaza antidemocrática que puede cernirse sobre nuestro futuro y el de las sociedades venideras. Como consecuencia, las reflexiones vertidas en sus capítulos persiguen contribuir a un debate respecto a cómo una solución democrática podría servir para superar un paradigma neoconservador por otro emancipador.
Por todo ello su propuesta abre cauces a la acción política desde la consideración de los recursos y los conocimientos que como sociedad humana hemos acumulado, experiencia tras experiencia, también en la creencia de que todo depende del ejercicio de la voluntad personal y colectiva para lograr el bien común.
“Es posible, dicen en sus conclusiones, que nos dejemos tentar por el pesimismo sobre la posibilidad de una revolución democrática y por la insuficiencia de las condiciones que se han mencionado. Pero recordemos que la historia no se repite necesariamente, ni es desde luego predecible. En otras sociedades la idea constituyente parecía si cabe más alejada que en la nuestra y, sin embargo, se dio; y esto tanto en países relativamente lejanos de nuestro entorno como en otros más próximos, geográfica y culturalmente. Para ello, tenemos que ser capaces de cumplir tres tareas: deslegitimar lo real y no creer que lo dado es lo único que puede haber; una organización popular que sea capaz de avanzar hacia una convicción constituyente desde la base, sin contar (necesariamente) con el poder constituido lo que, desde luego, incluye a los partidos políticos; y atreverse a pensar, en el sentido de ser capaces de imaginar tanto lo que no existe como lo que colectivamente queremos que exista. Tenemos las vías para hacerlo real. Solamente tenemos que ponernos a ello.”
Índice
Introducción
La naturaleza emancipadora de los procesos constituyentes democráticos. Avances y retrocesos. Rubén Martínez Dalmau
El fracaso del constitucionalismo social y la necesidad de un nuevo constitucionalismo. Antonio de Cabo de la Vega
El proceso constituyente español de 1977-78: un marco político insuficiente en la actualidad. Marcos Criado de Diego
La incapacidad de la Constitución española de 1978 como marco jurídico para una transformación democrática. Albert Noguera Fernández
Nuevos avances del poder constituyente democrático: aprendiendo del sur. Marco Aparicio Wilhelmi
La activación política del poder constituyente en España y sus cauces jurídicos. Roberto Viciano Pastor
Conclusión: Una salida democrática a la crisis
Bibliografía
Reseñas
Los hijos de los días
Redacción T21 , 10/05/2012
“Diciembre 27
El viajero
Matsuo Basho nació destinado a ser samurái, pero renunció a las guerras y fue poeta. Poeta caminante.
Un mes después de su muerte, allá por el año 1694, ya los caminos de Japón extrañaban los pasos de sus sandalias de paja y las palabras que dejaba colgadas en los techos que le daban albergue. Como éstas:”
Los días y los meses son viajeros de la eternidad.
Así pasan los años.
Viajan cada minuto de sus días quienes navegan la mar
o cabalgan la tierra, hasta que sucumben bajo el peso del tiempo.
Muchos viejos mueren en el viaje.
Yo sólo he sucumbido a la tentación de las nubes, las vagabundas del cielo.
Ficha Técnica
Título: Los hijos de los días
Autor: Eduardo Galeano
Edita: Siglo XXI España. Madrid, abril de 2012
Colección: Biblioteca Eduardo Galeano
Materia: Lengua y Literatura
Número de páginas: 440 págs.
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 978-987-629-200-9
PVP: 20 €
Los hijos de los días de Eduardo Galeano es un viaje en el tiempo y en el espacio que dura 366 días, (de un año bisiesto). Este viaje diario recorre la historia humana, abarcando el espacio planetario y situando los acontecimientos en un calendario de efemérides que recogen instantáneas de la vida de hombres y mujeres célebres o anónimos, de distintas épocas y lugares. En estas instantáneas el lector o la lectora pueden encontrarse con una cotidianidad rica en facetas de lo humano.
El diseño de la obra no obliga a una lectura uniforme. Las características de la misma permite una lectura libre: se puede seguir su cronología; también abrir aleatoriamente sus páginas y recrearse en la que emerja; o se puede jugar a encontrar relación entre la narración y aquellas fechas personalmente significativas. Cualquiera que sea nuestra elección, la obra nos sorprenderá con el inicio de una historia, con la descripción de un instante significativo para la vida de un protagonista o de una protagonista, o con el final de un proceso que irá acompañado, descrito o interpretado desde una mirada que descubre paradojas, por no seguir patrones al uso. Una mirada que nos destapa ángulos de la realidad y de sus personajes.
En el 1 de enero empezamos nuestra andadura y el autor nos enfrenta a lo arbitrario de un calendario:
Hoy
“Hoy no es el primer día del año para los mayas, los judíos, los árabes, los chinos y otros muchos habitantes de este mundo.
La fecha fue inventada por Roma, la Roma imperial, y bendecida por la Roma vaticana, y resulta más bien exagerado decir que la humanidad entera celebra este cruce de la frontera de los años.
Pero eso sí, hay que reconocerlo: el tiempo es bastante amable con nosotros, sus fugaces pasajeros, y nos da permiso para creer que hoy puede ser el primero de los días, y para querer que sea alegre como los colores de una verdulería”.
Y los días se echaron a caminar.
Y ellos, los días, nos hicieron.
Y así fuimos nacidos nosotros,
los hijos de los días,
los averiguadores,
los buscadores de la vida.
(El Génesis, según los mayas
Para cerrar, me llego hasta el 31 de diciembre con El viaje de la palabra en donde Galeano narra que:
“En el año 208, Serenus Sammonicus escribió en Roma un libro, Asuntos secretos, donde revelaba sus descubrimientos en el arte de la sanación.
Este médico de dos emperadores, poeta, dueño de la mejor biblioteca de su tiempo, proponía, entre otros remedios, un infalible método para evitar la fiebre terciana y espantar la muerte: había que colgarse al pecho una palabra y protegerse con ella noche y día.
Era la palabra Abracadabra, que en hebreo antiguo quería decir, y sigue diciendo:
Envía tu fuego hasta el final.”
A pesar de mi intención de cerrar, el libro se abrió en el 30 de agosto, (con el tradicional y olvidado tiempo de la recogida de la cosecha). La página nos habla del “Día de los desaparecidos”:
“Desaparecidos: los muertos sin tumba, las tumbas sin nombre.
