Notas
Hoy escribe Gonzalo del Cerro
El apóstol Felipe en otros apócrifos Unos Hechos tan extensos y minuciosos como los de Felipe, que analizábamos en los días anteriores, son el mejor argumento de la importancia que tuvieron las tradiciones sobre su persona y su ministerio. Sin embargo, no son los únicos apócrifos que hablan de esas tradiciones. Existen otros apócrifos en los que Felipe desempeña particular protagonismo, unas veces como epónimo, otras como personaje aludido y actor en manifestaciones o revelaciones. El Evangelio gnóstico según Felipe El Evangelio según Felipe es posiblemente el más conocido, sobre todo, después de las menciones que hace de él la novela El Código da Vinci. Como es habitual en las obras de origen gnóstico, traducidas al copto, el final expresa siempre su carácter, que en este caso dice El evangelio según Felipe. Puede verse su texto en traducción de F. Bermejo en Todos los evangelios (canónicos y apócrifos), editados por A. Piñero, pp. 489-505. A pesar de su título de evangelio, no responde ni al criterio de los evangelios narrativos del Nuevo Testamento ni al de dichos o logia del evangelio gnóstico de Tomás. La obra surgió en algún lugar de la iglesia oriental en un tiempo que va desde la mitad del siglo II a la del siglo III. La devoción al apóstol Felipe había ya logrado una notable extensión en la piedad cristiana. Es, en expresión de F. Bermejo, “un conjunto de meditaciones teológicas expresadas en diversas formas literarias”. La atribución indudable a Felipe se debe al hecho de que es el único personaje mencionado como autor de una de las reflexiones del texto. En consecuencia, y según la costumbre de los escritos coptos, las palabras finales de este evangelio subrayan el dato. El versículo 91, cuyo texto ofrezco, es el mejor modo de entender el estilo y talante de este evangelio: “El apóstol Felipe dijo: «José el carpintero plantó un jardín porque necesitaba maderas para su oficio. Fue él quien hizo la cruz de los árboles que había plantado. Y su semilla colgó de lo que había plantado. Su semilla era Jesús, mientras que lo plantado era la cruz»”. Felipe en la Sabiduría de Jesucristo Este apócrifo gnóstico se ha conservado en el códice III de la Biblioteca de Nag Hammadi y es una obra de finales del siglo III, traducida del griego original al copto en la primera parte del siglo IV. El título aparece en las primeras palabras del documento así como en el final. El libro está estructurado en forma de consultas que distintos apóstoles plantean al Salvador sobre la cima de un monte de Galilea, llamado “lugar de cosecha y alegría”. El Señor se les apareció como un gran ángel de luz. Sonriente, les preguntó en qué estaban pensando. El primero en responder fue precisamente Felipe: “Nos preocupamos acerca del fundamento del Todo y de la dispensación o economía”. Traducción de F. García Bazán en el citado libro de Todos los evangelios, pp. 506-516. El autor trata de oponer la sabiduría de los filósofos a la palabra del Salvador. Respondiendo a una consulta de Mateo, el Salvador se autodefine como eterno, ilimitado, incorruptible, inmutable, incognoscible, perfecto sin deficiencias y Padre del Todo. Felipe volvió a preguntar: “¿Cómo se ha revelado a los perfectos?” El perfecto Salvador le respondió en un lenguaje gnóstico diciendo que era “Intelecto y Pensamiento, Discernimiento, Intención, Proyecto y Potencia”. Carta de Pedro a Felipe Felipe es aquí el presunto destinatario de una carta de Pedro, aunque el documento solamente tiene de carta el principio, pero es más bien “una mezcla de géneros literarios” en opinión de A. Piñero, que es el traductor del documento en su edición de Todos los evangelios, pp. 516-520. De acuerdo con el género epistolar, después del título de la obra Carta de Pedro enviada a Felipe, aparecen los elementos esenciales en los títulos de las cartas: “Pedro, apóstol de Jesús el Cristo, a Felipe, nuestro amado hermano y nuestro compañero en el apostolado y a los hermanos que están contigo: salud”. Son mencionados el emisor y el destinatario. Luego viene el cuerpo de la carta que no es otro que recordar a Felipe el mandato de Jesús sobre la misión y la invitación para que se reúna con los otros apóstoles. Cuando Felipe recibió esta carta y la leyó, acudió con alegría y gozo a donde se encontraba Pedro, que convocó a los demás apóstoles y subió con ellos al monte de los Olivos. Las plegarias, las súplicas y las advocaciones giran sobre el tema de la luz. Una luz que apareció luego seguida de una voz: “Yo soy Jesús”. La luz prometía convertir a los apóstoles en iluminadores. Pedro fue el portavoz del grupo y pidió para todos el “espíritu de conocimiento”. Y en efecto, quedaron todos llenos del Espíritu Santo y marcharon para predicar al Señor Jesús. (Reunión de Jesús con sus Apóstoles) Saludos cordiales. Gonzalo del Cerro
Lunes, 2 de Abril 2012
Comentarios
NotasHoy escribe Antonio Piñero Concluyo hoy la presentación de este índice, que es muy largo, porque son numerosos los textos y, a veces, breves. El apéndice la de Doctrina secreta de Jesús es una ordenación de los textos de Ireneo de Lyón, Contra las herejías, I 1,ss, de otros autores antiguos, y una recogida de los textos paralelos gnósticos de Nag Hammadi. X. ASCENSIÓN A. Ascensión con cuerpo Datación Descripción Testigos externos de la ascensión B. Ascensión sin cuerpo Tras la ascensión Jesús está en el cielo XI. EL FINAL DE MARÍA: TRÁNSITO. EL FIN DE SUS ENEMIGOS 1. María 2. Herodes Antipas: arrepentido de haber condenado a Jesús 3. Poncio Pilato Pilato condenado a muerte por Tiberio El cadáver de Pilato rechazado por la tierra XII. SEGUNDA VENIDA DE JESÚS En qué forma aparecerá Jesús en su segunda venida XIII. DOCTRINA SECRETA DE JESÚS: ENSEÑANZA EN LA TIERRA ANTES DE LA ASCENSIÓN. REVELACIONES DE JESÚS DESPUÉS DE LA RESURRECCIÓN 1. Jesús reveló estas doctrinas después de su resurrección Jesús desciende desde el cielo, antes de su ascensión para impartir revelaciones secretas a sus discípulos Cómo el revelador busca el alma o descenso del Revelador El apóstol Felipe transcribió a papel lo que habían oído secretamente de labios del Maestro 2. La doctrina que reveló Jesús El propio Jesús resume su doctrina Otro resumen de su doctrina secreta según el propio Jesús Primeros principios Dios trascendente Emisión de los eones del mundo divino superior Primera emisión de eones. Tétrada primordial El Intelecto es el Hijo Unigénito, Verbo o Palabra El es la primera emisión, según la versión de Pistis Sofía Segunda emisión. Ogdóada primordial Última emisión (provisional) y Pleroma Contemplación del Prepadre sólo por el Unigénito. Sólo a él concede al inicio la gracia de entenderlo (gnosis) El Unigénito decido transmitir la gnosis del Padre al resto de los eones Lapso de Sabiduría Sabiduría inferior Emisión del eón “Límite” provocada por el lapso de Sabiduría Escisión de Sabiduría en Superior e Inferior Emisión del eón Cristo - Espíritu Santo para consolidar el Pleroma Emisión del último eón, el Salvador. Se establece la salvación, modelo luego para la salvación