CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Escribe Antonio Piñero


Pregunta:


He leído últimamente dos trabajos cruciales referidos a la figura de Jesús de Nazaret que ya conoces. Han supuesto treinta años de trabajo del convincente erudito padre Josep Rius-Camps y podrían hacer tambalear alguno de los pilares de la doctrina oficial de la Iglesia. Son, en concreto, “Demostración a Teófilo, evangelio y hechos de los apóstoles según el códice Beza” y “El evangelio secreto de Marcos autenticado por el códice Beza”.


De ambos estudios se pueden extraer pequeñas y grandes conclusiones. Por ejemplo, la verdadera identidad del joven discípulo que escapó desnudo del prendimiento o la del misterioso Teófilo, que no es el noble Teófilo de la versión oficial sino el excelentísimo Teófilo, tercer hijo de Anás, cuñado de Caifás, nombrado Sumo Sacerdote por el gobernador romano Vitelio, cargo que ejerció entre el 37 y el 41 d.C. Otra sorpresa: el evangelio estaría construido en tres fases, por la misma persona, si bien en la segunda fase se repetirían secuencias.


Me he permitido la temeridad de dejar aquí constancia de una teoría bastante absurda, lo reconozco. Partiendo de la base de que la vinculación entre el joven rico que no sigue el camino de Jesús, el que Jesús resucita y el que huye desnudo que establece Rius-Camps es inapelable pues se deriva del tenor literal del texto (“es que era rico”; “envuelto en una sábana sobre su desnudez”) yo iría más lejos (o sea, diría una barbaridad), yo diría que el joven es además el “discípulo amado/predilecto” y le pondría nombre: Lázaro.


Me baso en tres puntos: 1.El pasaje del evangelio secreto de Marcos, situado en Jericó, donde habla de “la hermana del joven a quien amaba Jesús” (lo que sirve para identificarlo), 2. Juan 12, v9-11 donde se decide prender no solo a Jesús sino también a Lázaro y 3. Marcos 14, v43-52 donde se prende finalmente a Jesús y se intenta prender al joven que escapa desnudo, consecuencia de la anterior confabulación que recoge Juan (se alude al “envuelto en una sábana sobre su desnudez”, o sea, al joven rico de Betania, o sea, a Lázaro). Diría más. El primer testigo de la resurrección es Lázaro, es el que elige Jesús como primer receptor de la noticia más importante de la historia. Y aquí entra en juego un detalle que ha pasado desapercibido (¿?): Marcos 16, 5 habla de que está sentado “a la derecha”. ¿Para qué esta precisión? Tendría sentido si rememoramos el ataque de vanidad que tienen los apóstoles y su discusión bizantina en torno a quién se sentará a su derecha. Seguro que a los doce no les hacía gracia la existencia de un discípulo amado. Y resulta que Lázaro es el gran personaje de la etapa final de Jesús, el que aparecerá “a la derecha” de su sepulcro y es informado de la resurrección. Tal vez fuera su delfín. Solo queda un cabo suelto en esta explicación (bueno, para ser sincero, seguro que son más de uno) y es la insistencia de Marcos en el miedo que se apoderó de las mujeres tras conversar con el joven sentado a la derecha del sepulcro (utiliza las expresiones “temor”, “espanto” y “miedo” en una misma frase).


Probablemente, vieron un “aparecido”, a Lázaro (Mateo 27, v52-53) ¿Y si Lázaro murió finalmente y resucitó también con Jesús, situándose “a su derecha”? Así tendría sentido el “espanto” y la huida de las mujeres. Sin embargo, ninguno de los 11 apóstoles, recelosos desde el principio de Lázaro, recogen su historia en la base tradicional común de los sinópticos (solo el tardío Juan lo hace, creo recordar, ya libre de otras consideraciones). ¿Y si a la derecha de Jesús no crucificaron a un ladrón sino a Lázaro, tal como querían los sacerdotes? De hecho, los ladrones no eran condenados a la cruz. María, la madre de Jesús, y la hermana de Lázaro habrían observado la crucifixión desde lejos. “Hoy estarás conmigo en el paraíso”, dijo Jesús. Así fue.



RESPUESTA:


He leído los dos trabajos de Rius, a quien admiro y respeto. De hecho he escrito reseñas en mi Blog (busque por Rius Camps; consulte el índice de Preguntas y respuestas”, también publicado


Siento, sin embargo, no estar de acuerdo, con Rius. No considero que los argumentos sean constriñentes respecto a lo de Teófilo.

Segundo: estoy convencido de que el Evangelio secreto de Marcos es un falso (también he escrito sobre lo largamente en “Jesús y la mujeres” (Trotta, 2014, 2ª edic.)

Por tanto, todo lo demás me parecen interesantes y curiosas especulaciones, pero hipótesis y especulaciones no son certezas.

Además, es muy posible que el personaje Lázaro sea ideal y simbólico, no existente en la realidad, en el Cuarto Evangelio. Lo defiende el Prof. Fontana Elboj sólidamente, en su libro sobre el origen del Evangelio de Juan que también he reseñado en el Blog. Utilice de nuevo el buscador.

Y si es simbólico, todas esas especulaciones caen por su base.

Siento mucho desmoralizarle, pero no creo en nada de eso; mi posición es muy escéptica. Supone un gran trabajo y un gran esfuerzo de imaginación, pero no me parece que llege a resultados aceptables.


Pregunta:



Mi duda salta por una lectura de un descubrimiento de 1968 sobre un hombre, Jehohanan, que se comprueba que fue crucificado pero que sus restos se descubrieron contenidos en una urna con idenficacion en una tuma familiar. ¿no es este hayasgo contrario a su hipotesis de que a los condenados a crusifixion eran arrojados a una tumba comun, como afirma usted que paso en el caso especifico de Jesus? de antemano muchas gracias nota: el articulo sobre el hallasgo puede hallarse en la Wikipedia.


RESPUESTA:


Sí lo es en apariencia. La diferencia radica probablemente en lo siguiente. Ese Jehohanán pertenecía probablemente a una familia adinerada y probablemente también de Jerusalén, mientras que Jesús era un pobre y además galileo. En realidad, lo que yo digo únicamente es que hay dos versiones del enterramiento de Jesús; y que la de los Hechos de los apóstoles 13,27-29 no se entiende bien si no se complementa con la idea de que se enterraban en fosas comunes (había dos terrenos al parecer; uno para los piadosos peregrinos que morían durante las fiestas; y otro para los criminales). Lo de “fosa común” se entiende también no como un fosa abierta donde se echaban todos de modo rebujado, como un enterramiento vulgar sin mausoleo ni nada especial; pero como no se crucificaba a la gente todos los días era posible, en el caso de Jejohanán, un posible acuerdo/soborno posterior para lograr el cadáver de las autoridades romanas.


Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Lunes, 22 de Febrero 2016
Escribe Antonio Piñero


Pregunta:


Cuando Jesús habla de la inminente llegada del reino de dios, que algunos no moririan sin ver el reino de los cielos Pudiera ser que hablara en forma apocalíptica como una forma de hablar exagerando para que no perdieran la fe por que iban a ser perseguidos 300 años aun cuando el mismo no sabia la hora y el dia solo el padre.


Escuche en un programa que usted piensa que Jesus pensaba que iba a estar vivo cuando llegara el fin del mundo. Entonces cómo encaja eso con lo de que el siendo el mesias y que cuando llegara el fin del mundo el hijo del hombre bajaria de los cielos para juzgar a la humanidad si el estaba vivo aqui en la tierra.