Y también:
los bosques nativos,
las estrellas en la noche de las ciudades,
el aroma de las flores,
el sabor de las frutas,
las cartas escritas a mano,
los viejos cafés donde había tiempo para perder el tiempo,
el fútbol en la calle,
el derecho a caminar,
el derecho a respirar,
los empleos seguros,
las jubilaciones seguras,
las casas sin rejas,
las puertas sin cerradura,
el sentido comunitario
y el sentido común.”
Un día en que una lista inacabada de pérdidas nos demanda un nuevo comienzo, recordándonos lo que perdimos y haciéndonos caer en la cuenta, también, de que hemos dejado de sentir lo que realmente necesitamos…
Título: Los hijos de los días
Autor: Eduardo Galeano
Edita: Siglo XXI España. Madrid, abril de 2012
Colección: Biblioteca Eduardo Galeano
Materia: Lengua y Literatura
Número de páginas: 440 págs.
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 978-987-629-200-9
PVP: 20 €
Los hijos de los días de Eduardo Galeano es un viaje en el tiempo y en el espacio que dura 366 días, (de un año bisiesto). Este viaje diario recorre la historia humana, abarcando el espacio planetario y situando los acontecimientos en un calendario de efemérides que recogen instantáneas de la vida de hombres y mujeres célebres o anónimos, de distintas épocas y lugares. En estas instantáneas el lector o la lectora pueden encontrarse con una cotidianidad rica en facetas de lo humano.
El diseño de la obra no obliga a una lectura uniforme. Las características de la misma permite una lectura libre: se puede seguir su cronología; también abrir aleatoriamente sus páginas y recrearse en la que emerja; o se puede jugar a encontrar relación entre la narración y aquellas fechas personalmente significativas. Cualquiera que sea nuestra elección, la obra nos sorprenderá con el inicio de una historia, con la descripción de un instante significativo para la vida de un protagonista o de una protagonista, o con el final de un proceso que irá acompañado, descrito o interpretado desde una mirada que descubre paradojas, por no seguir patrones al uso. Una mirada que nos destapa ángulos de la realidad y de sus personajes.
En el 1 de enero empezamos nuestra andadura y el autor nos enfrenta a lo arbitrario de un calendario:
Hoy
“Hoy no es el primer día del año para los mayas, los judíos, los árabes, los chinos y otros muchos habitantes de este mundo.
La fecha fue inventada por Roma, la Roma imperial, y bendecida por la Roma vaticana, y resulta más bien exagerado decir que la humanidad entera celebra este cruce de la frontera de los años.
Pero eso sí, hay que reconocerlo: el tiempo es bastante amable con nosotros, sus fugaces pasajeros, y nos da permiso para creer que hoy puede ser el primero de los días, y para querer que sea alegre como los colores de una verdulería”.
Y los días se echaron a caminar.
Y ellos, los días, nos hicieron.
Y así fuimos nacidos nosotros,
los hijos de los días,
los averiguadores,
los buscadores de la vida.
(El Génesis, según los mayas
Para cerrar, me llego hasta el 31 de diciembre con El viaje de la palabra en donde Galeano narra que:
“En el año 208, Serenus Sammonicus escribió en Roma un libro, Asuntos secretos, donde revelaba sus descubrimientos en el arte de la sanación.
Este médico de dos emperadores, poeta, dueño de la mejor biblioteca de su tiempo, proponía, entre otros remedios, un infalible método para evitar la fiebre terciana y espantar la muerte: había que colgarse al pecho una palabra y protegerse con ella noche y día.
Era la palabra Abracadabra, que en hebreo antiguo quería decir, y sigue diciendo:
Envía tu fuego hasta el final.”
A pesar de mi intención de cerrar, el libro se abrió en el 30 de agosto, (con el tradicional y olvidado tiempo de la recogida de la cosecha). La página nos habla del “Día de los desaparecidos”:
“Desaparecidos: los muertos sin tumba, las tumbas sin nombre.
Y también:
los bosques nativos,
las estrellas en la noche de las ciudades,
el aroma de las flores,
el sabor de las frutas,
las cartas escritas a mano,
los viejos cafés donde había tiempo para perder el tiempo,
el fútbol en la calle,
el derecho a caminar,
el derecho a respirar,
los empleos seguros,
las jubilaciones seguras,
las casas sin rejas,
las puertas sin cerradura,
el sentido comunitario
y el sentido común.”
Un día en que una lista inacabada de pérdidas nos demanda un nuevo comienzo, recordándonos lo que perdimos y haciéndonos caer en la cuenta, también, de que hemos dejado de sentir lo que realmente necesitamos…
Reseñas
Voces de la mística II
Redacción T21 , 09/05/2012
“Veía allí plenitud de Sabiduría divina y en esta plenitud veía que no era lícito inquirir y querer saber lo que vaya a hacer la sabiduría de Dios, pues sería anticiparse a ella.” (Ángela de Foligno)
Ficha Técnica
Título: Voces de la mística
Autor: Javier Melloni
Edita: Herder Editorial. Barcelona, 2012
Materia: Espiritualidad
Número de páginas: 160 págs.
Encuadernación: Tapas dura
ISBN: 978-84-254-2867-8
PVP: 16,90 €
En este II volumen de Voces de la mística el autor Javier Melloni reúne una segunda antología de textos sobre la búsqueda de lo trascendente, que ha sido una constante a lo largo de la historia en todas las épocas y culturas. “Y es que la experiencia mística desborda cualquier delimitación confesional o conceptual. Hoy en día es objeto de estudio de las más diversas disciplinas, desde la teología hasta las ciencias del cerebro, pasando por la antropología o la estética”.
Al igual que en el primer volumen, los textos incluidos son una selección enriquecida de las columnas que Javier Melloni ha publicado a lo largo de la última década en la revista literaria y de opinión El Ciervo y se sigue para su presentación un orden cronológico que abarca desde las Upanishads de la tradición védica de la India hasta el monje budista y activista por la paz Thich Nhat Hanh, pasando entre otros por Platón, Hildegarda de Bingen, William Blake y Albert Einstein.
A lo largo de los textos que recoge esta obra, constata el autor en el epílogo, que existen fundamentalmente dos tipos de experiencias místicas. “Estas dos tendencias no se dan en estado puro ni tampoco son opuestas o incompatibles entre sí, sino que la mayoría de los místicos oscilan entre ambas”.
“Unas llevan a abrirse a todas las cosas y situaciones porque son percibidas como transparencia de un fondo del que emanan continuamente”.