de los espirituales Sabiduría inferior, exterior al Pleroma, es formada en cuanto a la sustancia Creación de la materia inteligible y del Demiurgo A. Sabiduría inferior, al no recibir aún la gnosis da origen a la materia inteligible B. Origen de los elementos del mundo C. Formación de Sabiduría inferior en cuanto al conocimiento (otorgamiento de la gnosis). D. Generación de la posibilidad del mal en el universo Creación de tres sustancias, que posteriormente darán lugar a tres clases de hombres Tres clases de sustratos que formarán parte del universo futuro Creación del Demiurgo o Yahvé, dios del Antiguo Testamento Creación del universo por el Demiurgo El Demiurgo, o dios del Antiguo Testamento, es ignorante y necio Creación del ser humano Creación del hombre material y del hombre psíquico por el Demiurgo Diversas clases de hombres El elemento espiritual es introducido en el hombre psíquico Creación del hombre espiritual Reflejo en las aguas inferiores de la imagen del Hombre primordial Creación de Eva o mujer espiritual Los espirituales son consustanciales con el Prepadre Los espirituales están prefigurados en la Iglesia preexistente, uno de los eones del Pleroma El espíritu divino, que vivía en el Pleroma, desciende y se aposenta en algunos hombres psíquicos Los espirituales tienen alma y espíritu; Los psíquicos sólo alma Lo espiritual y lo material son incompatibles Los espirituales son “una raza superior que no tiene rey” La salvación y el redentor Las dos primeras sustancias, material y psíquica, frente a la salvación Destrucción de la materia y consecuentemente de los hombres materiales La salvación de los espirituales La vida de los gnósticos / espirituales sobre la tierra Los espirituales están dormidos o ebrios en este mundo La vida sacramental de los gnósticos. Los sacramentos son símbolos de la resurrección en esta vida La resurrección-revivificación tiene lugar en y por medio de esas imágenes y símbolos que son los sacramentos Bautismo Beso cultual Cámara nupcial Eucaristía Matrimonio Unción La consumación de todo El fin del mundo Cielo, el “descanso” de los salvados plenamente CONCLUSIÓN BIBLIOGRAFÍA: Colecciones de textos Terminaremos con el Epílogo el próximo día Saludos cordiales de Antonio Piñero. Universidad Complutense de Madrid www.antoniopinero.com
Domingo, 1 de Abril 2012
Notas
Hoy escribe Antonio Piñero
Continúa el índice de “Jesús de Nazaret. El hombre de la cien caras" (ya solo quedará la parte final). Estamos en la sección "cómo los demás veían a Jesús" Estamos en la sección "cómo los demás veían a Jesús" Feo / Hermoso A. Feo B. Hermoso Furioso / Manso A. Furioso B. Manso Hijo de David A. “Es Hijo de David” Entrada mesiánica en Jerusalén como “Hijo de David” B. “No es Hijo de David” Jesús mismo duda de que el mesías sea “hijo de David” Al ser nacido en Nazaret, no en Belén, deducen algunos que no es “Hijo de David” Hijo de Dios Reconocido como tal hasta por los demonios Reconocido como tal por un pagano Igual a Dios, puesto que perdona los pecados Se transfigura como Hijo de Dios Hijo del Hombre Humilde y manso Se hace siervo de los demás No desea que lo llamen maestro ni otros apelativos Jesús lava los pies a sus discípulos Iluminador Indignado Insumiso fiscalmente Juan Bautista: similar o igual a él Loco Lleno de gracia Machista / No machista A. Machista Sólo considera el punto de vista masculino en el divorcio: Las mujeres que lo acompañan están para su servicio y el de los Doce B. No machista En la familia del Reino no hay patriarcalismo. Dios asume la figura de Padre Maestro / Maestros y Jesús Jesús es un maestro ya desde niño Los maestros y Jesús en su infancia Se considera a sí mismo “maestro” Sus discípulos lo llaman así Jesús no quiere que le llamen “maestro” ni otros apelativos, ni lo permite a sus discípulos También sus adversarios y enemigos le llaman “Maestro” Mago A. Jesús es un mago Es acusado por sus enemigos de pronunciar fórmulas mágicas Otros casos en los que se han visto acciones mágicas en los portentos de Jesús Textos de autores antiguos que acusan a Jesús de magia B. Jesús no es un mago Majestad de Jesús Militarista/ No militarista Misericordioso / No misericordioso A. Misericordioso B. No misericordioso Misógino Misterioso Nacionalista / No nacionalista. Comportamiento con los paganos A. Buen comportamiento La mujer sirofenicia El siervo del centurión Cura a un samaritano y lo pone como ejemplo Parábola del buen samaritano Promete el Reino a los gentiles Piensan los judíos que podría predicar a los griegos Convierte a los samaritanos B. Nacionalista: se comporta mal con los paganos No predica el reino de Dios a los gentiles ni a los samaritanos Hace daño a unos gentiles propietarios de una piara de cerdos No recibe a los gentiles que desean verlo Niños: su actitud para con ellos Omnisciente / Ignorante A. Omnisciente B. Ignorante Orante, siempre en oración Ordenado Paganos Pecador / No pecador A. Pecador B. No pecador Persuasivo Pobre Popular / Impopular A. Jesús es muy popular B. Jesús es impopular Práctico Profeta Profetizado por las Escrituras Provocativo Habla con mujeres Se atreve a discutir las tradiciones de los antepasados Se atreve a enmendar la ley de Moisés Tiene a celotas entre sus discípulos Redentor Revelador Rey de los judíos / Su reino no es de este mundo A. Jesús es el Rey de los judíos Jesús rey eterno B. Jesús no es el Rey de los judíos Su reino no es de este mundo Sabio desde pequeño Sacerdote / Laico A. Jesús es sacerdote B. Jesús no es sacerdote y mucho menos sumo sacerdote Sanador Santo de Dios Sentimental emocionable Siervo de los demás / Señor de todos A. Siervo B. Señor Siervo elegido de Yahvé Solitario Tradicionalista / No tradicionalista A. Jesús tradicionalista B. Jesús no tradicionalista Vegetariano Violento/No violento A. Violento: la venida del reino de Dios depende del uso de armas La purificación del Templo fue un acto violento Tiene a celotas entre sus discípulos; discernibles por sus apodos Ejecutado al lado de dos “bandidos”, es decir, celotas La cruz es el castigo romano de los revolucionarios contra el Imperio Afirmaciones que suenan a “ruido de sables” Jesús incita a armarse a sus seguido¬res Es ejecutado en la cruz como rebelde – sedicioso contra el Imperio Jesús es peligroso para el Imperio y la estabilidad de Judea El Cordero (Jesús). hace la guerra con sus seguidores contra el Imperio romano B. No violento: la venida del Reino en manos de Dios Doce legiones de ángeles Jesús no pensaba en un gran ejército. No parece que organizara ejército alguno Quien predica la pobreza no piensa en mantener un ejército Visionario VI. PASIÓN Y MUERTE 1. Ultima Cena / Institución de la eucaristía / No institución de la eucaristía A. La Última Cena fue una cena de Pascua, aunque no se nombra el cordero B. No fue una cena de Pascua, sino de despedida, pues no se comió carne. C. En la Última Cena no se bebió vino sino sólo agua El Evangelio de Lucas dobla el número de copas bebidas por Jesús D. Se celebró el día en el que comenzaba la Pascua por la tarde E. Se celebró antes, en la