RESPUESTA:



No encaja de ninguna manera si uno hace caso al pie de la letra a lo que creen los evangelistas. Pero gracias a la posibilidad del estudio comparativo y crítico de los evangelios, se descubre (y en esto hay consenso entre los estudiosos) que la realidad más probable es que Jesús nunca se creyó que él era el Hijo del hombre como figura mesiánico apocalíptica, sino que esa era una figura semi divina que vendría en ayuda del mesías (al final de su vida es posible que Jesús se creyera el mesías) para instaurar el reino de Dios previo el juicio final, cuyo tribunal estará presidido por ese Hijo del hombre.



Lo que es más que probable –y e algo aceptado ya por prácticamente todos los intérpretes– es que Jesús en algunas ocasiones se llamara a sí mismo “hijo de hombre”, es decir un ser humano. Pero cuando se escriben los evangelios, una vez muerto Jesús y en pleno proceso de idealización, ese ser humano = “hijo de hombre” se interpreta como el Hijo del Hombre, como título mesiánico del Libro de Daniel y se piensa que Jesús se lo atribuyó a sí mismo o se le atribuye a Jesús, en otras circunstancias como si él hubiese pensara que él era el “Hijo del hombre” daniélico. Pero esa atribución no parece posible si se estudia la manera cómo tenía Jesús de entenderse a sí mismo. La distancia entre él y Dios era inmensa, insalvable y muy distinta a como presenta Daniel a ese un “como un hijo de hombre”, a quien Dios le entrega todos los poderes en el cielo y la tierra. Incluso – es bien sabido– que se duda si Jesús llegó en vida a atribuirse a sí mismo el título de mesías. Yo, personalmente creo que sí, pero muy al final de su vida y forzado, creo, por sus más exaltados discípulos.




Pregunta:


He estado leyendo su libro de “Guia para entender a Pablo”. Tenia yo la expectativa de entender como es que Pablo hace de la muerte de Jesus un sacrificio vicario para el perdon del los pecados. Aun leyendo algunas partes NO me queda aun claro como Pablo concluye eso siendo que ese tipo de sacrificios era inconcebible en el Judaismo.


No se si no entendi bien el segmento que habla sobre eso que tiene usted en el libro, o hay que profundizar mas.



RESPUESTA:


En mi libro, como Usted sabe muy bien, he explicado largamente en una aclaración expresa el sentido de la muerte del mesías según Pablo. Y he concluido que es un sacrificio del Hijo, por designio del Padre, que ese Hijo asume voluntariamente y que ese sacrificio sirve como expiación de los pecados no solo de los judíos, sino de los paganos. Y he añadido dos cosas:


Una: que ni siquiera sabemos muy bien cómo los judíos mismos del siglo I entendían el proceso de la expiación


Y dos: que Pablo ha añadido una idea a ese concepto judío de sacrificio expiatorio (en este caso la muerte del mesías, que tampoco es una noción judía) que añade algo al concepto de expiación, y es idea de la muerte vicaria, a saber, explícitamente la muerte de un justo por la de un injusto (o varios, o muchos o todos) que merecían morir (por sus pecados) pero que no mueren. Y explicito que ese concepto no es judío, sino griego y romano, y que entre ellos era muy común.


He puesto como ejemplos literarios (de lo que todos los niños aprendían si iban a la escuela) los de Ifigenia y Alcestis. Y he dicho de un modo casi explícito que Pablo acepta ese concepto porque era un bien cultural que estaba en el ambiente helénico y que le venía muy bien para explicar el valor de la muerte universal del mesías, no solo por los judíos sino también por los paganos. Y lo hace sin dar más explicaciones (porque sus lectores no la necesitaban) del mismo modo que utiliza el concepto de “adopción” grecorromano para explicar cómo los paganos que creen en Cristo son hijos adoptivos de Abrahán (no son hijos naturales como los judíos), pero con los mismos derechos en cuanto a la salvación ya que son “hijos” al fin y al cabo.


Por tanto mi respuesta es: quizás no he aclarado totalmente por qué Pablo utiliza el concepto de muerte vicaria porque me parecía que se deducía de cómo iba explicando el asunto en mi libro. Pero como veo por su pregunta que no ha quedado claro, tendré que explicarlo mejor en una segunda edición, si se produce. Mientras tanto, mis disculpas.

Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Domingo, 21 de Febrero 2016
Escribe Antonio Piñero


Pregunta:



Desde hace algún tiempo trato de conseguir un libro de Barbara Thiering titulado Jesús el hombre.
Parece casi misión imposible. Parece que hizo una interpretación de los rollos del mar muerto, quizás muy particular, no sé si conoce algo sobre esta autora y que opinión tiene sobre sus teorías.

Reconozco que cambié parte de mis prejuicios o condicionamientos tras leer su libro ciudadano Jesús.
Desde entonces trato de seguir conociendo otros puntos de vista.
Sin embargo con esta autora Barbara Thiering no estoy teniendo mucha suerte, y quería saber si de conocerla, sabe de alguna librería o lugar donde pudieran tenerlo.

Quería agradecerle su gran labor de investigación y divulgación y ya de paso quería saber si tiene previsto en dar alguna charla o conferencia en Barcelona.



RESPUESTA:

1: Le transcribo lo que publiqué en mi Blog (número de postal 167-07; por favor utilice el buscador) sobre B. Thiering y otros:


Crítica básica a las ideas de Allegro, Dupont- Sommer, Bárbara Thiering y otros como Baigent-Leigh o Székely:


Estos personajes plantean la cuestión básica siguiente que ya habíamos transcrito: ¿Tenemos que modificar toda nuestra concepción de la historia del cristianismo primitivo después de la publicación de los manuscritos del Mar Muerto? Como prometí en la nota del día anterior he aquí mi crítica añeja, acomodada un tanto al día de hoy:

“Parece hoy ya definitivamente probado que los textos de Qumrán no contienen ni pueden contener ningún dato concreto sobre Jesús, Juan Bautista o los cristianos, ni siquie¬ra mención o alusión ninguna a ellos, por la sencilla razón de que son la inmensa mayoría de ellos anteriores en el tiempo a estos personajes y al movimiento provocado por la predicación del Nazareno”.

Por tanto, si tuviéra¬mos que reescribir la historia del cristianismo a partir de los textos de Qumrán sería tan sólo una obligación indirecta. Los concienzudos estudios paleográficos y los análisis espectométri¬cos a base del Carbono 14 –que hemos expuesto en postales anteriores en sus líneas básicas- muestran que ninguno de los textos de Qumrán es coetáneo con el nacimiento del cristianismo como fenómeno de divergencia ideológica dentro del seno del judaísmo de la época. Lo notable de la teología cristiana primitiva que se desarrolla entre el 30-60 d.C., sobre todo por los grupos de Pablo y de inspiración paulina ni se roza en Qumrán, como planteamientos teológicos estrictos

Una segunda anotación previa es imprescindible respecto a las relaciones entre Qumrán y el Nuevo Testamento: desde un punto de vista científico, o simplemente serio, no puede prestarse la menor atención a la obras modernas mencionadas en la postal anterior como si fuera necesario estudiar un complejo código secreto de interpretación que habría sido descubiertos por esos “especialista” nombrados— para interpretarlos.

Thiering en concreto es sumamente fantasiosa con hipótesis inverosímiles. No le haga caso.


2: Siento no tener ni la menor idea donde conseguir alguna obra de esta profesora australiana, salvo si se busca en Google Books y encuentre allí algo.

3: Por ahora no tengo nada previsto en Barcelona. Es una pena porque para mí es la ciudad ideal. Pero la crisis financiera de los sistemas universitarios (la Universidad de Barcelona está, como la Complutense, muy endeudada) ha hecho que se restrinjan gastos en invitaciones a profesores de fuera. Espero que sea esta la única razón.