De los autores y autoras recogidos en la obra, el autor sitúa en esta corriente a Hildegarda de Bingen, a Ignacio de Loyola, a Jacob Böhme, a William Blake. Todos ellos coinciden en la disposición a encontrar a Dios en todas las cosas y a reconocer la presencia en ellas. Tambien a Angelus Silesius, que es capaz de percibir el misterio de la belleza; a Rilke, para quien las manifestaciones exteriores son pasajes hacia lo interno; Rousseau cuya mirada le lleva a considerar la bondad esencial del ser humano. “También está situada aquí la mente indagadora de Einstein, conmovida de admiración ante el misterio del cosmos y el abrazo a la tierra que da Dostoievsky a través del personaje de Aliosha.
“Retírate a la soledad y reza. Prostérnate con amor y besa la tierra. Ama incansablemente, insaciablemente, a todos y a todo; procura alcanzar este éxtasis, esta exaltación. Riega la tierra con lágrimas de alegría y ama estas lágrimas. No te avergüences de este éxtasis, adóralo, pues es un gran don que Dios concede a los elegidos”. (Dostoievsky)
La otra vía, “es el camino negativo o apofático, según lo que no puede ser dicho. Niega la consistencia de los fenómenos para alcanzar la fuente que los origina. Lo que se busca es perderse en el Origen, sin interesarse por las manifestaciones efímeras que sólo traen noticias de la Ultimidad pero no de la Ultimidad misma.”. Aquí hallamos, continúa el autor, el epéktasis de Gregorio de Nisa; los anhelos de Râbi’a y Ansari y a Fadir Attar. “De modo semejante encontramos a Shankara con sus negaciones sobre la consistencia de los fenómenos porque todo esta absorbido en Bhaman”.
“En la taberna de la Noche, el Copero del Amor,
y cada astro, interlocutor, animador, conversador.
Y el pestañeo del atardecer es su Secreto mayor,
bajo las tiendas de la oscuridad, su Fuego en ardor.
En todo lugar, a todo instante, se percibe la Pasión.
Me besó y no me dejó.”
(Râbi’a al’Adawiyya)
“Así pues, en la experiencia mística encontramos una tensión y una reconciliación de los dos niveles de realidad: el relativo y el absoluto, el mundo de las formas y el de la No-forma. Siempre y simultáneamente se da un perderse y un rencontrarse. Adentrarse en la trascendencia del Ser implica abandonarse, mientras que adentrarse en su inmanencia implica encontrarse.
Más adelante Melloni afirma que: “la experiencia mística se está dando –cada vez más- fuera de los marcos religiosos tradicionales. Tanto en un caso como en el otro, la autenticidad de tales experiencias se acreditará por los efectos transformadores que dejan. Lo transformativo está en la capacidad de abrir a más realidad, posibilitando una integración mayor de los dos polos que la constituyen.
Título: Voces de la mística
Autor: Javier Melloni
Edita: Herder Editorial. Barcelona, 2012
Materia: Espiritualidad
Número de páginas: 160 págs.
Encuadernación: Tapas dura
ISBN: 978-84-254-2867-8
PVP: 16,90 €
En este II volumen de Voces de la mística el autor Javier Melloni reúne una segunda antología de textos sobre la búsqueda de lo trascendente, que ha sido una constante a lo largo de la historia en todas las épocas y culturas. “Y es que la experiencia mística desborda cualquier delimitación confesional o conceptual. Hoy en día es objeto de estudio de las más diversas disciplinas, desde la teología hasta las ciencias del cerebro, pasando por la antropología o la estética”.
Al igual que en el primer volumen, los textos incluidos son una selección enriquecida de las columnas que Javier Melloni ha publicado a lo largo de la última década en la revista literaria y de opinión El Ciervo y se sigue para su presentación un orden cronológico que abarca desde las Upanishads de la tradición védica de la India hasta el monje budista y activista por la paz Thich Nhat Hanh, pasando entre otros por Platón, Hildegarda de Bingen, William Blake y Albert Einstein.
A lo largo de los textos que recoge esta obra, constata el autor en el epílogo, que existen fundamentalmente dos tipos de experiencias místicas. “Estas dos tendencias no se dan en estado puro ni tampoco son opuestas o incompatibles entre sí, sino que la mayoría de los místicos oscilan entre ambas”.
“Unas llevan a abrirse a todas las cosas y situaciones porque son percibidas como transparencia de un fondo del que emanan continuamente”.
De los autores y autoras recogidos en la obra, el autor sitúa en esta corriente a Hildegarda de Bingen, a Ignacio de Loyola, a Jacob Böhme, a William Blake. Todos ellos coinciden en la disposición a encontrar a Dios en todas las cosas y a reconocer la presencia en ellas. Tambien a Angelus Silesius, que es capaz de percibir el misterio de la belleza; a Rilke, para quien las manifestaciones exteriores son pasajes hacia lo interno; Rousseau cuya mirada le lleva a considerar la bondad esencial del ser humano. “También está situada aquí la mente indagadora de Einstein, conmovida de admiración ante el misterio del cosmos y el abrazo a la tierra que da Dostoievsky a través del personaje de Aliosha.
“Retírate a la soledad y reza. Prostérnate con amor y besa la tierra. Ama incansablemente, insaciablemente, a todos y a todo; procura alcanzar este éxtasis, esta exaltación. Riega la tierra con lágrimas de alegría y ama estas lágrimas. No te avergüences de este éxtasis, adóralo, pues es un gran don que Dios concede a los elegidos”. (Dostoievsky)
La otra vía, “es el camino negativo o apofático, según lo que no puede ser dicho. Niega la consistencia de los fenómenos para alcanzar la fuente que los origina. Lo que se busca es perderse en el Origen, sin interesarse por las manifestaciones efímeras que sólo traen noticias de la Ultimidad pero no de la Ultimidad misma.”. Aquí hallamos, continúa el autor, el epéktasis de Gregorio de Nisa; los anhelos de Râbi’a y Ansari y a Fadir Attar. “De modo semejante encontramos a Shankara con sus negaciones sobre la consistencia de los fenómenos porque todo esta absorbido en Bhaman”.
“En la taberna de la Noche, el Copero del Amor,
y cada astro, interlocutor, animador, conversador.
Y el pestañeo del atardecer es su Secreto mayor,
bajo las tiendas de la oscuridad, su Fuego en ardor.
En todo lugar, a todo instante, se percibe la Pasión.
Me besó y no me dejó.”
(Râbi’a al’Adawiyya)
“Así pues, en la experiencia mística encontramos una tensión y una reconciliación de los dos niveles de realidad: el relativo y el absoluto, el mundo de las formas y el de la No-forma. Siempre y simultáneamente se da un perderse y un rencontrarse. Adentrarse en la trascendencia del Ser implica abandonarse, mientras que adentrarse en su inmanencia implica encontrarse.