víspera de la Pascua F. Los asistentes son sólo los 12 apóstoles incluido Judas Entre los asistentes estuvo también Santiago, el hermano del Señor En los momentos previos a la institución están presentes Marta y María G. En la Última Cena se instituyó la eucaristía H. En la Última Cena no se instituyó la eucaristía Pero el Evangelio de Juan sí alude indirectamente a la eucaristía, como instituida por Jesús, antes, durante su vida pública No se menciona la institución de la eucaristía en la Didaché 910 (110 d.C.). I. Interpretación gnóstica de la eucaristía: Evangelio de Felipe J. Himnos cantados por Jesús y sus discípulos en la Última Cena 2. Agonía en Getsemaní: gotas de sangre Prendimiento Prendido sólo por una guardia judía Prendido también por una cohorte romana 3. Verónica 4. Escarnio de Jesús 5. Jesús fue crucificado / No fue crucificado A. Si fue B. No fue El Jesús celestial se desprendió del Jesús carnal y subió al cielo Fue crucificado Simón de Cirene C. Sucesos acaecidos tras la muerte de Jesús 6. Descendimiento 7. José de Arimatea Solicita el cuerpo de Jesús Preso por los judíos y liberado milagrosamente José de Arimatea explica su liberación 8. Nicodemo Como testigo Intercede por Jesús en la pasión Nicodemo embalsama el cadáver de Jesús espléndidamente La unción no tiene lugar, según otros evangelistas VII. SEPULTURA. SEPULCRO VACÍO Sepultado en una tumba tallada en la roca y nueva Sepultura en una fosa común Guardias romanos en el sepulcro Los guardias obligados al silencio Duelo por Jesús VIII. DESCENSO A LOS INFIERNOS Testimonio de la cruz parlante IX. RESURRECCIÓN DE JESÚS 1. El sepulcro vacío A. Las mujeres van al sepulcro y lo encuentran vacío; nada dicen a los apóstoles B. María Magdalena sí comunica la noticia de la resurrección a los apóstoles C. Tras la muerte de Jesús los apóstoles se quedan en Jerusalén puesto que la ascensión tiene lugar de inmediato D. Tras la muerte de Jesús los apóstoles regresan a sus casas 2. Resucitado sin cuerpo / Resucitado con cuerpo A. Prenotando: sólo resucitan en verdad los justos, no los pecadores B. También resucitarán los pecadores C. Jesús resucitó ya en vida D. No hay descripción directa de la resurrección en los evangelios canónicos E. Descripción de la resurrección F. Resurrección sin cuerpo: glorificación de Jesús después de su muerte G. Con cuerpo, aunque etéreo 3. Apariciones de Jesús A. Sólo en Galilea B. Sólo en Jerusalén C. En Judea y en Galilea D. Probablemente en Judea, según Pablo de Tarso E. ¿A quién fue la primera aparición de Jesús? A María Magdalena A Santiago, el “ hermano del Señor” A Pedro, según Pablo de Tarso Quizás también a Pedro según el Evangelio de Lucas O quizás a los discípulos que iban camino de Emaús, según el mismo Aparición a todos los discípulos 4. Enseñanza de Jesús en la tierra antes de la ascensión. Tiempo transcurrido entre resurrección y ascensión. Su duración fue de: 1 día 40 días 545 días 18 meses 11 años Finalizaremos el próximo día Saludos cordiales de Antonio Piñero. Universidad Complutense de Madrid www.antoniopinero.com
Sábado, 31 de Marzo 2012
Notas
Hoy escribe Antonio Piñero
Anuncio con entusiasmo el nuevo libro de Fernando Bermejo, publicado por SÍGUEME, Salamanca, porque he leído las pruebas y me ha perecido estupendo. Supongo que lo recibiré por correo enseguida. En el entretanto les hago partícipes del "Cóntenido", la mejor manera de presentar objetivamente un libro: El Evangelio de Judas. Texto bilingüe y comentario ÍNDICE Presentación INTRODUCCIÓN 1. El Evangelio de Judas, parte del “códice de Al-Minya” o “códice Tchacos” 2. Lengua y proveniencia 3. Datación 4. Título y género literario 5. El Evangelio de Judas y el Nuevo Testamento 6. El Evangelio de Judas y la literatura patrística 7. Contenido y propósito 8. Adscripción ideológica 9. Estructura 10. El problema hermenéutico: interpretaciones del Evangelio de Judas 11. Un ejemplo de crux interpretum: Judas como “decimotercer daímōn” 12. La relevancia del Evangelio de Judas para la historia del cristianismo 13. Nuestra edición TEXTO COPTO, TRADUCCIÓN Y NOTAS BIBLIOGRAFÍA En el enlace - http://www.sigueme.es/libros/el-evangelio-de-judas.html -, al picar sobre la cubierta del libro, esta se amplía y se ve muy bien. Otra nota: Me comunica también Fernando Bemejo que el próximo miércoles, 3 de abril 2012, en su espacio de este blog, se publicará íntegra, a petición del interesado, la réplica del traductor, Ricardo García Pérez a las críticas sobre la versión española de la obra de Diarmaid MacCulloch A History of Christianity. The First Three Thousand Years (Una historia del cristianismo. Los primeros tres mil años) Saludos cordiales de Antonio Piñero. Universidad Complutense de Madrid www.antoniopinero.com
Viernes, 30 de Marzo 2012
Notas
Hoy escribe Fernando Bermejo
Proseguimos hoy el análisis de la obra de Jonathan Klawans, Purity, Sacrifice, and the Temple. Symbolism and Supersessionism in the Study of Ancient Judaism, Oxford University Press, Oxford, 2006. Me centro para ello en uno de los capítulos más importantes del libro, el capítulo 3º de la Primera Parte (titulado “Rethinking the Prophetic Critique”), que versa sobre la crítica profética del culto y las diversas aproximaciones que los estudiosos contemporáneos han hecho a esta cuestión. El punto de partida es la denuncia de la práctica sacrificial en textos como 1 Sam 15, 22-23; Is 1, 11; Jer 6, 20; Os 6, 6; Am 5, 21-24. De lo que se trata es de explicar las razones de esta reiterada condena del sacrificio en los textos proféticos. El autor llama la atención sobre el hecho de que ni la comprensión evolucionista de Julius Wellhausen ni el modelo de Max Weber, basado en su noción de “tipos ideales” que establece una diferencia nítida entre sacerdotes y profetas, proporcionan un fundamento adecuado para comprender la compleja dinámica entre sacerdotes y profetas en el antiguo Israel, como tampoco lo hacen según él otros enfoques empleados. Algunos de esos enfoques buscan mantener una diferencia cualitativa entre los profetas y los sacerdotes, y lo hacen así afirmando que los antiguos sacerdotes compusieron textos rituales “secos” mientras que los profetas, cuya actividad es posterior, infundieron en estos rituales un sentido de moralidad. En relación a las limitaciones de la diferenciación tajante de Weber entre profetas y sacerdotes, Klawans llama la atención sobre los siguientes hechos: 1) muchos profetas fueron sacerdotes, o al menos estuvieron activamente implicados en acciones sacerdotales y sacrificiales. Así, Jeremías descendía de sacerdotes (Jer 1, 1), como también Ezequiel (Ez 1, 1-3). Héroes proféticos como Moisés, Samuel y Elías son recordados como gente que realizó ofrendas sacrificiales (v. gr. Ex 24, 4-8; 1 Sam 3, 1; 1 Re 18, 30-39). Incluso se ha conjeturado que Isaías puede haber tenido antepasados sacerdotales. Y sin duda profetas más tardíos como Ageo, Zacarías y Malaquías estuvieron activamente implicados en la restauración del culto sacrificial a comienzos del período del Segundo Templo 2) Otro desafío directo a la dicotomía weberiana procede de una diferente dirección: si uno se fija en ciertos textos como Lv 19, pueden encontrarse fácilmente, dentro de las tradiciones sacerdotales, ideas y ética que están en armonía con el mensaje profético (en este sentido, Klawans llama la atención sobre la importancia de Mary Douglas). 