Pregunta:


Saludos, estimado profesor. Quería decirle que estoy encantado con su Guía para entender a Pablo. Aun y así, tengo un par de dudas. No quiero decir que usted no se exprese con claridad, sino que yo personalmente no he entendido del todo bien algunos puntos de su Guía. Le dejo aquí las preguntas con la esperanza de que me las responda cuando tenga tiempo y ánimo. Reciba de mí, un cordial saludo.


1) Usted menciona Levítico 17:11 como ejemplo de un valor expiatorio de la sangre que podría llegar a ser semilla de concepciones mixtas entre los judíos de la diáspora en cuanto a si la sangre perdona los pecados o si expía por ellos. No me queda clara la distinción entre la expiación y el perdón. ¿Sería el siguiente un posible esquema? Pecados inadvertidos y advertidos. Mácula (¿Suciedad?) generada por ellos.→Arrepentimiento lleva al perdón de los advertidos pero no limpia la mácula. → Sacrificio por los advertidos. Mácula limpia por ellos limpia. → Día de la Expiación. Entrega a Azazel y a Yavé del cabrito. Mácula por los inadvertidos limpia. Si el esquema está mal, me gustaría que me lo aclarase. Y si es posible explicar qué es exactamente la mácula y a qué afecta realmente le estaría muy agradecido. ¿La mácula de Adán afectaría a la creación entera?


2) El sistema de la salvación que he entendido de su Guía, me parece bastante coherente. Aunque no sé si lo he entendido del todo. Tampoco me ha quedado clara la relación exacta que tiene con el sistema sacrificial de levítico aunque sea con matices griegos, o con un filtro helenizado. Cristo expía los pecados de la humanidad (¿creación limpia de mácula?). Muerte vicaria. → Llamada a los elegidos desde la eternidad para vivir en el Reino. → Vida santificada de éstos. → Primera resurrección y juicio. → Reino del Mesías. → Jueces para los no creyentes. → Reino de Dios. Aquí se me plantean varias dudas.


La primera, todo esto considerando que el esquema está fundamentalmente bien entendido y expresado, es sobre si estos elegidos/escogidos habrían habitado en el cielo en la línea de 4 Esdras.


La segunda es si los “santos” que parecen venir con Jesús en la primera resurrección son ángeles. La tercera es si durante el juicio, los creyentes tienen la oportunidad de perder y de ser condenados. Esto último lo digo porque de la “prueba de fuego”, esa especie de purgatorio, del que habla Pablo en el día del juicio parece desprenderse que todo participante se salva, con pérdida o con recompensa pero se salva. En cambio en su Guía parece dar a entender que los “llamados” pueden perderse.


3) Mi última pregunta es si pasajes como aquellos en lo que Pablo dice que quiere estar con el Señor, pueden entenderse o no de forma poco semítica. Lo digo por la antropología paulina, tan semítica y tan helénica. ¿Pablo habla de que estará con el Señor nada más morir o dice que estará con él en la resurrección? ¿Dónde cree que estará mientras duerme hasta la resurrección? Muchas gracias por todo profesor. Espero con muchas ansias su respuesta, siempre tan rápida y tan precisa.



RESPUESTA:



Respecto a 1): Como ha visto en mi libro, afirmo que no sabemos bien cómo entendían exactamente los judíos del siglo I el perdón por parte de Dios y la expiación. Pero intentaré responderle: su esquema es en sí plausible. Pero no puedo asegurar que sea así con absoluta certeza, verdadero o falso. Creo que nunca estaremos del todo seguros.



1. El perdón de Dios es previo a las acciones en el Templo, y se logra por el arrepentimiento ante Dios en el corazón y la subsanación del daño a otros seres humanos, si este es subsanable. En la Biblia Dios está siempre dispuesto perdonar a sus elegidos, y basta la “vuelta” sincera a él para que de facto el pecado quede perdonado. Pero hacen falta símbolos externos de que es eso así… pero nunca se explica cómo funcionan exactamente, o al menos como nos gustaría saberlo.


2. La mácula producida por el pecado afectaba al santuario/templo propiamente, y de rechazo a los seres humanos. La del templo se elimina por el sacrificio; la de los seres humanos por las abluciones y otras prácticas similares.


3: La mácula no es el pecado de Adán. Digo claramente que los judíos no creían en el pecado original, sino solo que la naturaleza humana quedó degradada porque “genéticamente” Adán transmitía a sus sucesores una tendencia a potenciar la mala inclinación que está siempre en el corazón de los mortales.


Respecto a 2): de nuevo, debo decir que su esquema es plausible.


1: Sí. El pensamiento de Pablo es parecido al del autor de IV Esdras en estos ámbitos. Los elegidos estarán en el cielo. Pero los que se salvarán de hecho son muy pocos.


2. No está claro en absoluto. Pueden ser ángeles, como a veces se dice expresamente, y pueden ser “santos” de la historia de Israel que o bien están ya en el cielo, sin morir, como Henoc, Elías, o bien muertos y resucitados, como Moisés. Por tanto, las dos posibilidades.


3. Según el Pablo de 1 Tes, él no va a “dormir” (= morir) esperando la resurrección, sino que estará aún en vida, como otros fieles seguidores del mesías. Los que ya han “dormido” son los que resucitarán, así como los hebreos y paganos justos que vivieron antes de la venida del Mesías.


Y Pablo concibe que estará en el cielo junto con el Señor en alma y cuerpo (glorificado, haya muerto o no, todos serán mutados a una “corporeidad espiritual”). Pero no aclara más. Y si él no dice más, nosotros no podemos saberlo.



Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Viernes, 19 de Febrero 2016
Escribe Antonio Piñero


Pregunta:


¿Puede darme su opinión sobre el choque fe y razón?


RESPUESTA:


Su pregunta es muy extensa y se han escrito infinidad de libros sobre la materia. Haga el favor de buscar en Google Books y encontrará materia suficiente. Pero no me quiero escapar del todo de la pregunta y me voy a restringir al ámbito de los textos de la “revelación” y en concreto a las obras del Nuevo Testamento que es lo que más interesa a los cristianos.

Lo que yo diría es que en realidad la pregunta está mal planteada –lo digo sin ánimo de ofender en absoluto– respecto al ámbito de la historia que es en lo que yo me muevo. Lo que yo diría es:

En realidad la pregunta debe plantearse de otro modo. O mejor ¿existe en verdad tal pregunta? No hay choque alguno en el ámbito de la interpretación o exégesis de esos textos religiosos porque la exégesis es pura historia. Ahora bien, el historiador jamás puede dejar entrar en su oficio, y en el producto de su trabajo, la historiografía, lo sobrenatural, y diría que ni siquiera Dios como tal. El historiador solo se ocupa de hechos verificables, repetibles, observables. Por tanto, una intervención divina en el ámbito de lo humano, o la revelación misma, o una resurrección, no son terrenos repetibles y comprobables. Por tanto el historiador se remite solo a describirlos y a decir, por ejemplo, respecto al cristianismo: «El nacimiento del cristianismo no se explica sin afirmar que los primeros seguidores de Jesús creyeron firmemente que este había resucitado». Y no más. No trata ni de admitir ni negar la resurrección. Simplemente constatan que las gentes, los seguidores de Jesús en este caso, creían en eso.

Si un historiador admitiese lo sobrenatural en su trabajo estaría rotundamente perdido. Por lo siguiente: podría en todo caso admitirlo porque

a) los textos que lo afirman son fidedignos;

b) porque los testigos que lo sostienen son fidedignos. ¿Por qué razón? Quizás porque están dispuestos a dar su vida por la verdad de lo que afirman.