Más adelante Melloni afirma que: “la experiencia mística se está dando –cada vez más- fuera de los marcos religiosos tradicionales. Tanto en un caso como en el otro, la autenticidad de tales experiencias se acreditará por los efectos transformadores que dejan. Lo transformativo está en la capacidad de abrir a más realidad, posibilitando una integración mayor de los dos polos que la constituyen.
Reseñas
El piano cuántico
Juan Antonio Martínez de la Fe , 07/05/2012
Ficha Técnica
Título: El piano cuántico
Autor: Elías Prada Galán
Edita: Ediciones Libertarias. Madrid, marzo 2012
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 157
ISBN: 978-84-7954-720-2
Precio: 12,50 euros
El final es el principio. Sí: la muerte, el final de la vida, está en el comienzo de este libro. Ante la muerte, solo dos posturas: la del creyente y la del ateo; Prada Galán rechaza a los agnósticos, a quienes acusa de no querer pronunciarse por falta de interés, de emoción o por gandulismo. Arremete, también, contra los fanáticos de ambos bandos y se confiesa ni ateo ni agnóstico, para situarse frente a unos y otros, además de frente a los creyentes: él cree, pero no sabe en qué.
La esperanza es lo que diferencia a ateos y creyentes. Porque el otro pilar que el autor considera básico, hacer el bien, difícilmente es rechazado por nadie. Llega a reconducir el principal de los mandamientos: amarás al prójimo como a ti mismo y a Dios también. Las religiones deberían insistir más en que hagamos primero el bien y amemos luego a Dios, o, al menos, en que hagamos el bien. Y Prada Galán explica su objetivo en las páginas del libro: “presentar diferentes argumentos que afirman que hacer el bien es el principal acto trascendente que puede realizar una persona, pues, en mi opinión, haciendo el bien construimos la realidad, nos construimos a nosotros mimos y, además, ayudamos a Dios”. ¿Qué Dios? No, ciertamente, el de las religiones monoteístas, al que considera muy hecho a la medida humana.
Y entra de lleno con el tema de la ciencia, esa ciencia que lleva siglos arrebatando terreno a las religiones, básicamente por culpa de las propias religiones; una ciencia que, como producto humano, padece la misma enfermedad que las religiones: la soberbia. Comienza este apartado con un resumen muy simplificado de lo que nos dice la ciencia sobre quiénes somos, de dónde venimos y adónde vamos: la historia partiendo del Big Bang hasta la actualidad y los planteamientos acerca de cuál es el posible futuro del universo. Y continúa explicando lo que no aclara la ciencia: de dónde salió el Big-Bang, cuál será el fin del universo, cómo y por qué surgió la conciencia o qué ocurre tras la muerte. Son rechazables los ataques que ha sufrido y sufre la ciencia, especialmente por parte de las religiones, pero el autor mantiene con determinación que nunca estará de parte de la ciencia dogmática, acogiendo ejemplos de lo que considera abuso de sus teorías, como ocurre con la selección natural o la fe ciega en el principio de causa-efecto.
Le toca el turno, seguidamente, a la religión. ¿Qué nos dicen, en términos generales, las religiones? Pues que Dios creó al universo y al hombre y que éste debe obedecer a Dios para ganar la vida eterna; aunque hay religiones que se fijan más en la forma (rituales, oraciones, …) y otras que lo hacen en el fondo. Prada Galán manifiesta su opinión de que las tres religiones monoteístas están en gran parte equivocadas y la sostiene, fundamentalmente, al plantearse el problema del mal en el mundo. Pero, también ataca al ateísmo, al que, con un estilo desenfadado, acusa de hacer del accidente/azar, como origen de todo, un dios absoluto.
Para finalizar este capítulo, el autor se detiene en el esoterismo, ese mensaje oculto que se halla en el fondo de algunas religiones. Ese mensaje oculto es, más o menos, el siguiente: el ser humano está constituido por la misma Esencia que lo que dio origen al universo, y esta Esencia está presente en todas las cosas. Pues bien: es posible acceder al conocimiento de esa Esencia-Dios por unos caminos que no son los de los científicos, alcanzando a conocer la respuesta a la pregunta fundamental de quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos. Tal conocimiento, desde luego, está en nuestro interior. Se refiere, seguidamente, a la ciencia objetiva, que es precisamente ésta de los esotéricos, en contraposición a la ciencia subjetiva, la que todos conocemos habitualmente. Y aduce ejemplos de científicos que han dedicado tiempo a esta forma de conocer, reflejada en lo que ha sido la alquimia. En todo caso, es interesante su conclusión: Jesús de Nazaret alcanzó la conciencia objetiva y entró en contacto con Dios y con la realidad entera.
La segunda parte de este libro se titula Patmos. Y se inicia con la afirmación de que el universo carecería de sentido sin la conciencia, una conciencia que nos permite actuar sobre la evolución normal del universo que impediría su ciclo con un final destructor. Y en eso consiste la trascendencia, esa característica que capacita al ser humano para modificar la evolución del cosmos; característica que, evidentemente, lo sitúa en el nivel de la fuerza que inicia la creación, que lo hace a su semejanza.
A continuación, para continuar con el curso de su exposición, explica el autor cómo es lógico y razonable pensar que, en el interior de las partículas elementales, están escritos, como su ADN, los planos y el manual de instrucciones para que esas partículas y sus interacciones sigan un camino que tiene como último objetivo la generación de vida y, luego, de la vida consciente. Dicho esto, se puede pensar que el principal objetivo de los seres conscientes debe ser mantener la realidad y no destruirla, objetivo que solo se puede alcanzar a través del amor a toda la realidad.
Llega así al alma universal, esa propiedad de cualquier tipo de universo posible, que obliga a las partículas fundamentales a seguir unas interacciones que, a la larga, generan la conciencia en el ser humano. De esta alma universal, llega Prada Galán al alma particular, respondiendo a preguntas tales como de qué forma se percibe el alma, si el alma es individual o colectiva o si se puede llegar más allá de la percepción del alma y su sobrevivir a la muerte. Destaca en su razonamiento la importancia del amor, ya que, a través de él, nos acercamos a la Verdad.
Ya en las últimas páginas de esta segunda parte, nos ofrece su visión pormenorizada sobre el alma, su existir y su futuro, con párrafos sumamente atractivos y sugerentes, pero que, evidentemente, no serán compartidos por otras mentalidades que difieran de los planteamientos de base del autor.
