CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
¿Oye el Demiurgo nuestras oraciones y las responde? “Compartir” (254) de 31 de julio de 2018. Preguntas y respuestas
Hoy escribe Antonio Piñero
 
PREGUNTA:
 
 
Buenas tardes, Sr Antonio me gustaría hacerles unas preguntas a ver si me me las puede responder. Jesucristo resucitó de la muerte y si resucitó dónde está?. El Demiurgo oye nuestras oraciones y las responde? O sólo el Dios único anterior a la materia es el único que que oye nuestra voz interior y nos responde. Cuando morimos físicamente qué pasa con nuestro espíritu. Realmente que sentido tiene nuestra vida personal o colectiva de la humanidad para el Demiurgo y para el Dios único anteriormente a la materia. Muchas gracias por esta oportunidad, porque nadie sabe responderme a estas preguntas.
 
 
RESPUESTA:
 
 
1. En el cielo, sentado a la derecha de Dios Padre, según la fe cristiana.
 
 
2. En el cristianismo no existe el Demiurgo, solo en la secta gnóstica.  Elimine esa figura, informándose bien qué significa.
 
 
3. Solo el Dios único.
 
 
4. El espíritu es inmortal; no muere; responde en el juicio particular ante Dios transcendente de lo que ha hecho en la vida. Luego espera, en algún lugar, la resurrección de su cuerpo. Se cree que el alma, que resulta absuelta en el Juicio, pasa directamente al cielo. La condenada, al infierno. Últimamente no queda claro si, para el alma que queda absuelta, pero necesita una ulterior purificación, ha de pasar por algún lugar (el concepto tradicional del purgatorio) y una vez purificada totalmente, irá al cielo.
 
 
Finalmente en el Juicio Universal se confirmará la sentencia y cuerpo y alma del finado irán al cielo o al infierno, que serán eternos. Todo ello según la fe católica.
 
 
5. Si la figura del Demiurgo no existe para el cristianismo, sobra la pregunta.
 
 
6. El Dios único, preexistente, nos hace pasar por esta vida como un camino para llegar a la eterna.
 
 
 
Esto es lo que dice la doctrina de la Iglesia. Yo no sé si es verdad o no, ya que es pura teología. La teología no pertenece al ámbito de la historia, y un historiador nada tiene que decir al respecto, sino el creyente.
 
 
Saludos cordiales de Antonio Piñero
http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html 
 
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AVISO PARA LOS LECTORES DEL ÁREA DE VIGO (ESPAÑA) Y VAL MIÑOR:
 
 
El jueves, 2 de agosto, 2018 en la sala de Capitanía de Baiona, a las 20.00 horas, doy una conferencia con el título:
 
“EL CONOCIMIENTO DE LO OCULTO EN EL CRISTIANISMO PRIMITIVO. LA GNOSIS”.
 
Esta conferencia forma parte de la presentación de un nuevo libro:
 
“EN DIRECTO DESDE EL SIGLO I”. De editorial Lacónica, Madrid, 268 pp.
 
Se trata de una selección de conferencias capturadas en vivo y transcritas. –en la edición se incluyen las preguntas de los asistentes, notas y referencias que profundizan o amplían el contexto original de las charlas.
 
Martes, 31 de Julio 2018
Sobre la condena a un tormento eterno y sobre los evangelistas. Réplica de Roger Armengol (29-07-2018) (1015)
Hoy escribe Roger Armengol
(+ Antonio Piñero)
 
 
Foto:
 
 
Publico hoy la segunda y última parte de la réplica del autor a mis comentarios a su libro 2018 de Editorial Carena, “La moral, el mal y la conciencia. El poder de las ideologías en la formación de la conciencia moral” (publicados en días pasados (desde el número 1002 al 1013), especialmente de los capítulos dedicados a la ética de Jesús comparada con la de Sócrates y otros pensadores.
 
 
1. Sobre la condena a un tormento eterno
 
 
Has escrito al respecto: «Creo que la tradición sobre el castigo eterno para los malvados preconizado por Jesús está fundado en una tradición que en su núcleo debe considerarse auténtica, por más que nos pese, [negrita de Armengol] ya que cumple con el criterio de historicidad de la múltiple atestiguación (en fuentes distintas o en géneros literarios distintos)».
 
 
Debo manifestar lo siguiente: de ser cierto que Jesús dijo realmente lo atestiguado por Marcos y Mateo, aunque no por Juan, a mí no me pesaría demasiado, simplemente pensaría que Jesús fue un ser vulgar, vengativo, también cruel, y dejaría de prestarle atención. Digo vulgar en oposición a muy inteligente y sabio como sospecho que fue. Un personaje que hizo del perdón y de un Dios amigo y perdonador uno de los ejes mayores de su predicación no pudo repetir, como atestigua Marcos, lo dicho por Isaías. Dejaría de ser un personaje coherente y, en consecuencia, tiendo a pensar que los incoherentes fueron los evangelistas al mostrarnos un Jesús incoherente y contradictorio.
 
 
El Jesús que condena como narran especialmente Marcos y Mateo es un fanático y su Dios, en tal caso, es cruel y vengativo, pero yo pienso que este no es el Dios de Jesús. El Dios celoso y furioso es el de Pablo y los evangelistas están con Pablo y con su Dios, el Dios del Antiguo Testamento modificado, pienso, por Jesús.
 
 
Sobre la condena de Corazín, Betsaida y Cafarnaún (Mt 11,21/Lc 10,13)  por parte de Jesús lo dicho y escrito por Kloppenborg que reproduzco en mi libro me dio que pensar y, por lo antedicho en el párrafo anterior, me acerco a este experto porque con él renace un Jesús coherente.
 