Pero no queda nada claro. En ese caso tendría que admitir la verdad de lo sobrenatural que afirman otras religiones, por ejemplo, el budismo o el islam: a) porque no hay razón para no prestar asentimiento a la fidelidad histórica de eses textos, pongamos por caso, budistas o islámicos, si se le he prestado ya a los textos cristianos cuando hablan de un hecho sobrenatural. b) porque los testigos son igual de fidedignos, ya que están dispuestos a dar su vida por la verdad de lo que afirma su religión (piense ahora, por ejemplo, en los «mártires del islam»). Y entonces el historiador se vería obligado a afirmar que son verdad «realidades» y afirmaciones contradictorias entre sí.

Por consiguiente, en síntesis: no hay choque entre razón y fe en el ámbito de la historia, sencillamente porque el historiador deja de lado (sin negarla en concreto) la fe. No la considera. Y si para el historiador la fe no desempeña papel alguno; no hay choque.


Pregunta:


Quisiera si por favor me da su punto de vista respecto de una película que se llama \"El nombre de la rosa\" desde su especialidad que es la religión, ya que mi tarea consiste en escribir sobre está película (varios aspectos) recapitulando fuentes de consulta, entre ellas, la de un experto como Ud.


RESPUESTA:


He visto esa película y leído la novela. No soy, ni mucho menos, un experto en cine. Por tanto sobre las virtudes o vicios estrictamente cinematográficos de esa película apenas puedo pronunciarme. No me disgustó ciertamente.


Sobre la novela, sí le diré que su autor es un expertísimo filólogo y un inteligente escritor. La novela no tiene errores o ucronías, y las informaciones sobre el pensamiento medieval y el aristotélico son muy fiables. En tanto en cuanto respeta la novela, la película está bien.



Pregunta:


Mi pregunta sobre Adán es la siguiente: la mácula de su pecado, que quedó como impresa en los sucesores de Adán ¿era la que se limpió únicamente con el sacrificio de Cristo según Pablo?

La pregunta perdida es si cabe la posibilidad, en el pensamiento paulino, de que un creyente pierda la salvación. Parece que sí, pero menciona "las obras de cada uno serán probadas al fuego y si sobreviven será recompensado. Si no sobreviven, sufrirá pérdida pero se salvará como el que pasa por fuego"; eso me da a entender que pensaba en una suerte de purificación final tras la cual todo creyente se salva. Lo que me parece poco compatible con el resto del corpus.


RESPUESTA:


Según Pablo, creo, la mácula de Adán no se quita, sino sus efectos. Por tanto la humanidad completa está potencialmente redimida.


Un creyente, como creyente, puede no salvarse, según Pablo, si a su fe no une el cumplimiento de la Ley del amor o del mesías, que como sabe Usted por mi libro tiene algunos apartados que no son exactamente iguales para judíos conversos y paganos conversos.

El convertido, justificado por la fe es, lo digo con la expresión célebre de Martín Lutero, "Simul justus et peccator" (“Justo y pecador a la vez”), por tanto su salvación no está automática asegurada hasta el momento mismo de su muerte; o según Pablo, en su tiempo, hasta la parusía.


Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Jueves, 18 de Febrero 2016
Escribe Antonio Piñero



Pregunta:


Tengo una consulta: Si una mujer hija o descendiente de sacerdote o de Aarón se casaba con varón que no pertenecía a un linaje sacerdotal, el hijo de esta pareja podía ser sacerdote, y sobre todo si concebían una HIJA esta adquiría algún derecho sacerdotal, por ejemplo el hijo de esta podía ser sacerdote.

En el caso de María (madre de Jesús) se dice que ella era descendiente de familia sacerdotal por que su parienta Elisabeth lo era, eso justifica decir que Jesús pertenecía a una línea sacerdotal.



RESPUESTA:


Dando por supuesto que los datos de Lucas en sus capítulos 1 y 2 sean fiables (cosa que yo creo que ningún exegeta serio, incluso católico, admite), lo que Usted dice es verdad, pero a medias, porque Isabel era una mera pariente de María, lo cual no quiere decir que automáticamente María fuera de estirpe sacerdotal. Además Lucas la hace descender de Aarón (“Zacarías, del grupo de Abías, casado con una mujer descendiente de Aarón, que se llamaba Isabel” (Lc 1,5). Esta descendencia, como todo lo que se refiere al ciclo mítico de Moisés es dudosísisma históricamente. Y también es inverosímil que se hubiesen conservados genealogía fiables desde los tiempos de Aarón (hacia el s. XII a.C.) hasta el momento del nacimiento de Jesús.

Por tanto, no sería, ni mucho menos seguro que Jesús fuera de estirpe sacerdotal.


Pregunta:


Me interesa hacer unas preguntas que me intrigan como estudiante de teología. 1.Se dice que los evangelios canónicos han sido editados a lo largo de los años por la Iglesia,la pregunta es, es cierto esto? y si lo es, quienes y cuando específicamente se dieron estas ediciones?. 2. En contexto de los planteamientos del Doctor Jogary Pujol sobre el supuesto plagio de parte de los evangelios para crear un personaje a imagen y semejanza del cuento egipcio de \"Segme II\" (perdón si no lo he escrito bien) cual es su opinión teológica al respecto? 3. Cuales son las fuentes geográficas de donde provienen los libros canónicos de la Biblia Catolica y protestante? he escuchado que al rededor del Siglo I existian al menos 3 canones biblicos diferentes (hablando del antiguo testamento) una de Palestina, una babilónica y el septuaginto de Alejandria, es así?


RESPUESTA:


1. La Iglesia como tal no editó estrictamente los evangelios canónicos, sino que estos se transmitieron, a partir del año 200 sobre todo en multitud de manuscritos, locales, de diversas procedencias --Asia Menor, norte de África, especialmente Alejandría, Roma—con un monto de unas 550.000 variantes, pertenecientes a unos 5000 manuscritos (que fueron copiados desde finales del siglo II hasta el siglo XVI).


2. Utilice el buscador de mi Blog (“Pujol”) y encontrará una reseña mía, precisamente no favoorable.


3. No existían en el siglo I propiamente “cánones” o listas (que solo fueron oficialmente compuestas por el judaísmo normativo, el rabinato, o por la Iglesia paulina, fundamentalmente, vencedora de las pugnas intraeclesiásticas hacia el final del siglo II. Sí había “listas internas” de libros considerados comúnmente sacros en Palestina-Babilonia y Alejandría respecto al Antiguo Testamento.


La historia del canon, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento, la tiene Usted en el libro editado por mí y por J. Peláez,

Los libros sagrados en las grandes religiones: judaísmo, cristianismo, islam, hinduismo y budismo. Los fundamentalismos, El Almendro, Córdoba, 2007, 298 pp. ISBN 978-84-8005-107-1. Editor junto con J. Peláez. Autor del capítulo “Cómo y porqué se formó el canon del Nuevo Testamento”, pp. 177-210.



Pregunta:


Estimado profesor Piñero, ¿por qué Descartes admite como verdadera, aunque pudiese ser falsa la palabra de Dios?
Me explico, dentro de sus teorías cartesianas, utiliza las matemáticas para el calculo de la verdad, a excepción de la existencia de Dios.



RESPUESTA


Estrictamente no lo sé.

Pero sospecho que Descartes --por lo que estudié en tiempos de mi carrera de filosofía-- tanto las matemáticas como la reflexión discursiva en Descartes sirven para explicar el fenómeno (en términos de Kant: lo que aparece) y no el noúmenon (lo que se entiende como que es). Por tanto, si la palabra de Dios, aunque sea falsa, se considera verdadera sirve para explicar la historia del ser humano y ayuda a su comportamiento social. En ese sentido puede considerarse "como si" fuese verdadera.