3) Un tercer aspecto consiste en identificar aspectos de los libros proféticos que parecen mitigar la pretensión de que los profetas rechazaron categóricamente el sacrificio. Por ejemplo, los profetas no ponen objeciones únicamente al sacrificio. Amós, por ejemplo, pone objeciones a las festividades israelitas, e Isaías a las oraciones (Is 1, 14-15). 4) Otro aspecto interesante es que algunos profetas contemplan templos y sacrificios en sus visiones escatológicas. Así, por ejemplo, Isaías y Miqueas dibujan un futuro en el que pueblos de muchas naciones convertirían sus espadas en arados y vendrían a adorar a Dios en el templo de Jerusalén (Is 2, 1-4; Miq 4, 1-5). Ante estos y otros hechos textuales, el desafío consiste en proporcionar una explicación a la crítica profética del sacrificio sin incurrir en anacronismos o en pseudoexplicaciones determinadas por posiciones teológicas contemporáneas. El autor lanza un caveat sobre la necesidad de rechazar las explicaciones que hacen del sacerdocio un sistema intrínsecamente inmoral como las que intentan negar el conflicto real entre sacerdotes y profetas. Para ello, habla de la necesidad de recordar estas palabras de H. H. Rowley: “considerar a los profetas solo en términos óptimos y a los sacerdotes solo en términos pésimos es imprudente. Hubo buenos sacerdotes y buenos profetas, y si bien hubo indudablemente diferencias de énfasis entre ellos, todos ellos fueron exponentes de la misma religión”. En otro post veremos la explicación proporcionada por Klawans a la cuestión de la crítica sacrificial en el profetismo bíblico. Posdata. Recientemente, Antonio Piñero y yo hemos recibido un correo electrónico de una persona una de cuyas traducciones fue objeto de observaciones críticas en algunos de mis posts anteriores, solicitando la publicación de la extensa Réplica que acompaña. Esta Réplica será publicada íntegramente el próximo miércoles en este mismo espacio. Saludos cordiales de Fernando Bermejo
Miércoles, 28 de Marzo 2012
NotasHoy escribe Antonio Piñero Continuamos con él ïndice. Observen como los textos están normalmente seleccionados entre los q afirman una cosa de Jesús y la contraria MILAGROS COMO ADULTO 1. La Transfiguración 2. Otros milagros en los evangelios canónicos A. Sanaciones de Jesús en los evangelios canónicos B. Exorcismos de Jesús en los evangelios canónicos C. Milagros contra las leyes de la naturaleza 3. En los evangelios apócrifos A. Sanaciones B. Exorcismos DICHOS DE JESÚS CANÓNICOS (DENTRO DEL NUEVO TESTAMENTO). RECOGIDOS FUERA DE LOS EVANGELIOS CANÓNICOS DICHOS EXTRACANÓNICOS DE JESÚS Procedentes de lecturas variantes de los manuscritos del Nuevo Testamento Dichos citados por los Padres de la Iglesia no presentes en el Nuevo Testamento Procedentes de otras fuentes: son innumerables los recogidos en los evangelios apócrifos en especial los gnósticos. Ejemplo: dichos extracanónicos de Jesús en el Evangelio de Felipe. DOCTRINA DE JESÚS: ASPECTOS BÁSICOS Y FUNDAMENTALES 1. Jesús y la ley de Moisés Fiel cumplidor de la ley de Moisés Jesús corrige la Ley y su interpretación Jesús endurece la Ley: No matar / Ni siquiera encolerizarse Divorcio / No al divorcio; ni siquiera desear a una mujer Juramento / Ni siquiera jurar Ley del talión / No a la ley del talión Odio al enemigo / Amar al enemigo Jesús ablanda la Ley y la interpreta a favor del ser humano 2. El Reino de Dios futuro / presente No está presente..Vendrá en el futuro El Reino de Dios va unido a un fin del mundo inminente precedido por catástrofes cósmicas El Reino de Dios está ya presente El Reino de Dios no es de este mundo El Reino de Dios sí es de este mundo y se corresponde con el ideal del Antiguo Testamento El Reino de Dios está lleno de bienes materiales, no sólo espirituales. El festín mesiánico Ciento por uno en bienes materiales Bienaventuranzas para el reino futuro Un Reino de Dios en la tierra, para algunos elegidos, que durará mil años El reino de Dios es sólo espiritual El fin del mundo no es inminente Implicaciones políticas del mensaje de Jesús sobre el reino de Dios 3. Jesús funda una iglesia / No funda una Iglesia A. Jesús funda una Iglesia B. Jesús no funda una Iglesia 4. La ética de Jesús A. Ética general: la misma que la del Antiguo Testamento B. Una ética particular: imposible de cumplir 1. Contra la riqueza y los ricos Un Jesús a favor de los pobres 2. Poco aprecio por el trabajo 3. Poco aprecio por la familia. Posición secundaria de los vínculos familiares. 4. Renuncia a la justicia civil C. Matrimonio / Sexo Jesús vino a restaurar el andrógino original: Disolución de lo masculino y de lo femenino Con la creación de Eva vino la corrupción Defensor del matrimonio monógamo / Contrario al divorcio Una excepción a la prohibición del divorcio D. Amor a los enemigos que debe entenderse como amor a los del grupo propio Trata con extranjeros Habla y convierte a los samaritanos E. Jesús no ama a sus enemigos IV. CÓMO SE VEÍA JESÚS A SÍ MISMO 1. Fiel cumplidor de la ley de Moisés / Jesús no observa la Ley / Corrige la Ley y su interpretación 2. Su religión consistía esencialmente en cumplir la voluntad de Dios La voluntad de Dios se manifiesta en las Escrituras 3. El Dios de Jesús es el Dios del Antiguo Testamento Abbá 4. Autoconciencia de ser un hombre superior cercano a lo divino Jesús considera “padre” (Abbá). a Dios de un modo especial y diferente a los demás Autodefiniciones de Jesús A. Luz La luz de Jesús procede de la Plenitud / Pleroma: la potencia luminosa desciende sobre Jesús en el Monte de los Olivos Camino, verdad, vida B. Cercano a lo divino 5. Hijo del Hombre A. Con el significado de “ser humano”, “este hombre que está aquí”, intercambiables por un “yo” B. Hijo del Hombre que padece, muere y resucita C. Hijo del Hombre como juez de vivos y muertos tras su segunda venida Jesús no es el Hijo del Hombre celestial 6. Jesús es Profeta Profeta más que mesías 7. Mesías / Mesías Jesús no se declaró mesías A. Jesús reconoce que es el mesías B. Otros también ven a Jesús como mesías Jesús es Mesías pleno e Hijo de Dios sólo después de su muerte C. Mesías tradicional judío Jesús enviado sólo a Israel La comida del Reino es para los hijos, sólo las migajas para los gentiles Los discípulos desean ser los primeros en el Reino futuro, en Israel Los discípulos desean recibir recompensas materiales tras haberlo dejado todo por seguir a Jesús Los discípulos desean sentarse como jueces en doce tronos en el futuro María ve a su hijo Jesús como mesías de Dios según la Biblia hebrea Igualmente sus propios discípulos D. Mesías nuevo y desconcertante Jesús no se declara mesías abiertamente Jesús mismo duda de que el mesías sea “hijo de David” Los discípulos y el mesías deben servir y sufrir, no reinar Está prohibido decir que Jesús es