La tercera parte de la obra lleva por título Delfos. Prada Galán comienza exponiendo teorías de Gurdjieff sobre los distintos tipos, más bien niveles, de hombres; para alcanzar aquellos niveles más altos, donde se hallan los místicos, los santos o los sabios, hay que trabajar sobre uno mismo. ¿En qué consiste ese trabajar sobre uno mismo? Consta de muchas técnicas de dominio del cuerpo, de la mente y de las emociones, con el objeto de llegar a ser el amo de uno mismo. Y prosigue su razonamiento explicando que, si somos capaces de comprender algo, es porque nuestra mente está configurada para ello; de ahí que, si estamos capacitados para comprender la realidad es porque nuestra mente está configurada del mismo modo que la realidad lo está. Todo lo necesario para conocer y comprender la realidad está ya dentro de nosotros; nuestra conciencia, que es el colofón de la evolución del universo, debe tener toda la información necesaria para comprender el cosmos.
Considerando el parvo número de mujeres que gozan del privilegio de ser consideradas maestras o líderes espirituales, concluye el autor que es fácil predicar el conócete a ti mismo cuando no se es mujer.
Se detiene, seguidamente, en la figura de Jesús de Nazaret, al que admira, a la vez que explica el proceso histórico que ha conducido al alejamiento de los cristianos de su mensaje original, el del amor. Un amor que, a juicio de Prada Galán, no es fruto de una serie de reacciones químicas y eléctricas de nuestro cerebro, sino que, más bien, está en el origen de éstas. Es el sentido del altruismo el que ha hecho posible la aparición de la conciencia y, en definitiva, del ser humano. Y, antes de finalizar esta tercera parte, dedica unas líneas a la Iglesia, en la que reconoce errores, pero, también aciertos, entre ellos el ser uno de los referentes morales de hoy día.
Tras un epílogo, aborda una reflexión final que da título a la obra, El piano cuántico. Más que de una realidad, se trata de una propuesta del autor. Primeramente, explica lo que entiende por música, diferenciándola de lo que él llama entretenimientos auditivos. Luego, se adentra en proponer que las variaciones de alguna magnitud física (como es la presión) pueden llegar a generar en la materia un cambio de estado que la conecte con lo trascendente, algo así como música para la materia. Y, al fin, su propuesta: “Construyamos un piano cuántico. Este piano, de color negro por supuesto, tiene la propiedad de que su nota más grave emite la radiación de frecuencia más baja que transmuta la materia, y la más aguda es la que más la transmuta”.
Acaba, así, esta obra singular. Una obra que, ciertamente, pese a la argumentación de su autor, no resuelve (ni lo pretende) el problema de la trascendencia que tantos y tantos debates, estudios, ensayos, ha provocado y provoca. Pero que, no cabe duda, supone una aportación, basada en el razonamiento y experiencia personal de su autor, a la reflexión sobre tan apasionante y apasionado tema. Su estilo es sencillo, alejado de rigorismos académicos, desenfadado y, en ocasiones, irónico, lo que hace que su lectura resulte nada complicada. Otra cuestión es si logra convencer.
Índice
Parte I. Ciencia, religión, esoterismo, ateísmo
La ciencia
Lo que no aclara la ciencia
Atacando a la ciencia
La religión
Atacando a la religión y a su Dios
Variaciones, permutaciones y combinaciones del Dios único
Atacando al ateísmo
El esoterismo
Atacando al esoterismo
Parte II. Patmos
Para existir, el universo precisa de la conciencia (o la inviabilidad de lo predecible)
El ADN “subatómico”
La ley última
El previsible fracaso de la ciencia
Algunas reflexiones previas sobre el alma
El acceso al alma
Parte III. Delfos
Conócete a ti mismo
Esoterismo, supervivencia y mujer
Jesús de Nazaret
Vino nuevo en odres viejos
Altruismo y evolución
La Iglesia
Encore
Epílogo
Rezar a ello
Cierre
El piano cuántico
La música y la realidad
El piano cuántico
Bibliografía
Notas sobre el autor
Elías Prada Galán nació en Bilbao en 1967. Ingeniero Industrial por la ETSII de Madrid. Atraído desde muy joven por la ciencia y la religión, inicia una búsqueda en solitario estudiando por su cuenta y riesgo las religiones, la filosofía, el esoterismo, y las teorías físicas y biológicas sobre el origen del universo, la vida y la conciencia. De educación católica, sus lecturas le apartan rápidamente de la doctrina ortodoxa, pero sin llegar nunca a negar la visión trascendente de la realidad. No es científico, filósofo ni monje; simplemente un ciudadano normal, casado y con dos hijos, que no cree que las religiones convencionales o la ciencia resuelvan el misterio de la existencia.
Título: El piano cuántico
Autor: Elías Prada Galán
Edita: Ediciones Libertarias. Madrid, marzo 2012
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 157
ISBN: 978-84-7954-720-2
Precio: 12,50 euros
El final es el principio. Sí: la muerte, el final de la vida, está en el comienzo de este libro. Ante la muerte, solo dos posturas: la del creyente y la del ateo; Prada Galán rechaza a los agnósticos, a quienes acusa de no querer pronunciarse por falta de interés, de emoción o por gandulismo. Arremete, también, contra los fanáticos de ambos bandos y se confiesa ni ateo ni agnóstico, para situarse frente a unos y otros, además de frente a los creyentes: él cree, pero no sabe en qué.
La esperanza es lo que diferencia a ateos y creyentes. Porque el otro pilar que el autor considera básico, hacer el bien, difícilmente es rechazado por nadie. Llega a reconducir el principal de los mandamientos: amarás al prójimo como a ti mismo y a Dios también. Las religiones deberían insistir más en que hagamos primero el bien y amemos luego a Dios, o, al menos, en que hagamos el bien. Y Prada Galán explica su objetivo en las páginas del libro: “presentar diferentes argumentos que afirman que hacer el bien es el principal acto trascendente que puede realizar una persona, pues, en mi opinión, haciendo el bien construimos la realidad, nos construimos a nosotros mimos y, además, ayudamos a Dios”. ¿Qué Dios? No, ciertamente, el de las religiones monoteístas, al que considera muy hecho a la medida humana.
