CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Hoy escribe Gonzalo del Cerro

Niveles diferentes en el uso de la Biblia

4. Situaciones paralelas

A veces lo que se registra en los Hechos Apócrifos es una situación similar o paralela a momentos y ocasiones de pasajes de la Sagrada Escritura. Como tendremos ocasión de comprobar más adelante, los resultados literarios de los Apócrifos recuerdan contextos bíblicos tanto en palabras como en ideas.

a) HchJn 72,1-2. Juan iba con Andrónico, hombre principal de Éfeso y esposo de Drusiana, a la tumba de la mujer que había fallecido tres días antes. Se dirigían al sepulcro con la intención de celebrar la fracción del pan. A mitad del camino advirtieron que no llevaban las llaves del monumento. No era ningún problema. Juan anunció a Andrónico que “las puertas se abrirían solas (automátōs)”. Y así ocurrió en efecto, a una orden de Juan, se abrieron las puertas de la tumba donde Drusiana estaba a punto de sufrir en su cadáver una vergonzosa violación por parte del joven Calímaco, su enamorado.

En los Hechos Apócrifos son abundantes las muestras del poder de Dios a la hora de vencer cualquier dificultad que se oponga al cumplimiento de los proyectos de los apóstoles. Uno de los recursos es el de las puertas que se abren solas, como ocurrió en el caso de Pedro cuando fue liberado de la cárcel por medio de un ángel del Señor. La escena está narrada con todo detalle en los Hechos canónicos de Lucas. Pedro dormía entre los soldados, pero bajó un ángel que lo despertó y le intimó para que saliera de la prisión. “Atravesaron la primera y la segunda guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad. La puerta se les abrió por sí sola (automátē)” (Hch 12,10), como antes se le habían caído las cadenas de las manos.

b) El Papiro Copto de Berlín 8502 de los HchPe habla en su página 128 de una reunión que los cristianos celebraban en el primer día de la semana. Llevaban a Pedro multitud de enfermos para que los curara. La escena recuerda el gesto de los fieles que sacaban a los enfermos a la calle para que al paso de Pedro recobraran la salud (Hch 5,15). Pero el autor del texto del Papiro sigue contando cómo “los ciegos ven, los sordos oyen, los lisiados caminan…“

Esta situación, creada por el poder taumatúrgico de Pedro recuerda en forma y en contenido el ambiente reflejado en la respuesta de Juan Bautista a la embajada de Jesús según Mt 11.5. Eran los signos que indicaban que habían llegado los tiempos del Reino. Ya no era necesario esperar a otro.

c) Los HchPlTe 28,1 cuentan de la comitiva que llevaba a Tecla hacia el suplicio. Una leona lamía los pies de la condenada, cuya sentencia figuraba sobre ella con palabras que recuerdan la inscripción de la cruz de Jesús. El texto del Apócrifo expresa en efecto la sentencia o motivo de la condena: aitía tēs epigraphês. La fórmula recuerda textualmente el texto del evangelio de Marcos cuando habla de la epigraphê tês aitías de Jesús (Mc 15,26).

d) HchAnd Papiro de Utrecht, p. 14 (Piñero-Del Cerro, Hechos Apócrifos, vol. I 154). El Apócrifo recuerda la actitud exigida a las vírgenes según la escena de la parábola de las vírgenes prudentes (Mt 25,1-13), que deben mantener sus lámparas encendidas hasta que suene la voz: “Levantaos, salid al encuentro del esposo”

A continuación refiere la expulsión de un demonio del cuerpo de un joven. Ante la orden del apóstol Andrés, el demonio sale del joven sin causarle ningún daño. La escena es similar a otras narradas en los evangelios, como es la de Mc 1,25; 5,1-20; 9,14-29. En esta última concretamente, se repiten varios detalles parecidos a los del relato de HchAnd: Orden de salir dada por Jesús, el endemoniado es un joven, el demonio sale sin causar daño, etc.

e) En HchTom 140,1-2, se refiere el interrogatorio del rey al Apóstol Tomás en una situación paralela al proceso de Jesús ante Pilato. Pero el rey increpa a Tomás con las mismas palabras que los príncipes de los sacerdotes y los ancianos dirigían a Jesús: “¿Con qué poder realizas estas cosas?” (Mt 21,23). Tomás responde al rey en su proceso con las mismas palabras que Jesús dijo al procurador: “No tienes sobre mí el poder como crees”. Jesús dice claramente: “No tendrías poder sobre mí”. En ambos casos, en HchTom y en Mt, se trata de un interrogatorio judicial, se usa el verbo “tener” (ékhō), el término “poder” (exousía) y la expresión kat’emoũ.

Saludos cordiales. Gonzalo del Cerro



Jueves, 29 de Octubre 2009


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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