CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Hoy escriben Antonio Piñero /Florentino García Martínez/ Émile Puech.

Concluimos nuestro comentario -con Florentino García Martínez y Émile Puech- sobre cómo desarrollan los textos qumránicos el tema del “mesías davídico/guerrero/político.

Otro texto que parece referirse a la misma figura mesiánica ha sido recientemente publicado por Émile Puech, al que denomina “apocalipsis mesiánico”. Lleva la sigla 4Q521 y procede probablemente, en opinión de Puech (p. 260) del siglo II a.C. Florentino García Martínez lo considera un texto fascinante, aunque su interpretación no deja de presentar problemas. La referencia al "mesías” aparece en el fragmento 2, el mejor conservado. He aquí la transcripción:


1 [pues los cielos y la tierra escucharán a su mesías, 2 [y todo) lo que hay en ellos no se apartará de los preceptos de los santos. 3 ¡Reforzaos, los que buscáis al Señor en su servicio! 4 ¿Acaso no encontraréis en eso al Señor, (vosotros) todos los que esperan en su corazón? 5 Porque el Señor observará a los piadosos, y llamará por el nombre a los justos, 6 y sobre los pobres posará su espíritu, y a los fieles los renovará con su fuerza. 7 Pues honrará a los piadosos sobre el trono de la realeza eterna, 8 librando a los prisioneros, dando la vista a los ciegos, enderezando a los torcidos. 9 Por siempre me adheriré a los que esperan. En su misericordia él juzgará] 10 y a nadie le será retrasado el fruto [de la obra) buena, 11 y el Señor obrará acciones gloriosas como no han existido, como él lo ha dicho]. 12 pues curará a los malheridos, y a los muertos los hará vivir, anunciará buenas noticias a los humildes, 13 colmará [a los indigentes, conducirá los expulsados, y a los hambrientos los enriquecerá (4Q521 2 ii).


El mismo texto, en 2 iii 3-7 dice lo siguiente:


(Aquel) 3 que la bendición del Señor en su benevolencia […]
4 la tierra ha exultado en todos los lugares […]
5 ya que todo Israel en la exultación[…]
6 y su cetro y ellos exaltarán


Comenta brevemengte Émile Puech:


Obsérvese que la mención a “todo Israel” remite al verdadero Israel de los tiempos mesiánicos, la congregación de todos los fieles que han respondido a la predicación del profeta-instructor. Lo que el autor espera, pues, se refiere a los tiempos mesiánicos.

Y sobre el conjunto del pasaje es interesante la relación que efectúa Florentino García Martínez con el Nuevo Testamento:


Conocemos todos las preguntas que los enviados del Bautista hacen a Cristo: ¿Eres tú el que va a venir, o tenemos que aguardar a otro?” Así como la respuesta de Jesús: “Id a contarle a Juan lo que oís y veis: los ciegos recobran la vista, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres se les predica el evangelio” (Mt 11,3-5).

En la respuesta de Jesús resuenan las palabras de Isaías, las mismas que constituyen el entramado de la descripción qumránica de las acciones maravillosas que el Señor obrará en la época final, en el tiempo del “mesías”. Es más, en ellas encontramos unidos por vez primera en una sola frase el anuncio de las buenas noticias a los anawim (hebreo “pobres”) de Isaías 61,1 (la predicación del evangelio a los pobres, en la traducción griega del Nuevo Testamento) con la resurrección de los muertos, una unión a la que los comentaristas del Nuevo Testamento no habían conseguido encontrar paralelos veterotestamentarios. Lo que nos prueba que ya en el judaísmo precristiano la resurrección de los muertos era considerada como una de las acciones gloriosas que Dios obrará en la época del “mesías”.

Estos textos nos prueban suficientemente que la esperanza de un futuro “mesías” heredero de las promesas davídicas, que constituirá el centro del mesianismo rabínico posterior, estaban muy presentes en el pensamiento de la comunidad de Qumrán. Pero, a diferencia del mesianismo posterior, la esperanza mesiánica de la comunidad hemos visto ya cómo desarrolla ciertas figuras mesiánicas que están a medias entre ser humanos y celestiales.

Por mi parte debo concluir una vez más que en el marco de piadosos tan extremos como los esenios no se contempla jamás un mesianismo –por mucho que aparezcan ciertas figuras semicelestes, como el “Hijo de Dios” y Melquisedec- que no sea humano. El mesías, como cargo y como función tiene que ser necesariamente un hombre.

Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com

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Hoy en el “Blog de Antonio Piñero” se trata del siguiente tema:

“Pedro en la literatura apócrifa”

Manera de entrar, si a alguien le interesare: pinchar en el enlace que se halla en la página presente, abajo en la derecha.

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Magíster de "Ciencias de las Religiones"

Universidad PABLO DE OLAVIDE , Sevilla

Véase postal de 26-06-2009

Enlace de Internet para obtener más información:

http://www.upo.es/historia_antigua/master_religiones/index.jsp

Saludos de nuevo.




Lunes, 3 de Agosto 2009

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Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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