 
2. Sobre los evangelistas
 
 
Una última reflexión de carácter general que me permite mantenerme coherente: después de leer tu obra y reflexionarla, después de leer y reflexionar lo escrito por Kloppenborg, por Barbaglio y especialmente por Guignebert sostengo que los evangelistas no son siempre de fiar. Debemos de andar con mucho cuidado en aceptar como cierto lo que ellos ponen en boca de Jesús porque entre otras incoherencias graves nos presentan en sus escritos con gran incoherencia simultáneamente dos tipos de Dios, el de Pablo y el de Jesús. Yo no puedo hacer como Lutero que no fue nada reflexivo con lo escrito que se tragó todo entero, en bruto, sin cocinar.
 
 
¿Tengo que fiarme siempre de los evangelistas que se quedan tan tranquilos después de explicar que Jesús y también Pedro y Pablo resucitan muertos o que el primero convirtió el agua en vino como si estuviéremos en una feria? No, todo depende del valor que se otorgue a los evangelistas o del valor que se otorgue a lo que «cumple con el criterio de historicidad de la múltiple atestiguación», según tus palabras.
 
 
Todo depende de cómo se lea a los evangelistas y a la tradición. En efecto, si le quitamos a Jesús la parábola sobre el samaritano como quiere John P. Meier y damos por cierto la bárbara condena infernal que Marcos pone en su boca nos queda un profeta poco recomendable. Si procedemos al revés, si damos por bueno lo dicho sobre el samaritano y, de acuerdo ahora con el evangelista Juan, pensamos que el infierno con gusanos que expone Marcos es solo de Isaías nos queda un Jesús con futuro. Los expertos tienen la palabra…, pero por mi parte afirmo que el Jesús que salga de sus manos debe ser coherente y recuerdo que los evangelistas no siempre lo fueron. Tampoco lo fue el Sócrates que nos expuso Platón.
 
Saludos cordiales de Roger Armengol
 
Barcelona, 23 de julio de 2018
 
(y de A. Piñero)
Domingo, 29 de Julio 2018
Sobre Jesús y la esclavitud. Réplica de Roger Armengol (27-07-2018) (1014)
Hoy escribe Roger Armengol
(+ Antonio Piñero)
 
 
Foto: Mosaico del esclavo aguador
 
 
Publico hoy la primera parte de la réplica del autor a mis comentarios a su libro 2018 de Editorial Carena, “La moral, el mal y la conciencia. El poder de las ideologías en la formación de la conciencia moral” (publicados en días pasados (desde el número 1002 al 1013), especialmente de los capítulos dedicados a la ética de Jesús comparada con la de Sócrates y otros pensadores.
 
 
 
«Gracias a las lecturas de Piñero, de Montserrat, de Meier, de Barbaglio y Guignebert, entre otros, he llegado a la conclusión de que los evangelistas son autores no siempre de fiar cuando se refieren al Jesús histórico. Los cuatro dan por seguro que sucedieron hechos extraordinarios que no pueden ser probados. Uno de ellos, quizá el que más aprecio porque expuso aspectos de lo dicho por Jesús de gran relieve, Lucas, a su vez, es capaz de escribir que Pedro y Pablo resucitaron un muerto cada uno.
 
 
»Me resulta difícil admitir que Jesús no condenara la esclavitud. Un hombre que de forma clara y frecuente mantuvo una condena a los ricos, seguramente a aquellos que se aprovecharon de los demás para obtener riquezas, debió condenar con parecida firmeza la esclavitud. Quien se enfrentó a sus correligionarios fariseos, a los saduceos del Templo, a los romanos y a su “reino”, ¿callaría ante el dolor y el daño inflingido a los esclavos? ¿Qué razón tendría la persona que condena a los ricos para no condenar a los esclavistas siendo éstos más dañinos que los ricos?
 
 
»Que se diga que Jesús no reprobó la esclavitud porque en algunas parábolas aparecen esclavistas no me sirve como argumento porque en ellas también aparecen ricos que no son condenados que sí lo fueron, y muy claramente, en otros contextos o momentos diferentes al de la narración de las parábolas.
 
 
»Lo que está claro es que fue Pablo quien nunca reprobó a los esclavistas, nunca condenó el poder, el abuso del poder.
 
 
»Debido a las lecturas y a la reflexión ulterior de lo escrito por Piñero, entre otros, acerca de los evangelios y los evangelistas tengo por probado que todos ellos fueron unos judíos estrictos seguidores de Pablo dispuestos además, como hizo Platón con Sócrates, a añadir o a silenciar cuestiones importantes cuando convenía a sus intereses ideológicos. Los evangelistas no siempre fueron intelectuales honestos, dieron por ciertas noticias o dichos que ellos sabían que no lo eran o que si, por otra parte, las creyeron, tales creencias pondrían en duda su capacidad intelectual. Un ejemplo entre cientos de ellos: Jesús convirtió el agua en vino, «así manifestó su gloria y creyeron en él sus discípulos», como atestigua Juan.
 
 
»De ser como digo, de hacer los evangelistas algo parecido a lo que Platón hizo con Sócrates, no sería extraño que callaran la posible reprobación de Jesús del esclavismo, silencio para no herir o derrumbar el pensamiento de Pablo. Entiendo que Pablo a diferencia de Jesús no quiso enfrentarse a lo establecido, a los establecidos y a la autoridad judicial y política. Pablo no quiso reprobar la esclavitud como tampoco hicieron Platón y Aristóteles, siempre dispuestos a aceptar lo establecido aunque lo establecido comportara dolor y daño. Parece que Sócrates, al igual que en algunas tragedias griegas de su época, también reprobó la esclavitud, pero no lo tengo del todo claro.
 
