Reseñas
Pepe Castedo. Vida y Azares
Xulio Rios , 10/02/2020
Español para chinos con acento gallego
Cuenta Javier Reverte en La aventura de viajar que cuando acompañó a los reyes eméritos, Juan Carlos y Sofía, en su primer viaje a China en 1978, los intérpretes chinos que los acompañaban tenían todos acento gallego. Ello se debía a que quien les había enseñado fue un tal Pepe Castedo, conocido por todos como “el Gallego”, al parecer originario de Ferrol.
Castedo, exiliado republicano, había llegado a Pekín en 1964 procedente de París, donde residía tras haber obtenido el estatuto de refugiado político. En algún documento del Fondo Irujo se le cataloga como “provocador por cuenta de la Embajada”.
Sin embargo, Castedo siempre se mostró como un republicano leal. En la guerra había perdido un ojo y sus peripecias vitales tras la contienda fueron tantas como duras en lo personal. Cuentan que una vez se presentó en una recepción organizada por los mandamases chinos en honor del líder albanés Enver Hoxha (que combatió con las Brigadas Internacionales en la guerra civil española) con su uniforme republicano, que guardaba como oro en paño. El asombro de los asistentes fue mayúsculo.
A cada paso mentaba al socialista y ex ministro de Estado Álvarez del Vayo, un devoto de China que visitó este país en los años cincuenta y sesenta publicando una obra como resultado de cada gira.
Aquel misticismo republicano y su participación en la guerra civil le dotaba de una aureola que pocos extranjeros tenían en Pekín en aquellos años. Por eso Pepe era considerado en el Hotel de la Amistad, donde vivían los extranjeros comprometidos con la China maoísta, “el rey de los expertos”, como recuerda acertadamente el escritor peruano Juan Morillo en su Memoria de un naufragio.
En aquel Pekín de los años sesenta, Castedo, ya en una edad madura, encontró en la educación su remanso de paz. Cierto que con el estallido de la Revolución Cultural, la paz le duró poco. Gran melómano, llegó a declararse en huelga de hambre cuando la irracionalidad de los Guardias Rojos impidió la celebración de un concierto de música clásica. Su vieja úlcera duodenal reventó. No sería su único encontronazo. Y no es que no fuera admirador de Mao (se dice que fue el revisor de la primera versión en castellano del Libro Rojo) pero su afán de independencia de criterio le podía más.
Durante los años más aciagos de la Revolución Cultural, Castedo fue el único profesor español que permaneció en China. Otros que años atrás habían llegado vía Moscú, debieron abandonar el país tras las discrepancias de Mao con Jruschev. Castedo iba por libre y sin más bagaje que sus cicatrices. Desde su púlpito formó a muchos hispanistas, traductores, intérpretes, diplomáticos, altos funcionarios, que agradecían su desvelo por la enseñanza. Aun con las aulas suspendidas y sus pupilos enviados a trabajar al campo, se esforzaba por mantener su magisterio a través de una correspondencia constante.
Eran aquellos años muy duros y de muchísimas carencias. Apenas había materiales educativos. Y Castedo, sin hablar un ápice de chino, improvisaba. Sus alumnos y colegas le recuerdan con enorme cariño. Incluso su buen humor, a pesar de tener fama de malgeniado. Hace unos años me imploraron que localizara su tumba para poder llevarle unas flores en expresión de respeto y recuerdo. Sus cenizas están en el cementerio de la Almudena. Junto a las de su esposa. Su epitafio es un fragmento del poema Pasatiempo, de Luis Cernuda. Otra historia.
Un regalo que no olvidan
En 1972, Castedo obsequió al Instituto de Lenguas Extranjeras donde trabajaba los dos tomos de Vida y diálogos de España con una serie de casetes y diapositivas cuyo coste equivalía a varias veces su salario mensual y al salario de varios años de una persona común y corriente en China. Este material se usó a partir del curso siguiente y durante bastantes años, con excelentes resultados.
La profesora Cen Chulan, considerada la memoria viva de la enseñanza del español en China, colega de un Castedo al que recurría día sí y día no para resolver sus generosas dudas con el español, cuando recientemente se presentó su biografía en la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín, recordaba que por un tiempo los Guardias Rojos prohibieron usar dichos materiales porque recreaban situaciones propias de los países capitalistas.
La pasión de Pepe Castedo por la enseñanza fue reconocida en España gracias al embajador Felipe de la Morena. Con base en sus méritos educativos, tras 14 años de enseñanza del español con métodos autodidactas y basados en gran medida en la mímica en sus primeros años, según reza el argumentario oficial, se le concedió la Cruz de Caballero de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio.
El autor de Deng Xiaoping y el comienzo de la China actual, quien visitó personalmente la escuela donde impartía aulas, recuerda con admiración el denodado empeño de Castedo para garantizar un aprendizaje de calidad con unos medios mínimos, formando generaciones de alumnos que pasaron a ocupar puestos de responsabilidad en el Estado o en el Partido Comunista.
