CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Hoy escribe Gonzalo del Cerro

La Biblia en los HchAp

El aprecio que en otras épocas suscitaron las teorías de autores como Dobschütz, Flamion, Reitzenstein y otros, que relacionaban los HchAp con la novelística griega, ha recibido últimamente importantes matizaciones. Ni Kaestli, ni Plümacher, ni Burrus, ni Schneemelcher consideran el tema resuelto. Porque si no es posible defender la dependencia directa de los HchAp con respecto a la novela de la antigüedad griega, tampoco resulta convincente la teoría de una simple imitación de los Hechos canónicos, ya que las diferencias son grandes y significativas. Es en el ambiente bíblico, desde mi punto de vista, y concretamente en esos Hechos de Lucas, donde hay que buscar el modelo literario de los HchAp. Éstas son mis razones:

1. El título tradicional de Práxeis, tanto si es original como si no lo es, demuestra que la tradición ha visto en estas obras un producto relacionado de alguna manera con los Hechos canónicos. Y es una realidad que son conocidas bajo la denominación de Hechos de los Apóstoles. El mismo Schneemelcher, al analizar las conexiones de los apócrifos con la Escritura, alude expresamente a su título epigráfico de Hechos. Pero fue C. Schmidt quien lo afirmó con claridad y contundencia: “No solamente el título de Práxeis se ha tomado de allí (los Hechos de Lucas), sino también toda la estructura de la composición, el pensamiento, etc.” Puede verse la opinión de este sabio en su obra Die alten Petrusakten im Zusammenhang der apokryphen Apostelliteratur (TU 24,1), Leipzig 1923.

Es verdad que, como explica M. Erbetta en la introducción general al volumen segundo de su obra sobre los Apócrifos del Nuevo Testamento, el título Práxeis viene a situar estas obras dentro del contexto más amplio de género literario antiguo usado para relatar las gestas de los héroes. Pero, aun admitiendo ciertas semejanzas de los HchAp con esas obras de la antigüedad, subraya también las profundas diferencias y los múltiples aspectos originales que caracterizan a los Hechos Apócrifos. El sabio italiano se remonta incljuso a Homero y a los nóstoi o viajes de regreso, y desciende por las teorías de Isócrates sobre el concepto de historia, así como por los numerosos “Hechos” aparecidos durante la época helenística, incluidas las obras de Jenofonte.

Para estos relatos antiguos, también estuvo en uso la denominación de períodoi (viajes o peregrinaciones). Pero era una denominación descriptiva más que un título propiamente dicho. Focio, en el código 114 de su Biblioteca, habla precisamente de la colección de los llamados viajes (períodoi) de los apóstoles, entre los que se encontraban los Hechos (Práxeis) de Pedro, Juan, Andrés, Tomás y Pablo. Lo cual quiere decir que, para el erudito patriarca, aunque el conjunto llevara el epígrafe genérico de períodoi, las obras allí contenidas se denominaban Práxeis (Hechos).

En consecuencia, sin negar la existencia de un género literario antiguo de semejantes características, hemos de reconocer con C. Schmidt que el título mismo de Hechos pudo haber sido tomado del libro canónico de los Hechos de Lucas. De ahí que, por muchas y graves que sean las diferencias entre los HchAp y los Hechos canónicos, el título no deja de evidenciar la intención de sus autores y de los receptores de la tradición de referirse a una obra similar, cuando menos, a la obra de Lucas.

Como tendremos ocasión de comprobar en otro día, la estructura de los HchAp viene a ser coincidente con la de los Hechos canónicos: viajes de evangelización llevados a cabo por un apóstol de Jesús, discursos programáticos, milagros, escenas bautismales y eucarísticas, procesos ante los tribunales. Y todo, precedido por una posible y o probable escena de reparto o sorteo de las tierras de misión tal como aparece en HchTom 1 y en el Martyrium Prius de Andrés. Una misión que implica viajes por todo el mundo según la recomendación que los apóstoles reciben de Jesús (Mt 28,19; Mc 16,15ss; Lc 24,47; Hch 1,8).

Era una tradición conocida ya por Orígenes según la cita que recoge Eusebio de Cesarea en su Historia de la Iglesia III 1-3. Los apóstoles, protagonistas de los HchAp, se consideran responsables de una misión recibida de Jesús y tratan de cumplirla viajando, predicando, haciendo milagros como confirmación de su autoridad y de la de su doctrina. Era, además, la forma de evangelizar practicada por Jesús, que “recorría toda la Galilea enseñando…. predicando…, curando toda enfermedad y dolencia” (Mt 4,23; 9,35).

Saludos cordiales. Gonzalo del Cerro



Jueves, 16 de Julio 2009


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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