 
»¿Sería raro que en Jerusalén unos 400 años después sucediera lo mismo que sucedió en Atenas? Sócrates y Jesús reprobando la esclavitud, sus seguidores ocultando este hecho. Por seguidores entiendo también a los evangelistas capaces de contar cosas que ellos sabían que no habían sucedido como contaron, personas que no siempre nos transmiten un Jesús real.
 
 
»Si Jesús no reprobó la esclavitud y reprobó con gran energía la riqueza, deja de ser un personaje coherente. A mi parecer para aceptar que Jesús fue una persona coherente debió reprobar la esclavitud, al menos en los términos que yo escribí: «No me imagino a Jesús tolerando que algún discípulo o amigo tuviera esclavos». ¿Callaron los evangelistas para evitar que Pablo su maestro y guía quedara derrumbado o maltrecho?».
 
 
Saludos cordiales de Roger Armengol
(+ Antonio Piñero como editor)
 
Viernes, 27 de Julio 2018
¿Evangelio de Jesucristo tal como lo conocieron los primeros cristianos? “Compartir” (253) de 25 de julio de 2018. Preguntas y respuestas.
Hoy escribe Antonio Piñero
 
 
Foto: Joseph Smith, fundador de los mormones
 
 
PREGUNTA:
 
¿Podría contestarme sucintamente a una cuestión que me intriga? ¿murió realmente Pablo en Roma?
 
 
RESPUESTA:
 

Lo ignoramos. Absolutamente. La tradición (Hechos apócrifos de Pablo, compuestos a finales del siglo II) dice que murió en la persecución de Nerón del 64... pero es una tradición inverificable.
 
 
Si le es posible, vea la edición de estos Hechos = Editorial B.A.C., Madrid 2004 y 2005 en dos volúmenes. Contiene también los Hechos de Pedro, Juan, Andrés y Tomás.
 
 
PREGUNTA:
 




Soy miembro de la Iglesia que le menciono: Iglesia de Jesucristo de Los Santos de los Últimos Días (Mormones). No sé si conoce la doctrina de nuestra iglesia, pero uno de sus mensajes es que es la restauración del Evangelio de Jesucristo como lo conocieron los primeros cristianos. Dentro de nuestra iglesia tenemos encuentros sagrados que se realizan en el Templo. Dentro de esos encuentros hay símbolos y señales secretos y ropa sagrada. Según estas señales vienen de los tiempos de Salomón y los primeros cristianos, que en teoría tenían la totalidad del Evangelio. Mi pregunta es la siguiente: ¿Tenían los primeros cristianos primitivos señales y convenios para entrar en el Templos de Jerusalén? Si puede usted contestarme a esta cuestión le estaré muy agradecido. Reciba un cordial saludo y muchas gracias.
 
 
RESPUESTA:
 
 
Yo me dedico al siglo I antes y a los dos después del nacimiento de Jesús. Fundaciones de iglesias posteriores como la de los mormones se me escapan de mi ámbito de trabajo. De todos modos, intento contestarle.
 
 
¿Qué entiende por los primeros cristianos? Estos eran judíos puramente, o mejor judíos creyentes en el mesías = judeocristianos. Por tanto, tenían un acceso normal al Templo de Jerusalén. Es más Usted sabrá que los Hechos de Apóstoles se dice expresamente que “Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón”. Los primeros judeocristianos rezaban en el Templo para que el mesías Jesús, ya resucitado y en el cielo, volviera pronto a la tierra, con lo que finalmente podría instaurar el reino de Dios, primero aquí en la tierra (Apocalipsis 20) y luego, en una segunda fase en el cielo.
 
 
Símbolos, señales secretas y ropajes del templo de Salomón que llegan hasta hoy es algo absolutamente imposible porque el Templo fue destruido (era pequeñísimo) totalmente en el 589 a. C. Todos esos restos son, pues, míticos, legendarios
 
 
Los primeros cristianos eran judeocristianos: no tenían probamente evangelio ninguno, sino algunas librillos u hijas volantes con palabras, parábolas o milagros de Jesús-  Los Evangelios como tal, de los que podemos deducir a base de mucha crítica, honesta e imparcial, el evangelio de Jesús, se empezaron a escribir después de la guerra contra Roma el 66-70. Cuarenta años después de la muerte de Jesús. Y entonces la mayor parte de los grupos judeocristianos perecieron. No ciertamente el grupo de creyentes judeocristianos que está detrás del evangelio de Mateo; este último se salvó, pero acepta lo básico de la teología paulina.
 
 
El Evangelio cuyo tema central no es Jesús de Nazaret sino “Jesucristo” (que es una fusión de un personaje real y un concepto teológico) se fue formando lentamente, y no estuvo listo hasta cerca del 140 / 150 d. C., ya que se hicieron ediciones de ellos en el siglo II d. C.
 
 
Así que, en verdad, solo con una inmensa tarea de crítica reconstructiva se puede llegar a vislumbrar el evangelio original de Jesús en el sentido de su proclamación del reino de Dios, y de la ética judía de ese reino.
 
 
 
He puesto repetidas veces en mi Blog  y en Facebook el siguiente
 
AVISO SIMPLE
 
El archivo con las preguntas de los lectores ya respondidas por mí y que no han visto aún la luz es muy voluminoso y da para muchas entregas de la sección “Compartir. Preguntas y Respuestas”. Os ruego que, por favor, NO ME ENVIÉIS MÁS PREGUNTAS HASTA NUEVO AVISO. Esta pausa me vendrá muy bien para dedicarme plenamente a las tareas de edición del Nuevo Testamento con introducciones y notas histórico-críticas, de la Biblia de San Millán. Muchas gracias.
 