el mesías antes de la resurrección Los discípulos comprenden su mesianismo solo después de la resurrección Mesías novedoso, pero profetizado en las Escrituras Muchos dudan de que Jesús fuera el Mesías 8. Enviado por Dios Padre 9. Redentor Jesús como redentor gnóstico 10. Revelador / Iluminador Jesús es el Revelador/ Iluminador por excelencia Jesús es el Iluminador y Redentor de los hombres espirituales, perdidos entre el mundo material: cómo el revelador busca el alma; descenso del Revelador Jesús forma parte de una cadena de reveladores: Adán, Set, Noé, Moisés, Profetas V. CÓMO LOS DEMÁS VEÍAN A JESÚS Hay diversidad de opiniones Abandonado por todos Airado Amigo: Lázaro, Marta y María eran conocidos por Jesús desde pequeños, en Egipto Angustiado Apocalíptico Astuto Ayuna / No ayuna A. Practica el ayuno B. No practica el ayuno Sus discípulos no ayunan como los fariseos Blasfemo Bueno / No se considera bueno Come con publicanos y pecadores Condena al igual que salva Conflictivo Cordero destinado al sacrificio / Luego triunfador Despreocupado Dios sin más Elías igual a Jesús Endemoniado Enemistado con muchos Escribas y sumos sacerdotes Habitantes de su propia aldea Herodes Antipas / Pero Pilato lo defiende Judíos enemistados en bloque con él, en especial los dirigentes Paganos Ricos Saduceos Enseña con autoridad Autoridad de Jesús Escurridizo Tiene estudios / No los tiene Exagerado e hiperbólico: Jesús gusta de emplear expresiones llamativas Exorcista A. Domina a los demonios B. Está endemoniado Fariseos: amigo y semejante a ellos en muchas cosas / Enemigo acérrimo de los fariseos A. Amigo y semejante a ellos en muchas cosas Los fariseos admiten tener trato con Jesús Los fariseos llegan incluso a alabar a Jesús Los fariseos invitan a comer a Jesús Los fariseos salvan la vida de Jesús Los fariseos no intervienen en contra de Jesús en el proceso judío Jesús predica también a los fariseos Jesús alaba a los fariseos Jesús argumenta sobre la Ley con la misma técnica que un fariseo Jesús explica su doctrina en parábolas como los fariseos B. Jesús enemigo acérrimo de los fariseos Desacredita y condena a los fariseos Los fariseos desacreditan a Jesús Los fariseos quieren matar a Jesús Seguimos un par de días más. Saludos cordiales de Antonio Piñero. Universidad Complutense de Madrid www.antoniopinero.com
Martes, 27 de Marzo 2012
Notas
Hoy escribe Gonzalo del Cerro
Martirio de Felipe y Bartolomé El procónsul ordenó que dieran tormento y azotaran con cueros crudos a Felipe, a Bartolomé y a Mariamne. Mandó después que los ataran por los pies y los arrastraran por las calles y plazas de la ciudad. Todos se admiraban viendo con qué paciencia soportaban tan inhumana violencia. Fueron luego encerrados en el templo de la Víbora mientras el procónsul deliberaba con qué muerte acabaría con su vida. Se congregaron allí los sacerdotes de la Víbora y una multitud de unos siete mil hombres. Fueron al procónsul a pedir que los castigara porque habían causado graves daños a la ciudad. Habían matado a las serpientes y cerrado su templo, habían hecho desaparecer el vino de la Víbora y engañaban al pueblo diciendo que se debía vivir en castidad. Son tan magos, decían, que ni siquiera los dragones podían con ellos. Cuando el procónsul oyó tales cosas, se encendió aún más en cólera. Pero contaba a los sacerdotes la forma extraña del comportamiento de su mujer, que estaba siempre hablando de un tal Jesús, al que llamaba su luz verdadera. Él mismo había tratado de ver a ese Jesús, pero estuvo a punto de quedar ciego por el resplandor que le salía al paso. Los sacerdotes referían cómo cuando fueron encerrados aquellos extranjeros, se pusieron a rezar de manera que no sólo se conmovió el templo, sino que estuvo a punto de venirse abajo. El procónsul hizo que sacaran del templo a Felipe y a los que con él estaban, y los condujeran al tribunal. Mandó que los desnudaran para intentar descubrir el misterio de su magia. Desnudaron, pues, a Felipe y a Bartolomé. Pero cuando los siervos quisieron desnudar a Mariamne, apareció una nube de fuego que cubrió la desnudez de la santa e hizo huir a todos presa del terror. Colgaron, pues, a Felipe y le perforaron los tobillos; luego, lo colgaron cabeza abajo delante del templo. Colocaron a Bartolomé delante de Felipe y le clavaron las manos en el muro del templo de la Víbora. Felipe y Bartolomé aparecían sonrientes en sus patíbulos y hablaban entre sí en hebreo. Llegada del apóstol Juan Fue entonces cuando llegó por allí el apóstol Juan para llevarles consuelo. Venía disfrazado de conciudadano, pero preguntando por la identidad de los colgados. Aunque sorprendidos de que un paisano preguntara por los extranjeros, le respondieron que eran los que habían cerrado los templos, matado a las serpientes, habían incluso resucitado a muchos muertos y querían hacer bajar fuego del cielo para consumir la ciudad con sus habitantes. Llevaron a Juan al lugar donde se encontraba Felipe, que dio la noticia a Bartolomé hablándole en hebreo. Juan les pronunció un augurio: “Que el misterio del que fue colgado entre el cielo y la tierra se cumpla con vosotros” (c. 129,2). Juan dirigió luego a los ciudadanos de Ofiorima un reproche lleno de acusaciones de ignorancia y de ceguera. El dragón los había cegado de tres maneras: en el cuerpo, en el alma y en el espíritu. Por eso castigaban a aquellos hombres, porque les habían dicho que su enemigo era la serpiente. Se dieron cuenta entonces de que, al parecer, Juan era cómplice de los ajusticiados y le amenazaron con matarle, sacarle la sangre, mezclarla con vino y dársela a beber a la Víbora. Pero cuando los sacerdotes pretendieron arrestar a Juan, se les paralizaron las manos. Felipe debió de pensar hacer algo nada bueno, porque Juan hubo de recordarle una recomendación, recurrente por lo demás en los Hechos Apócrifos: “No debemos devolver mal por mal” (c. 131,2). Transgresión de Felipe y su arrepentimiento Felipe llegó entonces al límite de su paciencia y pretendió tomarse la venganza de sus verdugos. Las súplicas de Juan, Bartolomé y Mariamne no lograron apaciguar a Felipe, que pronunció una maldición en hebreo. Con ello provocó un cataclismo que hendió el abismo y absorbió todo el lugar donde se encontraban el procónsul, la multitud y los sacerdotes de la Víbora. Eran como unos siete mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. El cataclismo había respetado también el lugar en el que se encontraban Estaquis, su familia, un grupo de mujeres fieles y cien vírgenes que vivían en castidad y estaban señaladas con el sello de Cristo. El Señor se apareció a Felipe para reprender su intemperancia. Repetía con insistencia la máxima de no devolver mal por mal. A pesar de la actitud recalcitrante de Felipe, el Señor liberó a las víctimas de la ira de su apóstol, aunque en el abismo quedaron el procónsul y la Víbora. En cuanto a Felipe y su actitud, el Señor le prometió que los ángeles lo llevarían al paraíso, pero que tendría que esperar cuarenta días antes de entrar con los justos, detenido con la espada de fuego que custodiaba