CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Hoy escriben Mercedes López Salvá y Miguel Herrero

Himno I 550-570

Es cierto que ahora llevo la sombría mancha de la materia y me embargan los deseos, ataduras corporales. Mas tú eres el redentor, tú eres el purificador: libérame de los males, libérame de las enfermedades, libérame de mis grilletes. Tu semilla llevo, chispa de una inteligencia noble postrada en el abismo de la materia. Pues tú en el universo depositaste el alma y a través del alma sembraste la inteligencia en el cuerpo.

Himno III 40-55, 61-67

Que mi alma, sin soportar la huella de las penas, lleve una vida sosegada, fecunda, con sus dos pupilas fijas en tu resplandor, para que, limpio de materia, me apresure yo por senderos sin retorno, fugitivo de los pesares de la tierra, a unirme a la fuente del alma. Una vida tal, inmaculada, facilítamela a mí, tu citarista, cuando, al dirigirte yo mi canto, glorifique tu raíz, altísima gloria del Padre, y también a ese Soplo, sentado a tu vera, en medio de la raíz y del brote, y que, al cantar el poder del Padre, con estos himnos a ti dedicados, culmine el insigne alumbramiento del alma (...).

(61-67) Te saludo, oh potestad del Hijo; te saludo, oh belleza del Padre, y te saludo, Soplo inmaculado, centro del Hijo y del Padre: ojalá quieras enviármelo, de acuerdo con el Padre, para que riegue de vida las alas de mi alma y dé cumplimiento a los dones divinos.

Sobre los ensueños 7

El alma puede purificarse con el tiempo, con el trabajo y con otras vidas, y subir hacia lo alto. Dado que tiene una doble vida, el alma corre un doble estadio y alternativamente trata con lo peor y con lo mejor. El alma primera, cuando desciende, toma prestada de las esferas al alma pneumática, se embarca sobre ella como en una nave y se une al mundo material. Y emprende esta lucha ya para retornar a lo alto junto a ella o, al menos, para no quedarse abajo con ella. Es difícil pero posible que el alma abandone el pneuma (espíritu) que no la sigue. No es lícito dudar de esto si se conocen los ritos. Y el retorno a lo alto sería vergonzoso para el alma, si no se desprendiera de lo que le es ajeno y no dejara en la tierra lo que tomó prestado de arriba. Y esto puede ser concedido como don de dios y de la iniciación en una única y en una segunda pero es natural que el alma, una vez unida al pneuma, o se mueva de acuerdo con él o lo atraiga o sea atraída por él. De cualquier forma, el alma permanece unida a él hasta el momento de retornar allí de donde vino.

Sobre los ensueños 10

La sustancia corporal de acuerdo con la naturaleza no tiene otro recurso, cuando el alma asciende, que levantarse de su caída, elevarse con ella y armonizarse con las esferas, esto es, como revertirse a su propia naturaleza.

Sobre los ensueños 11

El ascenso del alma es el mejor fruto de un pneuma (espíritu) sano, una ganancia realmente sagrada.


Saludos cordiales de Mercedes López Salvá y Miguel Herrero,
y subsidiariamente de Antonio Piñero

NOTA: como hemos indicado ya varias veces, esta postal es parte del capítulo del libro editado por Alberto Bernabé, Madayo Kahle y Marco Antonio Santamaría (eds.), con el título “Reencarnación. La transmigración de las almas entre Oriente y Occidente”, Abada Editores, Madrid, 2011.

Domingo, 16 de Octubre 2016
Hoy escriben Mercedes López Salvá y Miguel Herrero


De principiis III 3,5-6

Me parece lógico investigar por qué el alma humana es movida tanto por lo bueno como por lo malo. Supongo que las causas son anteriores a nuestro nacimiento corporal (...). Hay que decir que ha habido ciertas causas antecedentes que, antes de que las almas nacieran en los cuerpos, les han hecho contraer alguna culpa en sus pensamientos o en sus movimientos, por los que fueron juzgadas por la divina providencia a sufrir esto de acuerdo con su merecimiento.