Al evocar el momento en que le impuso la condecoración por los servicios relevantes prestados en el ámbito de la cultura española, destacó la importante presencia en el acto público de centenares de antiguos alumnos suyos y personalidades relevantes de la cultura. La embajada se quedó pequeña y la ceremonia debió celebrarse en un teatro cercano y más amplio.
Pepe Castedo regresó a España antes de recibir esa condecoración. No encontró su lugar y sus problemas fueron múltiples. Intentó quedarse en Pekín pero ya soplaban otros vientos y no había sitio tampoco para él. Al final, en la Nochebuena de 1982 decidió poner fin a su vida.
Su leyenda, ya reconocida por sus méritos, genio e ingenio, es, en muchos aspectos, equiparable a la de figuras como David Crook, Sidney Shapiro, Israel Epstein, o Sidney Rittenberg, todos ellos ilustres expertos extranjeros que gozan de amplio reconocimiento en sus respectivos países así como en China. El de Castedo sigue a la espera.
Y, por cierto, en realidad no nació en Ferrol sino en Madrid, de madre de la ciudad departamental. Siempre fue un gallego de la capital.
(*) Xulio Ríos es autor de “Pepe Castedo. Vida y Azares” (Teófilo ediciones, 2019).
Castedo, exiliado republicano, había llegado a Pekín en 1964 procedente de París, donde residía tras haber obtenido el estatuto de refugiado político. En algún documento del Fondo Irujo se le cataloga como “provocador por cuenta de la Embajada”.
Sin embargo, Castedo siempre se mostró como un republicano leal. En la guerra había perdido un ojo y sus peripecias vitales tras la contienda fueron tantas como duras en lo personal. Cuentan que una vez se presentó en una recepción organizada por los mandamases chinos en honor del líder albanés Enver Hoxha (que combatió con las Brigadas Internacionales en la guerra civil española) con su uniforme republicano, que guardaba como oro en paño. El asombro de los asistentes fue mayúsculo.
A cada paso mentaba al socialista y ex ministro de Estado Álvarez del Vayo, un devoto de China que visitó este país en los años cincuenta y sesenta publicando una obra como resultado de cada gira.
Aquel misticismo republicano y su participación en la guerra civil le dotaba de una aureola que pocos extranjeros tenían en Pekín en aquellos años. Por eso Pepe era considerado en el Hotel de la Amistad, donde vivían los extranjeros comprometidos con la China maoísta, “el rey de los expertos”, como recuerda acertadamente el escritor peruano Juan Morillo en su Memoria de un naufragio.
En aquel Pekín de los años sesenta, Castedo, ya en una edad madura, encontró en la educación su remanso de paz. Cierto que con el estallido de la Revolución Cultural, la paz le duró poco. Gran melómano, llegó a declararse en huelga de hambre cuando la irracionalidad de los Guardias Rojos impidió la celebración de un concierto de música clásica. Su vieja úlcera duodenal reventó. No sería su único encontronazo. Y no es que no fuera admirador de Mao (se dice que fue el revisor de la primera versión en castellano del Libro Rojo) pero su afán de independencia de criterio le podía más.
Durante los años más aciagos de la Revolución Cultural, Castedo fue el único profesor español que permaneció en China. Otros que años atrás habían llegado vía Moscú, debieron abandonar el país tras las discrepancias de Mao con Jruschev. Castedo iba por libre y sin más bagaje que sus cicatrices. Desde su púlpito formó a muchos hispanistas, traductores, intérpretes, diplomáticos, altos funcionarios, que agradecían su desvelo por la enseñanza. Aun con las aulas suspendidas y sus pupilos enviados a trabajar al campo, se esforzaba por mantener su magisterio a través de una correspondencia constante.
Eran aquellos años muy duros y de muchísimas carencias. Apenas había materiales educativos. Y Castedo, sin hablar un ápice de chino, improvisaba. Sus alumnos y colegas le recuerdan con enorme cariño. Incluso su buen humor, a pesar de tener fama de malgeniado. Hace unos años me imploraron que localizara su tumba para poder llevarle unas flores en expresión de respeto y recuerdo. Sus cenizas están en el cementerio de la Almudena. Junto a las de su esposa. Su epitafio es un fragmento del poema Pasatiempo, de Luis Cernuda. Otra historia.
Un regalo que no olvidan
En 1972, Castedo obsequió al Instituto de Lenguas Extranjeras donde trabajaba los dos tomos de Vida y diálogos de España con una serie de casetes y diapositivas cuyo coste equivalía a varias veces su salario mensual y al salario de varios años de una persona común y corriente en China. Este material se usó a partir del curso siguiente y durante bastantes años, con excelentes resultados.
La profesora Cen Chulan, considerada la memoria viva de la enseñanza del español en China, colega de un Castedo al que recurría día sí y día no para resolver sus generosas dudas con el español, cuando recientemente se presentó su biografía en la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín, recordaba que por un tiempo los Guardias Rojos prohibieron usar dichos materiales porque recreaban situaciones propias de los países capitalistas.
La pasión de Pepe Castedo por la enseñanza fue reconocida en España gracias al embajador Felipe de la Morena. Con base en sus méritos educativos, tras 14 años de enseñanza del español con métodos autodidactas y basados en gran medida en la mímica en sus primeros años, según reza el argumentario oficial, se le concedió la Cruz de Caballero de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio.