La mayoría de las preguntas están respondidas en mis Blogs
 
Consulte los siguientes índices:
 
http://mynorte.com/cristoria  
 
http://mynorte.com/cristoria/pyr.html
 
http://blogs.periodistadigital.com/antoniopinero.php?blog=624&s=Padilla&sentence=OR&page=1&disp=posts&paged=2
 
 
Saludos cordiales de Antonio Piñero
 
http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html
 
 
Miércoles, 25 de Julio 2018
¿Podría un cristiano hoy día, o una iglesia, hacerse un canon de las Escrituras a su medida?  “Compartir” (252) de 22 de julio de 2018 Preguntas y respuestas.
Hoy escribe Antonio Piñero
 
 
 
PREGUNTA:
 
 
Saludos Profesor: Estudiando sus charlas me interesaría mucho qué canon de \"La Biblia\" haría usted si fuera posible. Gracias, muy agradecido.
 
 
RESPUESTA:
 
 
Ni me planteo la pregunta. El canon fue un largo proceso histórico y una decisión de diversos grupos de la Iglesia. Yo pienso que no tiene vuelta atrás ninguna y no puedo ni pensar en cambiarlo. Ni aunque se descubriera un nuevo papiro cristiano, por ejemplo un ejemplar dela “Fuente Q”, se cambiaría el canon, porque los iglesias no se pondrían de acuerdo.
 
 
 
PREGUNTA:
 
 
Después de leer la parte dedicada a Pablo en su obra "Guía para entender el Nuevo Testamento" y de visualizar diferentes presentaciones de la "Guía para entender a Pablo", me quedaron varias dudas sobre el pensamiento del apóstol. Quizá mis dudas puedan venir de una mala lectura e interpretación por mi parte de sus obras. Si ese fuera el caso, le ruego me perdone y me corrija. Dicho esto, paso a exponerle mis dudas: 
 
 
1.- Me pareció entender que para el pueblo judío, la ley de Moisés tiene un valor salvífico. ¿Cambia eso para Pablo con la venida del mesías? Me explico: ¿Considera Pablo que, con la llegada del mesías y su muerte expiatoria, la ley pierde ese valor salvífico, aunque siga siendo de obligado cumplimiento, en su totalidad, para los judíos y sólo en su parte universal para los gentiles?
 
 
2.- ¿Puede ser, en consecuencia, esa interpretación: la Ley deja de tener carácter salvífico y los gentiles no necesitan cumplir en su totalidad para salvarse plenamente la ley de Moisés, la que genere la persecución por parte de las autoridades judías al "atentar" contra los fundamentos o pilares de su fe?
 
 
3.- En el pensamiento de Pablo, ¿qué sentido tienen la fracción del pan: simbólico, conmemorativo, eucarístico?
 
 
RESPUESTA:



1. Para los judíos, según Pablo pero no para sus sucesores, sigue teniendo valor salvífico siempre que se interprete a la a luz de la fe en el mesías y de la ley del mesías o del amor (Gal 6,2).
 
 
2. Sobre todo, el que los gentiles, al no tener que cumplir la ley ritual y la de los alimentos, tengan los mismos privilegios respecto al mundo futuro que los judíos.
 
 
3. Simbólico y conmemorativo.
 
 
Saludos cordiales de Antonio Piñero
http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html  
Domingo, 22 de Julio 2018
¿Era Pablo de Tarso un arriano antes de tiempo, o un precursor del arrianismo? “Compartir” (251) de 20 julio de 2018. Preguntas y respuestas.
 Hoy escribe Antonio Piñero
 
 
Foto: Icono antiguo del Concilio de Nicea
 
 
Pregunta:
 
 
Profesor: en esencia, la duda que tengo, y que ojalá pudiera aclarar en futuros trabajos suyos, es si el binitarismo sería lo mismo que el arrianismo, o, en caso de que no lo fuera, cuál sería la diferencia.
 
 
Si, de acuerdo con el binitarismo, para Pablo Jesús era un ser de naturaleza distinta a Dios Padre (creado, entiendo), subordinado a Él, ¿se diferenciaría esto en algo del arrianismo? ¿O no es exactamente lo mismo binitarismo que arrianismo?
 
 
¿La doctrina cristológica de Arrio es la paulina, y su problema es que no encaja con la de las generaciones posteriores a Pablo, los textos joánicos, etc.? 
 
 
Ojalá que en el futuro pudiera abordar este asunto, pues no he encontrado ninguna explicación sólida sobre el asunto. Quizá si hubiera una nueva edición de Cristianismo derrotados podría ahondar en ello.
 
 
 
Respuesta:
 
 
Le respondo brevemente, porque hasta diciembre 2018 quiero estar concentrado en la edición del Nuevo Testamento desde el punto de vista de la historia y de la crítica literaria. Desearía entregar el manuscrito definitivo a la Editorial Trotta en ese momento.
 
 
El paulinismo, desde el punto de vista de Nicea es aún más herético. Pablo mismo debería haber sido condenado en ese Concilio. Nada sabe de un Verbo creado desde toda la eternidad, como sostenía Arrio, sino de un hombre, normal, Jesús (de Nazaret) de la familia de David, que solo después de la muerte es adoptado por Dios como hijo y ensalzado a su diestra como “señor y mesías”. Se supone que Pablo piensa que ese hombre ha sido divinizado por Dios mismo de algún modo. De lo contrario no se explicaría lo que dice en el himno de Filipenses 2,9-11:
 
 
“Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es señor para gloria de Dios Padre”.
 