El alma, en efecto, posee siempre su libre arbitrio, esté en el cuerpo o fuera de él, y el libre arbitrio siempre es movido o hacia el bien o hacia el mal y jamás el sentido de la razón, esto es, la inteligencia y el alma, puede estar sin movimiento alguno sea bueno o malo. Es verosímil que estos movimientos sean causa de los merecimientos incluso antes de que actúen en este mundo. Así, según estas causas o merecimientos, desde el nacimiento o, mejor dicho, desde antes del nacimiento, ha sido regulado por la divina providencia el ser afectado por el bien o por el mal (...). Hay que pensar que a veces hay causas anteriores al nacimiento corporal.

De principiis IV 3,10

A cada una de las que desciende a la tierra se le concede, según su mérito o el lugar que allí ocupaba, nacer en este mundo en diferentes lugares o naciones, con diferentes géneros de vida o enfermedades, engendrados por padres religiosos o por los que son menos piadosos, de modo que alguna vez un israelita puede caer entre los escitas y es posible que un egipcio descienda en Judea.


Saludos cordiales de Mercedes López Salvá y Miguel Herrero,
y subsidiariamente de Antonio Piñero
Viernes, 14 de Octubre 2016
Hoy escriben Mercedes López Salvá y Miguel Herrero

Comentario al Evangelio de Juan VI 85-86

(85) Lo primero, entre otras cosas, hay que profundizar más y estudiar más cuidadosamente el discurso sobre la esencia del alma, el origen de su constitución, su entrada en el cuerpo terreno, los elementos de la vida de cada una y su salida de aquí y si es posible que entre por segunda vez en un cuerpo o no y si será en el mismo ciclo y de acuerdo con la misma regulación o no, en el mismo cuerpo o en otro, y, si es en el mismo, si en sustancia permanecerá idéntica a sí misma aunque cambie en cualidad, o si será la misma en sustancia y cualidad, y si se servirá siempre del mismo cuerpo o lo cambiará.

(86) En estos asuntos también habrá que examinar qué es propiamente “reencarnación” (metensomatósis) y en qué difiere de “encarnación” (ensomatósis) y el que habla de “reencarnación” mantiene en consecuencia que el mundo es incorruptible. Respecto a esto será necesario exponer los razonamientos de quienes quieren, de acuerdo con las Escrituras, que el alma sea sembrada en el cuerpo y las consecuencias de ello.

Comentario al Evangelio de Mateo XIII 1

En esto a mi entender se debe decir “Elías” y no “el alma de Elías” para no caer en la doctrina de la reencarnación, ajena a la iglesia de Dios. (...) ¿En cuántos años piensas encontrar un alma totalmente purificada y que no necesite reencarnación? (...) No obtendrán el perdón de sus pecados por la reencarnación sino por el fuego (...). (2) Pienso que necesariamente hay que dedicar un tiempo al estudio del discurso sobre la reencarnación.


Tratado de sobre los primeros principios (De principiis) I 7,4

Si el alma hubiera sido formada al mismo tiempo que el cuerpo, ¿cómo Juan hubiera podido estar lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre y estremecerse cuando la voz de María golpeó la oreja de Isabel?


Saludos cordiales de Mercedes López Salvá y Miguel Herrero,
y subsidiariamente de Antonio Piñero

Jueves, 13 de Octubre 2016
Hoy escriben Mercedes López Salvá y Miguel Herrero


Contra Celso VII 32

No es cierto, como cree Celso, que nosotros hablamos de la resurrección por haber comprendido sesgadamente la reencarnación (metensomatósis), sino porque sabemos que el alma, que por su propia naturaleza es incorporal e invisible, necesita, cuando se encuentra en un lugar corporal cualquiera, un cuerpo de naturaleza apropiada a ese lugar. Lleva ese cuerpo después de haberse despojado de lo que antes era necesario pero superfluo en un segundo estado y después se reviste con lo que tenía antes porque necesitaba una vestimenta mejor para las regiones más puras, etéreas y celestes.

Contra Celso I 32

¿Era, en efecto, razonable que quien llevó a cabo tamaña hazaña en favor del género humano (...) no tuviera un nacimiento milagroso sino el más ilegítimo y vergonzoso de todos los nacimientos? Yo les pregunto a los griegos y en particular a Celso, que participe o no de sus ideas, en todo caso cita a Platón ¿acaso el que envía para abajo las almas a los cuerpos de los hombres iba a llevar al nacimiento más vergonzoso de todos, al no introducirlo mediante un matrimonio legítimo en la vida de los hombres, al que tantas cosas osó hacer, al que enseñó a tantos y que convirtió a tantos hombres desde la ciénaga de la maldad?