El autor de Deng Xiaoping y el comienzo de la China actual, quien visitó personalmente la escuela donde impartía aulas, recuerda con admiración el denodado empeño de Castedo para garantizar un aprendizaje de calidad con unos medios mínimos, formando generaciones de alumnos que pasaron a ocupar puestos de responsabilidad en el Estado o en el Partido Comunista.
Al evocar el momento en que le impuso la condecoración por los servicios relevantes prestados en el ámbito de la cultura española, destacó la importante presencia en el acto público de centenares de antiguos alumnos suyos y personalidades relevantes de la cultura. La embajada se quedó pequeña y la ceremonia debió celebrarse en un teatro cercano y más amplio.
Pepe Castedo regresó a España antes de recibir esa condecoración. No encontró su lugar y sus problemas fueron múltiples. Intentó quedarse en Pekín pero ya soplaban otros vientos y no había sitio tampoco para él. Al final, en la Nochebuena de 1982 decidió poner fin a su vida.
Su leyenda, ya reconocida por sus méritos, genio e ingenio, es, en muchos aspectos, equiparable a la de figuras como David Crook, Sidney Shapiro, Israel Epstein, o Sidney Rittenberg, todos ellos ilustres expertos extranjeros que gozan de amplio reconocimiento en sus respectivos países así como en China. El de Castedo sigue a la espera.
Y, por cierto, en realidad no nació en Ferrol sino en Madrid, de madre de la ciudad departamental. Siempre fue un gallego de la capital.
(*) Xulio Ríos es autor de “Pepe Castedo. Vida y Azares” (Teófilo ediciones, 2019).
Reseñas
Consciente
Redacción T21 , 03/02/2020
Ciencia y práctica del mindfulness
Ficha Técnica
Título: Consciente
Autor: Daniel J. Siegel
Edita: Ediciones Paidós. Barcelona, enero de 2020
Traducción: Fernando Borrajo
Colección: Contexto
Materia: Neurociencia y práctica meditativa
Encuadernación: Rústica con solapas
Número de páginas: 416
ISBN: 978-84-493-3652-2
PVP: 24.00 €
En Consciente, el neurocientífico Daniel J.Siegel propone una aguda mirada a la ciencia que subyace a la efectividad de la meditación y enseña a los lectores a desarrollar la práctica de la Rueda de la Conciencia para centrar la atención, abrir la conciencia y cultivar una intención amable para ayudarnos a desarrollar un cerebro más sano, reducir el miedo, la ansiedad y el estrés en nuestras vidas.
"Dice una antigua máxima que la consciencia es como un recipiente de agua. Si echas una cucharada de sal en un recipiente pequeño, como, por ejemplo, una taza de café, el agua sin duda estará demasiado salada para beberla. Pero si el recipiente es mucho más grande —capaz de contener muchos litros de agua—, la misma cucharada de sal, vertida en esa gran cantidad de líquido, sabrá bien. La misma agua, la misma sal; basta cambiar la proporción para que la experiencia de beber sea completamente distinta.
La consciencia se comporta del mismo modo. Cuando aprendemos a cultivar la capacidad de ser conscientes, la calidad de nuestra vida y la fuerza de nuestra mente aumentan. Las técnicas que aprenderás en este libro son en realidad muy sencillas. Aprenderás a potenciar la capacidad de la mente para sacar conclusiones, de manera que puedas ajustar la proporción de la experiencia en sí (el agua) al objeto de tu conciencia (la sal). Podríamos llamar a este método «cultivo de la consciencia» o «fortalecimiento de la mente». Las investigaciones revelan que también podrías denominarlo «integración del cerebro»: desarrollo de los vínculos entre sus diferentes regiones, reforzamiento de la capacidad del cerebro para regular cosas tales como las emociones, la atención, el pensamiento y la conducta, para aprender a vivir la vida con más flexibilidad y libertad.
Aprender a distinguir entre la conciencia y aquello de lo que eres consciente te permitirá hacer más grande el recipiente cognitivo y «saborear» mucho más que un simple vaso de agua salada. Podrás sumergirte de lleno en cualquier experiencia que surja, con independencia de cuánta sea la sal que la vida ponga en tu camino.
Para que esas capacidades lleguen a formar parte de tu vida, en este libro, dice el autor, voy a enseñarte un ejercicio al que he dado en llamar «rueda de la conciencia». Cuando seas un experto en el uso de esta herramienta, quizá descubras que puedes capear con más facilidad las tormentas de la vida y vivir con mayor plenitud, por cuanto eres capaz de abrirte a todas las experiencias que van surgiéndote, tanto a las positivas como a las negativas. Esa capacidad de cultivar la consciencia expandiendo a la vez la conciencia —convirtiendo la pequeña taza de café en un gran depósito de agua— no solo te ayudará a disfrutar más de la vida, sino que además te permitirá dar más sentido a las experiencias cotidianas e incluso estar más sano." (Extracto del capítulo 1)
Sumario
Primera parte. La rueda de la conciencia: teoría y práctica
- Una invitación
- Historias sobre el uso de la rueda de la conciencia: cómo sacar partido del poder de la presencia
- Cómo preparar la mente para la rueda de la conciencia: la atención focalizada
- La rueda básica de la conciencia
- Buena voluntad
- Conciencia abierta
Segunda Parte. La rueda de la conciencia y los mecanismos de la mente
- La mente y el flujo de energía del cuerpo
- Cómo integrar la RND
- La integración en el cerebro y el radio de atención focalizada
- La naturaleza de la energía, la energía de la mente
- La conciencia, el centro y un plano de posibilidad...