la entrada. Sería la forma de expiar su desobediencia a los mandatos del Señor. Algo así como un purgatorio provisional. Los fieles trataron de liberar a Felipe del tormento. Pero el apóstol les disuadió, pues aquel suplicio debía ser para él su final en este mundo. Y continuó exhortando a los fieles desde el patíbulo. Hizo descolgar a Bartolomé, a quien ordenó construir una iglesia y consagrar obispo a Estaquis. Nicanora cuidaría del leopardo y del cabrito hasta que salieran de su cuerpo mortal. Entonces debían ser enterrados a las puertas de la iglesia. Después de dar instrucciones sobre su sepultura, Felipe hizo a Bartolomé y a los fieles una súplica diciendo: “Permaneced rezando por mí durante cuarenta días para que el Señor me perdone la transgresión que cometí al vengarme de los que me habían hecho mal” (c. 143,2). Como su sangre goteaba sobre la tierra, advirtió a Bartolomé que de aquella sangre brotaría una vid que daría uvas. Debían tomar sus racimos y exprimirlos en el cáliz. Tres días después proclamarían el “amén” para que su ofrenda quedara consumada. En una oración postrera pidió Felipe al Señor una vez más perdón por la venganza que se tomó de sus enemigos, y que le costó cuarenta días de espera antes de entrar en la gloria. Éstas fueron sus últimas palabras: “Hazme, Señor, descansar en tu bienaventuranza, y así recibiré lo que prometiste a tus santos por todos los siglos. Amén” (c. 144,3). Dichas estas palabras, Felipe entregó su espíritu. Bartolomé encomendó a Estaquis la tarea de bautizar a los que creyeran en la Trinidad y que ellos respondieran: “Amén”. Se apareció entonces el Salvador bajo la apariencia de Felipe, que les decía: “Para mí se ha abierto el paraíso y he entrado en la gloria de Jesús”. Bartolomé y Mariamne se despidieron de los hermanos, oraron por cada uno de ellos y se marcharon de la ciudad de Hierápolis. Bartolomé marchó a Licaonia mientras Mariamne se dirigió a la región del río Jordán. Estaquis y sus compañeros permanecieron en Hierápolis al cuidado de la iglesia de Cristo Jesús. (San Felipe abrazado a su cruz) Saludos cordiales, Gonzalo del Cerro
Lunes, 26 de Marzo 2012
NotasHoy escribe Antonio Piñero Tal como prometí en mi postal anterior, paso a la segunda parte de mi presentación objetiva de la obra “Jesús de Nazaret. El hombre de las cien caras”. EDAF, Madrid, 2012 + ÍNDICE I. ENCARNACIÓN CÓMO JESÚS ES HIJO DE DIOS Jesús como Dios existe antes de los siglos 1. El Verbo es divino desde siempre 2. Jesús es el Verbo, divino desde siempre 3. Es Dios, ciertamente, pero de algún modo secundario 4 Jesús sólo comienza a existir como hijo de Dios en el momento de su concepción en el cuerpo de María por obra del Espíritu Santo. Propiamente no hay descenso del Verbo. 5. Jesús es un hombre normal y sólo comienza a existir como Hijo de Dios al ser adoptado por Dios en su bautismo. No es el Verbo eterno y no desciende desde el cielo. 6. Jesús sólo comienza a existir como Hijo de Dios tras su muerte y elevación al cielo. Es un hombre mortal hasta su divinización por Dios tras la muerte. 7. Jesús es un mero hombre, no Dios Otros testimonios sobre Jesús como mero hombre, nacido de José No hay encarnación verdadera II. VIDA TERRENAL: INFANCIA Y ADOLESCENCIA ANUNCIACIÓN, CONCEPCIÓN Y NACIMIENTO VIRGINAL DE JESÚS Anunciación Generación Genealogías diferentes e inconciliables de Jesús Dudas de José Nacimiento prodigioso de Jesús El nacimiento no fue prodigioso Lugar del nacimiento: un establo No fue un establo, sino una cueva Jesús nace en Belén Consecuentemente en los Evangelios de Mateo y Lucas se niega que Nazaret sea la patria verdadera de Jesús Jesús nace en Nazaret, no en Belén Nombre de Jesús Virginidad perpetua de María, incluso después del parto de Jesús Nacimiento no virginal No hubo virginidad perpetua de María después del parto Jesús tiene otros hermanos Jesús no tiene hermanos sino hermanastros Jesús nacido de fornicación El cuerpo de Jesús era mera apariencia. Docetas Prodigios en torno al nacimiento de Jesús Los magos persas Milagro del pañal CIRCUNCISIÓN DE JESÚS HUIDA A EGIPTO Duración de la estancia en Egipto OFICIO DE JESÚS A. Carpintero: Jesús como su padre B. Y también tintorero JESÚS SABÍA TAMBIÉN GRIEGO VIDA OCULTA: MILAGROS DE LA INFANCIA Y JUVENTUD A. Infancia La palmera Los dragones Las presas reconstruidas Los pajarillos de barro Los ídolos destrozados B. Milagros de juventud A los ocho años: Jesús y los leones A los doce años: Jesús asombra a sus maestros MUERTE DE JOSÉ, PADRE DE JESÚS III. VIDA TERRENAL: VIDA PÚBLICA JUAN BAUTISTA Juan Bautista es pariente de Jesús (no se dice expresamente que sea primo). Juan Bautista es de la estirpe de Aarón Juan Bautista de niño en el desierto. Protección divina Su aspecto exterior y su comida totalmente vegetariana Juan Bautista tenía un gran potencial de movimiento de masas y revolucionario Juan Bautista popular en Israel incluso entre los fariseos Juan Bautista no es aceptado por los fariseos y legisperitos Herodes Antipas desea matarlo y se entristece por tenerlo que matar BAUTISMO DE JESÚS POR JUAN BAUTISTA Juan Bautista desconoce quién es Jesús Jesús no es superior a Juan Jesús es superior a Juan Jesús se resiste a ser bautizado por no ser pecador Jesús va a bautizarse con conciencia de ser pecador Diálogo entre Juan Bautista y Jesús que justifica el bautismo Juan Bautista se halla en la cárcel cuando es bautizado Jesús Juan Bautista no bautizó a Jesús, sino que sólo dio testimonio de él Juan Bautista sólo conoce a Jesús por revelación divina TENTACIONES DE JESÚS Provocadas por el Espíritu Santo JESÚS FUNDA SU PROPIO GRUPO Jesús competidor de Juan Bautista Precisión: Jesús no bautiza, sino sus discípulos Jesús no convence a los discípulos del Bautista a que se pasen a su nuevo grupo Jesús alaba a Juan Bautista El pueblo confunde a Juan Bautista con Jesús y viceversa, incluso tras la muerte del Bautista Juan Bautista no sabe que Jesús es el mesías, a pesar de la teofanía del bautismo SELECCIÓN DE LOS DOCE Los Doce representan a las doce tribus de Israel y heredan el Reino que será en la tierra de Israel Los discípulos salvados del castigo que caerá sobre los pecadores Los discípulos son torpes y no entienden a Jesús Los discípulos no creen en Jesús Pedro tiene la primacía entre los apóstoles Santiago tiene la primacía entre los discípulos Judas Iscariote Judas, sobrino de Caifás Judas era un malvado y endemoniado ya desde niño La traición de Judas anunciada por Jesús Traición de Judas Judas se condenará igual aunque Jesús le haya revelado algunos secretos Muerte de Judas. Por ahorcamiento Muerte de Judas. Por una caída María Magdalena y otras mujeres: En la vida pública Junto a la cruz Tras la resurrección María Magdalena tiene visiones de Jesús resucitado María Magdalena reveladora de Jesús María Magdalena y Jesús Los demás discípulos se quejan de María Magdalena Superioridad como discípula de María Magdalena MINISTERIO SÓLO EN GALILEA/ PERO TAMBIÉN EN JUDEA Jesús predica únicamente en Galilea y sube a Jerusalén para la última Pascua de su vida Jesús predica tanto