¿Acaso no es más razonable que cada alma introducida en un cuerpo por algunas misteriosas razones –y digo ahora esto de acuerdo con Pitágoras, Platón y Empédocles, a quienes Celso cita con frecuencia– lo sea de acuerdo con sus méritos y sus hábitos anteriores? Es lógico, pues, que esta alma, que al venir a la vida de los hombres ha sido más útil que la de muchos (...), necesite un cuerpo no sólo que sobresalga entre los cuerpos humanos sino el mejor de todos.

Saludos cordiales de Mercedes López Salvá y Miguel Herrero,
y subsidiariamente de Antonio Piñero

Miércoles, 12 de Octubre 2016
Hoy escriben Mercedes López Salvá y Miguel Herrero

Sobre el Evangelio de Juan VI 73

Si por una parte no se ignoraba que Juan había nacido de Zacarías y por otra los judíos de Jerusalén enviaron una delegación para preguntar por medio de los levitas y sacerdotes “¿Eres tú Elías?” es evidente que decían esto porque pensaban que la doctrina de la reencarnación era verdadera en el sentido de que estaba de acuerdo con la tradición de sus padres y no era ajena a su enseñanza esotérica.

Comentario a la epístola a los romanos VI 8,8

Si se dice que el pecado ha revivido en el alma, ¿cómo es que a partir de las palabras del Apóstol, donde dice “una vez estuve vivo sin la ley”, cierta gente introduce la doctrina de la reencarnación (metensomátosis), que enseña que las almas de los hombres estuvieron previamente en bestias, aves o peces y después vinieron a los hombres?

Contra Celso III 75

Y si curamos también a los que han sufrido el sinsentido de las reencarnaciones (...) ¿no mejoraremos las almas de los que creen en nuestra doctrina?

Contra Celso V 49

Lo que importa es la diferente causa por la que los discípulos de Pitágoras se abstienen de comer seres vivos y por lo que lo hacen nuestros ascetas. Aquéllos se abstienen de lo animado en razón del mito de la reencarnación del alma:

Y alguien, gran insensato, a su hijo levantando,
lo inmolará entre preces sobre el ara (Empédocles. Fragmento 137 Diels)

Nosotros, en cambio, si algo de eso hacemos es porque abofeteamos nuestro cuerpo y lo reducimos a la servidumbre y queremos mortificar los miembros que están en la tierra (...) y todo en orden a matar las acciones del cuerpo (Rom 8,13).


Saludos cordiales de Mercedes López Salvá y Miguel Herrero,
y subsidiariamente de Antonio Piñero

Martes, 11 de Octubre 2016

Notas

5votos
Queridos amigos lectores:

Me he olvidado añadir al final de la postal de hoy el siguiente vínculo que va en una nota del periodista Juanjo Sedeño, de Canarias. Ahí va:


Aquí le adjunto el programa suyo de Gnosis....

Muy agradecido con usted y muy conforme con el programa.

Espero sea de su agrado, muchas gracias.


Atmente:

Juanjo Sedeño Hdez.


https://www.ivoox.com/antonio-pinero-gnosis-cristianismo-primitivo-manuscritos-del-mar-audios-mp3_rf_13227936_1.html


Antonio Piñero-Gnosis. Cristianismo Primitivo y Manuscritos del Mar Muerto-2-10-2016 La Puerta Estelar.
www.ivoox.com

Escucha y descarga los episodios de Podcast La Puerta Estelar gratis. Programa: Podcast La Puerta Estelar. Canal: La Puerta Estelar. Tiempo: 01:00:19 Subido 08/10 a las 03:22:11 13227936

Saludos de nuevo,

Antonio Piñero
Lunes, 10 de Octubre 2016
Hoy escriben Mercedes López Salvá y Miguel Herrero

Ireneo de Lyon, Contra las herejías I 25,4

Han llegado hasta tal grado de insania (los carpocracianos) que afirman ser capaces de cometer todo tipo de impiedades y sacrilegios irreligioso e impío. (...) y que por medio de las transmigraciones en cuerpos sucesivos conviene que las almas experimenten todo tipo de vida y acción, a no ser que alguien sumamente diligente realice de un golpe en una única venida todo aquello que no sólo no es lícito decir o escuchar, sino que ni tan siquiera viene a nuestra mente (...).