- Los filtros de la consciencia
- Asombro y alegría
Tercera parte. Historias de transformación en la aplicación de la rueda. Cómo aprovechar el centro y vivir desde el plano de posibilidad
Cuarta parte. El poder de la presencia
Reseñas
Sócrates enamorado
Redacción T21 , 24/01/2020
Cómo se hace un filósofo
Ficha Técnica
Título: Sócrates enamorado
Autor: Armand D’Angour
Edita: Editorial Ariel. Barcelona, enero de 2020
Traducción: Amelia Pérez
Colección: Ariel
Materia: Filosofía
Encuadernación: Rústica con solapas
Número de páginas: 224
ISBN: 978-84-344-3160-7
PVP: 18,90 €
La imagen más común que se tiene de Sócrates es la de un pensador extraordinario que siempre fue pobre, viejo y feo. Lo poco que se sabe de él comienza cuando era un hombre de mediana edad y termina con su juicio y condena a muerte.
Pero ¿cómo fueron los primeros años de su vida? ¿Qué imagen podemos extraer de su trayectoria personal más allá de los retratos que de él hicieron Platón o Jenofonte? ¿Y en quién se inspiró el filósofo ateniense para configurar su doctrina del amor?
En esta sorprendente biografía, que narra desde la infancia de Sócrates hasta su juventud y madurez, Armand D’Angour da respuesta a preguntas que parecían irresolubles. A partir de referencias menos conocidas pero igualmente autorizadas, y con una extraordinaria dosis narrativa que dota de cuerpo a los indicios que ofrecen las principales fuentes que conocemos, el autor nos muestra una nueva imagen de Sócrates, que se centra en el viaje iniciático del filósofo y acaba por revelar la identidad de la mujer que más influyó en su pensamiento.
El Sócrates amante
«¿Podemos pasar de reconocer que Sócrates era un filósofo profundamente interesado en el amor a aceptar la noción de Sócrates enamorado? Las implicaciones románticas de esa frase suscitan, inevitablemente, una serie de implicaciones biográficas que son inciertas. Nos piden que imaginemos al filósofo cautivado por un objeto de deseo o por una persona amada, mientras la imagen de Sócrates que persiste, derivada de los escritos de Platón y Jenofonte, es la de un hombre cuya vida estuvo subordinada de forma expresa a unos objetivos más elevados: éticos, filosóficos y de educación.
Estos autores están interesados en mostrarnos que fueron aquellas actividades suyas relacionadas con la búsqueda de algo superior y no otros episodios, de naturaleza erótica y más personal, lo que le llevó a vivir los acontecimientos históricos por los que se le ha llegado a conocer: su juicio y su muerte. Pero Platón también nos habla de un Sócrates que se jactaba de estar “siempre enamorado”, mientras Jenofonte dice que Sócrates afirmaba que no era capaz de citar “un momento de su vida en el que no hubiera estado enamorado de alguien”.
Junto con otros muchos testimonios, estas afirmaciones confirman que Sócrates no era ajeno a los sentimientos y las relaciones amorosas. Ambos autores han hecho constar que Sócrates amaba a una persona: el bello Alcibíades, eternamente joven. Sócrates era veinte años mayor que él, pero le había conocido cuando él también era joven. En el Protágoras de Platón, cuya acción se desarrolla en el año 435 a. C. (cuando Alcibíades tenía unos quince años y Sócrates treinta y cuatro) parece que ya se conocían desde hacía algún tiempo. En El banquete Alcibíades (ya en la treintena) niega con pesar, pero también con energía, que Sócrates fuera alguna vez su amante en un sentido que no fuese el espiritual. De ahí nuestro uso de la expresión “amor platónico”. La misma insistencia deja claro, sin embargo, que tanto los participantes en ese banquete como los lectores de la obra encontraban sorprendente la supuesta abstinencia de Sócrates.»