en Galilea como en Judea antes de su última Pascua JESÚS IMPARTE UNA DOCTRINA SECRETA A SUS DISCÍPULOS Esta doctrina secreta se imparte sobre todo después de la resurrección Los de fuera, al menos en ocasiones, están predestinados a no entender la doctrina de Jesús Sin embargo, todo se manifestará MOMENTOS DIFERENTES EN LOS QUE JESÚS ES HIJO DE DIOS Consecuencia: el cuerpo de Jesús es especial, o tiene sólo tiene forma en apariencia Transfiguración RELACIONES CON SU FAMILIA Jesús se muestra distante con ella. Indica cuál es el parentesco que le interesa en los momentos anteriores a la llegada del Reino Jesús prefiere ir solo, sin sus hermanos, a una festividad en Jerusalén ESTADO CIVIL DE JESÚS 1. Jesús y las mujeres en general Las mujeres no son un ser secundario respecto al varón ya que Jesús cita el texto igualitario de Gn 1,2728 Las mujeres son un ser secundario respecto al varón ya que Jesús cita el texto no igualitario de Gn 2,24 (la mujer creada a la par que Adán). Jesús habla con mujeres Se deja ungir por ellas Una tradición más suave en su aspecto erótico: Marcos y Mateo Las mujeres son las únicas que se atreven a ir al sepulcro antes de la resurrección Jesús cura no sólo varones, sino también mujeres Incluso se atreve a tocarlas Jesús acompañado de mujeres en su vida pública, aunque en posición inferior, de servicio Jesús es amigo de mujeres: Marta y María, las hermanas de Lázaro Jesús pone a mujeres como ejemplo en sus parábolas. “La dracma perdida” ; “El óbolo de la viuda” María Magdalena. La primera aparición de Jesús resucitado fue a ella La primera aparición de Jesús no fue a María Magdalena, sino a los discípulos en Galilea 2. Jesús misógino 3. Célibe durante su ministerio 4. Jesús casado A. Con Salomé B. Con María Magdalena 5. Jesús homosexual Continuará Saludos cordiales de Antonio Piñero Universidad Complutense de Madrid www.antoniopinero.com
Domingo, 25 de Marzo 2012
Notas
Hoy escribe Antonio Piñero
Hace un par de semanas daba noticia, en unas breves líneas, de que estaba apunto de salir este libro mío cuyo título corresponde al de esta postal, publicado por EDAF, Madrid, 2012, 349 pp. (ISBN 978-84- 414-3096-9). Precio 18 euros. La semana pasada me indicaron que ya había llegado efectivamente a las librerías. Se me ha ocurrido presentarlo de la manera más objetiva posible y al modo como se hace a veces: reproduciendo el “Prólogo”, el índice o contenido y el epílogo. Publicar alguna parte del libro para que se vea como está dispuesto me parece muy ilustrativo. Y eso es lo que voy a hacer en los días siguientes. Comienzo, pues, por el PRÓLOGO El volumen presente no es un “libro de texto”, sino un libro “de textos”. Su misión es presentar al lector de un modo ordenado los pasajes, tomados en general de los evangelios tanto canónicos como apócrifos, y con pocas excepciones de otros autores de la literatura cristiana primitiva (como Hechos apócrifos de los apóstoles, Justino Mártir e Ireneo de Lyón)., que hacen aparecer ante sus ojos las “mil caras de Jesús”: cómo se veía él a sí mismo –según los evangelistas- y cómo lo vieron sus discípulos, sus amigos y sus enemigos. El libro representa así el punto de vista, variadísimo, del cristianismo primitivo sobre cómo era Jesús. Como he indicado en mi obra Los cristianismos derrotados (Edaf, Madrid, 2008), unos doscientos años después de la muerte de Jesús, un observador imparcial que se paseara entre los cristianos podría observar entre ellos una gran unidad, cierto, pero también la existencia de bastantes grupos diferentes al “ortodoxo” o mayoritario. En total quizás pudiera distinguir unos diez cristianismos diferentes, aunque luego –fijando más su atención- caería en la cuenta de que esa diferenciación procedía de tres troncos principales: el judeocristianismo palestinense, formado en general por lo seguidores inmediatos de Jesús, el judeocristianismo helenista que pronto sería absorbido por su corriente principal, el cristianismo paulino, y la corriente gnóstica. Estos son lo grupos que se reflejan en los textos que presentamos. Este libro apenas tiene comentario alguno, sino algunas aclaraciones, al principio y al final de los textos, cuando proceda, de modo que el lector pueda situarlo en su contexto y entenderlo mejor. La idea central es dejar –cómoda y ordenadamente- al lector ante los textos que nos ha legado la Antigüedad sobre un personaje complejo y fascinante en sí mismo, como todos los hombres grandes, en sus repercusiones en la historia del mundo, sobre todo en Occidente. Algunos de los textos han de repetirse necesariamente ya que contienen múltiples ideas interesantes para nuestro objetivo. En la segunda repetición se procura acortar el texto dejando sólo lo esencial para el epígrafe respectivo. A alguien le podrá parecer que algunos textos, o incluso apartados, son un tanto forzados. En realidad no es así, porque muy a menudo los antiguos, al igual que los modernos, no dicen las cosas directamente. Hay que “estar en el ambiente” para captar plenamente la intención de algunos pasajes. En estos casos, los epígrafes o alguna indicación mía en cursiva podrán indicar el camino para una verdadera intelección de un texto determinado. La variedad de textos presentados han salido de múltiples manos, con mentalidades muy diferentes y en momentos muy diversos –desde la segunda mitad del siglo I d.C. hasta los siglos VI y VII (pocos casos; y siempre pensando que el material reelaborado por el texto conserva recuerdos cristianos anteriores).- y van aparentemente en pie de igualdad puesto que no se hacen diferencias tipográficas en su presentación. Ello no quiere decir que el autor de esta selección otorgue el mismo valor como fuente histórica a todos ellos. Ni mucho menos, Este último aserto me parece tan importante que es conveniente insistir en ello: no vale lo mismo para reconstruir al Jesús histórico el material contenido en los evangelios más antiguos –que coinciden con los aceptados por la Iglesia—debidamente sometidos a la critica filológica e histórica que el fantasioso material que la reinterpretación de Jesús ha ido acumulando a partir del siglo II hasta el XI más o menos. En la inmensa mayoría de los casos –salvo el Evangelio de Tomás gnóstico, la base reconstruible del Evangelio de Pedro, algunos fragmentos papiráceos antiguos— estos textos, luego declarados apócrifos no tienen valor histórico alguno. Pero no es la intención de este libro reconstruir el Jesús histórico, sino mostrar la variedad del cristianismo primitivo, sobre todo desde finales del siglo I hasta el V. Y desde el punto de vista de la especulación teológica, no de la ortodoxia, tales textos valen para mostrar la diversidad del cristianismo. Al fin y al cabo, para un historiador de la antigüedad, las reinterpretaciones teológicas, tanto ortodoxas como no ortodoxas tienen el mismo valor en un aspecto: son muestras de la evolución del pensamiento cristiano; pero no juzga si se acercan a la verdad histórica o no. En consecuencia y para tranquilidad de algunos lectores, afirmo que en líneas generales –no siempre- contienen