 
Arrio quiso dar cuerpo racional a esta doctrina, dentro de la teología cristiana utilizando las ideas neoplatónicas de la emanación del Logos por el Dios Trascendente de la filosofía del platonismo medio. Y es sabido que toda emanación, según Plotino, es inferior al emanante (esto es importantísimo). Pero en esencia es prácticamente igual. Así el Logos sería inferior al Padre, pero igualmente divino como Él. Nicea es Plotino.
 
 
A Pablo no puede llamarse aún verdaderamente binitarista. No lo es. Sus sucesores, sobre todo a partir de Efesios, consolidan la divinización de Jesús y creo que quizás, desde fuera, podrían ser denominados binitaristas. Desde luego, los judíos de la época así lo vieron.
 
 
Saludos cordiales de Antonio Piñero
 
http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html  
 
Viernes, 20 de Julio 2018
Jesús y el infierno eterno (y II) (18-07-2018) (1013)

 Hoy escribe Antonio Piñero
 
Foto: el infierno en “La Divina Comedia” de Dante (tomado de Internet)
 
Prometí el día pasado que como fin a esta pequeña serie sobre la ética de Jesús de la mano de R. Armengol y su libro del 2018 de Editorial Carena, “La moral, el mal y la conciencia. El poder de las ideologías en la formación de la conciencia moral”, discutiría brevemente si los argumentos ofrecidos Armengol en contra de que Jesús sostuviera un castigo eterno para los malvados son o no válidos.
 
Mi argumento general es que no son válidos ya que a) la tradición, en este punto, parece firme sobre Jesús y, además, b) está de acuerdo con otros pensadores apocalípticos judíos de la época en torno a Jesús.
 
A. Creo que la tradición sobre el castigo eterno para los malvados preconizado por Jesús está fundado en una tradición que en su núcleo debe considerarse auténtica, por más que nos pese, ya que cumple con el criterio de historicidad de la múltiple atestiguación (en fuentes distintas o en géneros literarios distintos).
 
Es cierto que la combinación fuego eterno + gehena/hades/infierno aparece sobre todo en el Evangelio de Mateo, unas diez veces (englobo la doctrina al respecto del maestro de Jesús, Juan Bautista), y que es más escaso en los otros evangelistas, Lucas (3 veces: 8,9.17; 12,5) y en su fuente principal, Marcos otras tres (9,43.45.47); Mateo tiene, pues, 1. otras fuentes distintas;  y 2. géneros literarios distintos (por ejemplo, parábolas, apotegmas, diálogos polémicos), tenemos en Mateo (tradición sobre Juan Bautista 3,10.12/apotegma o similar: 5,22/parábola: Mt 13,42.50).
 
B. Ese pensamiento es concorde (criterio de coherencia) con otro pensamiento de Jesús como la condena a poblaciones casi enteras (de Corazín, Betsaida y Cafarnaún) a un castigo eterno como aparece en la Fuente Q = Lc 10,13-15/ Mt 11,21-24. No es destrucción sin más, sino castigo por siempre jamás.
 
C. Este es el pensamiento común de la apocalíptica de la época tanto fuera del Nuevo Testamento como dentro (criterio de plausibilidad histórica):
 
1. Fuera del Nuevo Testamento. Ejemplos:

· del fuego eterno y su naturaleza, que destroza a los impíos: Profecía de  Histaspes, frag. VII 3-7; Antigüedades Bíblicas del Pseudo Filón: 18,10; 63,2; Testamento de los XII Patriarcas, Testamento de Zabulón 10,2; 3 Baruc 4,1; I Henoc 91,9-10 = IV 124; Oráculos Sibilinos  IV, 171-178;

· de la gehena como castigo eterno:  2 Baruc 85,13; I Henoc 26,4; 27,2s ; IV Esdras 7,36.38; Oráculos Sibilinos  II, 291
Todos estos textos están en traducción castellana en la colección Apócrifos del Antiguo Testamento de Ediciones Cristiandad.
 
2. Dentro del Nuevo Testamento. Ejemplo del Apocalipsis. Al igual que el autor de esta obra esel que refleja con más claridad que habrá una primera fase del reino de Dios sobre esta tierra (no celeste) =  20,4-7 y también en Mc 10,30 casi como excepción.
 
Respecto al Evangelio de Juan opina que es suficiente el siguiente pasaje que cita Armengol mismo en p. 374: «Si alguno no permanece en mí, es cortado y se seca, lo mismo que los sarmientos; luego los recogen y los echan al fuego para que ardan» (Jn 15, 6). El texto de Jn 3,16: «Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo unigénito para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna» es muy ambiguo y nada dice con exactitud que los malvados e increyentes una vez muertos vayan a ser simplemente aniquilados de modo que no sufran un castigo eterno
 
Escribía yo en el Blog el día 30 de octubre de 2007
 
El Nuevo Testamento menciona el Hades diez veces y la Gehenna, doce. El primer vocablo representa el mundo subterráneo de los muertos y se corresponde con bastante exactitud al hebreo sheol. Se halla en las profundidades de la tierra (Mateo 11,23), tiene puertas gigantescas (Mt 16,18). Se trata de un lugar de paso a donde descienden las almas después de la muerte (Lucas 16,23; Hechos de los Apóstoles 1,18), pero las devuelve después de la muerte (Apocalipsis 20,13). Como puede verse el Diablo no desempeña en este reino ningún papel.
 