Pregunta:


"Lc 3,1-6 En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto……………"


Estimado profesor,

En cual de sus libros encontraré los hechos de la historia de Israel, y que se ajusten más a lo que describe Lucas, (arriba), lógicamente en el que se encuentre la figura de Jesús.


RESPUESTA:


Yo creo que el libro que le podría venir bien, porque ofrece todo el contexto israelita de Jesús, es "Año Uno. Israel y su mundo cuando nació Jesús" de Editorial Laberinto, Madrid, 2ª edición 2014.



Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Miércoles, 17 de Febrero 2016
Escribe Antonio Piñero

Pregunta:


Muy buenos días mi estimado Dr. Piñero, espero que esté teniendo un excelente fin de año. Sé va a publicar algunas traducciones de textos y me dijo usted que le preguntara en 2016. Mi pregunta es si en estos nuevos escritos contienen algo de lectura gnóstica, especialmente de los ofitas naasenos ya que encontré en google que algunos textos de nag hammadi contienen escritos de ellos. Existen más escritos de los ofitas naasenos? Era el único grupo que creía en la serpiente del génesis como fuente del verdadero conocimiento o había otros que también lo veían así?



RESPUESTA:

1. Usted “ha oído campanas, pero no sabe dónde”. No se trata de ninguna edición de textos nuevos, sino del Nuevo Testamento. Y naturalmente no se trata de textos gnósticoss en estricto sentido ni hay nada de los nasenos, sde los que sabemos bien poco.


El 1 de marzo, “deo favente”, entregaremos al Editor (Cilengua y Trotta, en edición conjunta) el texto terminado, pero aún provisional, sin las debidas correcciones de la edición del Nuevo Testamento, laica, aconfesional, filológica (histórico-crítica y crítico-literaria) y ante todo no militante. Esto lo repito siempre: no militante. No militante.


Quien es de verdad agnóstico, es decir, que es consciente de que muchas, muchísimas cosas (de ámbito religioso en nuestro caso) no se puede saber nada seguro, no es militante ni apologeta, ni le interesa hacer propaganda proselitista de sus ideas. Debe pretender solo editar lo mejor posible los textos antiguos, exponer cómo es su contenido, qué intención tuvo al autor al escribirlos y cómo lo entendieron los primeros lectores. Y en sí nada más. Todo lo que ayude a comprenderlos bien (es decir notas aclaratorias) es bienvenido, pero sin emitir juicio alguno de valor sobre ellos. Un ejemplo: al editar las Cartas comunitarias o pastorales se observa que tienen –a juicio del hombre de hoy– una actitud aún más machista que la del propio Pablo. Se aclara que es así, y el editor se abstiene de crítica o valoración alguna. En todo caso explicará cómo era el ambiente general de la época y si el texto que edita corresponde a ese ambiente o se aparta en algo. El resto, y la aplicación del contenido de ese escrito a la propia vida del lector de hoy lo hará ese lector mismo, no el filólogo-historiador.


Y volviendo a la edición del Nuevo Testamento Tras la entrega al editor seguirá luego un largo proceso de correcciones/revisiones, probablemente todo el resto del año 2016. Luego estará lista para la imprenta de modo que a lo largo del 2017 saldrá a la luz.


2. En el Nuevo Testamento no hay gnosis clara; hay ataques a ciertos “gnósticos”, que no sabemos quiénes son ni qué defendían en 1 Timoteo, por ejemplo. Y a la “filosofía” = ¿gnosis? en Colosenses. pero tampoco sabemos nada de esos “filósofos”.


Los ofitas están representados ciertamente en Nag Hammadi, pero ante todo en los escritos de Ireneo de Lyon e Hipólito de Roma. Le recomiendo la excelente versión castellana, con extensas aclaraciones y notas de José Montserrat Torrents, Los Gnósticos I y II, Edit. Gredos, Madrid de aprox. 1985, que sigue a la venta.


3. Se reúnen dentro de ofitas/naasenos (naas en hebreo es “serpiente”), efectivamente, todos los que creían que la Serpiente del Génesis era en verdad un revelador de la gnosis. Pero entre ellos había subgrupos que conocemos muy mal.



Pregunta:


¿ QUIEN TIENE EL LIBRO llámese biblia o torá MAS ORIGINAL O ANTIGUO ? es por lo anterior que el " pulso" está entre la torá vs. la septuaginta traducida al idioma español?


Me gustaría si usted está de acuerdo, en saber que opina de esta situación, es decir, CUÁL se tradujo de primero al español, para ilustrar a mis amigos.



RESPUESTA:



La Biblia hebrea, traducido ya el texto hebreo en pleno siglo XVI, la llamada “Biblia de Alba”. Antes se traducían todos los texto no del hebreo, sino de la Vulgata latina. Lo que pasa es que nunca hubo una edición en España de la Biblia completa, con traducciones directas del hebreo y griego, hasta 1944, la de Nácar-Colunga de la BAC, Madrid.


Y en lo que respecta a qué texto es más antiguo, el hebreo que suele imprimirse hoy día o la Septuaginta, diría con el común de la investigación, que varía según las obras de las que se trate. El Pentateuco comenzó a traducirse hacia el 270 a.C. en Alejandría. Por tanto, el texto base hebreo del que se traduce es anterior a cualquier manuscrito que tengamos hoy. Pero, por ejemplo, de Isaías, han aparecido muchas copias en hebreo (unas 40) en Qumrán, algunas del siglo II a.C. Es posible que ese texto pueda ser paralelo al hebreo-base de los Profetas de los LXX. Pero otras traducciones al griego se concluyeron cerca del siglo I de nuestra era. Con lo cual es posible que copias en hebreo de Qumrán, o de papiros sean anteriores.


Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Martes, 16 de Febrero 2016
Escribe Antonio Piñero


Pregunta:


¿Por qué se cree que Jesús fue discípulo de Juan Bautista, y otra como saber quien invento el padre nuestro y cuando fue. Agradesco mucho su tiempo saludos maestro pińero !



RESPUESTA:


1. Por varias razones, y todas sacadas del texto evangélico:

a) porque fue bautizado por Juan Bautista; luego aceptó sus presupuestos;

b) porque el evangelio de Juan en los capítulos 3-4 presenta a Jesús como trabajando conjuntamente con Juan Bautista, y en otras ocasiones compitiendo con él;

c) porque tanto Marcos, como sobre todo Mateo, ponen en boca de Jesús, como predicación inicial y esencial, las mismas palabras que Juan Bautista;

d) porque se deduce de los evangelios que las funciones de los dos personajes han sido invertidas por los evangelistas: se observa claramente en las dificultades que tienen los evangelistas con el bautismo de Jesús (¿cómo un ser divino se bautiza para la remisión de los pecados?); e) porque hay muchos parecidos funcionales entre las dos figuras.

Le ruego que utilice el buscador del Blog y vea las excelentes postales que al respecto ha escrito el Prof. Fernando Bermejo sobre las relaciones entre Juan Bautista y Jesús, en 2007 y 2008

2. No se sabe si el “invento” del Padre nuestro (por otra parte, formado con textos que judíos muy parecidos que circulaban ya en la época) fue por obra de Jesús, o si éste lo tomó precisamente de Juan Bautista. Véase sobre todo la versión de Mateo (y Lucas sobre todo) y reflexiónese a partir de las palabras “como Juan Bautista enseñó a sus discípulos”: que quizás indiquen que el autor fuera este último, y que Jesús solo lo retocó. El Prof. Bermejo publicó en 16-5-2007 un excelente artículo ¿Compuso Juan Bautista el "Padre nuestro"?