un material mucho más fiable aquellos textos que fueron compuestos relativamente cerca de la vida y andanzas del Jesús que caminó por Galilea y Judea predicando la cercanía del reino de Dios que los más tardíos. Esto quiere decir que son más fiables los evangelios canónicos --a excepción del de Juan que es una reescritura muy peculiar de la tradición sobre Jesús con el añadido de breves pinceladas históricas interesantes—que los apócrifos, posteriores y más dados a la reconstrucción fantástica de los huecos dejados por la historia. Como he señalado en el “Epílogo” de mi obra Jesús. La vida oculta (Esquilo, Badajoz, 2007), estos últimos suelen ser leyendas populares unas veces forjadas anónima y vulgarmente; otras, compuestas conscientemente como leyendas en la soledad de algún escritorio por alguna persona consciente de estar fabricando historietas edificantes. La principal razón para no atribuirles valor histórico es su escritura tardía. Habían pasado ya tantos años desde la muerte de Jesús, que de los años de su vida oculta no quedaba ningún testimonio fiable…, entre otras razones porque no se empezaron a recoger noticias sobre él sino después de su muerte y especialmente cuando se afianzó su culto como persona divina, trascendental para la salvación de la humanidad. En esos momentos no quedaba memoria fiel de los años de su infancia –sin importancia práctica para los creyentes- y todo lo importante de los otros instantes de su vida había sido recogido por los “evangelios oficiales”. Pero la multiplicidad de opiniones sobre cómo era Jesús siguió adelante. La gran batalla por la imagen de un Jesús “canónico” se dio entre los diversos grupos de cristianos desde el momento mismo en el que empezaron a difundirse los evangelios y hechos de los apóstoles tardíos (desde la mitad del siglo II y sobre todo en el siglo III)., documentos que hacían la competencia a los evangelios que iban adquiriendo el rango de canónicos o sagrados: los de Marcos, Mateo y Lucas, por una parte, y más tarde el de Juan. Por parte de los cristianos ortodoxos hubo desde entonces, y hasta los siglos VI-VIII, una lucha a muerte por aniquilar a los apócrifos y desterrarlos de las iglesias oficiales. A veces se intentaba también manipularlos y expurgarlos sustituyendo las antiguas versiones por otras más concordes con el pensamiento teológico ortodoxo. El éxito de esta tarea aniquiladora se muestra en la extrema escasez de textos evangélicos que procedan del judeocristianismo palestinense: sólo fragmentos que ocupan menos de quince páginas. Por suerte, parte de esos evangelios apócrifos, los de la tercera tendencia cristiana primitiva, la gnóstica, ha permanecido intocada hasta nuestros días, puesto que se descubrieron por casualidad hacia 1945, en regular estado de conservación, pero sin enmiendas ni añadidos… y así han sido editados (Véanse Textos gnósticos. Biblioteca de Nag Hammadi I-III, Trotta, Madrid, 42011 y Todos los Evangelios, Edaf, Madrid, 2010, con diversas reimpresiones). Espero que el lector –aunque alguna que otra vez haya leído los textos que aquí presentamos- se sorprenda de la enorme variedad de las perspectivas sobre Jesús que albergó el cristianismo de los primeros siglos. Y deseo que sepa que lo presentado es sólo una selección, pues de muchos apartados se podrían presentar aún más testimonios. Que es así lo indicamos cuando parece conveniente añadiendo un elenco breve de textos paralelos, donde sólo se indica la obra y capítulo más un par de palabras sobre el contenido del pasaje en cuestión. Saludos cordiales de Antonio Piñero. Universidad Complutense de Madrid www.antoniopinero.com
Viernes, 23 de Marzo 2012
Notas
Hoy escribe Fernando Bermejo
Llamo hoy la atención de nuestros lectores sobre un libro importante aparecido hace unos pocos años, y cuyos análisis no han pasado de moda: Jonathan Klawans, Purity, Sacrifice, and the Temple. Symbolism and Supersessionism in the Study of Ancient Judaism, Oxford University Press, Oxford, 2006. Es imposible entender el judaísmo y el cristianismo sin comprender las instituciones bíblicas centrales del sacrificio y el Templo. Sin embargo, tanto en el ámbito judío como cristiano –y también en el ámbito académico dependiente de sus preconcepciones– estas instituciones suelen ser consideradas únicamente como realidades deleznables, destinadas a ser “superadas”. En el ámbito cristiano, la “superación” se considera operada por la espiritualidad jesuánica. Basándose en una nueva lectura de los textos, en estudios antropológicos y del ritual, Jonathan Klawans –profesor del Departamento de Religión de la Universidad de Boston– pone de manifiesto el poderoso simbolismo del antiguo culto sacrificial judío, mostrando que el sacrificio constituía una actividad espiritualmente rica y significativa iluminada por dos “principios organizadores” centrales a las tradiciones sacerdotales de la Biblia: el deseo de imitar a Dios y la preocupación por mantener la presencia divina dentro de la comunidad. Al hacer esto, Klawans desmonta todas las anteriores visiones evolucionistas (y más o menos hostiles) del antiguo sacrificio judío como un comportamiento “primitivo” y espiritualmente vacío que fue rechazado y superado por la Eucaristía en el cristianismo o por la oración en el judaísmo rabínico. Sus lecturas novedosas de textos neotestamentarios y rabínicos desafían preconcepciones y prejuicios sólidamente asentados tanto en el ámbito académico como en la mente de muchos cristianos. El libro se divide en dos partes. En la primera (“Pureza y sacrificio en el Israel bíblico”), el autor argumenta que la fascinación selectiva (y a menudo evolucionista) con los orígenes del sacrificio ha tenido un efecto negativo sobre la comprensión académica del Israel bíblico. En la segunda, se analiza cómo diversas ideas judías y cristianas sobre el reemplazo del sacrificio (o su “espiritualización”) han tenido a su vez un impacto negativo sobre la comprensión de toda una serie de textos judíos antiguos relativos a asuntos cultuales. El último capítulo, el séptimo, presenta el mayor interés para los estudiosos del Nuevo Testamento, pues en él se analiza la actitud de Jesús y neotestamentaria ante el Templo. Se examinan en particular el incidente de Jesús en el Templo y la “institución” de la Eucaristía. Mientras que la mayor parte de estudiosos consideran que estos episodios articulan una crítica o incluso un rechazo del Templo de Jerusalén, Klawans –a partir de las conclusiones obtenidas en los capítulos previos de su libro– ofrece interpretaciones alternativas de ambos relatos. Comentaré ulteriormente este interesante libro, recomendándolo desde ahora a nuestros lectores. Posdata: en algún próximo post terminaremos la serie sobre la obra de MacCulloch, de la que la editorial Debate está preparando ya una nueva edición revisada. Saludos cordiales de Fernando Bermejo
Miércoles, 21 de Marzo 2012
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Editado por
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
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