«El relato de Platón parece haber limpiado un poco la controvertida realidad del estado civil de Sócrates. Algunas fuentes fiables — Aristóteles y Aristógenes — prueban que el filósofo se casó dos veces; otros han llegado a acusarle de bigamia al afirmar que con él y Jantipa vivía una mujer llamada Mirto, hija de Lisímaco, amigo íntimo del padre de Sócrates y del mismo demo que él, Alopeke. Y el historiador Plutarco da una explicación muy inocente: que Sócrates y Jantipa la acogieron después de que enviudara, porque vivía pasando estrecheces. Sócrates debía de tener más o menos la edad de Mirto y seguramente se trataban desde la infancia, porque tenían conocidos comunes en Alopeke. Tanto Aristóteles como su alumno Aristógenes afirman que Sócrates se casó con Mirto y tuvieron dos hijos, Sofronisco y Menéxeno. Estos autores no se atreverían a contradecir a Platón si no hubiera una razón de peso. […] No obstante, en la Apología de Platón, Sócrates afirma que tiene “tres hijos, uno de ellos ya un joven, los otros dos aún niños”. Si lo que intentaba Platón era maquillar los hechos para mostrarnos a su maestro bajo una luz más compasiva, quizá lo más acertado era sugerir que Sócrates tenía tres hijos y omitir toda alusión a un matrimonio previo con la aristócrata Mirto.» (Extracto de la obra)
Índice
Cronología. Acontecimientos relativos a Sócrates
Prefacio
Introducción. Bajando a Sócrates de las nubes
1. Por amor de Sócrates
2. Sócrates guerrero
3. Entra Alcibíades
4. El círculo de Pericles
5. Ha nacido un filósofo
6. El misterio de Aspasia
Epílogo
Biografía de Sócrates
Agradecimientos
Notas
Bibliografía
Índice temático
Título: Sócrates enamorado
Autor: Armand D’Angour
Edita: Editorial Ariel. Barcelona, enero de 2020
Traducción: Amelia Pérez
Colección: Ariel
Materia: Filosofía
Encuadernación: Rústica con solapas
Número de páginas: 224
ISBN: 978-84-344-3160-7
PVP: 18,90 €
La imagen más común que se tiene de Sócrates es la de un pensador extraordinario que siempre fue pobre, viejo y feo. Lo poco que se sabe de él comienza cuando era un hombre de mediana edad y termina con su juicio y condena a muerte.
Pero ¿cómo fueron los primeros años de su vida? ¿Qué imagen podemos extraer de su trayectoria personal más allá de los retratos que de él hicieron Platón o Jenofonte? ¿Y en quién se inspiró el filósofo ateniense para configurar su doctrina del amor?
En esta sorprendente biografía, que narra desde la infancia de Sócrates hasta su juventud y madurez, Armand D’Angour da respuesta a preguntas que parecían irresolubles. A partir de referencias menos conocidas pero igualmente autorizadas, y con una extraordinaria dosis narrativa que dota de cuerpo a los indicios que ofrecen las principales fuentes que conocemos, el autor nos muestra una nueva imagen de Sócrates, que se centra en el viaje iniciático del filósofo y acaba por revelar la identidad de la mujer que más influyó en su pensamiento.
El Sócrates amante
«¿Podemos pasar de reconocer que Sócrates era un filósofo profundamente interesado en el amor a aceptar la noción de Sócrates enamorado? Las implicaciones románticas de esa frase suscitan, inevitablemente, una serie de implicaciones biográficas que son inciertas. Nos piden que imaginemos al filósofo cautivado por un objeto de deseo o por una persona amada, mientras la imagen de Sócrates que persiste, derivada de los escritos de Platón y Jenofonte, es la de un hombre cuya vida estuvo subordinada de forma expresa a unos objetivos más elevados: éticos, filosóficos y de educación.
Estos autores están interesados en mostrarnos que fueron aquellas actividades suyas relacionadas con la búsqueda de algo superior y no otros episodios, de naturaleza erótica y más personal, lo que le llevó a vivir los acontecimientos históricos por los que se le ha llegado a conocer: su juicio y su muerte. Pero Platón también nos habla de un Sócrates que se jactaba de estar “siempre enamorado”, mientras Jenofonte dice que Sócrates afirmaba que no era capaz de citar “un momento de su vida en el que no hubiera estado enamorado de alguien”.
Junto con otros muchos testimonios, estas afirmaciones confirman que Sócrates no era ajeno a los sentimientos y las relaciones amorosas. Ambos autores han hecho constar que Sócrates amaba a una persona: el bello Alcibíades, eternamente joven. Sócrates era veinte años mayor que él, pero le había conocido cuando él también era joven. En el Protágoras de Platón, cuya acción se desarrolla en el año 435 a. C. (cuando Alcibíades tenía unos quince años y Sócrates treinta y cuatro) parece que ya se conocían desde hacía algún tiempo. En El banquete Alcibíades (ya en la treintena) niega con pesar, pero también con energía, que Sócrates fuera alguna vez su amante en un sentido que no fuese el espiritual. De ahí nuestro uso de la expresión “amor platónico”. La misma insistencia deja claro, sin embargo, que tanto los participantes en ese banquete como los lectores de la obra encontraban sorprendente la supuesta abstinencia de Sócrates.»