Según otra concepción, representada por la Primera Epístola de Pedro (3,19), sólo las almas de los increyentes descienden al Hades. Cuando Jesús, tras su muerte, baja a este lugar (1 Pedro 3,19; 4,6: una concepción que se halla en otras concepciones religiosas, por ejemplo el descenso de la diosa Isis al infierno; el de Ulises o Eneas, etc.) no va a luchar contra el Demonio y arrebatarle su presa (no hay tal), sino solamente a predicar el evangelio a los justos ya difuntos y prepararlos para su resurrección. Aquí es como si el diablo no existiera.
 
La Gehenna o infierno se diferencia del Hades en que no es un sitio de paso, sino el lugar de perpetuo castigo de las almas perversas. Pero –curiosamente para nuestra mentalidad de hoy- tampoco el Demonio tiene que ver nada en principio con este ámbito según el Nuevo Testamento. Sólo la fantasía posterior (partiendo de tradiciones como las reflejadas en el Apocalipsis, que hemos visto antes) unirá Infierno con el Diablo, como se ve ya en el Evangelio apócrifo de Nicodemo . El cristianismo se une así a otras religiones que tienen representaciones parecidas. Concepciones de este estilo de Infierno son corrientes en la literatura latina y griega, de donde el cristianismo toma con seguridad sus ideas. Pero estas concepciones se repiten: en el “infierno” de algunas creencias orientales, por ejemplo, existe el tipo divinidad juez del mundo subterráneo que controla como un burócrata el lugar de castigo, en el que una serie de “demonios” con variados instrumentos de tortura atormentan a los condenados.
 
Saludos cordiales de Antonio Piñero
http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html  
Miércoles, 18 de Julio 2018
Jesús y el castigo eterno del infierno. La moral del Jesús histórico (12-07-2018) (1011)

 Foto: El Bosco: Infierno
 
Hoy escribe Antonio Piñero
 
Quiero terminar esta serie de mis notas sobre el último capítulo del libro de Roger Armengol, “La moral, el mal y la conciencia. El poder de las ideologías en la formación de la conciencia moral” sobre la ética de Jesús y de Sócrates, a las que añado un breve comentario. El último punto que trata in extenso Armengol es el de la existencia, o no, en Jesús de la noción de un castigo eterno en el infierno para los pecadores impenitentes, un castigo que se escenifica por medio del “fuego eterno atormentador, el gusano que no muere y el rechinar de dientes” que atormentados atribuidos a ese Jesús. Armengol escribe:
 
«Si nos quedamos con el Jesús de Mateo aparece un personaje estricto, exigente mientras que si nos quedamos ahora con el Jesús de Lucas tenemos un Jesús realista… Cuando en el capítulo sexto hablé de los preceptos de amor manifesté que Jesús fue un pensador realista especialmente en el alcance del precepto levítico imposible de cumplir «amarás al prójimo como a ti mismo». Tomando esto y lo dicho por Lucas sobre el perdón me parece más coherente y, por consiguiente, más real el Jesús de Lucas que el de Mateo» (p. 374).
 
Como hipótesis propone Armengol:
 
«¿Pudieron exagerar Q y los evangelistas al hablar de un infierno eterno? ¿fue Jesús en ocasiones desmesurado y severo o estricto?... ¿El fuego al que serán arrojados y el llanto y el rechinar de dientes de los condenados no será una exageración de la fuente Q que retoman Mateo y Lucas? La retoma Mateo al parecer con gusto porque habla del fuego eterno en seis ocasiones y del llanto y rechinar de dientes en cinco. Lucas más moderado no habla de fuego, habla una sola vez del infierno, la Gehena, y una sola vez del llanto y del rechinar de dientes. Parece que al Jesús de Mateo le gusta mucho el fuego eterno para los condenados. Mateo suele destacarse en el rigor para con los condenados y por la fantasía (con la que adorna la tradición). Marcos no se queda atrás, también él escribe en 9, 47-48, copiando a Isaías 66,24: «Dice Yahvé: Y, al salir, podrán ver los cadáveres de aquellos que se rebelaron contra mí; pues su gusano no morirá, ni su fuego se apagará, y serán el asco de todo el mundo» que los condenados serán arrojados al fuego que no se apaga y donde el gusano que devora no muere (p. 374, con ciertos retoques).
 
Respecto al Evangelio de Juan sostiene:
 
«A diferencia de los evangelistas sinópticos Juan parece que por momentos tiene acceso a un mayor grado de templanza, de mesura para con los humanos porque en su evangelio los condenados acechados por la ira de Dios seguirán muertos, su Jesús explica que no serán despertados para la gloria como los bienaventurados, pero no habrá fuego y rechinar de dientes para ellos. «Todo el que vive en mí y cree en mí no morirá jamás» [11, 26]; «El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que resiste al Hijo, no verá la vida, pues siempre le acecha la ira de Dios [3, 36], dice el Bautista en este evangelio. En conclusión, Juan nos transmite un Jesús que dice sin ambigüedad: «Porque tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo unigénito para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna» [3, 16]. En Juan encontramos una referencia al fuego: «Si alguno no permanece en mí, es cortado y se seca, lo mismo que los sarmientos; luego los recogen y los echan al fuego para que ardan» [15, 6]. No obstante, lo dicho en esta cita no puede desmentir lo anterior donde Juan en más de una ocasión da entender de forma explícita que los condenados no vivirán eternamente como sí les sucederá a los bienaventurados» (p. 374).
 
Y respecto a la Biblia hebrea escribe:
 
«Curiosamente el fuego eterno sólo aparece una vez en el Antiguo Testamento, es Isaías quien lo hace en 66, 17, se trata del tercer Isaías que tal vez escribió en el siglo III a.C. Quizá no cabe hablar del fuego eterno que aparece en Judit 16, 17 dado que es un libro considerado apócrifo por los judíos y por los protestantes y, además, el autor de Judit que escribió en el siglo II a.C., tal vez pudo conocer a los griegos y su infierno» (p. 375).
 