Pregunta:


Mensaje: deseo saber por qué en la versión de la septuaginta al español contienen más de 5 libros ; SI LA MISMA FRASE LO DICE O REZA QUE SON PENTE ( CINCO EN GRIEGO ) de dónde pués toman los otros. si se supone que NO HABIAN sido en ese tiempo aclaro que solamente es para mi ilustración y no con el afán de contender ,mucho menos por este medio



RESPUESTA:



Me imagino que lo que Usted desea saber es por qué los Setenta tienen más libros que el canon de la Biblia hebrea, en concreto: 1 y 2 Macabeos; Eclesiástico; Judit; Tobías; Sabi¬du¬ría; Baruc; Epístola de Jeremías. Estos libros son considerados canónicos de segunda clase ("deuterocanónicos") por los católi¬cos; los judíos y las confesiones protestantes, por el contrario, los consideran senci¬lla¬mente "apócrifos", en el sentido no de “falsos” sin más, sino de “no admitidos en el canon”.


Hay otros libros en los LXX que no son estimados como canónicos ni siquiera por los católicos (éstos suelen designarlos unas veces como "pseudoepígrafos", y otras como "apócrifos"): Salmos de Salomón; 1 (3) Esdras; 3 y 4 Macabeos; 9 Cantos de la Iglesia griega (Plegarias de Moisés; de Ana; de Habacuc; de Isaías; de Jonás; de María, madre de Jesús; de Zacarías; de Ezequías; de Simeón).


La historia de la traducción al griego de la Biblia es complicada: al principio, s. III a.C. como dije, sólo se tradujeron los cinco primeros libros de la Biblia. La base textual de esta versión era la forma alejandrina del texto hebreo, a su vez una variante de la palestinense. Sólo más tarde les tocó el turno a otros escritos, hasta el último, el Eclesiastés, que fue vertido por un judío llamado Áquila hacia el año 125 de nuestra era. En el intermedio se tradujeron los Salmos (hacia 210 a.C.), luego Ezequiel, Isaías, Reyes, Jueces (ya concluida su traducción a mediados del s. II a.C., pues ya en esos momentos Eupólemo, historiador judío, emplea los LXX para su Crónica).


Los libros de Daniel, Esdras, Macabeos, Job, Proverbios estaban ya vertidos a finales del s. II a.C. Parece que Ester estaba ya traducido poco después del 114 a.C. El nieto de Jesús ben Sira (el autor del Eclesiástico), llegado a Egipto el 132 a.C., menciona la existencia de una traducción, evidentemente completa, de la Torá, de los Profetas y de los restantes escritos, que debía ser la de los LXX (Eclo, Prólogo). Finalmente, Ester, Rut, Cantar de los Cantares fueron trasladados al griego bien un poco antes, o ya en tiempos de la era cristiana.


Y la respuesta a la cuestión “por qué los Setenta tienen más libros que la Biblia hebrea” es: porque esa versión de los Setenta se empezó a verter, del hebreo al griego, al principio del siglo III a.C. y no se terminó hasta el 125 de nuestra era, cuando estaba empezando a formarse el canon hebreo; y en general se tradujeron al griego los libros que los judíos de la ciudad de Alejandría –que hablaban griego-- consideraban sagrados por tradición. Luego, los judíos de Palestina y de Babilonia, en el siglo II d.C. formaron el canon actual, hebreo, y excluyeron muchos libros de llamado impropiamente “canon” (no era un canon estricto sino una mera lista de libros santos) alejandrino. El que el cristianismo se expandiera en lengua griega hizo que los rabinos de Palestina y de Babilonia no quisieran saber nada de libros que habían sido compuesto no en le hebreo, la lengua de la creación, sino en otra lengua.


Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com


Lunes, 15 de Febrero 2016
Escribe Antonio Piñero


Pregunta:


En una discusión (amistosa) con testigos de jehova, les recrimine su torcedura de las Escrituras al decir que el día anterior a Pascua, toman pan sin levadura cuando Yeshua tomó ARTON, pan con levadura les dije yo. Ellos me respondieron que ARTON es pan sin levadura pues es general. Pero Antonio, no hubiera usado Pablo más correctamente AKIMOS, ácimos?, como usa en 1 Corintios celebremos con AKIMOS, ¿QUE CREE VD? Don Antonio yo creó que esta muy claro. Pero tuercen las cosas para justificar sus doctrinas, las cuales son infalibles como lo es su cuerpo gobernante.


RESPUESTA:


Tiene Usted razón. Ateniéndonos al texto transmitido, el uso de árton es claro: se trata de pan corriente, no ácimo que era el propio de la fiesta de Pascua, porque era obligatorio eliminar toda la levadura (se hacía el pan en casa a menudo) de las casa. La levadura era el símbolo de todo tipo de inmoralidad.


Esta es una razón más para no pensar que esa cena última de Jesús con sus íntimos fuera pascual. Salvo la afirmación de que lo es (en Marcos y en Lucas) le faltan todos los elementos. La tesis de que fue una cena más o menos solemne de despedida porque Jesús podía barruntar con toda razón de que su enfrentamiento con el poder romano y con los amantes judíos del status quo le iba a salir caro, es mucho más verosímil.



Pregunta:


He leído varios artículos sobre Confucio, en los cuales se afirma, que la tumba de Confucio de hayo vacía, cuando fue abierta durante la revolución. ¿Es cierto? Observo a los apologetas cristianos afirmar una y otra vez, que las tumbas de otros "santos" (Mahoma, Buda y Confucio) contienen restos humanos, excepto la tumba de Jesús, que está vacía. Se que no hay tumba de Jesús hallada, por lo que esa cuestión la tengo clara. Solo quisiera saber, si la tumba de Confucio realmente se encuentra vacía o no. Por otro lado quisiera saber, si hay fecha en la que salga una traducción erudita de la biblia, en la que tu junto a otro especialista creo recordar que estáis trabajando. Y por último, me interesaría saber, si tienes previsto dar alguna conferencia en Valencia.



RESPUESTA:



Le confieso que no sé responder a su pregunta sobre Confucio, porque no me he ocupado del tema. Me dedico al siglo I de nuestra era (y también cuando se tercia al período anterior y posterior), e ignoro muchísimas cosas. Es lo malo de la especialización: te pone orejeras y no te deja ver otras cosas interesantes.


Al principio del movimiento de los seguidores de Jesús no se preocuparon en absoluto de su tumba. Por dos razones: a) porque es probable que fuera depositado en una tumba común, según la tradición de Hechos de los apóstoles 13,27-29.


Segunda: porque en un principio, tras la creencia de que estaba vivo (la fe en la resurrección es la base; sin ella no habría cristianismo), es muy probable que al principio se creyera que Jesús había sido exaltado al cielo, sin más. Resurrección = a exaltación. Las apariciones al principio debían de ser meras visiones en las que el cuerpo físico no desempeñaba papel alguno. No se preocuparon de su cuerpo en absoluto los seguidores de Jesús. La creencia en el fin del mundo inmediato, del juicio final y de la resurrección general de todos los seres humanos para el Juicio hacía inútil formularse esta cuestión: iban a resucitar todos con sus cuerpos, según la creencia común, de procedencia farisea, del judaísmo del momento.


Más tarde, al retrasarse esa venida, y ante los ataques de los adversarios, los seguidores de Jesús comenzaron a excogitar pruebas más plausibles de la resurrección. Fue entonces cuando surgió la leyenda de la tumba vacía, la guardia de esa tumba por parte de los romanos, y más tarde pruebas más tangibles de la resurrección: se inventaron historias de apariciones en las que Jesús come y puede ser palpado, como en el Evangelio de Juan que es muy tardío en su redacción final, quizás del año 100, setenta años después de la muerte de Jesús, cuando el retraso de la parusía era muy notable, y cuando los ataques de los increyentes se hicieron más recios.