De forma que, según lo que dicen sus escritos, sus almas, experimentadas en toda práctica de vida, al salir no les debe faltar ya nada por hacer, pues de otro modo deben emplearse a fondo en ello, no sea que, faltando alguna cosa a su libertad, se vean constreñidas a transmigrar de nuevo a un cuerpo. Por eso, dicen, Jesús había dicho esta parábola parábola: “Cuando estés en camino con tu adversario, apresúrate a liberarte de él, no sea que te entregue al juez y éste al alguacil y te envíe a la cárcel. En verdad yo te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuadrante”.

El adversario es, según ellos, uno de los ángeles que están en el mundo, al que llaman diablo, creado especialmente para conducir las almas que perecieron desde el mundo al primer arconte, y afirman que éste es el primero de los hacedores del mundo y que entrega las almas a otro ángel que está a su servicio para que las encierre en otro cuerpo; pues el cuerpo, dicen, es una cárcel. Y la frase “no saldrás de allí hasta haber pagado el último cuadrante” la interpretan en el sentido de que nadie escapará del poder de los ángeles que crearon el mundo, antes bien, irá pasando sucesivamente de cuerpo en cuerpo, hasta que haya hecho todas las acciones que en este mundo se puedan hacer; y cuando ya no le falte nada, entonces el alma habrá alcanzado su libertad e irá hacia el Dios que está por encima de los ángeles creadores. De esta manera se salvarán todas las almas, ya sea por haber realizado todas las obras en una sola venida, ya porque, transmigrando de cuerpo en cuerpo e inmiscuidas en toda clase de vida, cumplen su deuda y quedan liberadas de tener que volver otra vez a un cuerpo.

Contra las herejías I 26,2

Los llamados “ebionitas” (...; es decir, judeocristianos) profesan las mismas doctrinas que Cerinto y Carpócrates.


Saludos cordiales de Mercedes López Salvá y Miguel Herrero,
y subsidiariamente de Antonio Piñero

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NOTA: como hemos indicado ya varias veces, esta postal es parte del capítulo del libro editado por Alberto Bernabé, Madayo Kahle y Marco Antonio Santamaría (eds.), con el título “Reencarnación. La transmigración de las almas entre Oriente y Occidente”, Abada Editores, Madrid, 2011.

Lunes, 10 de Octubre 2016
Antología de textos básicos para el tema “Reencarnación y cristianismo primitivo”. Pistis Sophía (9-10-16; 691)

Hoy escriben Mercedes López Salvá y Miguel Herrero


Pístis Sophía I 7,12-13

Descubrí a Isabel, la madre de Juan el Bautista, antes de que lo hubiera concebido y eché dentro de ella una potencia que había recibido del Pequeño Iao, el Bueno, que está en el Medio, para que él pudiera predicar antes que yo, preparar mi camino y bautizar con agua de perdón (MT 3.11). Ahora esa potencia está en el cuerpo de Juan.

Y así en lugar del alma de los arcontes que debía recibir, encontré el alma del profeta Elías en los eones de la esfera, y la recibí y tomé su alma de nuevo. Se la di a la Virgen de la Luz y ella se la dio a sus recibidores. Ellos se la dieron a la esfera de los arcontes y la pusieron en la matriz de Isabel. Pero el poder del pequeño Iao, el del Medio, y el alma del profeta Elías se juntaron en el cuerpo de Juan el Bautista (...). Y cuando me di cuenta de que no habíais entendido lo que os dije sobre el alma de Elías, que se había unido a Juan el Bautista, os respondí abiertamente al hablar frente a frente diciendo: “Si queréis admitir a Juan el Bautista, él es Elías, del que he dicho que iba a venir”.


Pístis Sophía III 294-296

Si el alma abandona el cuerpo y va por el camino con el espíritu remedador y no ha encontrado el misterio de la liberación de todas las ataduras y de sellos que la atan al espíritu remedador, de modo que deje de estarle asignado (...), el espíritu remedador lleva al alma ante la presencia de la Virgen de la Luz, la juez. Y la juez, la Virgen de la Luz, examina el alma y si encuentra que ha pecado y no encuentra en ella los misterios de la luz, la entrega a uno de los recibidores. Y su recibidor la toma y la mete en un cuerpo, y no abandona los cambios de cuerpo hasta que haya hecho el último ciclo que se le ha asignado.