«El relato de Platón parece haber limpiado un poco la controvertida realidad del estado civil de Sócrates. Algunas fuentes fiables — Aristóteles y Aristógenes — prueban que el filósofo se casó dos veces; otros han llegado a acusarle de bigamia al afirmar que con él y Jantipa vivía una mujer llamada Mirto, hija de Lisímaco, amigo íntimo del padre de Sócrates y del mismo demo que él, Alopeke. Y el historiador Plutarco da una explicación muy inocente: que Sócrates y Jantipa la acogieron después de que enviudara, porque vivía pasando estrecheces. Sócrates debía de tener más o menos la edad de Mirto y seguramente se trataban desde la infancia, porque tenían conocidos comunes en Alopeke. Tanto Aristóteles como su alumno Aristógenes afirman que Sócrates se casó con Mirto y tuvieron dos hijos, Sofronisco y Menéxeno. Estos autores no se atreverían a contradecir a Platón si no hubiera una razón de peso. […] No obstante, en la Apología de Platón, Sócrates afirma que tiene “tres hijos, uno de ellos ya un joven, los otros dos aún niños”. Si lo que intentaba Platón era maquillar los hechos para mostrarnos a su maestro bajo una luz más compasiva, quizá lo más acertado era sugerir que Sócrates tenía tres hijos y omitir toda alusión a un matrimonio previo con la aristócrata Mirto.» (Extracto de la obra)
Índice
Cronología. Acontecimientos relativos a Sócrates
Prefacio
Introducción. Bajando a Sócrates de las nubes
1. Por amor de Sócrates
2. Sócrates guerrero
3. Entra Alcibíades
4. El círculo de Pericles
5. Ha nacido un filósofo
6. El misterio de Aspasia
Epílogo
Biografía de Sócrates
Agradecimientos
Notas
Bibliografía
Índice temático
Reseñas
Mis fronteras
Redacción T21 , 20/01/2020
Ficha Técnica
Título: Mis fronteras
Autor: Fernando González, “Gonzo”
Edita: La Caja Books. 2019
Materia: Periodismo
Encuadernación: Rústica con solapas
Número de páginas: 128
ISBN: 978-84-17496-27-2
PVP: 16,00 €
Mis fronteras es un recorrido por los lugares fronterizos más conflictivos de la geografía mundial, como Gaza, Siria, México o Hungría. Al mismo tiempo, es un viaje personal que atraviesa las vivencias de uno de nuestros periodistas más audaces. Fernando González ―más conocido como «Gonzo»― desanda su propia historia familiar, desde la aldea natal, y revisita los rostros que ha ido encontrando a lo largo de su carrera y cuya huella no ha borrado el tiempo.
Con un estilo ágil y un tono confesional que alterna anécdotas con hondas reflexiones, Gonzo se enfrenta en veintiséis asaltos a algunos de los problemas humanitarios que nos impelen con más urgencia.
La responsabilidad de no contarlo todo. Las entrañas de La Bestia, ese tren en el que tantos centroamericanos se juegan la vida por alcanzar la frontera con Estados Unidos. La humanidad más mezquina y carroñera que aflora en territorios de conflicto, pobreza y desesperación. La extraña relación que las ONG mantienen con los reporteros. Y hasta el paradójico poder del fútbol, que se las arregla para llegar a todos los rincones del planeta.
Gonzo, con su habitual estilo para mostrar el verdadero corazón de la noticia, nos dibuja, narrativamente, los rostros de los protagonistas de las historias que nos cuenta.
Índice
Aldea
La Bestia
Coyotes
Deportados
Estigmas
Futbol
Gaza
Hijos
Ilegal o indocumentado
José Eduardo
Kutupalon
Lujo
Menos
Negocio
ONG
Porteadoras
Quién
Röszke
Suchiate (río)
Tui
Ulises Escamilla
Violencia
Wendy
XXX (+18)
Yazan
Zapatos
Epílogo. Las cuatro virtudes de Mis fronteras. Por Gonzalo Fanjul
Reseñas
Por un futuro brillante
Redacción T21 , 17/01/2020
Una defensa radical del ser humano
Ficha Técnica
Título: Por un futuro brillante
Autor:Paul Maison
Edita: Ediciones Paidós. Barcelona, enero de 2020
Traducción: Albino Santos Mosquera
Colección: Estado y Sociedad
Materia: Ciencias humanas y sociales
Encuadernación: Rústica con solapa
Número de páginas: 504
ISBN: 978-84-493-3512-9
PVP: 23,50 €
Entre el reportaje periodístico, el ensayo, la crítica cultural y la historia social, Por un futuro brillante defiende apasionadamente al ser humano, nuestros derechos y libertades universales y, sobre todo, nuestro poder para cambiar el mundo que nos rodea. Desde la economía hasta el big data, desde la neurociencia hasta las guerras culturales, el autor nos explica cómo la crisis financiera se ha convertido en una crisis social que amenaza con destruir el orden mundial y, con lo que es aún más importante, con destruir lo que significa ser humano.
En este nuevo libro, Paul Mason sostiene que todavía somos capaces, a través del lenguaje, la innovación y la cooperación, de dar forma a nuestro futuro. Ofrece una visión de los humanos como algo más que títeres, clientes o engranajes de una máquina. Este trabajo de optimismo radical pregunta: ¿Quieres ser controlado o quieres algo mejor?
¿Cómo preservamos lo que nos hace humanos en una época de incertidumbre? ¿Acaso solo somos consumidores moldeados por las fuerzas del mercado? ¿Una secuencia de ADN? ¿Una colección de instintos básicos? ¿Somos reemplazables por algoritmos o inteligencia artificial?
