CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero

Hoy escribe Antonio Piñero

En la nota anterior comenzábamos por citar a J. Schlosser. Hoy lo hacemos otra vez

« “Como conclusión afirmemos:

En el período más o menos contemporáneo de los orígenes cristianos, "abba" tenía corrientemente:

• El valor del estado “enfático” ( = a nominativo) : el padre
• el de la designación como sufijo de primera persona del singular: mi padre;
• el de vocativo/apelativo: ¡padre mío! ¡padre!” dirigido al padre terrenal (p. 199). »

Ahora bien, a pesar de los los numerosos pasajes paralelos presentados en nuestras notas anteriores, no quedan convencidos los que argumentan que Jesús era "totalmente original y çunico" al emplear el voablo "abba" y sobre todo en vocativo, en sus oracuiones a Dios.

Siguen argumentando así:


Todo eso es cierto. Mas a pesar de todo, y puesto que estrictamente hablando en todo el notable número de documentos que se han presentado, es decir, en tantas analogías, no se conserva oración ninguna judía de época de Jesús -ni hay ningún pasaje alguno en el que expresamente- en la que se diga estrictamente “¡Padre!” = !"Abba¡ en vocativo, “cabe preguntarse si este hecho encierra algún significado” (Schlosser p. 204).

Con otras palabras: Volvemos a preguntarnos con notable paciencia :¿Fue Jesús estrictamente original en este uso? ¿Empleaba Jesús en su oración a Dios una expresión que los demás judíos rechazaban por ser demasiado familiar para con la divinidad?

La primera respuesta es: el “argumentum ex silentio”, la falta de datos, es muy difícil de utilizar para conseguir una razón convincente, porque esa ausencia puede explicarse desde muy distintas perspectivas.

La segunda: sí es verdad que puede percibirse, sin llegare a la demostración, una cierta reticencia del judaísmo de la época de Jesús a ser familiar con Dios y a emplear el vocablo “padre” o “padre mío” en las oraciones. Esta tendencia se corresponde a la intención general de la época helenística a trascendentalizar a Dios, a mantenerlo alejado de la esfera de los hombres como respuesta a épocas anteriores, de influencia del politeísmo, que se hacía a la divinidad demasiado humana. Esta tendencia se manifiesta en esa falta de casos. Pues bien, se admite que Jesús es en ello original. Pero sin obtener de este hehco consecuencias desorbitadas.

Tercera: Tal ausencia de textos en oraciones estrictas no es una objeción decisiva, ya que las paráfrasis arameas de la Biblia de la época de Jesçus emplean “padre” (abba) y padre mío / oh padre (aby) cuando así lo exige el texto que están traduciendo (la Biblia hebrea). Por tanto se empleaba.

Cuarta: Jesús –como se supone de otros rabinos galileos de la época- era un exorcista y un sanador. Ese aspecto de la actividad de Jesús parece totalmente histórico. Ahora bien, estas gentes suelen mostrar un tipo de contacto con Dios más íntimo y frecuente que las personas normales que no son ni exorcistas ni sanadores. ¿Qué hay de raro que a la hora de rezar emplearan un término que denota una mayor familiaridad con Dios? No veo, por tanto, ninguna originalidad sustancial en el empleo de "abba" por parte de Jesús.

Lo que sí veo es que Jesús marca al parecer, más que otros piadosos de su tiempo, la familiaridad para con Dios. Pero es una familiaridad que apunta no sólo a la confianza para con el Padre, sino también hacia la obediencia, el abandono a la Providencia de la criatura, el reconocimiento de la soberanía de Dios a pesar de la familiaridad. No veo, pues, otra actitud que la un humano, la de un judío, muy piadoso con conciencia -a pesar de su cercanía a Dios- de ser una criatura frente a la todopoderosa divinidad. La intimidad del hijo en una familia normal, cariñosa, no hace que el hijo pierda la conciencia de la distancia que le separa de su padre a pesar de la familiaridad que con çel tenga.


Quinta: Tampoco hay argumentos de que Jesús utilizara de forma abundante esta designación. Es decir, Jesçus no era exagerado en el empleo de "abba". De hecho sólo está testimoniada directamente en un caso, en todos los evangelios, en Mc 14,36.

El que se afirme que "abba" estça subyacente en otros textos de la tradición en griego que hablan de “padre” o “padre mío” es posible. Pero la crítica cree que absoluta y seguramente auténticos sólo hay tres textos más, y todos en el Evangelio de Lucas:

10,21: “En aquel momento, se llenó de gozo Jesús en el Espíritu Santo, y dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra”

11,2: “El les dijo: «Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu Nombre”

y 11, 13: “Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!”.

No son tantos textos, aunque se admita esta hipótesis

Sexta: ¿puede deducirse de esta actitud familiar de Jesús una “cristología implícita”? Es decir, una actitud de Jesús que sirviera de fundamento a lo que pasó después, a saber que los seguidores de Jesús consideraron claramente a éste como Hijo, con mayúsculas, de Dios, un Hijo que de algún modo es divino como su Padre?

No lo creo. Y basta un argumento. Hay buenas razones para pensar que en Lc 11,2, el inicio del Padrenuestro, debajo de “Padre” se hallaba un “abba” arameo. Ahora bien, es claro que ese Padre es el Padre de todos los discípulos; no uno especial de Jesús.

Y otro argumento: tampoco veo que haya que deducir nada especial de esa contraposición “Vuestro Padre” / “Mi padre” (por ejemplo, en Mt 6,2-6; 6,16-18), ya que la crítica observa que tales pasajes en los que Jesús emplea “Mi Padre” tienen muy probablemente no una procedencia del Jesús histórico, sino de la proclamación de la comunidad cristiana que se forma después de la resurrección.

A la vez admito que este hecho del sentimiento de la proximidad a Dios por parte de Jesús –junto con el hecho de que era un taumaturgo- ayudó decisivamente a que –una vez muerto el Maestro- se sublimara y reinterpretara su figura en el sentido de que “tenía que haber sido divino incluso en vida, ya que después de su muerte había sido vindicado por Dios y estaba sentado a la derecha del Padre”. Pero se trata, en mi opinión y çeste es el tema de toda la serie, de una reinteretación de la figura de Jesús.

Con estas líneas concluimos el tema “El Dios de Jesús” y sus implicaciones para nuestro gran tema principal: la divinización de Jesús.

Saludos cordiales de Antonio Piñero.

www.antoniopinero.com

……….…………………

Hoy en el “Blog de Antonio Piñero” trato del siguiente tema:

“La procedencia de Jesús”


Manera de entrar, si a alguien le interesare: pinchar en el enlace que se halla en la página presente, abajo en la derecha.

Saludos de nuevo





Martes, 24 de Marzo 2009


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





Tendencias de las Religiones


RSS ATOM RSS comment PODCAST Mobile