Y entra de lleno con el tema de la ciencia, esa ciencia que lleva siglos arrebatando terreno a las religiones, básicamente por culpa de las propias religiones; una ciencia que, como producto humano, padece la misma enfermedad que las religiones: la soberbia. Comienza este apartado con un resumen muy simplificado de lo que nos dice la ciencia sobre quiénes somos, de dónde venimos y adónde vamos: la historia partiendo del Big Bang hasta la actualidad y los planteamientos acerca de cuál es el posible futuro del universo. Y continúa explicando lo que no aclara la ciencia: de dónde salió el Big-Bang, cuál será el fin del universo, cómo y por qué surgió la conciencia o qué ocurre tras la muerte. Son rechazables los ataques que ha sufrido y sufre la ciencia, especialmente por parte de las religiones, pero el autor mantiene con determinación que nunca estará de parte de la ciencia dogmática, acogiendo ejemplos de lo que considera abuso de sus teorías, como ocurre con la selección natural o la fe ciega en el principio de causa-efecto.
Le toca el turno, seguidamente, a la religión. ¿Qué nos dicen, en términos generales, las religiones? Pues que Dios creó al universo y al hombre y que éste debe obedecer a Dios para ganar la vida eterna; aunque hay religiones que se fijan más en la forma (rituales, oraciones, …) y otras que lo hacen en el fondo. Prada Galán manifiesta su opinión de que las tres religiones monoteístas están en gran parte equivocadas y la sostiene, fundamentalmente, al plantearse el problema del mal en el mundo. Pero, también ataca al ateísmo, al que, con un estilo desenfadado, acusa de hacer del accidente/azar, como origen de todo, un dios absoluto.
Para finalizar este capítulo, el autor se detiene en el esoterismo, ese mensaje oculto que se halla en el fondo de algunas religiones. Ese mensaje oculto es, más o menos, el siguiente: el ser humano está constituido por la misma Esencia que lo que dio origen al universo, y esta Esencia está presente en todas las cosas. Pues bien: es posible acceder al conocimiento de esa Esencia-Dios por unos caminos que no son los de los científicos, alcanzando a conocer la respuesta a la pregunta fundamental de quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos. Tal conocimiento, desde luego, está en nuestro interior. Se refiere, seguidamente, a la ciencia objetiva, que es precisamente ésta de los esotéricos, en contraposición a la ciencia subjetiva, la que todos conocemos habitualmente. Y aduce ejemplos de científicos que han dedicado tiempo a esta forma de conocer, reflejada en lo que ha sido la alquimia. En todo caso, es interesante su conclusión: Jesús de Nazaret alcanzó la conciencia objetiva y entró en contacto con Dios y con la realidad entera.
La segunda parte de este libro se titula Patmos. Y se inicia con la afirmación de que el universo carecería de sentido sin la conciencia, una conciencia que nos permite actuar sobre la evolución normal del universo que impediría su ciclo con un final destructor. Y en eso consiste la trascendencia, esa característica que capacita al ser humano para modificar la evolución del cosmos; característica que, evidentemente, lo sitúa en el nivel de la fuerza que inicia la creación, que lo hace a su semejanza.
A continuación, para continuar con el curso de su exposición, explica el autor cómo es lógico y razonable pensar que, en el interior de las partículas elementales, están escritos, como su ADN, los planos y el manual de instrucciones para que esas partículas y sus interacciones sigan un camino que tiene como último objetivo la generación de vida y, luego, de la vida consciente. Dicho esto, se puede pensar que el principal objetivo de los seres conscientes debe ser mantener la realidad y no destruirla, objetivo que solo se puede alcanzar a través del amor a toda la realidad.
Llega así al alma universal, esa propiedad de cualquier tipo de universo posible, que obliga a las partículas fundamentales a seguir unas interacciones que, a la larga, generan la conciencia en el ser humano. De esta alma universal, llega Prada Galán al alma particular, respondiendo a preguntas tales como de qué forma se percibe el alma, si el alma es individual o colectiva o si se puede llegar más allá de la percepción del alma y su sobrevivir a la muerte. Destaca en su razonamiento la importancia del amor, ya que, a través de él, nos acercamos a la Verdad.
Ya en las últimas páginas de esta segunda parte, nos ofrece su visión pormenorizada sobre el alma, su existir y su futuro, con párrafos sumamente atractivos y sugerentes, pero que, evidentemente, no serán compartidos por otras mentalidades que difieran de los planteamientos de base del autor.
La tercera parte de la obra lleva por título Delfos. Prada Galán comienza exponiendo teorías de Gurdjieff sobre los distintos tipos, más bien niveles, de hombres; para alcanzar aquellos niveles más altos, donde se hallan los místicos, los santos o los sabios, hay que trabajar sobre uno mismo. ¿En qué consiste ese trabajar sobre uno mismo? Consta de muchas técnicas de dominio del cuerpo, de la mente y de las emociones, con el objeto de llegar a ser el amo de uno mismo. Y prosigue su razonamiento explicando que, si somos capaces de comprender algo, es porque nuestra mente está configurada para ello; de ahí que, si estamos capacitados para comprender la realidad es porque nuestra mente está configurada del mismo modo que la realidad lo está. Todo lo necesario para conocer y comprender la realidad está ya dentro de nosotros; nuestra conciencia, que es el colofón de la evolución del universo, debe tener toda la información necesaria para comprender el cosmos.
Considerando el parvo número de mujeres que gozan del privilegio de ser consideradas maestras o líderes espirituales, concluye el autor que es fácil predicar el conócete a ti mismo cuando no se es mujer.
Se detiene, seguidamente, en la figura de Jesús de Nazaret, al que admira, a la vez que explica el proceso histórico que ha conducido al alejamiento de los cristianos de su mensaje original, el del amor. Un amor que, a juicio de Prada Galán, no es fruto de una serie de reacciones químicas y eléctricas de nuestro cerebro, sino que, más bien, está en el origen de éstas. Es el sentido del altruismo el que ha hecho posible la aparición de la conciencia y, en definitiva, del ser humano. Y, antes de finalizar esta tercera parte, dedica unas líneas a la Iglesia, en la que reconoce errores, pero, también aciertos, entre ellos el ser uno de los referentes morales de hoy día.
Tras un epílogo, aborda una reflexión final que da título a la obra, El piano cuántico. Más que de una realidad, se trata de una propuesta del autor. Primeramente, explica lo que entiende por música, diferenciándola de lo que él llama entretenimientos auditivos. Luego, se adentra en proponer que las variaciones de alguna magnitud física (como es la presión) pueden llegar a generar en la materia un cambio de estado que la conecte con lo trascendente, algo así como música para la materia. Y, al fin, su propuesta: “Construyamos un piano cuántico. Este piano, de color negro por supuesto, tiene la propiedad de que su nota más grave emite la radiación de frecuencia más baja que transmuta la materia, y la más aguda es la que más la transmuta”.