Extractos de la Introducción
… En el siglo XXI, la raza humana se enfrenta a un problema nuevo. La tecnología de la información ha creado inmensas asimetrías de conocimiento que, a su vez, originan vastas asimetrías de poder. Valiéndose de las pantallas de nuestros dispositivos inteligentes como puerta de entrada, las grandes empresas y los Gobiernos se están volviendo unos expertos en ejercer control sobre nosotros mediante algoritmos: saben qué estamos haciendo, qué estamos pensando, pueden predecir nuestros siguientes movimientos e influir en nuestro comportamiento.
Nosotros, mientras tanto, no tenemos ni siquiera el derecho de saber que todo eso está ocurriendo. Y ese solo es el panorama de pesadilla a día de hoy. En el futuro, y a medida que aumente el desarrollo de la inteligencia artificial, será muy fácil que perdamos todo el control sobre las máquinas de la información.
… Durante los últimos doscientos años, una de las estrategias más efectivas aplicadas por los seres humanos ha sido la consistente en desplazar a cada vez más trabajadores “hacia el margen” de los procesos industriales, convertirlos en observadores, más que en controladores, y dando así a las máquinas una autonomía temporal y limitada. Lo que hacemos con los ordenadores y las redes informáticas solo es una continuación de lo que hicimos con los molinos de viento, las máquinas hiladoras de algodón y el motor de combustión. Pero desde el momento en que las máquinas pueden darse instrucciones a sí mismas corremos el riesgo de que los seres humanos quedemos apartados “hacia el margen” de manera permanente y cedamos el control.
Millones de personas han adquirido conciencia de los peligros del control algorítmico, pero suponen que es un problema del que debería ocuparse un comité de ética, un congreso tecnológico, una revista científica... o incluso la generación que viene. Lo cierto es, sin embargo, que está estrechamente ligado a las apremiantes crisis económicas, políticas y morales que estamos viviendo ahora mismo.
… Durante la era del libre mercado, aprendimos a exaltar la subyugación de los seres humanos a las fuerzas mercantiles. Tratamos conceptos como ciudadanía, moral y “agencia” o capacidad de acción como si fueran irrelevantes para el funcionamiento del mundo, que creímos impulsado ya de forma exclusiva por las decisiones del consumidor y por la ingeniería financiera. Ahora, sin embargo, el sistema del libre mercado ha implosionado. La lógica del egoísmo, la jerarquía y el consumismo ha dejado de funcionar. Como consecuencia de eso, la religión del mercado ha cedido su sitio a otros dioses más antiguos: el racismo, el nacionalismo, la misoginia y el culto idólatra a ladrones poderosos.
… He escrito este libro, pues, como un acto desafiante. Cuando lo hayan leído, espero que ustedes empiecen a ejecutar sus propios desafíos. Pueden ir desde derrocar a dictadores hasta algo tan simple como desafiar a la lógica de las máquinas en su vida diaria, pasando por impulsar proyectos locales centrados en los seres humanos. Para resistirnos eficazmente necesitamos una teoría de la naturaleza humana que pueda sobrevivir al conflicto con la economía de libre mercado, el culto a las máquinas y el anti humanismo de la izquierda académica. Necesitamos, en definitiva, una defensa radical del ser humano.
Sumario
Introducción
Primera Parte. Los Acontecimientos
1. Día cero
2. Una teoría general sobre Trump
Segunda Parte. EL Yo
3. La creación del sujeto neoliberal
4. Telegramas e ira
5. El desmoronamiento
6. El camino hasta Kekistán
7. Con leer a Arendt, no basta
Tercera Parte. Las Máquinas
8. Una desmitificación de la máquina
9. ¿Por qué necesitamos una teoría de los seres humanos?
10. La máquina pensante
11. La ofensiva antihumanista
12. La insurrección de los copos de nieve
Cuarta Parte. Marx
13. Romper el cristal
14. ¿Qué queda del marxismo?
Quinta Parte. Algunos Reflejos
15. Interludio
16. Des-cancelemos el futuro
17. Reaccionemos ante el peligro
18. Neguémonos a ser controlados por las máquinas
19. Rechacemos las ideas de Xi Jinping
20. No nos rindamos nunca
21. Vivamos la vida antifascista
Notas
Agradecimientos
Índice onomástico y de materias
Título: Por un futuro brillante
Autor:Paul Maison
Edita: Ediciones Paidós. Barcelona, enero de 2020
Traducción: Albino Santos Mosquera
Colección: Estado y Sociedad
Materia: Ciencias humanas y sociales
Encuadernación: Rústica con solapa
Número de páginas: 504
ISBN: 978-84-493-3512-9
PVP: 23,50 €
Entre el reportaje periodístico, el ensayo, la crítica cultural y la historia social, Por un futuro brillante defiende apasionadamente al ser humano, nuestros derechos y libertades universales y, sobre todo, nuestro poder para cambiar el mundo que nos rodea. Desde la economía hasta el big data, desde la neurociencia hasta las guerras culturales, el autor nos explica cómo la crisis financiera se ha convertido en una crisis social que amenaza con destruir el orden mundial y, con lo que es aún más importante, con destruir lo que significa ser humano.
