CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero



Hoy escriben Antonio Piñero/Paolo Sacchi


Tema: Seguimos con el comentario de Sacchi al mesías davídico, político-guerrero en el apócrifo veterotestamentario Salmos de Salomón, p. 429 de su Historia de Israel en la época del Segundo Templo (hay que tener presente el texto transcrito en la nota anterior):

El autor de los Salmos de Salomón insiste en que el único soberano legítimo de Jerusalén sólo puede ser un descendiente de David, y por tanto ningún Asmoneo/Macabeo (éstos se llaman a veces “asmoneos”, porque la familia Macabea se creía descendiente de un ilustre antepasado llamado Asmón; este nombre, sin embargo, aparece en la Biblia del Antiguo Testamento sólo como una localidad, por ejemplo en Números 34,4.5).

Siempre hubo entre los piadosos de Israel quienes se oponían a los Macabeos desde que Simón, el hermano pequeño de Judas, asumió para sí no sólo el título de rey, sino el de sumo sacerdote. Así que los Macabeos /Asmoneos eran doblemente ilegítimos: no descendían de David y además habían usurpado el sumo sacerdocio.

Por eso escribe el autor de estos Salmos:


“Tú, Señor, elegiste a David como rey sobre Israel y le juraste por siempre que no faltaría el poder real a su descendencia…”.


Por un lado, en este texto percibimos la fe en la eternidad del reino davídico, pero por otro se tiene la impresión de que la tensión escatológica se ha relajado ya. El autor del Libro de los Sueños (compilado –recordémoslo- dentro del Libro I de Henoc, del siglo II o I a.C.) parecía esperar el Gran Juicio que habría de instaurar el reino del mesías en un futuro muy próximo; quizás esperaba verlo. El autor de los Salmos de Salomón vive su esperanza con una cierta distancia. Sabe que no conoce los tiempos, y usa una fórmula que deja mucho espacio para la paciencia de Dios:

“En la ocasión que Tú hayas elegido” (SalSl 17,21).

Pero el destino final de la historia no pude ser más que éste. La función del descendiente de David, cuando venga, será la de implantar la justicia en la tierra de Israel y en toda la tierra, una justicia entendida –en este caso- en el sentido de igualdad social, según un tipo de pensamiento también documentado en el Libro de las Parábolas, compilado en el Libro I de Henoc, escrito un poco después, bien a finales del siglo I a.C., bien –según otros investigadores- en el siglo I d.C.:

“Tú los guiarás en la igualdad”

se lee en el mismo salmo (17,46). Éste es el segundo elemento esencial de la categoría mesiánica: la implantación de un reino de justicia.

Aun suponiendo que el autor de estos Salmos de Salomón fuese un fariseo, por tanto un judío piadoso que en el fondo se creía un tanto superior a los otros judíos normales, dado su conocimiento y cumplimiento de la Ley, los acontecimientos de la vida lo acercaron a los judíos del campo, al despreciado ‘am ha’ares (hebreo: “el pueblo de la tierra”; despreciado un tanto ya que no eran tan cumplidores de la Ley como los fariseos).

Seguramente -al menos- el autor compartía con los fariseos gran parte de su ideología. Creía en la resurrección, si bien estaba reservada solamente a los justos, y en la destrucción de los impíos, como escribe en Salmo de Salomón 13, 10-11:

"Perdonará el Señor a sus santos,
Y con el castigo borrará sus transgresiones.
La vida de los justos es eterna
Pero los pecadores serán arrebatados para la destrucción,
Y no se conservará su memoria".


Y en 3,11-12:

"La perdición del pecador es para siempre
De él no se acordará Dios cuando visite a los justos.
Esa es al suerte del pecador para siempre.
Mas los que son fieles al Señor resucitarán para la vida eterna,
Su vida en la luz del Señor no cesará nunca"


Creía también el autor en el libre albedrío del hombre, que sostenía con vigor justamente porque muchos sectores del judaísmo, como los esenios lo negaban. Escribe en Salmo 9,6-7:


6 ¿Con quiénes te mostrarás bondadoso, oh Dios, sino con los
que invocan al Señor?
Tú purificarás de sus pecados al alma convicta y confesa,
porque por ello la vergüenza ha caído sobre nosotros.

7 ¿A quiénes perdonarás los pecados sino a los pecadores?
Bendecirás a los justos y no les exigirás cuenta de sus transgresiones,
pues tu bondad reposa sobre los pecadores arrepentidos.


Seguiremos comentando estos Salmos, que miran casi siempre hacia la época mesiánica.

Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com

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• Hoy en el “Blog de Antonio Piñero” se trata del siguiente tema: “Los apóstoles en la literatura apócrifa”

• Información sobre la película acerca de Jesús de Nazaret, titulada “El discípulo”:

www.eldiscipulofilm.com

Saludos de nuevo.







Lunes, 24 de Agosto 2009


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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