Acaba, así, esta obra singular. Una obra que, ciertamente, pese a la argumentación de su autor, no resuelve (ni lo pretende) el problema de la trascendencia que tantos y tantos debates, estudios, ensayos, ha provocado y provoca. Pero que, no cabe duda, supone una aportación, basada en el razonamiento y experiencia personal de su autor, a la reflexión sobre tan apasionante y apasionado tema. Su estilo es sencillo, alejado de rigorismos académicos, desenfadado y, en ocasiones, irónico, lo que hace que su lectura resulte nada complicada. Otra cuestión es si logra convencer.
Índice
Parte I. Ciencia, religión, esoterismo, ateísmo
La ciencia
Lo que no aclara la ciencia
Atacando a la ciencia
La religión
Atacando a la religión y a su Dios
Variaciones, permutaciones y combinaciones del Dios único
Atacando al ateísmo
El esoterismo
Atacando al esoterismo
Parte II. Patmos
Para existir, el universo precisa de la conciencia (o la inviabilidad de lo predecible)
El ADN “subatómico”
La ley última
El previsible fracaso de la ciencia
Algunas reflexiones previas sobre el alma
El acceso al alma
Parte III. Delfos
Conócete a ti mismo
Esoterismo, supervivencia y mujer
Jesús de Nazaret
Vino nuevo en odres viejos
Altruismo y evolución
La Iglesia
Encore
Epílogo
Rezar a ello
Cierre
El piano cuántico
La música y la realidad
El piano cuántico
Bibliografía
Notas sobre el autor
Elías Prada Galán nació en Bilbao en 1967. Ingeniero Industrial por la ETSII de Madrid. Atraído desde muy joven por la ciencia y la religión, inicia una búsqueda en solitario estudiando por su cuenta y riesgo las religiones, la filosofía, el esoterismo, y las teorías físicas y biológicas sobre el origen del universo, la vida y la conciencia. De educación católica, sus lecturas le apartan rápidamente de la doctrina ortodoxa, pero sin llegar nunca a negar la visión trascendente de la realidad. No es científico, filósofo ni monje; simplemente un ciudadano normal, casado y con dos hijos, que no cree que las religiones convencionales o la ciencia resuelvan el misterio de la existencia.
Reseñas
Enseñar: una experiencia amorosa
Redacción T21 , 04/05/2012
Ficha Técnica
Título: Enseñar: una experiencia amorosa
Autora: Mª. Milagros Montoya Ramos
Edita: Sabina Editorial. Primera edición. Madrid, mayo de 2008
Colección: Leer Deseos
Materia: Educación
Número de páginas: 262 págs.
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-936378-2-8
PVP: 20 €
Enseñar: una experiencia amorosa es una obra de la historiadora y profesora de secundaria Mª Milagros Montoya Ramos en la que se enlazan el texto propio de la autora con múltiples textos de otras mujeres que cooperan para expresar la compleja manera en la que lo femenino observa, aprehende, valora, interpreta, comunica y se enriquece, para luego volver a mirar la misma realidad que, con este proceso, se renueva y muta en un acto de creación permanente. Una obra cargada de amor por la educación y que aboga por el reconocimiento del modelo maternal como vinculador de las diferencias y de la diversidad, capaz de reconocer y aceptar lo que se manifiesta, acompañando y dejando florecer lo que viene en cada nuevo ser que nace.
El libro es un espacio creado por todas aquellas que han entendido que el aprendizaje se produce con el encuentro entre dos, cuando a éste encuentro se le reconocen dos direcciones simultáneas: un mismo acto relacionar en el que el enseñar y el aprender cosas verdaderas se comparte para entender mejor el mundo y sus múltiples dimensiones.
“Y aunque hay una gran disparidad entre quien enseña y quien va a aprender, dice la autora, si la relación educativa no se entiende como mera transmisión de contenidos, sino como apertura a lo nuevo, y se está con verdad en el aula, enseñar y aprender sin ser la misma cosa, son una mutua invitación a preguntarse y a descubrir, a entender y ver lo que antes no habías sido capaz de vislumbrar aunque fuera evidente”.
“Este libro, dice María Milagros Rivera Garretas en el prólogo, ha nacido de la experiencia docente de su autora en aulas en las que las alumnas y los alumnos han sido reconocidos como medida de la capacidad o incapacidad de enamorar de la historia que ella explicaba.”
Y así, “La historia verdadera enamora cuando despierta a las entrañas con su llamada, desperezándolas con una oferta de alimento y de luz, una oferta que es una idea que las increpa y seduce alumbrando en ellas el sentido que buscaban y no podían encontrar solas. Cuando una idea y un algo de las entrañas se juntan, se ve algo verdadero, sea de historia, de filosofía, arte, política, negocio o vida del alma.”
Su experiencias pedagógica le hace afirmar a María Milagros Montoya que, “Si enseñar es una experiencia amorosa, el aula se convierte en un espacio de relación donde expresar deseos, escuchar y escucharse para estar en el mundo desde la diferencia de ser mujer y de ser hombre siendo originales y para dejar en el mundo la huella de mi más, lo que nadie puede hacer por mí. Una huella de paz, de amor, de relación, de belleza, de armonía y no violencia ni de confrontación ni de envidia ni de negación. Yo deseo que este libro sea una mediación para que quienes han nacido en esta civilización del orden simbólico de la madre sepan continuar la obra de la madre hasta hacer impensable la violencia, como hoy es impensable el canibalismo” , concluye la autora.
En este momento de búsquedas del objeto y el sentido de la educación del siglo XXI, este libro abre diálogos y recoge investigaciones que muestran la necesidad de un cambio en la educación con una mirada que no se diga neutra, sino que tenga en cuenta que en las aulas hay chicas y chicos, una riqueza que no hay que cancelar. Podría decirse que es un libro de recetas para enseñar en relación. Recetas sacadas de la experiencia y de la práctica educativa que se dejan a disposición de quien quiera arriesgarse a ponerlas en marcha.