Los argumentos de sustento de esta hipótesis global son, a su vez, meramente hipotéticos, puesto que tenemos los textos evangélicos que son difíciles de rechazar en bloque. En líneas generales su argumentación va de acuerdo con una posición también hipotética de John Kloppenborg, el reconocido estudioso de la Fuente Q:
 
«Tomemos también el pasaje en el que Jesús se muestra terrible, colérico, me refiero a la severa Cafarnaúm y supuesta condena y maldición de las ciudades que no se convirtieron, Betsaida, Corazín y narradas por Mateo y Lucas y tal vez copiadas de Q. Veamos lo que escribe sobre este particular el reconocido experto sobre Q, John Kloppenborg: “Se puede ver la postura de un grupo de seguidores de Jesús que se aprovecharon de los recursos de la tradición para hacer inteligible su propia experiencia y el recuerdo que conservaban de su héroe! (p. 214 de su obra, “Q. El Evangelio desconocido”, Sígueme Salamanca 2005]. Parece que Kloppenborg no afirma que la maldición proviniera de Jesús, sino de sus seguidores».
 
Veremos el próximo día si estos argumentos son suficientes para sostener una interpretación de Jesús contraria a los textos.
 
Saludos cordiales de Antonio Piñero
http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html  
 
Hoy añado tres enlaces de conferencias o charlas mías que han sido lanzadas al aire recientemente. Dos de Mindalia Televisión, y uno del “Mercado de la Tía Ni” en Youtube:
 
1. https://www.mindaliatelevision.com/existio-jesus-de-nazaret-por-antonio-pinero/  (Existencia de Jesús)
 
2. https://www.mindaliatelevision.com/de-jesus-a-pablo-primeros-pasos-del-cristianismo-por-antonio-pinero-parte-1/ (Primeros pasos del cristianismo)
 
3. https://www.youtube.com/playlist?list=UURlbwOFGEkh4aaxUGkQrx3g   (Serie de conferencias que son
parte de un Seminario sobre “Investigación actual sobre Jesús de Nazaret)
  1.  
Jueves, 12 de Julio 2018
Jesús y la esclavitud. La moral del Jesús histórico (10-07-2018) (1010)
Foto: Mosaico romano a muestra un esclavo aguador
 
Hoy escribe Antonio Piñero
 
Sigo extractando textos, con breve comentario, del último capítulo del libro de Roger Armengol, “La moral, el mal y la conciencia. El poder de las ideologías en la formación de la conciencia moral” sobre los fragmentos de la ética de Jesús y de Sócrates.
 
Hasta ahora, y en síntesis, ha argumentado nuestro autor que
 
«Una de las enseñanzas substanciales de Jesús y que quizá Sócrates hubiera aceptado se refiere a la crítica del poder, mejor dicho, al abuso del poder que comporta dolor y daño a los semejantes. Entendido de esta forma Jesús siempre se opuso al poder del dinero, al poder político, al poder sacerdotal y al eclesial del Templo de Jerusalén, al poder judicial, al de Roma, al poder de las costumbres y tradiciones que no eran siempre benefactoras –el trabajo en los días festivos cuando era conveniente, como escribe el evangelista Marcos: «el sábado ha sido hecho para el hombre y no el hombre para el sábado» [2, 27]–. Esta oposición de Jesús a lo establecido que no siempre era justo y benéfico le costó la vida… En efecto, Jesús fue ejecutado por Roma porque su predicación incluía una fuerte desobediencia a lo establecido. Al anunciar la venida del Reino de Dios estaba proponiendo que este reino supondría el hundimiento para siempre del Imperio».
 
Señalé que esta última proposición es básica para entender a Jesús y su moral. Llegados aquí nuestro autor deduce una consecuencia importante respecto al discípulo/seguidor de Jesús más importante y de mayor impacto hasta hoy: Pablo de Tarso. Escribe:
 
«En relación al poder y a la crítica de su abuso el apóstol Pablo no pudo seguir los principios jesuánicos. En una de sus epístolas no le exige a Filemón que libere a su esclavo Onésimo, lo que le pide es que lo trate como a un hermano, en esta ocasión un hermano convertido a la fe de Pablo. No me imagino a Jesús tolerando que algún discípulo o amigo tuviera esclavos. Pablo en Romanos escribió muy convencido «que todos se sometan a las autoridades establecidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas. De modo que, quien se opone a la autoridad, se resiste al orden divino, y los que se resisten se están buscando ellos el castigo» [13, 1-2]. No me imagino a Jesús inclinándose ante las autoridades establecidas. Más bien tengo la impresión de que si Jesús se hubiera comportado como recomienda San Pablo no hubiera sido ejecutado por el poder de Roma. Es o era muy peligroso enfrentarse al poder porque la autoridad como dice Pablo castiga a quien se resiste».
 
Mi breve comentario es: acepto la primera y última parte de este aserto. Pero no parece fundada la afirmación de que «No me imagino a Jesús tolerando que algún discípulo o amigo tuviera esclavos». Ciertamente, y ya es un dato, que al igual que Jesús se pronunció de una manera clara y contundente sobre el reino de Dios, sobre el primer mandamiento, en concreto sobre el amor a los enemigos (como hemos señalado en postales anteriores), si Jesús se hubiera opuesto estrictamente a la esclavitud, como manera clara de hacer daño a un ser humano (privarle de la libertad es uno de los daños más crueles), esperaríamos de él un pronunciamiento claro a este respecto. Y no lo hizo. Del mismo modo que jamás tuvo un pronunciamiento claro sobre la posición social, muy desafortunada, de la mujer en el judaísmo de su tiempo. Y parto del supuesto, admitido por todos los estudiosos, de que en el Israel del siglo I, había esclavos y no solo extranjeros, sino también judíos. Solo que –al parecer– el trato a los esclavos era más afable que en el resto del Imperio romano.
 
