CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
¿Hay algún evangelio apócrifo que sea susceptible de ser calificado total o parcialmente como paulino?   “Compartir” (269) de 9 de septiembre 2018. Preguntas y respuestas
Hoy escribe Antonio Piñero
 
 
Foto: Edición española de las lenguas originales (no del francés o del inglés), sino del latín, griego, copto, etcétera de todos los evangelios que se han conservado hasta hoy por profesores de universidad españoles
 
 
PREGUNTA:
  
Me atrevo a formularle dos cuestiones relacionadas con la teología paulina y los Evangelios, así como una petición para su blog.
 
Las preguntas son:
 
- ¿Cuál es, en su opinión, el Evangelio Canónico más paulino y el que menos se aproxima a la teología de Pablo de Tarso?
 
- ¿Hay algún Evangelio Apócrifo que sea susceptible de ser calificado total o parcialmente como paulino?
 
La petición que me atrevo a elevar a su consideración es la de escribir un post en su blog relativo a la Teología Petrina. En el video de su entrevista en el programa radiofónico "Ágora" (de Venezuela) relativo a la Carta a los Gálatas, (https://www.youtube.com/watch?v=bD0u1cXKqas) usted afirma que la Teología Petrina -a diferencia de la Paulina cuya explicación requeriría, en sus palabras, un libro de 600 páginas- puede transcribirse en folio y medio. Me pregunto si sería posible que usted, con la clarividencia y erudición que le caracterizan, escribiese en su blog un apunte formulando los caracteres de esta teología, hasta allí donde sea posible reconstruirse, por supuesto.
 
 
 
RESPUESTA:
 
 
1. Hay un cierto consenso en que el evangelio en el que más se nota la impronta de la teología paulina es el Evangelio de Marcos y en el que menos el Evangelio de Mateo, que es el más judeocristiano.
 
 
Conviene recordar que el carácter paulino de un escrito significa aceptar que Jesús tiene una dignidad muy superior, casi divina, a la de mero profeta o mesías terreno; en interpretar su muerte y resurrección como eventos redentores con los que cambia la historia no solo de Israel, sino de la humanidad e incluso del mundo. Esa muerte se considera como un sacrificio ofrecido a Dios en un acto decidido por la divinidad misma desde toda la eternidad. La divinidad acepta en la cruz el sacrificio de la vida de su agente mesiánico como reparación, o rescate, por los pecados de los humanos hasta ese momento. Ese sacrificio es «vicario», de ofrenda en pro de la vida y salvación de otros, que es un concepto mucho más griego que judío. Se trata de la muerte del mesías como el hijo de Dios, mártir por toda la humanidad. Pero a la muerte sigue su resurrección como vindicación divina. El objetivo futuro de todos los fieles es conseguir una resurrección como la de Jesús, de la que participarán tras una vida sin pecado si siguen la ley del Mesías. La apropiación del valor redentor de la cruz debe ser conseguida por cada individuo por la aceptación, con un acto de fe en Dios y en su mesías, de que ese evento es el acto supremo de la salvación universal. Ser paulino es pensar también que, gracias a esa redención obrada por Jesús, todos los paganos, y no solo los judíos como pueblo judío, tienen la posibilidad de salvarse en pie de igualdad. Aunque la ley mosaica siga siendo obligatoria en todos sus términos para los judíos, en adelante no será totalmente válida para los gentiles, pues hay partes de ella que afectan solo a los judíos: normas concernientes a la circuncisión, los alimentos y la pureza ritual. Dios ha decidido que el mesías tenga sobre la tierra el poder de interpretar la ley de Moisés y aplicarla a la salvación de toda la humanidad. La ética se convierte para los gentiles conversos al Mesías ante todo en una moral universal, cuyas normas están expresadas negativa y positivamente por el Mesías.
 
 
2. Los evangelios apócrifos son todos tardíos; por tanto y a priori son dependientes de los canónicos y estos, a su vez, del marco general de  la teología paulina. Y los evangelios apócrifos gnósticos van por su cuenta. Normalmente tratan del Resucitado y su trato con discípulos/as después de la resurrección.  Y la noción de que Jesús resucitó y fue elevado a la diestra de Dios es común a judeocristianos y paulinos.
 
 
3.  La teología petrina es esencialmente la del judeocristianismo, quizás con una  determinada y tímida apertura a la misión a los paganos. En el Blog he escrito varias postales sobre esta “teología del judeocristianismo”. Utilice, por favor, el buscador y encontrará el resumen.
 
http://mynorte.com/cristoria   http://mynorte.com/cristoria/pyr.htlm
 
 
Saludos cordiales de Antonio Piñero
 
 
http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html
 

Domingo, 9 de Septiembre 2018


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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