En este nuevo libro, Paul Mason sostiene que todavía somos capaces, a través del lenguaje, la innovación y la cooperación, de dar forma a nuestro futuro. Ofrece una visión de los humanos como algo más que títeres, clientes o engranajes de una máquina. Este trabajo de optimismo radical pregunta: ¿Quieres ser controlado o quieres algo mejor?
¿Cómo preservamos lo que nos hace humanos en una época de incertidumbre? ¿Acaso solo somos consumidores moldeados por las fuerzas del mercado? ¿Una secuencia de ADN? ¿Una colección de instintos básicos? ¿Somos reemplazables por algoritmos o inteligencia artificial?
Extractos de la Introducción
… En el siglo XXI, la raza humana se enfrenta a un problema nuevo. La tecnología de la información ha creado inmensas asimetrías de conocimiento que, a su vez, originan vastas asimetrías de poder. Valiéndose de las pantallas de nuestros dispositivos inteligentes como puerta de entrada, las grandes empresas y los Gobiernos se están volviendo unos expertos en ejercer control sobre nosotros mediante algoritmos: saben qué estamos haciendo, qué estamos pensando, pueden predecir nuestros siguientes movimientos e influir en nuestro comportamiento.
Nosotros, mientras tanto, no tenemos ni siquiera el derecho de saber que todo eso está ocurriendo. Y ese solo es el panorama de pesadilla a día de hoy. En el futuro, y a medida que aumente el desarrollo de la inteligencia artificial, será muy fácil que perdamos todo el control sobre las máquinas de la información.
… Durante los últimos doscientos años, una de las estrategias más efectivas aplicadas por los seres humanos ha sido la consistente en desplazar a cada vez más trabajadores “hacia el margen” de los procesos industriales, convertirlos en observadores, más que en controladores, y dando así a las máquinas una autonomía temporal y limitada. Lo que hacemos con los ordenadores y las redes informáticas solo es una continuación de lo que hicimos con los molinos de viento, las máquinas hiladoras de algodón y el motor de combustión. Pero desde el momento en que las máquinas pueden darse instrucciones a sí mismas corremos el riesgo de que los seres humanos quedemos apartados “hacia el margen” de manera permanente y cedamos el control.
Millones de personas han adquirido conciencia de los peligros del control algorítmico, pero suponen que es un problema del que debería ocuparse un comité de ética, un congreso tecnológico, una revista científica... o incluso la generación que viene. Lo cierto es, sin embargo, que está estrechamente ligado a las apremiantes crisis económicas, políticas y morales que estamos viviendo ahora mismo.
… Durante la era del libre mercado, aprendimos a exaltar la subyugación de los seres humanos a las fuerzas mercantiles. Tratamos conceptos como ciudadanía, moral y “agencia” o capacidad de acción como si fueran irrelevantes para el funcionamiento del mundo, que creímos impulsado ya de forma exclusiva por las decisiones del consumidor y por la ingeniería financiera. Ahora, sin embargo, el sistema del libre mercado ha implosionado. La lógica del egoísmo, la jerarquía y el consumismo ha dejado de funcionar. Como consecuencia de eso, la religión del mercado ha cedido su sitio a otros dioses más antiguos: el racismo, el nacionalismo, la misoginia y el culto idólatra a ladrones poderosos.
… He escrito este libro, pues, como un acto desafiante. Cuando lo hayan leído, espero que ustedes empiecen a ejecutar sus propios desafíos. Pueden ir desde derrocar a dictadores hasta algo tan simple como desafiar a la lógica de las máquinas en su vida diaria, pasando por impulsar proyectos locales centrados en los seres humanos. Para resistirnos eficazmente necesitamos una teoría de la naturaleza humana que pueda sobrevivir al conflicto con la economía de libre mercado, el culto a las máquinas y el anti humanismo de la izquierda académica. Necesitamos, en definitiva, una defensa radical del ser humano.
Sumario
Introducción
Primera Parte. Los Acontecimientos
1. Día cero
2. Una teoría general sobre Trump
Segunda Parte. EL Yo
3. La creación del sujeto neoliberal
4. Telegramas e ira
5. El desmoronamiento
6. El camino hasta Kekistán
7. Con leer a Arendt, no basta
Tercera Parte. Las Máquinas
8. Una desmitificación de la máquina
9. ¿Por qué necesitamos una teoría de los seres humanos?
10. La máquina pensante
11. La ofensiva antihumanista
12. La insurrección de los copos de nieve
Cuarta Parte. Marx
13. Romper el cristal
14. ¿Qué queda del marxismo?
Quinta Parte. Algunos Reflejos
15. Interludio
16. Des-cancelemos el futuro
17. Reaccionemos ante el peligro
18. Neguémonos a ser controlados por las máquinas
19. Rechacemos las ideas de Xi Jinping
20. No nos rindamos nunca
21. Vivamos la vida antifascista
Notas
Agradecimientos
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Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850