La esclavitud no está ausente en el mundo que describe y asume Jesús. En los evangelios la palabra esclavo / siervo de la gleba o casi esclavo (griego doûlos) aparece 120/130 veces en los evangelios. La designación de siervo (griego hyperétes) solo sale 17 veces. Especialmente reveladoras son las parábolas, que en opinión de los intérpretes incluidos los católicos (véas, por ejemplo, W. Kasper (editor), Diccionario enciclopédico de exégesis y teología bíblica en dos volúmenes, versión española de Marciano Villanueva, Herder, Barcelona 2011, voz “Esclavitud, esclavo”, I 554-555: “También en el Nuevo Testamento se refleja la esclavitud de aquella época”… “No se hace desaparecer la esclavitud, pro se la humaniza desde la óptica del amor de tipo patriarcal” (p. 555).
 
Y para que no pueda acusárseme de parcialidad, recojo los pocos textos (hay muchísimos más) de las parábolas donde se aprecia que Jesús describe, y acepta al menos implícitamente el estatus de la esclavitud como algo obvio, que ni se discute) que presenta este diccionario:
 
Indico solo los comienzos de los textos:
 
Mt 18,23-35: «El Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10.000 talentos. Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase…»
 
Mt 25,14-30: el juicio final será como ocurre en el caso del hombre que se ausenta y entrega parte de sus bienes a sus esclavos: «Es como un hombre que, al ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó. Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco….».
 
Lc 12,35-48: «Sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. Dichosos los esclavos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos! Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa. También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre».
 
Fuera de las parábolas hay exhortaciones que tienen presente comportamientos de la esclavitud. Así, por ejemplo, Lc 17,7-10:
 
«¿Quién de vosotros tiene un esclavo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: “Pasa al momento y ponte a la mesa?” ¿No le dirá más bien: “Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?”. ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer».
 
 
En síntesis: Jesús aceptó como algo obvio la esclavitud… y se ve por Las parábolas que se refiere a conciudadanos judíos. Jesús no hizo pronunciamiento alguno contra la esclavitud, pero sí lo hizo en otros casos claves, como el divorcio, la Ley, el Reino, etc.
 
 
Saludos cordiales de Antonio Piñero
http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html  
Martes, 10 de Julio 2018
Jesús, Sócrates y Buda (5-05-2018) (1010)
Foto: Buda y Jesús
 
Hoy escribe Antonio Piñero
 
Cito a Roger Armengol (“La moral, el mal y la conciencia. El poder de las ideologías en la formación de la conciencia moral”), p. 362:
 
«La ética de Aristóteles y la de Kant, tomadas como ejemplo dada su influencia, pienso que son autoritarias y proponen o defienden, en más o en menos, lo que está establecido. La ética de Sócrates y la de Jesús son respetuosas e igualitarias y al considerar el dolor y el daño infligidos a las personas acaban por enfrentarse o se enfrentan al poder o a lo establecido. A ambos personajes les costó la vida poner en cuestión lo establecido y enfrentarse al poder. Por fortuna en la actualidad parece que los humanos hemos aprendido a dejar de cometer tan horrendas injusticias.
 
»Alguien podría decir en este momento que olvido a Buda y al budismo. No lo olvido, pero pienso que Buda estuvo más cerca de Sócrates que de Jesús. La compasión, emblema del budismo, es un sentimiento que se diferencia del amor al incluir éste último el comportamiento beneficiente. El ejercicio de la compasión no puede demandarse o exigirse al tratarse de un sentimiento, pero el respeto y, en según qué circunstancias, la beneficencia, componente del amor, para remediar un mal sería obligado, consistiría en un deber de socorro. Por tales motivos y razones pienso que el principio ético y las prescripciones de Jesús, sin menospreciar el mensaje de Buda, son superiores a las de Aristóteles y Kant, más consistentes por benefactoras, quizá menos pasivas».
 
Yo estoy de acuerdo, y supongo que los lectores también. Sólo añadiría una precisión: ciertamente Jesús se enfrentó al poder y murió por ello. Pero su ética –que lo hacía inofensivo respecto a los romanos– no tuvo nada que ver en su condena. Esta fue exclusivamente romana y de acuerdo con la ley romana: Jesús predicaba un reino de Dios en el que no cabía Tiberio ni el Imperio Romano. Por tanto, de acuerdo con la ley imperial, y ajustado a derecho según esa ley, Jesús fue justiciado como sedicioso contra el Imperio y como reo confeso de un delito de “majestad lesionada dl emperador” (lesae maiestatis). Una ética benefactora y que tenía en cuenta el dolor humano no causaba problema a gobierno alguno.
 
Tampoco Sócrates fue condenado a muerte por su ética. Sócrates se enfrentó a la ciudad de Atenas (según sus acusadores) al no reconocer a los dioses propios de la ciudad. Y si no los reconocía, argumentaban sus adversarios, estos podrían enfadarse y retirar su apoyo a la ciudad. Eso era muy peligroso para el estado, pues cada dios protegía su territorio. Es lo que los antiguos llamaban “ateísmo”, aunque impropiamente.
 
Saludos cordiales de Antonio Piñero
http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html  
Jueves, 5 de Julio 2018
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Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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