Pregunta:


Estimado profesor: Al leer su obre \"Los Cristianismos Derrotados\" , tengo una consulta en relación a si el adopcionismo es una postura mas bien teológica que cristológica, y si fuese así, la primera postura cristológica en orden cronológico seria el Docetismo????.



RESPUESTA:


Opino que es tanto cristológica como teológica, pues la primera teología cristiana enfocaba sobre todo la cristología: cómo había sido en verdad la figura y misión del mesías, Jesús de Nazaret o el Nazoreo.


El adopcionismo es ciertamente independiente del docetismo. Pero estamos tan mal informados del cristianismo primitivo que no podemos responder más que a ciegas a semejantes preguntas.


Es posible que el adopcionismo sea el primero, con bastante seguridad, porque parece relativamente claro en el Evangelio de Marcos en la escena del bautismo de Jesús y se presupone antes en Pablo de Tarso. Y el docetismo es un fenómeno especialmente gnóstico. Y no tenemos pruebas seguras de que hubiera gnósticos con producción libresca seria hasta mediados del siglo II.


Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Domingo, 14 de Febrero 2016
Escribe Gonzalo Fontana


La nota de hoy se centra en un aspecto curioso en el que quizás algunos de los lectores no hayan reparado. ¿Por qué tantas veces el pescado como comida en el Nuevo Testamento? Jesús multiplica los panes y los peces para alimentar a una hambrienta multitud; Jesús resucitado aparece asando un pez en Juan o en Lucas aparece comiéndolo. Una primera respuesta sería que es la comida esperable en un grupo de pescadores galileos. Estaríamos, pues, ante una de esas notas de las que habitualmente llamamos de “colorido local”.


Sin embargo, es posible otra respuesta, ya que es verosímil que, en realidad, estos peces den cuenta de una realidad simbólica que aquí vamos a tratar de desentrañar. Y es que, a nuestro juicio, estas comidas ictiofágicas son la expresión de la existencia en los años treinta y cuarenta de comunidades mixtas formadas por judíos helenistas (de pulsiones universalistas) y por gentiles en Jerusalén, Damasco y Antioquía. Como es sabido, estas comunidades se articulan en torno a un banquete comunitario en el que se celebraba la hermandad y unidad del grupo, celebración que, muy posiblemente, adquiría al carácter de “cena mesiánica”: el grupo anticipaba litúrgicamente el banquete del Reino por llegar. En cualquier caso, la descripción que Pablo hace en sus admoniciones a los corintios da a entender que, efectivamente, se trataba de una auténtica comida:


Cuando os reunís, pues, en común, eso ya no es comer la Cena del Señor; porque cada uno come primero su propia cena, y mientras uno pasa hambre, otro se embriaga. ¿No tenéis casas para comer y beber? ¿O es que despreciáis a la Iglesia de Dios y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué voy a deciros? ¿Alabaros? ¡En eso no os alabo! (1Cor 11, 20-21)


Las reconvenciones del airado Pablo tenían un motivo: reformular el sentido de esa cena. Su intervención acabó transformando esa primitiva reunión en la comida simbólica precursora de la misa. Ahora bien, todavía faltaba un tiempo para que la cena paulina con sentido sacramental fuera universalmente admitida por muchos de los grupos cristianos:

b[«El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre». Esto lo dijo enseñando en la sinagoga, en Cafarnaún. Muchos de sus discípulos, al oírle, dijeron: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?» Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: «¿Esto os escandaliza?» [...] Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él. (Jn 6, 56-66)
]b

En este caso, nos hallaríamos ante la descripción de la defección de un grupo significativo de miembros de la comunidad joánica ante la llegada de una desconocida novedad doctrinal: la interpretación de la Cena del Señor en términos «sacramentales». Recordemos a este respecto que el cuarto evangelio —lo mismo que la Didaché— carece de una «cena con transubstanciación» al estilo de 1Cor 11, 23-25 o de los sinópticos (Mc 14, 22-25).


Pues bien, el testimonio indirecto de los evangelios pone de relieve que el banquete comunitario primitivo todavía estaba ampliamente extendido décadas después de la redacción del texto de Pablo. Así, el episodio de la “multiplicación de los panes y de los peces” como expresión alegórica del banquete mesiánico prolongado en la memoria cristiana a través de las legendarias figuras de los apóstoles y los diáconos. Sin embargo, no son ésas las únicas menciones a tal realidad que podemos detectar en los evangelios:


Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. Díceles Jesús: "Traed algunos de los peces que acabáis de pescar." Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: "Venid y comed." Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: "¿Quién eres tú?", sabiendo que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez. Ésta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos. (Jn 21 9, 14)


Perteneciente al relato de la pesca milagrosa, que en Juan forma parte del ciclo de las apariciones, este episodio narra cómo Jesús alimenta a los discípulos. No se trata de ningún detalle pintoresco destinado a dar color al relato de los pescadores galileos. Se trata, en cambio, de un episodio que da cuenta del cumplimiento del banquete mesiánico con la resurrección. La composición del pasaje, pues, remite a un momento extraordinariamente antiguo del cristianismo. El Señor había resucitado y, por tanto, su presencia los animaba a ver cómo se cumplían las verdades de la idílica promesa del banquete perpetuo. Al igual que ocurría con el milagro de la multiplicación, Jesús les da a comer pan y pescado. Repetimos que esta insistencia en el pescado no es un mero recurso literario. Se trata, más bien, de una mención muy precisa de lo que debía de ser el menú de las primitivas asambleas cristianas.


La razón es sencilla. En una comunidad mixta, compuesta de judíos y gentiles, necesariamente tenían que producirse fricciones entre ambos grupos. Al fin y al cabo, los primeros estaban sujetos a un amplio conjunto de tabúes dietéticos, y muy en particular en lo que hace a las carnes procedentes del sacrificio a los ídolos, que el judío observante contemplaba como una abominación. Cierto es que Pablo, olvidando las condiciones del pacto al que había llegado en Jerusalén (Hchs 15, 28-29) con los dirigentes de aquella comunidad, muy pronto abrió la mano, al menos desde el punto de vista doctrinal, y si no consintió abiertamente que en las asambleas de los grupos por él fundados circulara sin restricciones todo tipo de carnes, sí, al menos, aminoró el peso doctrinal de la prohibición (1Cor 8, 4-9).


En efecto, a pesar de que Pablo no termina de aprobar el consumo de las carnes sacrificiales paganas, tampoco hace de ello una cuestión realmente relevante. Al fin y al cabo, la fe en Cristo es lo único que justifica al hombre y, por tanto, el atenerse o no a tabúes alimenticios resulta irrelevante. No obstante, el testimonio de Plinio relativo a la situación en Bitinia revela que, a comienzos del siglo II, los cristianos seguían absteniéndose de la carne inmolada a los ídolos: “Y ya empezó a llegar en abundancia a los mercados carne de víctimas inmoladas, mercancía para la que hasta el momento se hallaba comprador...” (Epístola X 96, 10).


De ahí, sólo hay un paso para que cualquiera se sienta autorizado a consumirlas y, por supuesto, para superar el resto de restricciones alimentarias:


(Pedro) sintió hambre y quiso comer. Mientras se lo preparaban le sobrevino un éxtasis, y vio los cielos abiertos y que bajaba hacia la tierra una cosa así como un gran lienzo, atado por las cuatro puntas. Dentro de él había toda suerte de cuadrúpedos, reptiles de la tierra y aves del cielo. Y una voz le dijo: "Levántate, Pedro, sacrifica y come." Pedro contestó: "De ninguna manera, Señor; jamás he comido nada profano e impuro." La voz le dijo por segunda vez: "Lo que Dios ha purificado no lo llames tú profano" (Hechos 10, 10-15)


Ahora bien, es de suponer que no todos los dirigentes de las primeras comunidades tuvieran tanta “manga ancha”, sobre todo en los momentos iniciales, y consideraran que fuera más prudente organizar una cena común basada en un menú con el que todos pudieran sentirse cómodos. Esto es, un banquete en el que el plato fuerte estaba constituido por el pescado, menos sujeto a restricciones rituales.