Saludos cordiales de Mercedes López Salvá y Miguel Herrero,
y subsidiariamente de Antonio Piñero

Domingo, 9 de Octubre 2016
Escriben Mercedes López Salvá y Miguel Herrero


Hoy y el próximo día transcribiremos textos gnósticos.


Tratado sobre la resurrección (Nag Hammadi ) 1,47


Pues si tú no existías en la carne, recibiste carne cuando entraste en este mundo. ¿Por qué no recibirás carne cuando subas al eón? Lo que es superior a la carne es lo que representa para ella la causa de la vida. Lo que existe por tu causa ¿no es tuyo? Lo que es tuyo ¿no existe contigo? Eso es lo que te esforzaste por aprender.


Apocalipsis de Pablo (Nag Hammadi) 5,20-21

Ahora bien, en el cuarto cielo yo vi las cosas según sus clases. Vi, en efecto, a los ángeles que se asemejan a los dioses, a los ángeles que transfieren almas de la tierra de los muertos. La depositaron en la puerta del cuarto cielo y los ángeles la azotaban. El alma levantó la voz diciendo: “¿Qué pecado he cometido en el mundo?” El guardián que reside en el cuarto cielo le respondió diciendo: “Aporta testigos y que [muestren] en qué cuerpo cometí transgresión. [¿Quieres] traer un libro [leer en] él?” Y acudieron tres testigos. El primero tomó la palabra y dijo: “¿No estuve yo en el cuerpo en la segunda hora? Me levanté contra ti hasta que [te sumiste] en ira, en enojo y en envidia”. El segundo habló y dijo: “¿Acaso no estaba yo en el cosmos? Entré en la hora quinta y te vi y te deseé. Y he aquí que ahora te acuso de los crímenes que cometiste”. El tercero habló diciendo: “¿Acaso no me llegué a ti en la hora duodécima del día a la puesta del sol? Te di tinieblas hasta que remataras tus pecados”. Cuando el alma oyó todo esto bajó los ojos con tristeza. Luego miró hacia arriba y se precipitó hacia abajo. El alma que fue precipitada hacia abajo [accedió] a un cuerpo que había sido preparado [para ella]. Y he aquí que terminaron sus testigos.


Enseñanza autorizada (Nag Hammadi) 6, 27,1-35


(23) Lo mismo sucede con el alma espiritual: después de ser arrojada en el cuerpo, pasó a ser hermana de la concupiscencia, del odio y de la envidia, un alma material. Es de saber que el cuerpo vino de la concupiscencia, y la concupiscencia provino de la sustancia material (...)..(31) (El alma) ha entendido su malignidad y se aparta de ella. Entonces adopta una nueva conducta (...).(32) Deja ya los alimentos engañosos y adquiere conciencia de su propia luz. Hace su camino despojándose de este mundo. Mientras la verdadera vestidura la arropa por dentro. Entonces su vestido de novia la adorna con íntima belleza, no ya con el orgullo de la carne. Se percata de lo que hay en ella de profundo y se afana en acceder a la cámara nupcial en cuya puerta aguarda erguido su pastor.


Véase para más textos –consultando el índice del tomo III– la edición de A Piñero, J. Montserrat, y F. García Bazán, (eds.) 1997, 1999 2000 (4ª edición 2011), Textos gnósticos, 3 vols., Madrid. Trotta.


El próximo día pondremos textos del famoso tratado del siglo IV Pistis Sofía

Saludos cordiales de Mercedes López Salvá y Miguel Herrero,
y subsidiariamente de Antonio Piñero
Viernes, 7 de Octubre 2016
Hoy escriben Mercedes López Salvá y Miguel Herrero


La historia antigua se construye por medio del análisis de los testimonios que nos han legado los siglos. Estos son textos –bien propios de un personaje, bien ajenos redactados por amigos o enemigos– restos arqueológicos y numismáticos. Muchas veces, la mayoría, estas bases son escasas. Pero no se pueden construir hipótesis interpretativas de lo ocurrido sin algún testimonio/prueba de este tipo. No valen especulaciones fantasiosas sin base alguna. Por ello ofrecemos a continuación los textos más importantes que han llevado a la construcción de la historia del concepto de reencarnación/transmigración en el cristianismo antiguo. El lector puede así hacerse una idea propia del estado de las fuentes y quizás obtener sus propis conclusiones


