CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero


Hoy escriben Antonio Piñero/Paolo Sacchi


Tema: Seguimos con el comentario de Sacchi al mesías davídico, político-guerrero en el apócrifo veterotestamentario Salmos de Salomón, pp. 429s de su Historia de Israel en la época del Segundo Templo (hay que tener presente el texto transcrito en las notas anteriores).

La esencia del mesianismo doble nos crea ciertas dificultades de comprensión. Hemos dicho ya que en una fase de la historia de Israel, brevísima por lo demás, existieron efectivamente dos ungidos (después del Exilio; el retorno de los exiliados con Zorobabel, “mesías” político, y Josué, “mesías” sacerdotal: Libro de Esdras 2-5 y Nehemías 7,7) este hecho pudo haber justificado la teoría; pero es difícil pensar que el mesianismo doble haya nacido sólo por este motivo histórico.

Sacchi presupone (p. 431) que el desdoblamiento mesías civil/ mesías sacerdotal presupone más bien una concepción del poder en el que las funciones civiles eran distintas a las religiosas. Todo ello refleja el contraste documentado ampliamente en la historia del judaísmo entre el sumo sacerdote y el que es en verdad el dirigente político y que puede conducir al pueblo casi como única figura en tiempos de guerra.

Así, es posible que la concepción del mesianismo doble haya surgido en Israel en época anterior a Jesús como una proyección escatológica –hacia el final de los día = a la época mesiánica- de una situación histórica. Esta duplicidad testimonia, además, el deseo del sacerdocio de afirmar su superioridad sobre la autoridad civil porque guaradar la Ley es más importante que el triunfo de las armas.

Es importante observar también que en los textos esenios, o cercanos al esenismo que hemos comentado en la nota anterior, sobre todo "El Rollo de la guerra", la salvación se veía igualmente como un proceso que se realiza en el tiempo histórico y en la tierra de Israel, aquí abajo. Y sabemos también –hemos citado textos- que antes de los ungidos de Aarón y de Israel debía aparecer un profeta, Elías.

Hay un plan divino que concierne a la historia. Incluso en medio de las dificultades y de la difusa sensación de una posible ruina inminente, Dios establece en la historia las bases seguras de la esperanza.

Sabemos también (los hemos comentado al hablar del “mesías guerrero”, en las notas 2-27-29 al 32) que en algunos textos de Qumrán está documentada la espera de un rey ungido, descendiente de David. Y aunque existan textos que sólo mencionan al mesías real o al sacerdotal, o al “profeta que ha de venir”, el mesianismo esenio debería siempre considerarse doble. El pasaje básico es siempre 1QS 9,11, que hemos citado (“hasta que venga el Profeta y los mesías de Aarón e Israel”).

Pero, en conjunto, los movimientos mesiánicos resultaron siempre sospechosos para la clase dirigente de Jerusalén porque debieron parecer demasiado peligrosos políticamente, no sólo por las complicaciones que podían traer con los romanos, sino también por las doctrinas igualitarias y populistas que frecuentemente los animaban.

Posteriormente los fariseos debieron también ser sospechosos de albergar el mismo espíritu belicoso que tuvieron algunos movimientos mesiánicos, a pesar de que éste no fue la expresión más característica de su pensamiento.

Recordemos finalmente el Salmo de Salomón 17,21-24 (citado en 2-27-40) que –como hemos dicho fue escrito por un fariseo:


"Míralo, Señor, y suscítales un rey, un hijo de David, en el momento que tú elijas, oh Dios, para que reine en Israel tu siervo [También es posible la traducción “para reinar sobre Israel, tu siervo”]. Rodéale de fuerza, para quebrantar a los príncipes injustos, para purificar a Jerusalén de los gentiles que la pisotean, destruyéndola… para quebrar el orgullo del pecador como vaso de alfarero, para machacar con vara de hierro todo su resistencia, para aniquilar a las naciones impías con la palabra de su boca".


Y tampoco olvidemos que si en algo podemos caracterizar a Jesús de Nazaret es como un fariseo, al menos sui generis, a quien aclamaron en su entrada a Jerusalén como “Hijo de David”, y él no protestó en absoluto, sino todo lo contrario:

“Os digo que si éstos callan gritarán las piedras” (Lucas 19,40).

Seguiremos con otros textos de la época acerca del mesías político-guerrero.

Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com

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• Hoy en el “Blog de Antonio Piñero” se trata del siguiente tema:

“Crítica a las ideas sobre Pablo de la ‘Escuela de la historia de las religiones’”

• Información sobre la película acerca de Jesús de Nazaret, titulada “El discípulo”:

www.eldiscipulofilm.com

Saludos de nuevo.




Viernes, 28 de Agosto 2009


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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