El largo listado de prohibiciones que establece el Levítico (cap. 11) constituye la base del conjunto de preceptos rituales que marcan la línea entre la comida pura (kasher) e impura (trefá). Al margen de las conocidas prohibiciones de consumir cerdo, camello, todo tipo de roedores, aves rapaces y carroñeras, reptiles y anfibios, camarones, ostras o cangrejos, así como casi todos los insectos, salvo la langosta o el saltamontes (cf. Mc 1, 6 y Mt 3, 4), las reglas del kashrut establecen también que los animales permitidos han de ser sacrificados de una forma concreta. Su muerte no sólo se debe producir con un tajo preciso y profundo, sino que los animales y sus carnes deben ser desangrados totalmente antes de ser consumidos.


A este respecto resulta muy significativo que, en las últimas fases de Juan, en las que ya se halla muy desarrollada la dimensión eucarístico-sacrificial, se creara el episodio de la lanzada en la cruz (Jn 19, 31-34). Jesús, en definitiva, es desangrado con el fin de poder llegar a ser una víctima ritualmente aceptable. En efecto, cualquier presencia de sangre en la carne del animal la transforma en objeto impuro. Ahora bien, hay muchas menos restricciones en lo que hace al pescado: está permitido el consumo de todos los peces que tienen aletas y escamas simultáneamente —de ahí que el tiburón también esté prohibido—, pero, sobre todo, los peces están exentos de la regla que exige el desangramiento (Talmud: Kritut 20b).

En definitiva, las primeras comunidades cristianas llegaron a una solución transaccional. Sus comidas comunitarias se ajustaron al menú que menos problemas había de suscitar. Tal es la razón de las numerosas referencias a comidas en las que los peces son los protagonistas del banquete. Mencionábamos el episodio de la “multiplicación de los panes y los peces”, o la escena de Jesús asando un pez en la orilla del lago, o al propio Jesús comiendo un pez. Ahora bien, una vez que el sentido original de estos relatos se desdibujó, el motivo cobró nuevos e insospechados significados: como ya hemos visto, por obra y gracia de la reflexión teológica paulina, el primitivo banquete ritual comunitario devino acto sacrificial en el que lo ingerido era la propia carne de Cristo, lo cual provocó inevitablemente la asociación del pez con el propio Cristo, tal como demuestra la muy antigua simbología del Cristo-Pez que se manifiesta en el anagrama “Iesus CHristos THeou Yios Soter (“Jesucristo, hijo de Dios, Salvador)” o en las complejas imágenes literarias de los epitafios de Abercio y Pectorio de los que nos ocuparemos otro día.

Un cordial saludo a todos de

Gonzalo Fontana

Universidad de Zaragoza
Viernes, 12 de Febrero 2016
Escribe Antonio Piñero


Pregunta:

¿Qué opina de la corriente teológica sostenida por algunos sacerdotes jesuitas acerca de la Kénosis de la creación? En referencia al pasaje de Filipenses 2 a la Kénosis de Jesús despojándose a sí mismo de algunas de sus cualidades divinas para someterse al padre y a sus designios, esta teología ahora extrapola esto mismo a la existencia de Dios y su relación con la creación, (ver referencia en este link:http://www.tendencias21.net/La-Creacion-como-kenosis-nueva-perspectiva-teologica_a3098.html )

Si bien en todo el mundo antiguo no encontramos algo parecido pues los Dioses eran todo menos ocultos en las religiones antiguas, (Tal vez lo más parecido sea la concepción del “primer motor griego” o “el dios desconocido” que menciona la biblia en el areópago de Atenas) en la judaica e incluso en el cristianismo por muchos siglos, los teólogos que apoyan esta corriente justifican esto porque es evidente que la creación ha sido desde hace mucho antes que la aparición del hombre y por tanto, esta regla ya había sido establecida por Dios quien escondido, reveló a través de la inspiración espiritual a sus profetas/autores de la biblia, y posiblemente de otras muchas religiones, para mí, este Dios es el único Dios y ha establecido un universo con leyes que funcionan y creo que esta relación causa-efecto en todo el universo y toda leyes que de él emanan es producto del designio de Dios, es decir el mismo destino, el ir y devenir en esta vida en nuestro planeta así como en el universo es la “voluntad” de este ser superior quien escondido, mueve los hilos a través de las leyes que hacen funcionar a este universo. Es por ello que encuentro esta teología interesante pues representa un esfuerzo honesto para justificar intelectualmente hablando la fe en un ser superior, pero ¿Usted qué opina?


RESPUESTA:


Es una sugerencia interesante partiendo del supuesto de la existencia del Dios bíblico, intenta así dar autonomía al universo, una vez creado y además resolver el problema del mal, que se atribuye al universo como materia ordenada, pero con fallos (catástrofes naturales) o bien a la mala tendencia, no controlada, del corazón humano.


Pero creo que desde el punto de vista histórico-crítico, es imposible aceptar el Dios bíblico ya que la idea de ese Dios se basa en una cosmovisión y unos puntos de vista absolutamente míticos. Por tanto, y yendo directamente al grano, la teología de la kénosis es una buena escapatoria y una excelente teodicea, o defensa de Dios, pero no me interesa, porque no creo en el supuesto: no creo en ese Dios de la Biblia.


Pregunta:


Estoy leyendo el libro " Cristianismo un mito más " de Salvador Freixedo. El hombre se nota serio y que en verdad cree en lo que dice pero aún así puede estar equivocado. ¿ Qué piensa usted sobre lo que dice don Salvador sobre que el cristianismo fue creado en base a mitos ?
.

RESPUESTA:


Salvador Freixedo, a quien conozco personalmente, tiene en líneas generales razón. El cristianismo en concreto se basa en sus líneas esenciales en conceptos míticos. por ejemplo, parte de la concepción de la divinidad es mítica, lo es el concepto de la encarnación, el pecado original, la filiación divina, la muerte en cruz considerada como valor expiatorio, la virginidad de María, etc. Son sin duda mitos.


Pero, a la vez, hay maneras de considerar los mitos que no sean ofensivas para los creyentes, a saber, que es el mito una manera de expresar verdades de ámbito religioso que no se pueden manifestar de otra manera. Yo comulgo bien poco con esta última idea, pero puede ser un consuelo para muchos.



Pregunta:


Siguiéndolo a Vd. en You Tube, he encontrado el siguiente video "CARTA REAL DE PONCIO PILATTO DONDE DESCRIBE FÍSICAMENTE A JESÚS Y SU PERSONALIDAD". Es cierto lo que se escribió en esa carta y lo que dice?



RESPUESTA:


Tiene Usted editada, y traducida, la tal “carta” en mi obra (de colaboración, pero editada por mí) "Todos los evangelios", EDAF, Madrid 2010, obra que Usted tiene, por lo que dice. Juzgue usted por sí misma.


Es un falso más que claro. No vale para nada. No le haga caso porque es muy tardía y totalmente inverosímil. Además, para colmo, hay dos cartas: una al emperador Tiberio y otra a Claudio. si ya la primera es inverosímil, la segunda es incluso estúpida, porque cuando ascendió al trono Claudio, Poncio Pilato estaba probabilísmamente muerto después de su destierro las Galias por Tiberio.


Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Jueves, 11 de Febrero 2016
1 ... « 108 109 110 111 112 113 114 » ... 299


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





Tendencias de las Religiones


RSS ATOM RSS comment PODCAST Mobile