1. Eusebio de Cesarea, Vida de Constantino 3,13 (hacia el 340; publicada póstumamente y sin revisión por el editor)

“Cuando se hubo determinado la fecha para la apertura del concilio (de Nicea, año 325), en el que se debía buscar solución a temas conflictivos (...) los convocados entraron en la sala central del palacio imperial y (...) fueron ocupando sus asientos según jerarquía. Una vez sentada toda la asamblea en decoroso concierto, la concurrencia guardó silencio a la espera de que apareciera el emperador. Entraron primero, uno tras otro, tres escoltas. Iba precedido, al llegar, de fieles amigos. Se pusieron todos de pie a una señal que indicaba la entrada del Emperador, mientras que éste avanzaba en medio, cual celeste mensajero de Dios, luciendo reluciente vestidura como con centelleos de luz relumbrando con los fúlgidos rayos de la púrpura y adornado con el límpido lustre del oro y las piedras preciosas”.

2. Eusebio de Cesarea, Vida de Constantino 3,21-22

“Por el mismo tiempo se cumplió el vigésimo aniversario de su subida al trono. Mientras que en otras regiones se hacían celebraciones públicas, el Emperador en persona presidió un banquete en homenaje de los ministros de Dios (...). No faltó ningún obispo al festín imperial. El evento resultó de una magnificencia superior a cualquier intento de descripción. Lanceros y hoplitas con las hojas de sus espadas desenvainadas, vigilaban en círculo los accesos al palacio, por en medio de ellos pasaban libres de temor los hombres de Dios y penetraban en la parte más interior de la mansión. Mientras algunos se tendían junto a él, otros se recostaron en los butacones de madera instalados en ambos lados. Uno podría imaginarse que se estaba representando una imagen del reino de Cristo y que lo que estaba ocurriendo era un sueño y no una realidad (...). (22) (Los obispos) hicieron su camino de vuelta con regocijo y desde entonces predominó en todos un único sentir en sintonía con el Emperador, fundiéndose en un solo cuerpo los que desde hacía mucho tiempo se habían mantenido segregados”.

3. Justino Mártir (hacia 150), Diálogo con Trifón 4,4 -5,1

Dime sólo una cosa: –¿Ve el alma a Dios mientras está en el cuerpo o cuando se ha separado de él? (5) –Mientras el alma está en forma de hombre, le es posible, le digo, acceder mediante la inteligencia, pero especialmente, una vez que se ha liberado del cuerpo y ha llegado a ser ella misma según ella misma, alcanza aquello que amó todo el tiempo. –¿Se acuerda también de eso cuando ha vuelto de nuevo al hombre? –Me parece que no, le dije. –¿Qué ventaja hay para las almas que han visto o qué provecho añadido tiene sobre el que no lo ha visto el que ha visto si no se acuerda de nada de lo que vio? (6). No puedo responderte, dije yo. –¿Qué padecen, dijo, las almas que son consideradas indignas de esta visión? –Viven encarceladas en cuerpos de fieras y ése es el castigo. –Y ¿saben que viven en esos cuerpos porque pecaron? –Pienso que no. (7) Según parece éstas no obtienen ningún provecho por el castigo. Diría que ni siquiera sufren un castigo si no toman conciencia del castigo. –Pues no. -Pues ni las almas ven a Dios ni transmigran a otros cuerpos, pues sabrían que de ese modo son castigadas y temerían hacer cualquier tipo de falta en lo sucesivo (...). (5.1) –Pues aquellos filósofos, en efecto, nada saben sobre estas cuestiones pues ni siquiera pueden decir qué es el alma. –Parece que no.

Saludos cordiales de Mercedes López Salvá y Miguel Herrero,
y subsidiariamente de Antonio Piñero

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Nota: como hemos indicado ya varias veces, esta postal es parte del capítulo del libro editado por Alberto Bernabé, Madayo Kahle y Marco Antonio Santamaría (eds.), con el título “Reencarnación. La transmigración de las almas entre Oriente y Occidente”, Abada Editores, Madrid, 2011.
Jueves, 6 de Octubre 2016
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Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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