Índice
Prólogo. Escribir historias amando la verdad. María-Milagros Rivera Garretas
Introducción
- Necesidad y deseo: cambiar la relación educativa
Para probar, una receta de relación
Receta, no fórmulas, Ana Mañeru Méndez
- Cambiar la mirada
Para probar, una receta de relación
¿Cuál es el secreto?, sobre Muhammad Yunus
- Ser originales
Diálogo con mujeres sabias
El conocimiento que ni incluye ni excluye. María-Milagros Rivera Garretas
Para probar, una receta de relación
Es preciso no tener miedo. Clarice Lispector
- La práctica política del partir de sí
Testimonios de “La historia verdadera”
Para probar, una receta de relación
Partir de sí y empezar desde el origen. Luïsa Cunillera i Mateos
- En la nueva civilización
Para probar, una receta de relación
Aprendiendo con Noelia, Lupe García Rodríguez
- Aprovecharse de la ausencia
Diálogo con mujeres sabias
La reina Juana. Génesis y recepción de un libro, Bethany Aram
Para probar, una receta de relación
Música y mujeres: cuando estudiar historia es algo más que repetir una lección, Blanca Aller Nalda
- Saber que se sabe
Diálogo con mujeres sabias
Atreverse a dejar huella propia, Graciela Hernández Morales
Para probar, una receta de relación
Cerca del origen, Cristina Mecero
- Preparar una clase
Diálogo con mujeres sabias
La didáctica en femenino, Remei Arnau i Morral
Para probar, una receta de relación
Disfrutar haciendo un examen, Tania Rodríguez Manglano
Cuestión de método
Diálogo con mujeres sabias
La voz del silencio, una historia que no borra las razones del amor, Marirí Martinengo
Para probar, una receta de relación
La satisfacción de haber aprendido algo importante para la vida, Raquel Martín Sánchez
Bibliografía
Título: Enseñar: una experiencia amorosa
Autora: Mª. Milagros Montoya Ramos
Edita: Sabina Editorial. Primera edición. Madrid, mayo de 2008
Colección: Leer Deseos
Materia: Educación
Número de páginas: 262 págs.
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-936378-2-8
PVP: 20 €
Enseñar: una experiencia amorosa es una obra de la historiadora y profesora de secundaria Mª Milagros Montoya Ramos en la que se enlazan el texto propio de la autora con múltiples textos de otras mujeres que cooperan para expresar la compleja manera en la que lo femenino observa, aprehende, valora, interpreta, comunica y se enriquece, para luego volver a mirar la misma realidad que, con este proceso, se renueva y muta en un acto de creación permanente. Una obra cargada de amor por la educación y que aboga por el reconocimiento del modelo maternal como vinculador de las diferencias y de la diversidad, capaz de reconocer y aceptar lo que se manifiesta, acompañando y dejando florecer lo que viene en cada nuevo ser que nace.
El libro es un espacio creado por todas aquellas que han entendido que el aprendizaje se produce con el encuentro entre dos, cuando a éste encuentro se le reconocen dos direcciones simultáneas: un mismo acto relacionar en el que el enseñar y el aprender cosas verdaderas se comparte para entender mejor el mundo y sus múltiples dimensiones.
“Y aunque hay una gran disparidad entre quien enseña y quien va a aprender, dice la autora, si la relación educativa no se entiende como mera transmisión de contenidos, sino como apertura a lo nuevo, y se está con verdad en el aula, enseñar y aprender sin ser la misma cosa, son una mutua invitación a preguntarse y a descubrir, a entender y ver lo que antes no habías sido capaz de vislumbrar aunque fuera evidente”.
“Este libro, dice María Milagros Rivera Garretas en el prólogo, ha nacido de la experiencia docente de su autora en aulas en las que las alumnas y los alumnos han sido reconocidos como medida de la capacidad o incapacidad de enamorar de la historia que ella explicaba.”
Y así, “La historia verdadera enamora cuando despierta a las entrañas con su llamada, desperezándolas con una oferta de alimento y de luz, una oferta que es una idea que las increpa y seduce alumbrando en ellas el sentido que buscaban y no podían encontrar solas. Cuando una idea y un algo de las entrañas se juntan, se ve algo verdadero, sea de historia, de filosofía, arte, política, negocio o vida del alma.”
Su experiencias pedagógica le hace afirmar a María Milagros Montoya que, “Si enseñar es una experiencia amorosa, el aula se convierte en un espacio de relación donde expresar deseos, escuchar y escucharse para estar en el mundo desde la diferencia de ser mujer y de ser hombre siendo originales y para dejar en el mundo la huella de mi más, lo que nadie puede hacer por mí. Una huella de paz, de amor, de relación, de belleza, de armonía y no violencia ni de confrontación ni de envidia ni de negación. Yo deseo que este libro sea una mediación para que quienes han nacido en esta civilización del orden simbólico de la madre sepan continuar la obra de la madre hasta hacer impensable la violencia, como hoy es impensable el canibalismo” , concluye la autora.
En este momento de búsquedas del objeto y el sentido de la educación del siglo XXI, este libro abre diálogos y recoge investigaciones que muestran la necesidad de un cambio en la educación con una mirada que no se diga neutra, sino que tenga en cuenta que en las aulas hay chicas y chicos, una riqueza que no hay que cancelar. Podría decirse que es un libro de recetas para enseñar en relación. Recetas sacadas de la experiencia y de la práctica educativa que se dejan a disposición de quien quiera arriesgarse a ponerlas en marcha.
Índice
Prólogo. Escribir historias amando la verdad. María-Milagros Rivera Garretas
Introducción
- Necesidad y deseo: cambiar la relación educativa
Para probar, una receta de relación
Receta, no fórmulas, Ana Mañeru Méndez
- Cambiar la mirada
Para probar, una receta de relación
¿Cuál es el secreto?, sobre Muhammad Yunus
- Ser originales
Diálogo con mujeres sabias
El conocimiento que ni incluye ni excluye. María-Milagros Rivera Garretas
Para probar, una receta de relación
Es preciso no tener miedo. Clarice Lispector
- La práctica política del partir de sí
Testimonios de “La historia verdadera”
Para probar, una receta de relación
Partir de sí y empezar desde el origen. Luïsa Cunillera i Mateos
- En la nueva civilización
Para probar, una receta de relación
Aprendiendo con Noelia, Lupe García Rodríguez
- Aprovecharse de la ausencia
Diálogo con mujeres sabias
La reina Juana. Génesis y recepción de un libro, Bethany Aram
Para probar, una receta de relación
Música y mujeres: cuando estudiar historia es algo más que repetir una lección, Blanca Aller Nalda
- Saber que se sabe
Diálogo con mujeres sabias
Atreverse a dejar huella propia, Graciela Hernández Morales
Para probar, una receta de relación
Cerca del origen, Cristina Mecero
- Preparar una clase
Diálogo con mujeres sabias
La didáctica en femenino, Remei Arnau i Morral
Para probar, una receta de relación
Disfrutar haciendo un examen, Tania Rodríguez Manglano
Cuestión de método
Diálogo con mujeres sabias
La voz del silencio, una historia que no borra las razones del amor, Marirí Martinengo
Para probar, una receta de relación
La satisfacción de haber aprendido algo importante para la vida, Raquel Martín Sánchez
Bibliografía
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