CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero


Hoy escribe Antonio Piñero

Seguimos con el tema de la nota anterior. Vamos a intentar ofrecer, junto con los análisis y el comentario el texto de la Carta, todo aquel pasaje que sea necesario de modo que el lector de estas notas se sienta cómodo. Cada una de estas notas debe comprenderse por sí misma, aunque entre sí formen una unidad.

Si por alguna necesidad de consulta, el lector no tuviera a mano una Biblia, o al menos un Nuevo Testamento, una ayuda cómoda sería “bajarse” al ordenador el programa bíblico, absolutamente gratis y sin trampas, denominado e-Sword: Basta con teclear esta palabras en un buscador. e-Sword tiene la Biblia de Jerusalén en español y en inglés, el texto griego del Nuevo Testamento y el hebreo del Antiguo Testamento. Todo pasaje puede copiarse con la función “cortar y pegar”. Posee también función de búsqueda, y tiene mapas y otras ayudas. Si en algún momento necesita el lector leer algo, no tiene por qué salir del ordenador

Continuamos, pues, con la Epístola:

Todo lo que hablamos en la nota anterior debió de ocurrir en los años 50/51: desde Atenas Pablo había enviado a Timoteo, su colborador íntimo, a Tesalónica, como hemos dicho, y el posterior reencuentro de los dos tuvo lugar en la ciudad de Corinto por esas fechas:

Dicen los Hch 18,5: “Cuando llegaron de Macedonia Silas y Timoteo, Pablo se dedicó enteramente a la Palabra, dando testimonio ante los judíos de que el Cristo era Jesús”.

Según 1 Tes 1,1-2:

“Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros gracia y paz. 2 En todo momento damos gracia a Dios por todos vosotros, recordándoos sin cesar en nuestras oraciones”

entre la primera estancia de Pablo, que correspondió a la fundación de la comunidad, y los acontecimientos mencionados en 2,17-3,6:

“Estamos separados por breve tiempo”... “Quisimos ir a vosotros” ... “Nos quedamos solos en Atenas y os enviamos a Timoteo” ... “Hemos sufrido tribulaciones… y temo que el Tentador os tiente y que nuestro trabajo quede reducido a nada,

transcurrió breve tiempo (especialmente se dice en 2,17: “Por breve tiempo”).

Los pasajes de 1,5

“Cuando os predicamos nuestro evangelio…”

y 2,1-5:

1 Bien sabéis vosotros, hermanos, que nuestra ida a vosotros no fue estéril,
2 sino que, después de haber padecido sufrimientos e injurias en Filipos, como sabéis, confiados en nuestro Dios, tuvimos la valentía de predicaros el Evangelio de Dios entre frecuentes luchas.
3 Nuestra exhortación no procede del error, ni de la impureza ni con engaño,
4 sino que así como hemos sido juzgados aptos por Dios para confiarnos el Evangelio, así lo predicamos, no buscando agradar a los hombres, sino a Dios que examina nuestros corazones.
5 Nunca nos presentamos, bien lo sabéis, con palabras aduladoras, ni con pretextos de codicia, Dios es testigo,

pasaje que, como se ve, expresa el comportamiento de Pablo durante su estancia en Tesalónica y su predicación el Evangelio con firmes palabras, no engañosas, suponen recuerdos vivos y frescos de esa estancia de Pablo en Tesalónica, no lejana en el tiempo (véase el texto citado de 2,17).

Por tanto, la carta debió de escribirse en Corinto. 1 Tesalonicenses está compuesta cuando aún no había Evangelios, es el primer escrito que se conserva de Pablo y el primer documento del Nuevo Testamento en general.

Se trata de una carta de circunstancias, viva y fresca de sentimientos, que aborda problemas reales que acuciaban a sus lectores en aquellos momentos.

2. Estructura y contenido

1 Tesalonicenses no presenta el desarrollo claro de una idea, sino que se mueve como en círculos mezclando temas diversos.

Por la forma de la carta, que tiene

Dos acciones de gracias: 1,2 (“En todo momento damos gracias…”) y 2,13 (“Por nuestra parte no cesamos de dar gracias…”); y

Dos conclusiones: 3,11ss “Que Dios mismo… oriente nuestros pasos…” y 5,23ss : “Que el Dios de la paz os santifique…”),


se ha argumentado que un redactor desconocido juntó en 1 Tes dos cartas auténticas, pero diferentes, de Pablo. Esta suposición, sin embargo, aporta más problemas que los que resuelve y no ayuda demasiado para la comprensión de la carta.

Por el contenido puede dividirse 1 Tes en dos grandes secciones:

• 1ª: 1,1-3,13: es de carácter más personal. Contiene acciones de gracias y buenas noticias de los tesalonicenses y de Pablo.

• 2ª: 4,1-5,22: es más doctrinal. Contiene enseñanzas y exhortaciones.

Seguiremos. Saludos cordiales de de Antonio Piñero.

www.antoniopinero.com

Para más información sobre el curso de “Orígenes del cristianismo – Introducción al estudio del Nuevo Testamento” puede consultarse:

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Miércoles, 25 de Febrero 2009


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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